LA POBLACIÓN DE ETNIA GITANA EN LA SIERRA DE SEGURA EN LA EDAD MODERNA

Análisis de la presencia de población de etnia gitana en la Sierra de Segura en la Edad Moderna, por Carlos Javier Garrido García.

Personas de etnia gitana realizando una de sus actividades tradicionales: compra y venta de ganado. Fuente: ungitanodepalabra.blogspot.com

INTRODUCCIÓN

Pese a que al llegar a Europa Occidental los mismos gitanos indicaron que su origen se situaba en Egipto, por lo que fueron denominados «egipcianos» (de ahí el origen de su nombre), lo cierto es que por sus características lingüísticas y raciales su origen debe situarse en la India.

La población de etnia gitana, al asentarse en Europa Occidental, muestra una serie de características, como el empleo de un idioma y traje propios; un comportamiento religioso heterodoxo, que hacía que las autoridades la calificaran indistintamente de ateos, agnósticos, idólatras o paganos, con importantes prácticas de curandería y brujería; y un modo de vida nómada, que los llevaba a emplearse preferentemente en oficios como el herraje de animales de tiro y de labor, la compraventa de ganado y la venta ambulante de variados productos, como la quincalla o la cestería.

Estas características, pronto convertidas en prejuicios estigmatizadores, fueron la justificación de la represión de la que será objeto este grupo étnico.

Su asentamiento en la Península se llevó a cabo sobre todo en las zonas litorales del sur y levante, especialmente en las provincias andaluzas. Frente a ello, el norte y centro peninsular vieron pocas familias asentarse en ellas.

Este fue el caso también de la Sierra de Segura, donde la presencia de población de etnia gitana fue muy escasa, pero no nula. El objetivo de este trabajo es aportar una síntesis de investigaciones más generales llevadas a cabo por distintos investigadores a nivel nacional o específicos de la región de Murcia. Hay que recordar que durante la Edad Moderna la Sierra de Segura perteneció al reino de Murcia.

LA POBLACIÓN DE ETNIA GITANA EN LA ESPAÑA MODERNA: DE LA ACOGIDA A LA REPRESIÓN

La población gitana llegó a Europa en el siglo XIV. Un siglo después entran en España, con el pretexto de ser refugiados político-religiosos frente al expansionismo turco, por lo que estos «egipcianos» fueron favorablemente acogidos. Así, las primeras noticias de su llegada en la actual provincia de Jaén se localizan en Jaén en 1462 y Andújar en 1470.

Sin embargo, las características singulares del grupo, sobre todo su cristianismo puesto en duda y su nomadismo, hicieron que se vieran afectados por la política de uniformización religiosa y establecimiento de un estado autoritario por los Reyes Católicos. Así, en 1499 se impone a la población gitana la alternativa entre la expulsión o el abandono del nomadismo asentándose como labradores, una medida que fue ratificada por Carlos I en 1525, 1528 y 1534, y por Felipe II en 1560. Se inicia así una política de sedentarización forzosa que se va a mantener a lo largo de toda la Edad Moderna, en ocasiones tomando medidas más extremas, como la real cédula de 19 de diciembre de 1572 que encargaba la captura de los gitanos aptos para el trabajo, tanto nómadas como avecindados, para servir como remeros en las galeras, los primeros como castigo por no cumplir las normas de sedentarización y los segundos a cambio de un sueldo, todo ello con el objetivo de suplir las bajas de remeros provocadas por la batalla de Lepanto del año anterior. Del mismo modo, los gitanos incumplidores de las órdenes reales fueron también condenados a trabajo forzado en las minas de Almadén. 

Así, tras no aplicarse medidas más extremas tendentes al exterminio, como la solicitada por las Cortes castellanas en 1594 y que consistía en separar a hombres y mujeres de esta etnia para evitar su reproducción, a lo largo del siglo XVII se van estableciendo medidas de sedentarización. En 1619 y 1633 se les exige su avecindamiento en una localidad para que la convivencia con la población local borrara sus rasgos étnicos singulares; se les prohíben sus nombres, lengua, traje y bailes característicos; y se les prohíbe también abandonar sus localidades sin autorización. En 1695, ya denominados como «castellanos nuevos», se les obliga a listarse en sus poblaciones, a no trabajar en la venta de animales y a trabajar obligatoriamente en la agricultura.

Todas estas medidas se endurecieron en el siglo XVIII. Así, en 1717 se establecieron 41 ciudades como residencias exclusivas de gitanos, donde serían estrechamente vigilados y no podrían salir sin autorización escrita. En 1746 a estas 41 ciudades se añadieron 34 ciudades más y su ordena un alistamiento que, junto a la anulación de su derecho de asilo en las iglesias concedido por el Papa en 1748, prepara la «Gran Redada» o captura de la población de esta etnia.

Esta se produjo en el verano de 1749, siendo apresados todos los gitanos y separados los hijos de sus padres. Las mujeres fueron encarceladas y los hombres útiles para el trabajo fueron recluidos en los Arsenales de la Marina. Estas drásticas medidas provocaron protestas no sólo de la víctimas, sino también de las autoridades locales, por lo que el rey terminó ordenando la liberación de los gitanos que estuvieran avalados por las citadas autoridades. Sin embargo, la liberación completa no llegó hasta 1763, cuando los últimos gitanos que quedaban en los arsenales fueron liberados.

Finalmente, en 1783 una nueva pragmática vuelve a confirmar las medidas de sedentarización y control, elaborándose como consecuencia de ello los censos de población de etnia gitana entre 1783 y 1785.  Para entonces, como indica Leblon, tres siglos de represión habían disminuido su número y mayoritariamente ya habían abandonado el nomadismo y lo esencial de su lengua y su cultura, pese a lo cual pervivió su marginación por parte de la sociedad mayoritaria.

LA POBLACIÓN DE ETNIA GITANA EN LA SIERRA DE SEGURA

En principio, fueron pocas las familias de etnia gitana asentadas en la Sierra de Segura. Su escasa población y actividad económica, aislamiento y carácter montañoso la hacían menos atractiva que otras zonas próximas como el Levante Peninsular, el Valle del Guadalquivir o el reino de Granada, este último además con grandes facilidades de asentamiento por el vacío demográfico creado por la expulsión de los moriscos en 1570.

Mapa que muestra la presencia de personas de etnia gitana en las distintas provincias españolas según los registros de 1783-1785. Como se puede apreciar, estos se asentaron principalmente en Sur y Levante peninsular. Fuente: Bernard Leblon: «El Gran fichero de los Gitanos de España».

Así, en los registros parroquiales de Siles de la segunda mitad del siglo XVI y de Santiago de la Espada de finales del XVI y Principios del XVII no hay constancia de ningún bautismo de personas de esta etnia. La primera referencia que tenemos en la Sierra de Segura data de 1572 cuando la justicia de Segura de la Sierra comunicó el apresamiento de un gitano «que andaba huido por esta Sierra» para evitar ser llevado a galeras, es decir, se trataba de una persona no avecindada en esta zona que la había escogido para esconderse de las autoridades por su ya citado carácter montañoso y aislamiento.

A lo largo del siglo XVII se hubieron de establecer en la Sierra de Segura familias de etnia gitana, pero estas fueron eliminadas con las normas de 1717 que establecían su asentamiento en localidades de más de 1.000 vecinos. Cuando las localidades donde se podían asentar fueron aumentadas en 1746, se incorporaron algunas cercanas a la Sierra de Segura como Hellín, Úbeda, Baeza y Mancha Real.

Pese a ello, en la «Gran Redada» de 1749, fueron capturadas dos familias asentadas en la Sierra. Así, la justicia de Orcera remitió a la Caja de Murcia  una familia compuesta por Juan de Castro (32 años), su mujer María Fernández (22 años), sus hijos Pedro Julián de Castro (3 años) y Constanza de Castro (1 año) y su padre Juan Fabián de Castro (68 años). Por su parte, la justicia del Hornillo (Santiago de la Espada) remitió una familia integrada por Pedro Antonio García (26 años), su mujer Isabel Fernández (26 años) y sus hijos Francisco García (7 años) y Pedro García (6 años).

Como consecuencia de todo ello, la presencia gitana a finales del siglo XVIII era muy escasa en la Sierra de Segura. Así, en el registro de 1783 sólo consta la presencia de Orcera de la familia de Juan de Torres y su mujer, mientras que se indica que en Siles, Torres, Hornos, Benatae, Génave, La Puerta, Santiago de la Espada, Villarrodrigo y Segura de la Sierra «no hay».

En los registros de 1784-1785 tenemos avecindado en Orcera al citado Juan de Torres, que había nacido en Tíjola (Almería)  y que en 1776 había sido condenado a 6 años de prisión en el Peñón de Alhucemas, seguramente por no cumplir las órdenes reales de sedentarización. Tras cumplir su condena, se estableció en Orcera, donde ya residía en 1783. Se dedicaba a variados oficios, como herrero, esquilador y canastero, es decir, haciendo «obras de mimbre y sarga», aunque todos ellos con dificultad, ya que estaba «impedido del brazo derecho». Este Juan de Torres estaba casado con Teresa Fernández, sin que conste que tuvieran hijos, aunque dada su edad al efectuarse el registro (60 años), puede que de haberlos tenido estos estuvieran ya emancipados y residieran en otras zonas.

Además de esta familia, consta la residencia en Santiago de la Espada de Pedro Jiménez, que había nacido en esa localidad en 1752. Estaba soltero y en 1782 había sido encarcelado en la cárcel de su localidad acusado de no tener ocupación fija (vagancia). Cuando se efectúa el registro de 1784 se fija su residencia en Santiago de la Espada, cosa que no ocurría en el registro de 1783. Puede que como consecuencia de su encarcelamiento un año antes se ausentara de su localidad, a la que acabó volviendo. 

FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

  • Leblon, Bernard: El Gran Fichero de los Gitanos de España (siglos XV al XVIII). Historia de un genocidio programado. Madrid: Asociación de Enseñantes con Gitanos, 2017.
  • Martínez Martínez, Manuel: «Los gitanos en el reinado de Felipe II (1556-1598). El fracaso de una integración». Chronica Nova, 30 (2003-2004), pp. 401-430.
  • Martínez-Dhier, Alejandro: «<Expulsión o asimilación, esa es la cuestión>. Los gitanos en Castilla durante el gobierno de la Monarquía Absoluta». Revista de la Inquisición, 15 (2011), pp. 173-230.
  • Melendreras Gimeno, María del Carmen: «Aportación al estudio de un grupo marginado: los gitanos en Murcia durante el siglo XVIII, a través de las diferentes pragmáticas». Anales de la Universidad de Murcia. Letras, nº 2-3-4 (1981), pp., 81-137.
  • Peñafiel Ramón, Antonio: «Gitanos en Murcia en la primera mitad del siglo XVIII. ¿Integración o extinción?». Anales de Historia Contemporánea, 4 (1985), pp. 7-34.
  • Peñafiel Ramón, Antonio: «Los gitanos en España y región de Murcia. Seis siglos de marginación». Anales de Historia Contemporánea, 25 (2009), pp. 37-56.

LA ESPAÑA ACTUAL (2000-2024)

Resumen del Tema 17 de Historia de España para 2º de Bachillerato referido a la España Actual (2000-2024), por Carlos Javier Garrido García.

Pedro Sánchez (PSOE) y Yolanda Díaz (SUMAR) en el Congreso de los Diputados. Fuente: www.antena3.com

El segundo gobierno de José María Aznar (2000-2004)

En las elecciones de marzo de 2000 el PP liderado por Aznar consiguió mayoría absoluta con 183 diputados, frente a los 125 del PSOE de Joaquín Almunia, que presentó su dimisión como secretario general del partido tras conocerse los resultados. Durante esta legislatura, sigue la mejora de los indicadores económicos, gracias en gran parte, al continuo crecimiento del sector inmobiliario, y en ese mismo año 2000 PP y PSOE firman el Pacto Antiterrorista con el objetivo de aislar al independentismo vasco e intensificar la lucha contra la banda terrorista ETA.

La segunda parte de la legislatura viene marcada por la reforma del desempleo, que fue contestada con la Huelga General de 2002, y con la implicación de España en los problemas de Oriente Medio. El 11 de septiembre de 2001 se produjeron los atentados de Washington y Nueva York por parte de la banda terrorista Al-Qaeda. Una coalición internacional, liderada por Estados Unidos y con el respaldo de la ONU, invadió Afganistán, donde el régimen fundamentalista islámico de los talibanes servía de base a la citada banda. Dos años después, Estados Unidos se decidió a invadir Iraq, acusando al régimen de Sadam Hussein de poseer armas de destrucción masiva. En este caso no contó con el respaldo de la ONU, pero sí de una coalición internacional en la que participó España (Cumbre de las Azores). El apoyo de España puso al país en el punto de mira del terrorismo fundamentalista islámico.

Tres días antes de la celebración de las elecciones generales, el 11 de marzo de 2004, se produjeron los atentados de Madrid. Desde un primer momento, el gobierno apuntó a una autoría de ETA, consciente de que si habían sido los islamistas, como empezaban a indicar las evidencias, esto podría perjudicarle en las elecciones. Esta actitud fue contraproducente, ya que en las elecciones del 14 de marzo, en las que las encuestas apuntaban una nueva mayoría absoluta del PP y de su nuevo candidato Mariano Rajoy, venció por mayoría simple el PSOE y su candidato, José Luis Rodríguez Zapatero, se convirtió en presidente con el apoyo de IU y las fuerzas nacionalista de izquierdas.

Los Gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011)

Frente a la política pro-estadounidense previa, el nuevo presidente apostó por la Alianza de Civilizaciones, con el respaldo de la ONU, en un intento, fracasado, de acabar con el conflicto entre occidente y el mundo islámico. Por otra parte, el nuevo gobierno pone en marcha toda una batería de reformas sociales: matrimonio homosexual, regularización de inmigrantes, inicio de negociaciones de paz con ETA, ley antitabaco y Ley de Memoria Histórica. También se produce la reforma del Estatuto de Autonomía de Cataluña en 2007, que reconocía su carácter de nación y que por ello fue denunciado ente el Tribunal Constitucional por el PP. En el terreno económico, sigue el crecimiento, basado en el sector inmobiliario, donde ya se puede hablar de burbuja especulativa y que tuvo como consecuencia un elevado endeudamiento de las familias.

En 2008 se celebran nuevas elecciones generales, que revalidan la victoria por mayoría simple del PSOE. Sin embargo, ese mismo año se empiezan a sentir los efectos en España de la crisis económica internacional iniciada en EEUU en 2007 y cuyas consecuencias fueron especialmente intensas en nuestro país por los citados problemas del sector inmobiliario. La delicada situación económica y financiera llevó al gobierno a aprobar recortes en el sector público a partir de 2010, lo que generó un descontento social que terminó dando lugar en 2011 al movimiento de 15M, consistente en protestas y ocupación de espacios públicos como la Puerta del Sol por un movimiento que, organizado de manera asamblearia, denunciaba los recortes y ponía en duda la representatividad de los partidos políticos. Por otra parte, la sentencia del Tribunal Constitucional en 2010 anulando parte del Estatuto catalán provocó un gran malestar en el nacionalismo catalán, preparando el camino al inicio del proceso soberanista. 

En esta segunda legislatura la única noticia positiva para el gobierno fue la consecución en 2011 de un acuerdo con la banda terrorista ETA para el cese de su actividad armada. Intentando aprovechar esto y acorralado por los problemas sociales y políticos, Zapatero decidió adelantar las elecciones a noviembre de 2011. En ellas consiguió la mayoría absoluta el PP de Mariano Rajoy.

Los gobiernos de Mariano Rajoy (2011-2018)

La primera legislatura de Rajoy con mayoría absoluta viene marcada por la difícil situación económica, que provocó nuevos recortes en 2011, contestados con la Huelga General de 2012, y el rescate financiero del sector bancario español. A ello se suman los casos de corrupción, como el de Bárcenas, que acabaron salpicando incluso al rey Juan Carlos I. Se llega así a un año clave, 2014, en el que se producen tres grandes acontecimientos:

  • En las elecciones al parlamento europeo de mayo entran en escena dos nuevas formaciones políticas que podrán en cuestión el bipartidismo predominante desde la Transición: Podemos, heredero del movimiento de 15M, liderado por Pablo Iglesias y que se sitúa a la izquierda del PSOE, y Ciudadanos, partido antinacionalista y de centro dirigido por Albert Rivera, que, surgido en Cataluña frente al creciente sentimiento soberanista, inicia en 2014 su ampliación al ámbito estatal.
  • En junio el rey Juan Carlos I abdica en su hijo Felipe VI, en un intento de recuperar la imagen de la monarquía, muy deteriorada por la vida personal del rey, los indicios de corrupción y el crecimiento de los apoyos republicanos gracias al auge de Podemos.
  • El 9 de noviembre, el gobierno autónomo de Cataluña, dirigido por Artur Mas (CiU), en un contexto de descontento por la sentencia del Tribunal Constitucional, por los fuertes recortes llevados a cabo por la Generalitat y por la negativa del Gobierno de Rajoy a mejorar su financiación autonómica, entra de lleno en la vía soberanista, convocando una consulta popular para sondear el apoyo a una posible independencia de Cataluña. Tras su celebración, esta fue declarada ilegal, iniciándose el procesamiento de sus promotores.

Todos estos factores explican los resultados de las elecciones de diciembre de 2015, en las que el PP de Rajoy consigue la victoria por mayoría simple frente al PSOE, dirigido ahora por Pedro Sánchez, y se rompe el bipartidismo con la fuerte entrada en el parlamento de Podemos y Ciudadanos. La situación de fragmentación política hizo que Rajoy fracasara en su intento de investidura, lo que llevó a la celebración de nuevas elecciones en junio de 2016. En ellas, el PP vuelve a ganar por mayoría simple y se registra un fuerte crecimiento de Podemos, que hace pensar en que pueda incluso superar en el futuro al PSOE. Esto explica los problemas por los que va a pasar esta formación política. Estaba dirigida desde 2014 por Pedro Sánchez, del ala más a la izquierda del partido y por tanto más proclive a un entendimiento con Podemos y contraria a un posible entendimiento con el PP que frenara el crecimiento de los nuevos partidos. Ante el peligro de unas nuevas elecciones, que permitieran que Podemos superara definitivamente al PSOE, el sector más moderador del partido, dirigido por Susana Díaz, fuerza la dimisión de Pedro Sánchez y permite, con su abstención, la investidura de Rajoy como presidente del gobierno en octubre de 2016.

El nuevo gobierno debe hacer frente a la persistencia de la crisis económica, a los nuevos escándalos de corrupción (Rodrigo Rato, Madrid) y, sobre todo, a la convocatoria de un referéndum por la independencia por parte del nuevo presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, apoyado por las formaciones nacionalista de izquierda (ERC y CUP). El referéndum, convocado para el 1 de octubre de 2017, fue declarado ilegal e intentó ser impedido por el gobierno mediante la intervención policial para cerrar los colegios electorales. Dicha actuación, condenada al fracaso, perjudicó a la imagen internacional de España. Además, el gobierno detuvo a los máximos dirigentes independentistas, acusados de sedición, aunque algunos, con Puigdemont a la cabeza, consiguieron huir al extranjero. Además, el Gobierno, aplicando el artículo 155 de la Constitución, suspendió la Generalitat y convocó elecciones autonómicas en Cataluña para diciembre, que volvieron a ser ganadas por los independentistas.

En mayo de 2018, la banda terrorista ETA anuncia su disolución definitiva, lo que podía ser un punto a favor del Gobierno en unos momentos críticos. Sin embargo, un mes después se producirá una moción de censura.

En una situación muy polarizada, como consecuencia del problema independentista catalán y de nuevos casos de corrupción como la trama Gürtel, se produce la moción de censura de junio de 2018. En ella, Pedro Sánchez, que había recuperado la secretaría general del PSOE en unas primarias en junio de 2017, consigue ser nombrado presidente del gobierno con el apoyo de los grupos de izquierda e independentistas 

Los gobiernos de Pedro Sánchez (2018-2024)

Pedro Sánchez accede a la presidencia, aprobando, con el apoyo de Podemos, medidas como el aumento del salario mínimo y la exhumación de Franco del Valle de los Caídos. Su fracaso en la aprobación de unos Presupuestos Generales del Estado en febrero de 2019 le lleva a convocar elecciones en abril de ese año. En ellas consigue la victoria por mayoría simple, pero fracasa su investidura, al exigir Unidas Podemos (coalición de IU y Podemos) un gobierno de coalición. En las nuevas elecciones de noviembre de 2019 el PSOE revalida su mayoría simple y ahora sí se llega a un acuerdo para el gobierno de coalición con Unidas Podemos y el apoyo de otras formaciones de izquierda e independentistas. En todas estas elecciones se produce la entrada en escena de VOX, dirigido por Santiago Abascal, que le quita al PP parte de su electorado, utilizando un discurso conservador y nacionalista español que encuentra eco en la situación de crisis económica, de casos de corrupción en el PP y del problema independentista catalán.

Investido de nuevo presidente en enero de 2020, con Pablo Iglesias de vicepresidente, Pedro Sánchez debe hacer frente a la pandemia del COVID-19, decretando el confinamiento de la población en marzo y posteriormente la vacunación. La pandemia supuso una fuerte crisis económica, cuyos efectos más duros pudieron ser paliados gracias a una política de ayudas con fondos europeos. Cuando la pandemia ya parecía controlada y se iniciaba la recuperación económica, en 2022, se inicia un proceso inflacionista y estalla en febrero la Guerra de Ucrania, que provoca una crisis energética y un crecimiento exponencial de la inflación.

En este contexto de crisis, Pedro Sánchez convoca elecciones generales anticipadas para julio de 2023. Frente a lo que auguraban las encuestas, una mayoría absoluta en las elecciones para el conjunto del PP, con su nuevo candidato Feijóo al frente, y de VOX, ambas formaciones no la consiguen. Así, tras la investidura fallida de Feijóo, en noviembre de ese año consigue ser investido presidente Pedro Sánchez, en un gobierno de coalición con la nueva formación SUMAR, dirigida por Yolanda Díaz, al conseguir el apoyo de los independentistas catalanes a cambio de una ley de amnistía para con los implicados en el proceso soberanista. 

Si desea ver el resto del temario de Historia de España para 2º de Bachillerato y selectividad, pulse aquí.

HISTORIA LOCAL EN EL AULA: LA SIERRA DE SEGURA

Materiales didácticos para la explicación de la Historia de la Sierra de Segura en el aula, por Carlos Javier Garrido García.

Vista lateral de la Iglesia Parroquial de Siles. Foto: Francisco Garrido, publicada en el libro “Recuerdos del Ayer y Siles”. Úbeda: El Olivo, 1999, p. 99.

Esta entrada es parte del proyecto de elaboración de materiales «LA HISTORIA LOCAL EN EL AULA: MATERIALES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE LA SIERRA DE SEGURA» que estoy llevando a cabo este curso y que ha sido aprobado por la Junta de Andalucía (MTI-033/23).

La Historial Local en el Aula

La Historia Local es un elemento muy útil para el desarrollo de la materias de Geografía e Historia en la ESO e Historia de España en 2º de Bachillerato, por varias razones.

En primer lugar, la explicación de la Historia Local aumenta la motivación del alumnado ya que acerca los contenidos de la materia a su ámbito vivencial.

En segundo lugar, la explicación de la Historia Local mejora la comprensión de los aspectos generales de la evolución histórica, al comprender su desarrollo en ámbitos territoriales más limitados.

En tercer lugar, la Historia Local mejora el sentido crítico del alumnado, al entender que dinámicas de carácter general, por ejemplo las ideas y movimientos políticos, se desarrollan en ámbitos más cercanos mediatizados por los intereses de los distintos grupos sociales o las relaciones comunitaria, lo que puede variar sus características, medios y objetivos.

En esta estrada voy a incluir los enlaces a las distintas entradas de este mismo blog referentes a la Historia de la Sierra de Segura y las presentaciones en PowerPoint que utilizo en las explicaciones en el aula. Cada uno de estos elementos los relaciono con los grandes procesos de la Historia de España que forman parte del currículo de la Historia de España que se imparte en 4º de la ESO y 2º de Bachillerato.

El Antiguo Régimen

Las entradas de esta página web referentes al Antiguo régimen son los siguientes, pudiendo acceder directamente a ellas pulsando sobre las mismas:

La presentación de PowerPoint que utilizo para la explicación de este periodo histórico es la siguiente: Antiguo Régimen Sierra de Segura

La Guerra de Independencia

Para ver una análisis sobre la Guerra de Independencia en la Sierra de Segura, tenemos la siguiente entrada: Mapa de la Sierra de Segura en la Guerra de Independencia (1809).

La presentación de PowerPoint es la siguiente: Guerra de Independencia en la Sierra de Segura

La I Guerra Carlista

Para acceder a la entrada en la que se explica el desarrollo de la I Guerra Carlista en la Sierra de Segura, pulse aquí.

La presentación de PowerPoint es la siguiente: I Guerra Carlista en la Sierra de Segura

Economía y sociedad en el siglo XIX

Para consultar un análisis sobre la situación demográfica y socioeconómica de Siles en el siglo XIX, pulse aquí.

Una presentación de PowerPoint en la que se exponen mapas, planos y prensa de Siles en el siglo XIX: Sierra de Segura en el siglo XIX 

La Dictadura de Primo de Rivera, II República y Guerra Civil

Sobre este periodo histórico, se puede consultar:

Presentación de PowerPoint: Sierra de Segura en Dictadura de Primo de Rivera, II República y Guerra Civil

La Dictadura Franquista

Una explicación de la Dictadura Franquista en la Sierra de Segura en:

Presentación de PowerPoint: Dictadura Franquista en Siles

La España democrática

Sobre el periodo más reciente, véase un análisis sobre la situación demográfica y socioeconómica de la Sierra de Segura a través de los datos del Atlas Digital de Áreas Urbanas, utilizable también para la asignatura de Geografía de 2º de Bachillerato.

Presentación de PowerPoint: La Sierra de Segura situación sociodemográfica actual.

PRIMER INCENDIO FORESTAL DOCUMENTADO EN LA SIERRA DE SEGURA: «ESTE DÍA SE QUEMÓ EL HARDAL» (2 DE SEPTIEMBRE DE 1559)

Primera noticia documentada de un incendio forestal en la Sierra de Segura: el incendio de «El Ardal» (Siles) en septiembre de 1559, por Carlos Javier Garrido García.

Situación de «El Ardal» en el Plano topográfico de Siles en 1897. Fuente: Instituto Geográfico Nacional.

LOS INCENDIOS FORESTALES EN LA ÉPOCA PREINDUSTRIAL

El uso del fuego en las zonas rurales de la época preindustrial era una práctica común destinada a la regeneración de pastos para la ganadería y en la roturación del territorio y quema de rastrojos y residuos agrícolas en la agricultura. En las zonas de clima mediterráneo, caracterizado por unas elevadas temperaturas y una fuerte sequía en verano, este uso del fuego producía frecuentemente incendios forestales. Sin embargo, estos incendios no tenían el carácter catastrófico y masivo de los incendios actuales, ya que eran poco frecuentes y afectaban a pequeñas superficies, ya que las comunidades rurales aprovechaban intensamente el bosque, lo que reducía la cantidad de combustible potencial, y además estas mismas comunidades, asentadas a lo largo del territorio, eran muy eficaces en la lucha contra los incendios, actuando de manera inmediata y logrando por lo general su extinción rápida.

Todo ello explica que, en realidad, no se pueda hablar de incendios forestales masivos en España hasta mediados del siglo XX cuando el éxodo rural empezó a vaciar el medio rural, con la consecuencia del abandono de aprovechamientos agrarios y forestales, de la desarticulación de las comunidades rurales y del aumento del combustible potencial debido también a la transición energética a los derivados del petróleo.

En cualquier caso, la existencia de los incendios forestales en la España preindustrial generó, desde época visigoda, la existencia de una legislación estatal para la protección de las masas boscosas y la persecución de los incendiarios. Así, en 1558 el rey Felipe II ordenó que en los montes quemados en Andalucía, Extremadura y Toledo no pudieran pastar los ganados sin autorización del Consejo, para evitar los incendios intencionados para aumentar los pastizales. Por otra parte, la Real Ordenanza de Montes aprobada por Fernando VI en 1748 impuso penas de prisión y embargo de bienes a los que incendiaran montes. Del mismo modo, los fueros y ordenanzas de las ciudades y villas, que poseían como bienes de propios o gestionaban bienes comunales entre los que se encontraban pastos y bosques, regularon el uso del fuego como medio de evitar incendios forestales.

LA SIERRA DE SEGURA EN EL ANTIGUO RÉGIMEN

Durante la época medieval y moderna la Sierra de Segura tuvo una economía basada en la explotación ganadera, que se complementaba con la existencia de una agricultura de subsistencia basada en los cereales. Ambas actividades económicas utilizaban extensamente el fuego como medio de generar pastos y de aumentar y limpiar la superficie de cultivo. Tales prácticas chocaban con los intereses de explotación de la madera de los amplios bosques comunales del territorio, gestionados con el Concejo de Segura de la Sierra. Esto provocó que este intentara controlar el uso del fuego a través de sus Ordenanzas del Común, es decir, el texto legal que regulaba la explotación de los bienes comunales.

Así, en las Ordenanzas del Común de Segura aprobadas en 1580 se regula el uso del fuego por agricultores y ganaderos. En la ordenanza 24 se indica que si un agricultor «echando fuego a su heredad a restroxo e tala e roça» provocara una extensión del mismo fuera de su propiedad hasta un límite de 60 pasos no sería multado por ello. En la ordenanza 25 se prohíbe «echar fuego los labradores a sus labores, roças i rastroxos» entre el 15 de mayo y el 15 de agosto (Día de la Virgen de Agosto) ya que tales prácticas habían provocado que se hubiera «ençendido mucha parte de los montes». Por último, la ordenanza 26 establece la obligatoriedad de que los «pastores i gañanes i otras personas» que encendieran fuego para «guissar de comer en el campo» apagaran debidamente el fuego antes de abandonarlo y limpiaran las inmediaciones antes de encenderlo, ya que, especialmente en los meses de mayo a agosto, las negligencias en estos aspectos producían grandes daños. 

NOTICIAS SOBRE INCENDIOS FORESTALES EN LA EDAD MODERNA ESPAÑOLA

Más allá de las normas estatales o locales referidas, no es frecuente la existencia de noticias sobre incendios concretos en esta época. Ello se debe a que, como ya se ha indicado, los incendios forestales solían ser de pequeña escala. Por tanto, los daños que generaban eran pequeños y no solían generar preocupación en las autoridades y, en consecuencia, no dejaban registro alguno. En cualquier caso, a escala local, dada la importancia económica de los recursos forestales en las comunidades rurales, había ciertas ocasiones en las que los incendios sí dejaron registros documentales, Así, en el centro de la Península, hay incendios concretos documentados en las provincias de Salamanca (1497), Ávila (1564) y Madrid (1588). En nuestro ámbito, la Sierra de Segura, no hay incendios documentados hasta el siglo XVIII, como el de Beas de Segura en 1763, en el que ardieron 6.900 chaparros, 1.500 robles y 380 pinos carrascos.

Por tanto, el incendio en la Sierra de Segura que documentamos el 2 de septiembre de 1559 no es solo importante por constituir la primera referencia concreta a un incendio en la Sierra de Segura, sino que también es la segunda referencia más antigua en el conjunto de España. 

EL INCENDIO FORESTAL DEL ARDAL EL 2 DE SEPTIEMBRE DE 1559

Como ya he indicado, las referencias a incendios forestales concretos en el Antiguo Régimen procede fundamentalmente de fuentes locales, fundamentalmente municipales, como pueden ser las actas capitulares o cuentas de propios. En el caso que nos ocupa, la referencia procede de la serie de bautismos de la parroquia de Siles. Los registros parroquiales de bautismo, prescriptivos en la Iglesia Católica desde el Concilio de Trento, contienen los datos de los bautizados de cada parroquia y es relativamente frecuente que los párrocos, al registrarlos, hicieran también anotaciones sobre sucesos importantes para la comunidad, como inundaciones, actividades bélicas o festivas y, en nuestro caso, incendios forestales.

Trabajando las series de bautismo de Siles en una investigación de otra materia, encontré una partida de bautismo de 2 de septiembre de 1559 que decía así:

«A dos de setiembre el suso dicho baptizó a Francisca, hija de Catalina de Perea y de su padre ella lo sabe. Compadre Alonso Martínez, alcalde. Comadre Ysabel Gonzáles, muger de Ramos. Testigos los dichos. Este día se quemó el Hardal».

Partida de bautismo de 2 de septiembre de 1559 en que se hace referencia al incendio forestal de «El Ardal». Fuente: Archivo Parroquial de Siles, Libro 2º de Bautismos, fol. 8v.

El incendio forestal de este monte cercano a la villa de Siles hubo de crear una fuerte inseguridad y conmoción en la localidad, de ahí que el párroco incluyera la referencia al final de la partida. 

Como es normal en este tipo de referencias, no se indica nada sobre las causas del incendio forestal. En cualquier caso, como hipótesis, se podría deducir que por la situación del Ardal, cercano a las tierras de cultivo del Arroyo de los Molinos, puede que fuera un incendio provocado por las prácticas agrarias de quema de rastrojos tras la cosecha de cereales. Otra posibilidad es que fuera un incendio provocado por los intereses ganaderos de aumentar los pastos para el ganado, ya que en esa época los usos ganaderos en la Sierra de Segura estaban creciendo de manera exponencial y además se estaban produciendo conflictos de intereses entre las oligarquías locales y los ganaderos forasteros, que entraban a pastar en la Sierra a cambio del pago de un canon al Concejo de Segura, que controlaba así mismo la explotación forestal. 

Localización de «El Ardal» en el mapa topográfico de Siles de 2001. Fuente: Instituto Geográfico Nacional.

FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

 

 

LA SIERRA DE SEGURA: SITUACIÓN SOCIODEMOGRÁFICA ACTUAL

Análisis de la situación sociodemográfica de la Sierra de Segura a comienzos del siglo XXI, por Carlos Javier Garrido García.

Municipios de la Comarca de la Sierra de Segura. Fuente: Andaltura.

INTRODUCCIÓN

La intención de esta entrada es realizar un estudio de la situación demográfica y socioeconómica de la Sierra de Segura en los últimos años, un acercamiento que pretende ser una reflexión sobre un problema que se cierne como espada de damocles sobre la mayor parte de las zonas rurales: la denominada «España Vaciada», a la que pertenece la Sierra de Segura.

Para ello, vamos a utilizar los datos que suministra el Atlas Digital de Áreas Urbanas, que publica el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana del Gobierno de España, utilizando los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En esta fuente se pueden consultar informes sobre población, estructura productiva, paro y mercado inmobiliario de los distintos municipios del país y también datos comarcales, en este último caso tomando las comarcas agrarias como base. En el caso de la Sierra de Segura, la comarca agraria incluye los municipios de  Arroyo del Ojanco, Beas de Segura, Benatae, Génave, Hornos, La Puerta de Segura, Orcera, Puente de Génave, Santiago-Pontones, Segura de la Sierra, Siles, Torres de Albanchez y Villarrodrigo.

Nos centraremos en los datos de población, estructura productiva y paro y en los datos comarcales agrupados. En el apartado de fuentes y bibliografía incluyo un enlace directo al informe que nos sirve de base.

 

MARCO HISTÓRICO, DEMOGRÁFICO Y SOCIOECONÓMICO

La evolución socioeconómica española contemporánea viene marcada por el fracaso del proceso de industrialización a lo largo del siglo XIX, el limitado desarrollo del primer tercio del siglo XX, la fuerte crisis de 1930-1950, el Desarrollismo de la década de 1960 (que convirtió e España en un país desarrollado) y la consolidación de ese desarrollo, sobre todo a partir del ingreso en la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1986.

Esta evolución socioeconómica condicionó enormemente su evolución demográfica. Esta se analiza a través del modelo Transición demográfica, consistente en el paso del ciclo demográfico antiguo (caracterizado por unas elevadas tasas de natalidad y mortalidad, con el consiguiente crecimiento vegetativo bajo y anulado periódicamente por crisis de mortalidad catastrófica, asociadas a hambrunas y epidemias, característico de las sociedades agrarias tradicionales) al ciclo demográfico moderno (caracterizado por bajas tasas de natalidad y mortalidad, con un crecimiento vegetativo igualmente bajo y con tendencia a ser negativo por el envejecimiento de la población, característico de las sociedades desarrolladas actuales). Entre ambos ciclos se sitúa la Transición, en la cual en una primera fase descienden las tasas de mortalidad, gracias a los adelantos higiénico-sanitarios y al aumento del nivel de vida debido a las revoluciones agraria e industrial, pero se mantiene una alta natalidad, lo que da lugar a crecimientos exponenciales de la población; y en una segunda fase siguen descendiendo las tasas de mortalidad y hacen lo propio las de natalidad, gracias al desarrollo socioeconómico, a la difusión de métodos anticonceptivos, a la incorporación de la mujer a los ámbitos académico y laboral y al establecimiento de derechos laborales y de la seguridad social, lo que hizo que los hijos pasaran a ser considerados como una carga económica.

En España, el fracaso de los procesos de revolución agraria e industrial en el siglo XIX provocó un retraso en el inicio de la Transición, no empezando a descender, de manera muy tenue y progresiva, la tasa de mortalidad hasta mediados del siglo XIX. Coincidiendo con el limitado desarrollo socioeconómico del primer tercio del siglo XX se inicia el descenso progresivo de la natalidad, aunque este proceso fue coartado por la crisis de 1930-1950 y el establecimiento de la Dictadura Franquista, que supuso un mantenimiento de las mentalidades tradicionales, la marginación de la mujer y la prohibición de métodos anticonceptivos. El Desarrollismo de la década de 1960 supuso un descenso de la mortalidad, pero las características ya citadas de la Dictadura hicieron que la natalidad siguiera siendo alta, produciéndose un fuerte crecimiento vegetativo. Finalmente, el proceso de Transición política a la democracia, iniciado en 1976, y la consolidación del desarrollo socioeconómico a partir de 1986, hicieron que España entrara definitivamente en el ciclo demográfico moderno.

La evolución socioeconómica y demográfica que acabamos de exponer afectó también a la distribución de la población dentro del país. La ausencia de revolución agraria en España, la industrialización limitada sólo a algunas regiones (Cataluña, País Vasco, Asturias, Madrid) y las mejores condiciones climáticas y de comunicación de las zonas costeras con respecto al interior provocaron fuertes movimiento migratorios internos. Así, desde el siglo XVIII se registra un proceso de centrifugación de la población española, que tiende a concentrarse en las zonas costeras, y las diferencias de desarrollo socioeconómico regional y la falta de perspectivas de crecimiento agrario en un contexto de crecimiento demográfico provocaron un fuerte éxodo rural, especialmente intenso durante el Desarrollismo de la década de 1960. Estos desequilibrios en la distribución de la población se perpetúan a partir de la consolidación del desarrollo socioeconómico, concentrándose este y la población en los Ejes del Mediterráneo y del Ebro y en Madrid, frente al estancamiento de la Cornisa Cantábrica y el drama de la «España Vaciada».

A esta última pertenece sin duda la Sierra de Segura. Tras registrar destacados crecimientos demográficos hasta la década de 1940, gracias al aumento de la superficie cultivada y a la expansión del olivar, la comarca registró un fuerte éxodo rural que, atenuado a partir de 1986, provocó una auténtica sangría demográfica, un fuerte estancamiento económico y un destacado envejecimiento de la población, como vamos a tener ocasión de comprobar.  

POBLACIÓN

Para analizar la evolución de la población en la Sierra de Segura contamos con los datos de los censos, que son un recuento periódico de la población puerta por puerta que se elaboraba cada diez años. El último se efectuó en 2011 y el correspondiente a 2021 no se llevó a efecto por la pandemia del COVID-19. Para el periodo 2011-2021 contamos con los padrones municipales, recuento de la población residente en cada municipio, que se actualiza ahora a tiempo real con altas (nacimientos e inmigración) y bajas (fallecimientos y emigraciones) gracias a los medios informáticos, en el llamado Padrón Continuo.

En cuanto a la evolución de la población censal, podemos verla en las siguientes gráfica y tabla estadística.

Evolución de la población censal en la Sierra de Segura entre 1960 y 2011. Fuente: Atlas Digital de Áreas Urbanas.

 

Evolución de la población censal en la Sierra de Segura (1960-2011)

Indicadores Sierra de Segura (Jaén)
1960 57 823
1970 42 950
1981 33 899
1991 30 035
2001 27 256
2011 26 350

Fuente : Atlas Digital de las Áreas Urbanas. Instituto Nacional de Estadística

En la década de 1960 se produjo un fuerte éxodo rural, bajando la población de 57.823 habitantes a 42.950, un descenso de 14.873 habitantes que supuso la pérdida del 25’7 % de la población, provocando además un fuerte envejecimiento de la misma. 

En la década de 1970 la población vuelve a descender a 33.899 habitantes en 1981, 9.051 menos que en 1970, un descenso del 26’7 %. Por tanto, aunque el volumen global de descenso se atenúa, a nivel porcentual la pérdida de población incluso se agrava. 

La situación de crisis socioeconómica de la Transición y la posterior consolidación del desarrollo con el ingreso en la CEE, sus ayudas de fondos estructurales y subvenciones agrarias, el desarrollo de alternativas económicas como el turismo rural y el establecimiento de las comunidades autónomas supusieron un freno al proceso de éxodo rural. Así, este se atenúa, pero en realidad sigue con menor intensidad, debido a la imposición del modo de vida urbano, la falta de alternativas laborales en el medio rural para una población joven con cada vez mejores niveles de formación y el progresivo envejecimiento de la población, debido a la emigración y al establecimiento del ciclo demográfico moderno. Así, entre 1981 y 1991 la población serrana desciende en 3.864 personas (11’4 %); entre 1991 y 2001 en 2.779 (9’3 %); y entre 2001 y 2011 en 906 (3’3 %). Es decir, la población serrana va tendiendo progresivamente al estancamiento.

La evolución entre 2011 y 2021, basada en datos de los padrones, la podemos ver en la siguiente gráfica y tabla estadística.

Evolución de la población padronal en la Sierra de Segura (2001-2021). Fuente: Atlas Digital de Áreas Urbanas.

 

Evolución de la población padronal en la Sierra de Segura (2001-2021)

Indicadores Sierra de Segura (Jaén)
2001 26 349
2002 27 232
2003 26 895
2004 26 628
2005 26 515
2006 26 574
2007 26 549
2008 26 690
2009 26 587
2010 26 649
2011 26 594
2012 26 556
2013 26 008
2014 25 560
2015 25 131
2016 24 710
2017 24 285
2018 23 882
2019 23 495
2020 23 295
2021 23 136

Fuente : Atlas Digital de las Áreas Urbanas. Instituto Nacional de Estadística

Como podemos ver, la población, que entre 2001 y 2011 había permanecido estancada en torno a los 26.500 habitantes, inicia a partir de 2012 un ligero pero continuo descenso, debido a la crisis provocada por los recortes de 2012 y la posterior pandemia del COVID, que empieza a afectar a España de manera intensa a partir de marzo de 2020. Como consecuencia de todo ello, la población pasa de los 26.594 habitantes en 2011 a los 23.136 en 2021, un descenso de 3.458 habitantes (13 %). Este nuevo descenso de la población y la vuelta a la senda del fuerte descenso demográfico se debería, aparte de al contexto general de crisis, a la agudización de la dinámica natural negativa debido a la continua emigración, que acentúa el envejecimiento de la población, y podría ser indicativo del fracaso, al menos parcial, de las políticas de desarrollo rural.

En cuanto a la estructura por sexo y edad, esta se representa gráficamente en la pirámide de edad, doble gráfica de barras en la que se representa el volumen de población por cada sexo en grupos de edad de 5 años. En las sociedades inmersas en el ciclo demográfico antiguo y en las primeras fases de la transición demográfica, la forma de la pirámide era triangular, con una ancha base por la alta natalidad y una cúspide estrecha por la alta mortalidad. Con el avance de la fase de transición, la pirámide iba tomando forma acampanada, debido al descenso progresivo de la mortalidad y al descenso de la natalidad. Por último, en las poblaciones inmersas en el ciclo demográfico moderno, la pirámide toma una forma bulbosa debido al fuerte recorte de la base por la caída constante de la natalidad y al ensanchamiento de la cúspide por el aumento de la esperanza de vida.

En las zonas rurales, esta forma bulbosa se ve acentuada por la emigración, el descenso más acusado de la natalidad y, como consecuencia de los dos procesos anteriores, el envejecimiento de la población. En el caso de la Sierra de Segura, incluyo aquí la pirámide de su población en el año 2021. 

 

Pirámide de Población de la Sierra de Segura en 2021. Fuente: Atlas digital de Áreas Urbanas.

Como podemos ver, los principales contingentes de población se concentran en la población adulta, de 40 a 65 años, con un porcentaje elevado de población mayor de 65 años, especialmente en las mujeres, dada su mayor esperanza de vida. Frente a ello, la población infantil es muy escasa y está en retroceso, con contingentes cada vez menores conforme descendemos de edad. Esta pirámide plantea graves problemas para el futuro si no se consigue variar la actual tendencia demográfica. Así, en un periodo medio de 25 años, el grupo mayoritario de la población de la población serrana estará entre 65 y 90 años, mientras que la escasa población infantil ocupará los grupos de edad adultos, es decir, los grupos de edad económicamente más productivos y demográficamente reproductivos.

Los datos ofrecidos por la pirámide pueden ser complementados con la siguiente tabla, en la que expongo diferentes índices y su comparación con los valores medios de España en 2021.

Indicadores de estructura por edades de la Sierra de Segura en 2021.

Indicadores Sierra de Segura (Jaén)   España
11,3 14,1
23,1 19,6
22,3 16,8
45,3 43,1

Fuente : Atlas Digital de las Áreas Urbanas. Instituto Nacional de Estadística.

Como podemos ver, el Índice de Infancia, que representa la relación entre los menores de 15 años y la población total, es del 11’3 % en la Sierra de Segura, 2´8 puntos por debajo de la media española, mostrando por tanto una drástica caída de la natalidad debido a la emigración de la población joven en edad de procrear y al envejecimiento de la población. Así, el Índice de Envejecimiento, que expresa la relación entre la cantidad de personas adultas (mayores de 65 años) y la población total, es del 23’1 %, 3’5 puntos por encima de la media española. La intensidad del envejecimiento la podemos valorar a través del Índice de Senectud, que representa la proporción de la población anciana (de 85 y más años) sobre el total de población de 65 y más años, siendo en la Sierra de Segura del 22´3 % frente al 16’8 % de la media española. Como consecuencia de todos los indicadores anteriores, la edad media de la población serrana supera en 2’2 años a la media española. 

La estructura por edad que acabamos de exponer es uno de los factores explicativos de la situación de regresión demográfica de la población de las zonas rurales, ya que genera una dinámica natural regresiva. La dinámica natural de una población se analiza a través del Crecimiento Vegetativo, que es la diferencia entre el número de nacimientos y el número de fallecimientos. En la siguiente gráfica expongo el Crecimiento Vegetativo de la población de la Sierra de Segura entre los años 2001 y 2020.   

Crecimiento vegetativo en la Sierra de Segura (2001-2020). Fuente: Atlas Digital de Áreas Urbanas.

Como se puede apreciar, en todos los años se registra un Crecimiento Vegetativo negativo, con una tendencia al empeoramiento de los datos, ya que el envejecimiento de la población cada vez más acusado aumenta la mortalidad y restringe la natalidad.

Junto con el Crecimiento Vegetativo, el otro factor explicativo de la regresión demográfica es el Saldo Migratorio, es decir, la diferencia entre el número de inmigrantes y el de emigrantes. En las áreas rurales este saldo es claramente negativo, lo que reduce la población y favorece su envejecimiento, ya que la emigración afecta especialmente a la población joven en edad laboral y de procrear. Aunque el Atlas Digital de Áreas Urbanas no ofrece datos sobre el Saldo Migratorio, sí lo hace sobre la relación entre el lugar de nacimiento y el de residencia, ofreciendo unos datos bastante ilustrativos del lo que acabamos de indicar, como se puede ver en la siguiente tabla.

Relación entre lugar de nacimiento y residencia en la Sierra de Segura en 2021.

Indicadores Sierra de Segura (Jaén)   España
57,8 43,4
42,2 56,6
85,9 70,6
14,1 29,4

Fuente : Atlas Digital de las Áreas Urbanas. Instituto Nacional de Estadística.

La autoctonía se refiere al porcentaje de población en la que coincide el lugar de nacimiento y de residencia, mientras que la aloctonía se refiere al porcentaje de población en la que ambos lugares no coinciden. Los datos que ofrece la tabla y su comparación con la media española nos ofrece el cuadro de una población en la que los movimientos de inmigración son muy limitados y de corto alcance, de ahí que el porcentaje de autoctonía municipal (vecinos de los municipios nacidos en ellos) sea del 57’8 % frente a la media española del 43’4 y que la autoctonía provincial (vecinos de la comarca nacidos en la provincia de Jaén) sea del 85’9 % frente a una media española del 70’6.

Muestra de la limitación de la inmigración es la importancia de la población extranjera en la Sierra de Segura, que muestro en la siguiente tabla con datos de 2021.  

Población Extranjera en la Sierra de Segura en 2021.

Procedencia España
Europa 156  
África 666  
América 162  
Asia 9  
Total 993  

Fuente : Atlas Digital de las Áreas Urbanas. Instituto Nacional de Estadística.

Como se puede ver, hay empadronados en la Sierra de segura un total de 993 personas extranjeras, lo que representaría el 4’3 % de su población total, un porcentaje bastante bajo que muestra una limitada inmigración. De hecho, la mayor parte de la población inmigrante que viene a la Sierra de Segura por razones laborales, lo hace con destino a las tareas de recolección de la aceituna, por lo que su residencia es sólo temporal y esta no se traduce en un empadronamiento en los municipios serranos. 

ESTRUCTURA PRODUCTIVA

Para el análisis de la estructura productiva en la Sierra de Segura, un primer elemento a analizar es su distribución sectorial. Normalmente las actividades productivas se clasifican en tres sectores: el primario, que se encarga de la producción de materias primas e incluye actividades como la agricultura, la ganadería y la explotación forestal; el secundario, que se encarga de la fabricación de productos elaborados destinados al consumo e incluye la industria, la generación de energía y la construcción, y tradicionalmente también la minería; y el sector terciario, que incluye un elevado número de actividades, muy variadas, que se caracterizan porque no producen bienes tangibles, sino que prestan un servicio, incluyendo actividades como el transporte, el comercio, el turismo, los servicios educativos y sanitarios, la banca, etc.

En España, como consecuencia del fracaso de revolución agraria e industrial en el siglo XIX se mantuvo a lo largo de ese siglo el predominio del sector primario, característico de las sociedades subdesarrolladas. Pese al limitado crecimiento registrado en el primer tercio del siglo XX, esta situación se mantiene hasta la década de 1960, en la que con el Desarrollismo la industria se convierte en el sector predominante, acompañada de un acusado crecimiento de los servicios. La consolidación posterior del desarrollo económico, unido a la crisis de reconversión industrial y a los procesos de deslocalización industrial hacia los países subdesarrollados, provocaron un descenso del sector secundario y que la economía española se fuera terciarizando cada vez más. Dentro de la industria española fue tomando cada vez más peso la construcción a partir de la década de 1990, aunque generando una dinámica especulativa que acabaría estallando en la crisis de 2008. A lo largo de toda esta evolución el sector primario ha ido perdiendo peso en la economía española, hasta suponer ya menos del 4 % del Producto Interior Bruto y de la población activa del país.

Para analizar la estructura sectorial de la Sierra de Segura contamos con los datos referentes a distribución sectorial y número, tanto de trabajadores como de establecimientos.

En la siguiente gráfica se representa la distribución sectorial de la población activa en la Sierra de Segura y en España en 2021.

Distribución de trabajadores por rama de actividad en la Sierra de Segura en 2021. Fuente: Atlas Digital de Áreas Urbanas.

Como podemos ver, en la Sierra de Segura predomina de manera clara el sector primario dentro de la distribución sectorial de la población activa, como es característico de la mayor parte de la España rural. Le sigue en importancia el sector terciario, centrado en la Sierra en los servicios públicos (asistencia sanitaria, servicios educativos, residencias, funcionarios municipales), la hostelería, el turismo rural y el comercio. Frente a estos dos sectores, la importancia del sector secundario, construcción incluida, es bastante pequeña. Por el contrario, en España se constata claramente el proceso de terciarización de la economía, la reducción del peso del sector primario y la escasa importancia del sector industrial, incluida una construcción que sufrió el hundimiento de la crisis iniciada en 2008.

En la siguiente gráfica se representa la evolución del número de trabajadores en la Sierra de Segura entre 2007 y 2021.

Evolución del número de trabajadores en la Sierra de Segura (2007-2021). Fuente: Atlas Digital de Áreas Urbanas.

La gráfica muestra el estancamiento del mercado de trabajo en la Sierra de Segura, ya que el número de trabajadores se mantiene en líneas generales a lo largo del periodo. En cualquier caso, hay que destacar el descenso registrado en 2012, como consecuencia de la nueva crisis debida a los recortes establecidos como consecuencia de la recesión iniciada en 2008, y la tendencia ligeramente descendente que se registra a partir de 2019 y que se agudizó con la pandemia del COVID-19.

En cuanto a la distribución sectorial de los establecimientos, es decir, de las empresas con actividad económica, los datos de 2021 se representan en la siguiente gráfica.

Establecimientos por rama de actividad en la Sierra de Segura en 2021. Fuente: Atlas Digital de Áreas Urbanas.

Como se puede ver, el peso del sector primario en el número de establecimientos es aún mayor que en el número de trabajadores, lo que es indicativo de que en el sector primario predomina el trabajo por cuenta propia, ya que la mayor parte de la población asalariada en este sector son temporeros procedentes de fuera de la Sierra (no contabilizados por tanto en los datos de trabajadores), mientras que en los sectores secundario y terciario, siendo también importante el trabajo por cuenta propia, es más elevado el porcentaje de trabajadores asalariados residentes todo el año en la comarca.

En la siguiente gráfica se representa la evolución del número de establecimientos en la Sierra de Segura entre 2007 y 2021.

Evolución del número de establecimientos en la Sierra de Segura (2007-2021). Fuente: Atlas Digital de Áreas Urbanas.

Como podemos ver, en el número de establecimientos se constata aún más el impacto de la crisis de recortes iniciada en 2012 y años sucesivos. Esta diferencia con la evolución del número de trabajadores, mucho más estable , se puede explicar por el hecho de que en las situaciones críticas son las empresas más pequeñas las primeras en sucumbir, lo que explica que sean muchas empresas las que se pierden pero poco el número de trabajadores.

PARO

La población activa incluye a la población situada entre 16 y 65 años que está trabajando (activos) o desea hacerlo (parados), excluyendo por tanto a la población jubilada, estudiantes y la población que, no estando trabajando, tampoco busca activamente empleo.

El paro es un problema estructural de la economía española, debido a la pérdida de peso de su sector industrial y al peso dentro de este sector de la construcción; y al predominio de un sector terciario en el que el peso del turismo y de servicios como el de hostelería, comercio y transportes poco especializados es muy destacado. Esto provoca que en situaciones de recesión económica, las tasas de paro crezcan de manera exponencial. Así, tras llegar a menos del 8 % de paro en 2007, gracias en gran parte a la burbuja inmobiliaria, la crisis iniciada en 2008 y agudizada por los recortes a partir de 2012 supuso un crecimiento exponencial del paro, hasta llegar el 23’7 % en 2014. A partir de ahí se inició una lenta recuperación, con el paréntesis de la pandemia, aunque sin llegar por ahora a los niveles pre-crisis.

En la siguiente gráfica se expone  la evolución del número de parados en la Sierra de Segura entre 2006 y 2021. 

Evolución del número de parados en la Sierra de Segura (2006-2021). Fuente: Atlas Digital de Áreas Urbanas.

Como se puede ver, se parte de un nivel de paro bajo, coincidente con la época de crecimiento previo a la crisis de 2008. A partir de ese año el número de parados crece de manera paulatina, hasta hacerlo de manera destacada en 2012. A partir de ese año se inicia una recuperación que, en todo caso, no logra alcanzar los niveles de empleo previo a 2008. En esa situación, la pandemia del COVID-19 supone un nuevo crecimiento del desempleo, atenuado un poco en 2021.

En la siguiente gráfica se representa la distribución sectorial de la población parada de la Sierra de Segura y España en 2021.

Parados por grupo de actividad en la Sierra de Segura en 2021. Fuente: Atlas Digital de Áreas Urbanas.

La gráfica muestra el predominio dentro de la población parada de la comarca del sector servicios, pese a que este sector no es el predominante en su economía. Esto se debe al hecho de que la población joven con formación busca empleo básicamente en este sector, pero su escaso desarrollo en la zona no le permite encontrar empleo, a lo que se suma el hecho de que los servicios se centran sobre todo en el turismo rural y en la hostelería, sectores que se caracterizan por una demanda de trabajadores muy estacional (fines de semana, puentes, periodos vacacionales). El sector primario representa un porcentaje de parados muy por debajo de su peso en la estructura sectorial de la economía, ya que la población asalariada de este sector, como ya se ha indicado, es predominantemente temporera residente fuera de la comarca.

Por último, en la siguiente gráfica se expone la distribución de parados por grupo de edad en la Sierra de Segura y en España en 2021.

Distribución de parados por grupo de edad en la Sierra de Segura en 2021. Fuente: Atlas Digital de Áreas Urbanas.

La principal diferencia en los datos comarcales y nacionales es el mayor peso de los menores de 25 años en la Sierra de Segura como consecuencia de la falta de expectativas laborales para los jóvenes serranos que han abandonado sus estudios de manera temprana o acaban de terminar su formación superior.

CONCLUSIONES

Como hemos visto, la población y la estructura productiva de la Sierra de Segura comparte los rasgos característicos de la «España Vaciada»: descenso demográfico como consecuencia de un crecimiento vegetativo y saldo migratorio negativos; envejecimiento de la población como consecuencia del descenso de la natalidad y de una emigración que afecta a la población joven en edad laboral y de procrear debido a la falta de expectativas laborales aparejadas a su nivel formativo y al atractivo del modo de vida urbano; predominio de un sector primario que, basado en el monocultivo del olivar en este caso, es incapaz de generar economías de escala, entre otras causas por los problemas de rentabilidad de la pequeña y mediana propiedad en la situación actual de descenso de precios de los productos agrarios y aumento de los costes de producción y por el predominio dentro de su población activa de mano de obra temporera que no reside en la comarca; y del fracaso de las alternativas de desarrollo, centradas especialmente en el fomento del turismo rural que, habiendo atenuado el problema, no han logrado revertir la tendencia demográfica y socioeconómica negativa de las zonas rurales, especialmente debido a la temporalidad de los empleos generados por el sector turístico, poco atractivos para conseguir la permanencia de la población joven en la comarca. Sin duda el problema es complejo, por lo que la búsqueda de alternativas o soluciones también lo es, pero sin duda la situación actual de la «España Vaciada» en general y de la Sierra de Segura en particular requiere de una profunda reflexión y actuación por parte de todos los implicados en revertir la situación, desde las instituciones públicas a los agentes económicos y la propia sociedad locales. 

FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

LAS RENTAS DE PROPIOS DEL CONCEJO DE SEGURA DE LA SIERRA EN 1523

Análisis de las rentas de propios del Concejo de Segura de la Sierra en 1523, por Carlos Javier Garrido García.

Vista de la villa de Segura de la Sierra. Fuente: Andalucia.org

INTRODUCCIÓN

El día 6 de noviembre de 1523, en la villa de Segura de la Sierra, Íñigo López de Perea, gobernador de los partidos de Montiel y las Sierras por la Orden Militar de Santiago, tomaba las cuentas a Hernando de Mendoza, mayordomo del Concejo dela citada villa, «de todos los propios del Conçejo que fueron a su cargo el año de su ofiçio», que abarcaba del 29 de septiembre de 1522 al mismo día del año siguiente. El documento, que se conserva en el Archivo Histórico Nacional de Toledo, permite un acercamiento a la vida económica de la Sierra de Segura a principios del reinado de Carlos I, ya por esas fechas emperador electo del Sacro Imperio Romano Germánico.

Primeras páginas de las cuentas de Propios de Segura de la Sierra en 1523.

En el Antiguo Régimen, los Concejos, es decir, los Ayuntamientos, tenían a su cargo dos tipos de bienes raíces. Por un lado, los bienes de propios, que consistían en bienes inmuebles rústicos (tierras de cultivo, dehesas) y urbanos (viviendas, hornos, molinos, tiendas) que solían arrendarse o darse a censo, sirviendo lo recaudado para sufragar los gastos municipales. Por otro lado, los bienes comunales, fundamentalmente bienes rústicos como dehesas y bosques, eran de libre aprovechamiento por parte de los vecinos, aunque su uso estaba regulado por los Concejos, y constituían otra vía de ingresos para ellos a través de las licencias concedidas a forasteros para su aprovechamiento.

El documento que nos ocupa contiene los datos de los ingresos del Concejo de Segura procedentes tanto de sus bienes de propios como de las licencias concedidas a forasteros para el aprovechamiento ganadero y forestal de los bienes comunales.

MARCO HISTÓRICO

Tras la batalla de las Navas de Tolosa, en 1212, la Sierra de Segura va cayendo en manos castellanas, formándose el primer Concejo en Segura de la Sierra, de la que dependerían las aldeas de su término, habitadas hasta 1264 por mudéjares. Sin embargo, en 1242 la Sierra de Segura fue cedida a la Orden Militar de Santiago. Esta, para asegurar el poblamiento de la zona, mantuvo el Concejo de Segura y le otorgó el Fuero de Cuenca. En este momento, el Concejo controla sus bienes de propios y controla los bienes comunales de su amplio término. Estos bienes comunales eran fundamentales en la economía de la zona, que debido a su abrupto relieve descansaba en la explotación forestal y la ganadería. En cualquier caso, esa explotación se veía limitada por la situación fronteriza con el reino nazarí de Granada.

De manera paulatina, las aldeas de su término fueron accediendo a su independencia, estableciendo concejos propios pero manteniendo el «Común», es decir, el aprovechamiento conjunto de los bienes comunales que siguen, eso sí, bajo control del Concejo de Segura, que establecía sus ordenanzas de regulación. Estos concejos sufrieron, a lo largo de los siglos XIV y XV, un proceso de oligarquización, pasando a estar dominados por los grupos dominantes locales. Estos tenían interés en el control concejil, entre otras cosas, como vía de control en el aprovechamiento de los bienes de propios y comunales, básicos en la economía local.

El final de la situación fronteriza en 1492, con la conquista de Granada, supuso una mayor explotación de los terrenos comunales, tanto por parte de las oligarquías locales como de las foráneas, interesadas en la explotación de los bosques y ganados de Segura. Este crecimiento fue la base de la fuerte expansión demográfica y económica que registra la Sierra de Segura en la primera mitad del siglo XVI, pero acabó derivando en una explotación cada vez más intensa del medio hasta prácticamente llegar a una situación límite. Esto provocó finalmente un enfrentamiento entre las oligarquías locales, centradas en la explotación ganadera, y las oligarquías de Segura, que controlaban la explotación de los bienes comunales y deseaban una expansión de la ganadería foránea, ya que esto les permitía establecer lazos con oligarquías foráneas, facilitando entre otras cosas la importación de productos de primera necesidad de los que la Sierra era deficitaria (como cereales, vino, aceite y productos artesanales), y aumentar los ingresos del Concejo que controlaban, ya que, a diferencia de los locales, que podían utilizar los bienes comunales libremente, los foráneos debían pagar derechos para su aprovechamiento.

Finalmente, este enfrentamiento se saldó con el triunfo de las oligarquías de Segura de la Sierra gracias a las Ordenanzas del Común de 1580, que les otorgaban el control sobre el uso de los bienes comunales serranos y además el nombramiento de los «caballeros de la sierra», encargados de velar por su cumplimiento, que debían de ser caballeros con unos patrimonios elevados (que le permitieran tener caballo y armamento propio) y además ser vecinos de Segura de la Sierra o de su arrabal de Orcera.

A partir de ese momento, las poblaciones del término de Segura ven limitada su explotación del territorio, lo que hunde la base de su economía: la explotación ganadera. Como consecuencia de ello, entraron en una crisis demográfica de la que no se saldrá hasta principios del siglo XIX.

El documento que nos ocupa se sitúa, por tanto, en el momento inicial de crecimiento de la explotación ganadera, en el germen por tanto del conflicto que acabará estallando un lustro después.

VALORACIÓN GLOBAL DE LAS RENTAS

La distribución de los ingresos de propios en 1523 por partidas es la siguiente:

PARTIDAS DE INGRESOS VALOR 
Sentencias 8.318 maravedíes
Cargos públicos y rentas 41.000 maravedíes
Arrendamiento de bienes inmuebles (casas, molinos, tierras y dehesas) 4.272 maravedíes y 173 fanegas de trigo
Venta de grano panificable 53.266 maravedíes
Ganado: licencias de herbaje 128.092’5 maravedíes
Madera: licencias de corta 2.312 maravedíes
TOTAL 237.260’5 maravedíes y 173 fanegas de trigo

Como podemos ver, el principal capítulo de ingresos del Concejo, que suponen más del 50 %, es la venta de licencias de herbaje para el ganado forastero, lo que se explica por la importancia de la explotación ganadera en la economía serrana y por los intereses de la oligarquía de la villa, que controlan la gestión de los bienes de propios y tienen intereses económicos vinculados a las oligarquías foráneas. Le sigue en importancia la venta de grano panificable, derivado de los problemas que generaba una agricultura de subsistencia muy limitada y que no satisfacía la demanda interior, y las dificultades de importación de granos foráneos por la orografía y el subdesarrollo de las vías de comunicación y medios de transporte. Le siguen en importancia los cargos públicos y administración de rentas. El resto de partidas, pese a su poca cuantía, tenían gran importancia en la economía de la zona: el arrendamiento de bienes inmuebles, algunos de ellos como los molinos y las dehesas fundamentales para la población; y las licencias de corta de madera, en este caso muy limitadas porque el autoconsumo estaba permitido y la explotación y exportación de la madera estaba en manos de la oligarquía local, mientras que estas licencias están destinadas sólo a los forasteros.

SENTENCIAS, CARGOS PÚBLICOS Y RENTAS

La partida supone sólo 8.318 maravedíes, producto de las condenas contra Francisco de Vecares, vecino de Albaladejo (318 maravedíes), y contra Alonso Ardid, vecino de Cartagena (8.000 maravedíes). El documento no informa sobre el motivo de la condena, pero dada la procedencia foránea de los dos condenados, podemos deducir que podría estar relacionado con herbajes o cortas de madera sin licencia. Entre las condenas no hay ningún vecino de la comarca y su escaso montante nos indican que la presión del Concejo de Segura aún es muy tenue, por lo que aún no se ha entrado en la citada colisión de intereses entre las oligarquías segureñas y las de las poblaciones del Común.

Los cargos públicos y restas suponen la tercera fuente de ingresos del Concejo, con 41.000 maravedíes. Consistían en arrendar determinados oficios del Concejo a cambio de un dinero, quedando el arrendador con el producto del cobro de sus servicios. Así, se remató la escribanía pública de la villa y sus aldeas a Ruy Sánchez de Arroyo por 25.000 maravedíes; se remató la renta de la Almotacenía (es decir, del contraste de pesas y medidas) en Pero Gallego, vecino de Segura, por 6.500 maravedíes; y se hizo lo propio con la renta de la Dehesecía (es decir, del control del uso de las dehesas comunales y de propios) en Pedro Ximénez el Moço, vecino también de Segura, por 9.500 maravedíes.

ARRENDAMIENTO DE BIENES INMUEBLES

Dentro de los bienes inmuebles, el Concejo contaba con casas, tierras, dehesas y, sobre todo, molinos, rentando en total 4.272 maravedíes y 173 fanegas de trigo.

Por lo que se refiere a casas, el Concejo sólo contaba con una, citada como «la casa de Estevan Rodrígues, ques del Conçejo», por la que Rodrigo Cano pagaba anualmente 3 reales, es decir, 102 maravedíes.

Contaba también con una sola Dehesa, la de Catena, que arrendaba Sancho Fernández Garvy, vecino de Orcera, por 550 maravedíes. El resto de dehesas de la villa eran comunales, por lo que no se arrendaban.

El Concejo arrendaba también «las tierras del Horcajo de Guadarmena», cuya extensión desconocemos. Su arrendador, «por diez años», era Pedro Díaz, vecino de Beas, a cambio del pago de 120 maravedíes anuales.

En cualquier caso, los principales bienes inmuebles de los propios eran los molinos, que suponían unos ingresos de 3.500 maravedíes y 173 fanegas de trigo anuales. Los distintos molinos, renta y arrendadores los podemos ver en la tabla siguiente:

MOLINO ARRENDADOR/CENSUALISTA RENTA ANUAL
Molino del aceite (Renta) Martín Sánchez de Mula 1.125 maravedíes
Molino de Benatae (Censo)   500 maravedíes
Molino que tiene el Alcalde (Censo) Señor alcalde 250 maravedíes
Molino de Zumeta (Censo) Pedro Rodríguez 250 maravedíes
Molino de Guadalquivir (Censo)   1.000 maravedíes
Molino de Royo Mezcano (Censo) Martín Ruyz 375 maravedíes
Molino de Orcera (Renta) Pedro Sánchez Pino, Íñigo López y Rodrigo de Jaén 56 fanegas de trigo
Molino somero de Orcera (Renta) Sancho y Juan Martínez, hermanos vecinos de Orcera 20 fanegas de trigo
Molino Hondonero (Renta) Diego Delgado, vecino de Segura de la Sierra 30 fanegas de trigo
Molino de Enmedio (Renta) Fernando Romero, vecino de Segura de la Sierra 15 fanegas de trigo
Molino de Zumeta (Renta) Pedro Rodríguez 22 fanegas de trigo
Molino de Marjalacana (Censo) Sebastián Gómez, tutor de los menores de Lázaro Fernández 12 fanegas de trigo
Molino del Royo las Azeytunas (Censo) Alonso Gómez, vecino de Hornos 6 fanegas de trigo
Molino de Trujala (Censo) Álvaro Rodríguez 8 fanegas de trigo
Molino del Pontón del Tejo (Censo) Martín Ruyz 4 fanegas de trigo («de cinco meses que anduvo hasta el día de San Myguel»)

En total pertenecían a los propios 15 molinos, uno de ellos de aceite y los 14 restantes de moler grano, mostrando por tanto el escaso desarrollo del olivar en la zona y la importancia de los cereales dentro de la agricultura de subsistencia y la alimentación de la época. De estos 15 molinos, 9 estaban dados a censo, es decir, se cedían por un periodo amplio a cambio de un pago anual, y 6 estaban arrendados, es decir, alquilados por cortos periodos de tiempo. Los arrendadores/censualistas, pertenecerían a la élite de Segura de la Sierra y, de manera secundaria, de otras localidades como su arrabal de Orcera y Hornos, extendiéndose por el amplio término de la villa (Orcera, Zumeta, Pontón, Trujala) y por localidades ya independientes como Benatae.

VENTA DE GRANO PANIFICABLE

Como ya se ha indicado, los cereales eran un bien de primera importancia para la alimentación humana de la época, basada principalmente en el consumo de pan. De ahí que los Concejos, especialmente en zonas aisladas como la que nos ocupa, se preocuparan por el suministro de trigo necesario para los panaderos locales. Así, en el periodo en estudio el Concejo de Segura recaudó 53.266 maravedíes de la venta de trigo a los panaderos locales: 310 fanegas, a 156 maravedíes cada una, a cuatro panaderas: las mujeres de Miguel Sánchez, Francisco Romero, Sancho Rodríguez y Benito de Mula; 30 fanegas a 136 maravedíes cada una a las anteriores; y 6 fanegas también a 136 maravedíes cada una a Marín Ruyz, que era la misma persona que tenía el Molino del Pontón del Tejo. El primero de los ingresos, dado el alto valor de la fanega y la gran cantidad suministrada, debió coincidir con el agotamiento del grano local previo a la nueva cosecha de esa temporada. 

GANADO: LICENCIAS DE HERBAJE

Los ingresos derivados de la ganadería suponían el principal capítulo de los ingresos de propios, con  128.092’5 maravedíes. Estos procedían principalmente del registro de ganados que venían a herbajar a los terrenos comunales o a las dehesas del concejo. Los datos que aportan las cuentas nos van a permitir valorar la importancia del desarrollo ganadero en la Sierra de Segura a principios del siglo XVI.

Reses en “La Llaná”. Fotografía: El Cura Blanco. Fuente: “Recuerdos del Ayer y Siles”, p. 52.

El Concejo de Segura cobraba por cada buey o vaca 20 maravedíes, por cada oveja o cabra 3 maravedíes, por cada puerco 8’5 maravedíes y por cada yegua 34 maravedíes. A veces, los ganaderos pagaban los derechos en especie, así, por ejemplo, por la entrada de 6.300 ovejas se cobraron 33 ovejas y dos cuartos. El ganado que pasaba a ser propiedad del Concejo como consecuencia de ello se solía vender, oscilando su precio entre 200 y 210 maravedíes cada oveja. De hecho, en 1523 el Concejo vendió 159 ovejas, 16 primales de cabrío, 56 carneros, 15 borregas y 15 pellejos y «çallos» de ganado muerto.

En las cuentas que sirven de base a este estudio se contienen datos sobre la vecindad de los ganaderos y sobre el número de ganado registrado, este último dato se especifica en muchas ocasiones y en otras podemos calcular su cantidad teniendo en cuenta lo que se pagaba por la entrada.

En cuanto a la vecindad de los ganaderos, tenemos en primer lugar vecinos de pueblos de la Sierra, como Albaladejo (2), Benatae (1), Cotillas (1), Hornos (1), Orcera (5) y Villaverde (6). Todos ellos pagaban el registro de su ganado para pastar en las dehesas concejiles de Segura y suelen traer pocas cantidades de ganado, especialmente bueyes, vacas, puercos y yeguas. Las grandes manadas de ganado, especialmente ovino, son introducidas por vecinos de zonas circundantes, especialmente La Mancha, Murcia, Jaén y el Reino de Granada. De La Mancha hay ganaderos procedentes de Almadén (1), Almagro (1), Almodóvar del Campo (2), Ciudad Real (1), La Hinojosa (4) y Puertollano (3); de Murcia hay dos ganaderos de Caravaca; del reino de Jaén hay 1 de La Iruela, 2 de Torredelcampo y 1 de Vílchez; del reino de Granada hay 3 de Huéscar y 1 de Vélez; y del resto de España hay 1 de Torremilano en Córdoba y 4 de Santofenia (quizás sea Santovenia, en Valladolid). En 20 ocasiones conocemos al ganadero pero no se cita su vecindad.

En cuanto al ganado registrado, teniendo en cuenta que hay dos partidas sin especificar, fue el siguiente:

GANADO NÚMERO DE CABEZAS REGISTRADAS
Vacuno (bueyes y vacas) 73
Puercos 25
Yeguas 2
Ovejas 6.300
Ovejas y cabras 68.676
TOTAL 75.076

Como podemos ver, el ganado es básicamente ovejuno y caprino, con poca importancia del vacuno, porcino y caballar. La ganadería trashumante de la época se basaba precisamente en el ganado ovino, especialmente la oveja merina, que se desplazaba en verano a las zonas de sierra, entre ellas la Sierra de Segura, en busca de pastos frescos, mientras que en invierno hacía lo propio hacia zonas litorales.

Para valorar la importancia de la entrada de casi 75.000 ovejas y cabras al año en la Sierra, tengamos en cuenta que en 1631 el ganado local suponía casi 70.000 cabezas de ganado, en una época en la que este había descendido considerablemente. Se entenderá así como el crecimiento paulatino tanto del ganado local como foráneo terminó generando un conflicto de intereses entre las oligarquías ganaderas locales y las foráneas, apoyadas estas por las oligarquías de Segura de la Sierra, que controlaban el uso de los pastos comunales y cobraban rentas por su utilización por parte de forasteros. El conflicto acabó con la victoria de estos últimos, sancionada con las Ordenanzas de Común de 1580, dejando sumidos a los pueblos de la zona en una aguda crisis demográfica y socioeconómica. 

MADERA: LICENCIAS DE CORTA

Las licencias de corta de madera a forasteros suponían un capítulo modesto de los ingresos de propios, de solo 2.312 maravedíes. Dentro de las licencias destaca la presencia de madereros vizcaínos habitantes o estantes en Segura, es decir, residentes temporales en la villa. Las licencias concedidas son las siguientes:

  • Licencia a unos armeros vizcaínos vecinos de Granada «para cortas dos carretadas de varas de avellanos» a cambio del pago de 204 maravedíes.
  • Licencia a Alonso Muñoz, criado que fue de Antón García «de su hacha e porque trabajase en los términos desta dicha villa», a cambio del pago de 272 maravedíes.
  • Martín Juan Vizcaíno, habitante en Segura de la Sierra, realizó dos pagos de 408 maravedíes «del registro de su hacha». 
  • Alonso Gómez, habitante en Segura de la Sierra, paga 408 maravedíes por su hacha y por ejercer el oficio de cardirero, es decir, de elaborar sillas torcas y artesas con madera de pino.
  • Martín de Aramajona, vizcaíno habitante en Segura de la Sierra, paga 340 maravedíes por su hacha.
  • Mateo Vizcayno pagó 272 maravedíes «del registro de su hacha».
Trabajadores de la madera en Siles en los años 1920. Fotografía: El Cura Blanco. Fuente: “Recuerdos del Ayer y Siles”, p. 59.

PARTIDAS EXCLUÍDAS POR NO SER DE PROPIOS

En el documento se incluyen varias entradas de ingresos que el mismo documento saca del cómputo general por indicarse que no pertenecían al caudal de propios. Su montante ascendía a 5.948 maravedíes y 4 quintales de hierro.

Se trata de partidas muy diversas, destacando entre ellas en primer lugar las referentes a la alcabala, impuesto perteneciente a la Corona que suponía en esa época el pago del 10 % en todas las transacciones comerciales. Así, se indica el pago de 1 ducado (375 maravedíes) realizado por Gabriel de Úbeda ante el escribano Ruy Sánchez de la alcabala «del vino que vendió en esta villa en cinco de noviembre»; el pago de 232 maravedíes dos días después por parte de Hernán de Santestevan, recaudador de la alcabala de 1522; el pago de 2.515 maravedíes por Cristóbal Rodríguez, vecino de la villa, «que devía al concejo del alcabala» de 1522; y el pago de 2.000 maravedíes por parte del mayordomo Gómez Garçía «en prendas y en dineros de lo que pagó el concejo del alcabala por los vecinos que quedaron reçagados de pagar su alcabala el año» 1522.

Por otro lado, se consigna el ingreso de 3 ducados pagados por el herrador Alonso Hernández, «que se los avía prestado el concejo en el tiempo de Gómez Garçía, mayordomo, los quales recibí en vnas prendas en vn manto de mujer y en vn poyal y vna sávana que me dio el dicho Gómez Garçía».

Por último, se ingresaron 4 quintales de hierro «que ouo de aver el concejo en las herrerías del Salobre por razón de la renta del venero de Guadarmena».

FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

LA SIERRA DE SEGURA EN EL «CENSO DE LA SAL» DE 1631

Análisis de los datos del «Censo de la Sal» de 1631 en la Sierra de Segura, por Carlos Javier Garrido García.

Segura de la Sierra a principios del siglo XX. Fuente: RedJaén.

INTRODUCCIÓN

El siglo XVII es un periodo de la Historia de España en el que no abundan las fuentes documentales, debido tanto a la crisis socioeconómica, especialmente dura en Castilla, como a la crisis hacendística y política de una monarquía que ha dejado de ser la potencia hegemónica en Europa. Así, las autoridades locales y estatales llevan a cabo un menor control sobre su población, lo que hace más extrañas fuentes como los censos, por ejemplo. Como consecuencia de ello, los estudios históricos referentes a este siglo son sustancialmente menores a los llevados a cabo con respecto al siglo precedente y posterior.

Esta situación hace especialmente importante la información que suministra el Censo de la Sal elaborado en 1631, que nos ofrece datos de vecindad y cabezas ganaderas de la mayoría de los territorios castellanos y, dentro de ellos, de las localidades de la Sierra de Segura. La intención de esta entrada es, por tanto, analizar sus datos con respecto a la Sierra de Segura, utilizando para ello como fuente la edición realizada por el Instituto Nacional de Estadística en el año 2015. Los datos obtenidos para 1631 serán comparados con los que conocemos del siglo XVI y XVIII, lo que permitirá, junto con el vecindario de 1646, valorar la incidencia de la crisis del siglo XVII en la Sierra de Segura.

En cuanto a los datos del Censo de la Sal publicados por el INE hay que aclarar un error. Puebla de Santiago, la actual Santiago de la Espada, es identificada por el INE como la actual Puebla de Soto, pedanía de Murcia. Sin embargo, esta Puebla de Soto, nunca recibió el sobrenombre «de Santiago», sí «de Soto», «Nueva», «del Doctor Cascales» y «de Murcia» y contó en esta época con un volumen demográfico muy bajo. Por ejemplo, en 1586 contaba con solo 27 vecinos, muy lejos de los 300 que indica el censo que nos ocupa. No cabe duda, pues, que la Puebla de Santiago citada no es Puebla de Soto, sino Santiago de la Espada.

 

EL «CENSO DE LA SAL» DE 1631

Una de las principales fuentes de ingresos de la monarquía en Castilla eran los servicios de millones, concedidos por primera vez en las Cortes de 1588-1590 para reconstruir la Armada tras el desastre de la «Invencible» contra Inglaterra. Su montante inicial fue de 8 millones de ducados (de ahí su nombre, «millones») que eran repartidos entre la población de las distintas localidades castellanas. Esta concesión inicial se fue renovando posteriormente dadas las necesidades monetarias de la monarquía, convirtiéndose en una imposición fiscal tan deseada por la Corona como rechazada por la población.

Precisamente, la oposición popular a este impuesto, fue lo que llevó a Felipe IV en 1631 a decretar su sustitución por un nuevo sistema impositivo sobre el estanco de la sal. La sal era un producto básico para la alimentación humana y del ganado y constituía un monopolio de la Corona desde 1564. Como paso previo, por real cédula de 3 de enero de 1631 el rey ordenó que se iniciasen las averiguaciones necesarias para la imposición del nuevo impuesto. Para ello, los intendentes de cada partido debían enviar datos sobre su consumo al Consejo de la Sal, debiendo informar cada localidad de su número de vecinos (es decir, de familias) y cabezas de  ganado, tanto mayor (caballar y vacuno) como menor (ovino y caprino). Una vez conocidos los datos de consumo a nivel de toda Castilla, se decidió elevar el precio de la sal a 40 reales la fanega, de las que 8 reales serían para la Real Hacienda y el resto estaría custodiado por los concejos para financiar la explotación, compra y transporte de la sal. 

Sin embargo, el nuevo impuesto suponía el aumento en el precio de un producto de primera necesidad, por lo que las Cortes de 1632 propusieron, y consiguieron, que fuera eliminada la nueva carga impositiva a cambio de la concesión de un nuevo servicio de millones. En cualquier caso, las tareas de recopilación de datos para su establecimiento nos han legado una valiosa información demográfica y ganadera para la Castilla del siglo XVII.

La sal era, y es, un producto básico en la alimentación del ganado. Fuente: CONtexto ganadero.

 

DATOS DE VECINDAD Y GANADERÍA EN LA SIERRA DE SEGURA

Como ya se ha indicado antes, el «Censo de la Sal» de 1631 ofrece datos del número de vecinos de las distintas localidades. En la siguiente tabla reflejamos los datos, comparándolos con los de las Relaciones Topográficas de Felipe II de 1575, el vecindario del Reino de Murcia de 1646 y el Catastro del Marqués de la Ensenada de 1755.

LOCALIDAD 1575 1631 1646 1755
Bayonas     6  
Beas de Segura 1.000 803   660
Benatae 190 164 136 134
Génave 260 163 105 68
Hornos 280 139 118 61
Orcera 430 245 243 163
Puerta de Segura 80 53 35 (incluido en Segura)
Puebla de Santiago 100 300 282 339
San Miguel de Bujaraiza   10 27 (incluido en Segura)
Segura de la Sierra 500 307 312 574
Siles 380 212 239 282
Torres de Albanchez 250 120 114 45
Villarrodrigo 270 254 245 155
TOTAL 3.740 2.770   2.481

Los datos de 1575 reflejan la situación de la Sierra de Segura marcada por el crecimiento demográfico producido en la zona después de la conquista del reino nazarí de Granada en 1492, que hizo que los condicionantes negativos derivados de la situación fronteriza desaparecieran. Este desarrollo se basó en la expansión de la ganadería, tanto por parte de las oligarquías locales como de ganaderos forasteros, que acuden a la Sierra en los meses veraniegos con sus ganados a pastar, previa licencia y pago de derechos al Concejo de Segura, que regulaba el uso de los bienes comunales. El crecimiento ganadero provocó conflictos entre las oligarquías de Segura, con intereses propios y vinculados a los ganaderos foráneos, y las élites locales de las poblaciones serranas. Este conflicto acabó a favor de las oligarquías de Segura con las Ordenanzas de Común de 1580, que establecieron definitivamente el control del Concejo de esta localidad sobre el uso de los bienes comunales, apoyado en los «caballeros de la sierra». Esto provocó una limitación para el desarrollo de las actividades fundamentales de la economía local (ganadería, explotación forestal, agricultura de subsistencia), conllevando un descenso demográfico muy fuerte. A ello contribuyó también la emigración al reino de Granada, tras la expulsión de su población morisca en 1570 y el consecuente proceso repoblador que se pone en marcha, y la negativa coyuntura socioeconómica del siglo XVII, marcada por el enfriamiento del clima («Pequeña Edad de Hielo»), la fuerte presión fiscal y los episodios epidémicos. 

Este coyuntura demográfica negativa se aprecia claramente en la tabla estadística anterior, al comparar los datos demográficos entre 1575 y 1631, con descensos demográficos generalizados en todas las localidades serranas, con la excepción de la Puebla de Santiago (Santiago de la Espada), localidad de reciente creación (fue fundada en 1525) que contaba con extensos pastos, lo que hizo que afluyeran allí ganaderos para su aprovechamiento. Puede incluso que parte de los ganaderos desplazados de sus localidades serranas por la presión ganadera exterior acabaran recalando en esta localidad. A nivel general, la Sierra de Segura pierde 970 vecinos, es decir, familias, entre 1575 y 1631, casi un 26 % de su población.

Entre 1631 y 1646 la situación crítica se consolida, con las excepciones de la pequeña localidad de San Miguel de Bujaraiza, con poco peso en la población total, y de Segura de la Sierra y Siles que registran leves crecimientos, mientras que en Orcera podemos hablar de estancamiento.

La situación de crisis demográfica, ya que se debía a factores estructurales (limitaciones de la Ordenanzas del Común, que incluso se aumentan a través del intervencionismo estatal que suponen el establecimiento del Real Negociado de Maderas en 1733 y de la Provincia Marítima en 1748; y crisis socioeconómica castellana debido a la presión fiscal, malas cosechas y epidemias) se perpetúa a largo plazo, como muestran los datos de 1755. Con las sintomáticas excepciones de Segura de la Sierra (que controlaba hasta 1748 el Común) y la Puebla de Santiago (que sigue en expansión por su amplio término), la población de las localidades serranas permanece durante 100 años estancada o incluso registra descensos importantísimos, como es el caso de Beas de Segura, Génave, Hornos, Orcera, Torres de Albanchez y Villarrodrigo. En Siles se registra cierto crecimiento, pero la localidad se mantiene todavía muy lejos de los niveles alcanzados en 1575. A nivel general, la Sierra de Segura pierde entre 1631 y 1755 a 289 vecinos o familias, un 10’4 % de su población. 

Los datos del Censo de la Sal de 1631 acerca de las cabezas de ganado de las distintas localidades, nos permite analizar la situación de la principal base económica de la zona, la ganadería, en plena coyuntura crítica. Así, en la siguiente tabla reflejo los datos de cabezas de ganado en cada localidad, relacionándolo con su vecindario.

LOCALIDAD VECINOS CABEZAS DE GANADO CABEZAS DE GANADO POR VECINO
Beas de Segura 803 3.950 4’9
Benatae 164 1.000 6’1
Génave 163 10.745 65’9
Hornos 139 1.584 11’4
Orcera 245 3.566 14’5
Puerta de Segura 53 600 11’3
Puebla de Santiago 300 20.140 67’1
San Miguel de Bujaraiza 10 1.800 180
Segura de la Sierra 307 11.870 38’7
Siles 212 5.092 24
Torres de Albanchez 120 1.396 11’6
Villarrodrigo 254 8.160 32’1
TOTAL 2.770 69.903 25’2

Como podemos ver, la ganadería tiene un amplio desarrollo, con casi 70.000 cabezas, lo que nos da una media comarcal de 25 cabezas de ganado por vecino. Por encima de esta media se encuentran localidades que contaban con grandes señores de ganado gracias a su control de los bienes comunales, caso de Segura de la Sierra (con 37’8 cabezas por vecino), de la pequeña localidad de San Miguel de Bujaraiza, cedida por la Corona antes de 1575 a Gonzalo de la Peña, estante en corte, que era seguramente un gran señor de ganado (180 cabezas por vecino) y, otras que, como las anteriores, contaban con amplios términos de pastos, casos de Génave (65’9 cabezas por vecino), Puebla de Santiago (67’1) y Villarrodrigo (32’1). Muy cerca de la media se encuentra Siles, con 24 cabezas por vecinos.

Esta última localidad nos permite valorar el descenso que los pueblos de la Sierra estaba registrando la ganadería tras su expansión en el siglo XVI. Según las Relaciones de 1575 había en Siles entre 7.000 y 8.000 cabezas de ganado ovino y cabrío y unas 300 cabezas de ganado vacuno, y según declaraciones de los vecinos sobre la crisis económica de la localidad en 1586, esta había contado con más de 12.000 cabezas de ganado, mientras que en ese momento apenas llegaban a un tercio de las mismas (4.000 cabezas) «por causa de la justicia de Segura y oficiales della y caualleros de Sierras (que) los consumen con costas y denunciaciones y prisiones llevándolos presos a la uilla de Segura con munchas costas y trabajos». Esta situación crítica se mantiene en 1631, contando la localidad con 5.092 cabezas de ganado.

Los condicionantes negativos, y el estancamiento demográfico, se seguirán manteniendo em la Sierra de Segura hasta principios del siglo XIX, cuando la desaparición de la Provincia Marítima como consecuencia de la Revolución Liberal durante la Regencia de María Cristina y la atenuación del control estatal por la fuerte conflictividad política (Guerra de Independencia entre 1808 y 1814 y I Guerra Carlista entre 1833 y 1839) permitan a la población serrana, y especialmente a sus élites, el «asalto» a los antiguos bosques comunales para su explotación ganadera y agrícola.

FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

UN MAPA DE LA SIERRA DE SEGURA EN LA GUERRA DE INDEPENDENCIA (1809)

Análisis de un mapa de la Sierra de Segura en la Guerra de Independencia, por Carlos Javier Garrido García.

Mapa de la Sierra de Segura en 1809.

INTRODUCCIÓN

En la Cartoteca del Archivo General Militar de Madrid se conserva un mapa de la Sierra de Segura, elaborado en junio de 1809, que refleja el sistema defensivo de la zona ante la inminente invasión de las tropas francesas. Aprovecharé su descripción y estudio para realizar una aproximación a la Guerra de Independencia en tierras serranas. Esta modesta contribución sigue la senda de los estudios ya realizados sobre el tema, que indico en la bibliografía, y debe ser entendida como un adelanto de futuras investigaciones. Por último, quiero que esta pequeña contribución sirva de homenaje a Ignacio Martínez, padre y alma máter de la «Segurología».

LA GUERRA DE INDEPENDENCIA (1808-1814)

A partir de 1796 (Tratado de San Ildefonso), la España de Carlos IV quedó sometida a los intereses franceses, especialmente desde el acceso al poder de Napoleón en Francia en 1799. La política expansionista de este y los conflictos internos en la monarquía española son los que explican la Guerra de Independencia.

Napoleón Bonaparte, retrato de Jacques-Louis David. Fuente: Wikipedia.

Para obligar a Portugal a cumplir el bloqueo continental contra Gran Bretaña, Napoleón firmó con España el Tratado de Fontainebleau (1807), que permitía el paso de tropas francesas por el país para invadir Portugal. Napoleón aprovechó para invadir también España, frente a lo cual se produjo el Motín de Aranjuez (marzo de 1808) por el que Fernando VII desplazó a su padre Carlos IV del trono. Napoleón aprovechó el enfrentamiento para llamar a los dos a Bayona para mediar en su enfrentamiento, aunque lo que hizo en realidad fue obligarles a abdicar en su favor, cediendo la corona española a su hermano José I Bonaparte (Abdicaciones de Bayona, mayo de 1808). El desplazamiento de la familia real a Bayona y el descontento por la invasión francesa hizo que se iniciara la sublevación popular en Madrid el 2 de mayo de 1808, dando comienzo la guerra.

Sublevación del 2 de mayo de 1808 en Madrid, por Francisco de Goya (Museo del Prado).

Para organizar la lucha contra los invasores, se formaron Juntas, primero locales, luego provinciales y, finalmente, en septiembre de 1808, la Junta Suprema Central. En Andalucía se formó un ejército, comandado por el General Castaños, que consiguió derrotar a las tropas francesas en la Batalla de Bailén en junio de 1808. Esta derrota obligó a Napoleón a intervenir en persona en España con lo mejor de su ejército, derrotando a las tropas españolas en las batallas de Somosierra (noviembre de 1808) y Ocaña (noviembre de 1809), lo que le permitió ocupar Andalucía a partir de enero de 1810 y acabar dominando todo el país, con la excepción de la ciudad de Cádiz, donde se reunirán las Cortes.

Sin embargo, el dominio efectivo de los franceses sobre el territorio se concentró en las ciudades y poblaciones grandes, siendo muy tenue en las zonas rurales, en las cuales los españoles aplican una nueva táctica de guerra: la guerrilla. Esta desgasta enormemente al ejército francés, lo que unido a  la concentración de efectivos para la campaña de Rusia y a la ofensiva que el general inglés Wellington inicia desde Lisboa con tropas inglesas, portuguesas y españolas, supone su completa derrota en España. Tras las victorias de Wellington en las batallas de Arapiles (julio de 1812), Vitoria (junio de 1813) y San Marcial (agosto de 1813), Napoleón reconoce su derrota y por el Tratado de Valençay (diciembre de 1813) devuelve la corona española de Fernando VII, acabando así la guerra.

CONTEXTO DE LA ELABORACIÓN DEL MAPA: EL CONFLICTO EN LA SIERRA DE SEGURA

Tras los sucesos de mayo de 1808, y dentro del contexto de formación de juntas ya referido, se formó la Junta de Partido con sede en Segura de la Sierra, dependiente de la Junta Provincial de Murcia.

Segura, Orcera y Hornos en el mapa de la Sierra de Segura de 1809.

Las distintas localidades van contribuyendo al esfuerzo bélico. Así, en las cuentas de propios del Ayuntamiento de Siles referidas al año 1808 consta el empleo de 764 reales en «gastos causados en virtud de órdenes de la Junta en los principios de la revolución para la defensa de la Patria»; de 1.269 reales en los «gastos de proclamación del nuestro rey Don Fernando 7º en virtud de orden de la Junta de esta Provincia»; y 343 reales en «rogativas por el feliz éxito de nuestras armas».

La inicial victoria de las tropas españolas en Bailén en junio de 1808 pronto se convierte en derrota en la batalla de Somosierra de noviembre de ese año, que permitió la entrada en Madrid de las tropas francesas y del rey José I Bonarparte.

Esta derrota provocó que el sur peninsular se preparara para la posible ocupación francesa. En este contexto, en marzo de 1809 la Junta de Segura convocó una reunión de todas las villas de su partido para tratar sobre la defensa de la zona, decidiéndose fortificar La Puerta de Segura y el Puerto de Villarrodrigo y reunir armamento y víveres en Segura de la Sierra. Este plan defensivo se completaría con la llegada del Regimiento de Almansa, elaborándose en junio de 1809 el plan defensivo que muestra el mapa que nos ocupa.

Finalmente, en noviembre de 1809 se produce la derrota española en la batalla de Ocaña, tras lo cual se inicia la invasión francesa de Andalucía. Así, el 22 de enero de 1810 las tropas francesa, procedentes de Montizón, ocupan Úbeda y un día después entran en Jaén. Sin embargo, el ejército francés se vio incapaz de ocupar de manera efectiva el medio rural, optando por establecer guarniciones en las localidades principales, cuyos destacamento controlarían el medio rural. Esto dio la oportunidad de formar guerrillas, aumentada en la zona de la Sierra de Segura por el hecho de que el reino de Murcia seguía libre de ocupación.

Riópar en el mapa de la Sierra de Segura de 1809.

 

Por tanto, en la Sierra de Segura siguió gobernando de facto la Junta de Gobierno de Segura de la Sierra. Así, el 5 de agosto de 1810 esta ordenó al ayuntamiento de Siles la entrega de 100 fanegas de trigo, 60 de cebada, 16 arrobas de aceite, 180 cabezas de ganado lanar o cabrío y 400 arrobas de paja para «suministros a las tropas que devan acantonarse y guarnecer estas abenidas, y  a las partidas de Guerrilla si se ofrece una retirada» . Ante la queja del Ayuntamiento de Siles, que en sesión de 7 de agosto afirmaba haber contribuido ya para el esfuerzo bélico con 70.000 reales, la Junta decidió el día 20 disminuir la contribución  de la localidad a 50 fanegas de trigo, 30 de cebada, 6 arrobas de aceite, 100 cabezas de ganado y 200 arrobas de paja. Finalmente, esta contribución fue repartida entre los 320 vecinos y 5 refugiados («emigrados») de la localidad el 16 de septiembre de 1810, aunque «el azeyte, cevada y paja, por si no hay cómoda dibisión va reducido a dinero», aportando la localidad 2.158 reales, 159 fanegas de trigo y 164 reses. 

Siles en el mapa de la Sierra de Segura de 1809.

Frente a todo ello, el ejército francés, establecido en Úbeda, Villacarrillo y Villanueva del Arzobispo realizaba entradas periódicas en la Sierra de Segura para cobrar impuestos, perseguir a las partidas guerrilleras y realizar acciones de castigo contra la población que las apoyaba. Esto provocó los saqueos de Beas de Segura el 26 de agosto de 1810, de Segura de la Sierra el 17 de octubre de ese año y de Orcera el 22 de enero de 1811.

En el caso de Siles, en septiembre de 1810 el alcalde ordinario, Antonio Garrido Ortega, comunicaba a la Sala de la Real Chancillería de Valencia la situación en que se hallaba la localidad, «con cercanía a los puntos en que se han verificado y verifican las frecuentes inbasiones del Enemigo». En diciembre de ese año, se hallaban presos por los franceses Juan Romero Sandoval y Antonio Martínez de Simón, regidores de la localidad, «con motibo de no averles dado la contribuzión que impusieron a este Pueblo el día veinte y cinco del mes de nobienbre anterior que existían aquí».

Esta situación se mantuvo hasta la retirada francesa provocada por la ofensiva hispano-inglesa de 1812. Sin embargo, el fin de presencia francesa no supuso el de la presión fiscal bélica. Así, en febrero de 1813 se repartieron entre los vecinos de Siles 9.260 reales como «socorro de las tropas situadas en el cantón de Lorca», no sin dificultades, debido a «la miseria y exaustos medios en que se allan estos abitantes, y maiormente en el día en que se está realizando la cobranza del reparto que se a echo para la subsistencia de hombres y caballos enfermos, que existen en esta villa de los Escuadrones de Vsares de La Mancha». Ese mismo mes se llevó a cabo el repartimiento de 9.819’33 reales de una contribución extraordinaria de Guerra para ese año.  Estas contribuciones bélicas se sumaban a los impuestos ordinarios. Así,  en junio de 1812 se habían repartido entre los vecinos de Siles 21.077 reales y 32 maravedíes de las reales contribuciones.

DESCRIPCIÓN DEL MAPA

Como indica la leyenda, el «Plano Topográfico» representa la localización de la «vanguardia del Exército del Centro, mandado por Don Pedro de Guimarest, mariscal de Campo de los Reales Exércitos», además «de los puntos que ocupan las tropas y paysanaje al mando del Teniente Coronel del Regimiento de Ynfantería de Almansa, Don Pedro de Soto». El mapa está firmado en Segura de la Sierra el 5 de junio de 1809.

Leyenda del mapa de la Sierra de Segura en 1809.

 

El plano tiene la singularidad de localizar el norte en su parte inferior del plano y el oeste en su parte izquierda, utilizando una escala en leguas doble: de 8.000 y 5.000 varas castellanas cada una.

Escala del mapa de la Sierra de Segura en 1809

En el plano se indica con el número 1 la localización de la «Abanzada de cien hombres que ocupan las tropas del Regimiento de Almansa y Paysanaje de los pueblos de la Sierra», indicando así esa mezcla de tropas regulares y de guerrilleros característica de la guerra. La citada avanzada se localizaba en el Puente sobre el río Guadalmena en el camino que unía Génave con Albaladejo y Terrinches y el camino de Valencia a Andalucía.

Localización de la avanzadilla sobre el Puente del Guadalmena en el mapa de la Sierra de Segura en 1809.

Reforzando la defensa de la zona norte de la Sierra, en el punto nº 5 se indica la localización del «Campamento de la vanguardia del Exército del Centro mandada por el dicho Señor General  Grimarest», localizada junto a Venta Nueva en el citado camino de Valencia a Andalucía, en un término medio entre Terrinches y Montizón.

Localización de la vanguardia del Ejército del Centro en Venta Nueva, en el mapa de la Sierra de Segura en 1809.

Del mismo modo, en el punto nº 6, se indica el «Cuartel general que ocupaba dicha vanguardia el día 6 del corriente mes de junio en la villa de Villamanrrique».

Cuartel general de la vanguardia en Villamanrique en el mapa de la Sierra de Segura en 1809.

Más allá de esta primera línea defensiva o de «avanzada», se situaban tropas del Regimiento de Almansa y paisanos en «los Pueblos de Ynfantes, Almedina, Puebla del Príncipe, Cózar, Villahermosa y Torre de Juan Abad y las guerrillas y Grandes Guardias llegan a Alcubillas dos leguas de Ynfantes».

Tras esta primera linea defensiva o de vanguardia, se establece el cinturón defensivo propiamente serrano, con puesto defensivos en Puente de Génave, La Puerta y Villarrodrigo. En la «Abanzada en la Aldea Puerta» se localizaba, con el número 3, «una compañía del citado Regimiento de Almansa», indicando que este era el «punto principal para la entrada del Reyno de Murcia».

La Puerta de Segura, con su puente defensivo, en el mapa de la Sierra de Segura en 1809.

Con el número 4 se indica la «Abanzada del Puente de Génave en el Río Guadalimar que ocupan las mismas fuerzas», es decir, del Regimiento de Almansa, «con setenta hombres».

Puente de Génave en el mapa de la Sierra de Segura en 1809.

Por último, con el número 2 se indica la «Abanzada del Puerto de Villa Rodrigo que ocupan las mismas tropas» del Regimiento de Almansa «y paysanaje mandados por el teniente coronel graduado don Domingo Vela, bajo las órdenes del mismo señor Soto», que como se recordará era el teniente coronel del Regimiento de Infantería de Almansa.

Villarrodrigo en el mapa de la Sierra de Segura en 1809.

 

FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

  • Archivo General Militar de Madrid, Cartoteca, Colección SH, signatura ESP-2/25. Plano topográfico de la Sierra de Segura en 1809.
  • Archivo Histórico Nacional, Consejos, legajo 12.002, expediente 129. Cuentas de propios de la villa de Siles en el año 1808. Murcia, 23/7/1810.
  • Archivo Municipal de Siles, Documentos Históricos II, legajo B. Repartimiento de maravedíes, granos, ganados y paja entre los vecinos de esta villa para socorro y alimentos de las tropas y partidas según disposición y mandato de la Junta de Gobierno de este Partido de Segura de la Sierra. Año 1810.
  • Archivo Municipal de Siles, Documentos Históricos II, Legajo B. Repartimiento de Reales contribuciones, correspondiente al presente año y sus tres tercios, del de 1812.
  • Archivo Municipal de Siles, Documentos Históricos II, legajo B. Repartimiento de 9.000 reales para raciones de tropas situadas en el punto de la ciudad de Lorca, 1813.
  • Archivo Municipal de Siles, Documentos Históricos II, Legajo B. Contribuzión Extraordinaria de la Guerra del año de 1813.
  • Archivo Municipal de Siles, Caja B/1/1, Libro de Actas Capitulares de los años 1808, 1809 y 1810.
  • Artillo González, Julio: «Hacia una nueva formación social, 1808-1843», en Luis Garrido González (coord.): Nueva historia contemporánea de la provincia de Jaén (1808-1950). Jaén: Instituto de Estudios Giennenses, 1995, pp. 17-57.
  • Díaz Torrejón, Francisco Luis: «El movimiento guerrillero en la Andalucía napoleónica (1810-1812)», en María Amparo López Arandia y José Miguel Delgado Barrado (dir.): Andalucía en Guerra, 1808-1814. Jaén: Universidad de Jaén, 2010, pp. 171-185.
  • López Pérez, Manuel  y Lara Martín-Portugués, Isidro: Entre la guerra la paz. Jaén (1808-1814). Granada: Universidad de Granada y Ayuntamiento de Jaén, 1993.
  • Rodríguez Tauste, Sergio: «La Sierra de Segura en el contexto de la Guerra de Independencia». Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte, 11 (2006), pp. 41-54.
  • Rubiales García del Valle, Ramón: Actuaciones de la Guerrilla y el Ejército en la Comarca de las Villas durante la Guerra de la Independencia (1810-1812). Villanueva del Arzobispo: XII Jornadas Histórico-Artísticas de las Cuatro Villas, 2011.

EL «BANCO FORESTAL» DE SILES (1947-1969)

Historia del «Banco Forestal» de Siles (1947-1969), por Carlos Javier Garrido García.

Anuncio del «Banco Forestal» en el programa de fiestas de Orcera de 1969

INTRODUCCIÓN

La Dictadura Franquista viene marcada en la Sierra de Segura por la represión política y auge del olivar durante la época de la autarquía (1939-1959) y por el desarrollo socioeconómico y el intenso éxodo rural del Desarrollismo (1959-1975), tal y como ya analizamos en una entrada anterior, que puede ser consultada pulsando aquí. En este marco se desarrolla la vida del “Banco Forestal S.A.”, entidad financiera que, establecida en Siles entre 1947 y 1969, presenta una singular historia que pasa por su fundación por un exembajador en Shanghái sobrino del arzobispo de Toledo y culmina entrando en el conocido grupo RUMASA. Veámosla.

EL FUNDADOR: JOAQUÍN PAYÁ LÓPEZ DE AMEZOLA

Los datos biográficos del fundador del “Banco Forestal S.A.”, Joaquín Payá López de Amezola, nos son conocidos gracias a la página de Facebook “Historias de Orcera”. Nuestro protagonista nació en Bilbao el 25 de noviembre de 1872 ciudad en la que estaba destinado su padre, funcionario de correos de origen alicantino. En 1877 su padre fue destinado a la ciudad de Murcia y nuestro protagonista fue enviados años más tarde a Madrid con su tío Miguel Payá Rico, arzobispo de Toledo y primado de España. En la capital de España se licenció en Derecho, Filosofía y Letras, doctorándose posteriormente en Derecho en la Universidad de La Sorbona de París y en Filosofía y Letras en la Universidad de Bolonia. Tras culminar su formación académica, se decantó por seguir la carrera consular.

En 1897 se casó con Mercedes Navarro Sánchez, natural de Espinardo (Murcia), y entre 1897 y 1900 estuvo destinado en la embajada española en Shanghai (China). Al regresar a España, entró a trabajar en el recién creado Banco de Cartagena, del que fue nombrado director en 1902. Según testimonios orales, su actividad bancaria la compatibilizó con la política, siendo diputado del Partido Liberal de Romanones durante el reinado de Alfonso XIII.

La vinculación con la Sierra de Segura proviene de la adquisición de propiedades en la misma, en concreto una finca forestal en Peña Halcón en la que después de la Guerra Civil (1936-1939) había establecido una serradora. Según testimonios orales, esta finca de Peña Halcón la había comprado Joaquín Payá al marqués de Castroviejo. Precisamente, para prestar apoyo financiero a esta explotación y dados sus conocimientos bancarios, en 1947 fundó en Siles, donde residía, el Banco Forestal. Además, por compra o por su matrimonio, contaba también con propiedades en la localidad murciana de Calasparra, en concreto la finca de Cañaverosa.

 Finalmente, Joaquín Payá falleció en 1964.  

EL SISTEMA FINANCIERO DURANTE EL RÉGIMEN FRANQUISTA

Una de las principales consecuencias del proceso de industrialización es el papel central que va adquiriendo el sistema financiero en la economía. Así, los bancos, cuyos orígenes se sitúan en la Edad Media, se constituyen en un elemento central para la inversión y el consumo, lo mismo que las sociedades anónimas por acciones se consolidan como la principal forma de organización empresarial. En el caso de España, el desarrollo de la banca estuvo coartado por el fracaso del proceso de industrialización del país, que se limitó a las regiones de Cataluña, País Vasco y Asturias. Precisamente, en estas regiones y en Madrid surgen las principales entidades financieras, mientras que en el resto de regiones era frecuente la actividad de bancos menores y de personas o entidades no propiamente bancarias que prestaban servicios financieros para el cubrir el vacío en una economía en gran parte subdesarrollada y de ámbito comarcal o provincial. Este fue, por ejemplo, el caso de Andalucía, agravado en su parte oriental, más subdesarrollada y rural.

La consolidación de la Dictadura Franquista en 1939 supuso el establecimiento de una política intervencionista y autárquica, es decir, fuertemente controlada por el Estado. En este sentido, en 1946 fue aprobada la Ley de Ordenación del Crédito y de la Banca, que, entre otras cosas, estableció fuertes mecanismos de control estatal y que sólo las entidades debidamente constituidas y registradas en el Registro de Bancos y Banqueros podían dedicarse al negocio bancario. Esta ley provocó una proliferación de entidades bancarias en el país, aunque en la década de 1950 su fueron reduciendo debido al peso creciente de las grandes entidades de la banca nacional y a las frecuentes absorciones y fusiones.

El Plan de Estabilización de 1959 supuso el fin de la política intervencionista y autárquica, liberalizándose la economía y permitiendo el desarrollismo económico de la década siguiente. La liberalización segó también al sector financiero, aprobándose en 1962 una nueva Ley de Bases de Ordenación del Crédito y la Banca. La liberalización y el desarrollo económico acentuaron el proceso de reconversión bancaria, reduciéndose el número de entidades debido a las absorciones y fusiones. Así, en ese mismo año 1962 sólo pervivían 7 bancos andaluces, es decir, cuya sede estaba en esta región, entre ellas el Banco Forestal de Siles, en el que nos vamos a centrar a partir de ahora.  

LA CREACIÓN DEL “BANCO FORESTAL” EN 1947

Una vez asentado Joaquín Payá en la Sierra de Segura, y más concretamente en Siles, y de poner en funcionamiento su serrería de Peña Halcón, hubo de ver la necesidad de establecer una entidad bancaria, sector en el que contaba con amplia experiencia. Su banco le permitiría realizar fácilmente sus transacciones financieras, dificultadas en la Sierra por el aislamiento y la falta de entidades de ese tipo, y además de aumentar su influencia social y económica en la zona.

Así, el 11 de noviembre de 1947 constituyó en Siles el “Banco Forestal S.A.” (TITOS MARTÍNEZ, p. 127) con un capital social de 1.000.000 de pesetas, dividido en 1.000 acciones de 1.000 pesetas cada una (HISTORIAS DE ORCERA). En principio contaba con una sola sucursal que Siles, que se estableció, según testimonios orales,  en la esquina de la calle  Empedrada con la Plaza de la Verdura, en el local actualmente ocupado por LaCaixa y junto a una pensión denominada “Rancho Grande”.

Plaza de la Verdura en Siles. A la izquierda la oficina de LaCaixa, donde antes estuvo la del Banco Forestal.

LA CONSOLIDACIÓN DEL BANCO (1947-1968)

La nueva entidad bancaria se consolidó pronto, lo que le permitió una ampliación destacada de su capital social. Así, la entidad, a través de su secretario, Luis Poyato Díaz, convocó el 25 de junio de 1949 una Junta General Extraordinaria para las 12 horas del día 10 de julio siguiente en el domicilio social del Banco en Siles con el objetivo de ampliar el capital social y, en consecuencia, reformar sus Estatutos en los artículos correspondientes (BOPJ, nº 171, 27/6/1949, p. 8).

Como consecuencia de lo acordado en la Junta, el 24 de julio de 1949 la entidad anunciaba la ampliación del capital social de la entidad a 5.000.000 de pesetas, a través de la apertura de “suscripción pública de cuatro mil acciones de este Banco Forestal, nominativas de mil pesetas nominales cada una, numeradas del 1.001 al 5.000 ambas inclusive”. Los interesados en la suscripción de las acciones, debían personarse en la sede social del banco entre los días 1 y 15 de agosto de ese año y pagar en el acto el 25 % del valor de la acción, pagando el 75 % restante “cuando lo disponga el Consejo de Administración”. En cualquier caso, si en el plazo indicado no fuera cubierta la emisión, se preveía prorrogarla hasta el día 30 de agosto de ese año (BOPJ, nº 167, 30/7/1949, p. 8).

La ampliación de capital consolidó definitivamente el Banco, que pasó a establecer sucursales en diversos pueblos. Así, como consta en un anuncio del Programa Oficial de Festejos de Orcera en 1969, el Banco contaba con un capital desembolsado de 5.000.000 de pesetas y unas reservas de 6.263.000 pesetas, indicando que el Banco era “una entidad al servicio de la economía de su zona, realizando toda clase de operaciones bancarias y del Servicio Nacional de Cereales (Aprobado por el Banco de España con el nº 7211)”. La entidad contaba entonces, aparte de su domicilio social en Siles, con sucursales en Orcera (Plaza Generalísimo, 3), La Puerta de Segura (Plaza de José Antonio), Sorihuela del Guadalimar (Generalísimo, 18) y Calasparra (Joaquín Payá, 2).

Esta última sucursal en Calasparra se debe a la existencia de intereses familiares en la localidad y fue establecida en 1966. El 17 de junio de ese año, la Dirección General del Tesoro, Deuda Pública y Clases Pasivas decidió autorizar la ampliación del servicio de cuentas restringidas de recaudación de tributos, que se había concedido al Banco Forestal el 25 de noviembre de 1964, “a la sucursal que ha inaugurado en Calasparra, calle Joaquín Payá, número 2, correspondiente a la Demarcación de Hacienda de Murcia” (BOE, nº 173, 21/7/1966, p. 9260).

La actividad del banco, aparte de la recaudación de impuestos, se dejó notar en la zona, relacionada con las transacciones comerciales y con los créditos bancarios. En cuanto a las primeras, y como curiosidad, en marzo de 1954 Enrique Medina Balmaseda, juez de instrucción de la villa de Orcera y su Partido, solicitó “a todas las Autoridades, tanto civiles como militares de la Nación” la búsqueda “de 2.100 pesetas y tres talonarios de cheques, uno del Banco Hispano Americano, de Úbeda, a nombre de Pedro Segura Peralta, y otros dos a nombre de José González Zorrilla, del Banco Forestal, uno de la Casa Central de Siles, y el otro de la Sucursal de Orcera, así como unas 50 pesetas”, todo ello “sustraído del establecimiento de tejidos propiedad del segundo de dichos señores, el 20 del corriente mes” (BOPJ, nº 73, 30/3/1953, p. 4).

En cuanto a los créditos, en 1956 los Ayuntamientos de Beas de Segura, Puente de Génave, La Puerta de Segura, Benatae, Siles y Orcera concertaron una operación de crédito con el Banco Forestal “para atender a los gastos de instalación de teléfono” en las citadas localidades. Sin embargo, la Diputación Provincial, en sesión de 14 de mayo de ese año, no autorizó la operación ya que esta había concedido una subvención de 200.000 pesetas a tal fin y se autorizaba a su presidente “para que libre a dichos pueblos la máxima cantidad posible del Fondo de Nivelación” (BOPJ, nº 123, 2/6/1956, p. 2).

LA INCORPORACIÓN A “RUMASA” Y SU TRANSFORMACIÓN  EN EL “BANCO INDUSTRIAL DEL SUR” (1968-1969)

Como ya se ha indicado, en 1964 falleció Joaquín Payá, por lo que el Banco Forestal pasó a sus herederos. La ubicación de algunos de ellos en Calasparra hubo de ser la causa para la apertura de sucursal en esa localidad en 1966. Por otra parte, los herederos, en el marco de una progresiva concentración bancaria y de la intensa despoblación de la Sierra de Segura debido al éxodo rural, decidieron desprenderse de la entidad.

Así, en 1968 el Banco Forestal fue adquirido por el grupo RUMASA, de José María Ruiz Mateos, que en 1969 cambió su denominación a Banco Industrial del Sur y trasladó su sede primero a Calasparra y posteriormente a Madrid (TITOS MARTÍNEZ, p. 127).

En cuanto al cambio de denominación, por Orden de 12 de julio de 1969 se clasificó como banco industrial y de negocios al “Banco Forestal S.A.”, cambiando su denominación por la de “Banco Industrial del Sur S.A.”, comprometiéndose como condición a ampliar su capital social “hasta mil millones de pesetas como mínimo con un desembolso efectivo no superior a su cincuenta por ciento”,  y solicitando también  el traslado de su sede a Calasparra, “donde actualmente tiene Sucursal”, el establecimiento de una sucursal en Madrid “y transferir las oficinas que actualmente tiene abiertas en Siles, Orcera, La Puerta de Segura y Sorihuela del Guadalimar” (BOE, nº 187, 6/8/1969, p. 12393).

Las sucursales fueron transferidas al Banco Meridional, posteriormente Banco de Jerez, ambas del mismo grupo RUMASA.

EVOLUCIÓN POSTERIOR

El 10 de noviembre de 1969 el Banco Industrial del Sur trasladó su sede social a Madrid. Tras la expropiación de RUMASA por el Estado, fue adjudicado el 30 de junio de 1984 a los Bancos de Vizcaya y Occidental, sufriendo dos nuevos cambios de denominación: en 1989 pasaría a llamarse “Privanza-Banco Personal” y en 1997 “BBV Privanza Banco” (TITOS MARTÍNEZ, p. 127). Finalmente, en 2002 desapareció la entidad al conocerse que había ofrecido a sus clientes realizar un entramado opaco de sociedades para eludir al fisco a través de su filial en el paraíso fiscal de Jersey. El escándalo supuso, además de la eliminación de Privanza, cuyos activos se fusionaron a BBVA, la dimisión del presidente de esta entidad, Emilio Ybarra.

FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

  • BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO (BOE).
  • BOLETÍN OFICIAL DE LA PROVINCIA DE JAÉN (BOPJ).
  • “HISTORIAS DE ORCERA”, página de Facebook, entrada de 29/3/2020.
  • INE: Relación de las Instituciones afectas al Consejo Superior Bancario en 31 de Diciembre de 1952. Anuario de 1953.
  • PROGRAMA OFICIAL DE FESTEJOS DE ORCERA, DEL 14 AL 17 DE AGOSTO DE 1969.
  • TITOS MARTÍNEZ, Manuel: El sistema financiero en Andalucía. Tres siglos de Historia (1740-2000). Sevilla: Instituto de Estadística de Andalucía, 2003.
  • BBV Privanza Banco. Eldiario.es.

CARACTERÍSTICAS SOCIOECONÓMICAS DEL MUNDO ACTUAL

Tema de Historia del Mundo Contemporáneo de 1º de Bachillerato sobre las características socioeconómicas del mundo actual, por Carlos Javier Garrido García.

Pandemia del COVID-19: hospitales saturados. Fuente: wikipedia.

INTRODUCCIÓN

El mundo del siglo XXI viene definido en sus aspectos socioecómicos por la globalización, tanto económica como política, social y cultural. Este proceso, positivo en numerosos aspectos, ha provocado también problemas. En un mundo interconectado las crisis, como la surgida en 2007, y las pandemias, como la del COVID-19, han tenido un impacto global. En cuanto a la Pandemia, gracias a la vacunación se puede dar por controlada, aunque aún está por dilucidar cuáles serán sus consecuencias políticas, económicas y sociales a largo plazo.

LA GLOBALIZACIÓN

Concepto y causas

La Globalización es la interdependencia del mundo a todos los niveles: económico, social, político y cultural. Su origen se remonta al establecimiento del colonialismo en la Edad Moderna y, sobre todo, al desarrollo de los procesos de industrialización e imperialismo en el siglo XIX. Posteriormente, el proceso se acentuó con los avances técnicos de la Segunda Revolución Industrial, la crisis de 1973 y el consiguiente desarrollo de las TIC y del neoliberalismo (liberalización de los mercados financieros y reducción de aranceles impulsada por la OMC) y el hundimiento del bloque comunista entre 1989 y 1991, que hizo que el sistema capitalista rigiera el conjunto de la economía mundial, incluida la de los pocos regímenes comunistas que lograron sobrevivir, como es el caso de Cuba, Vietnam o China, que establecieron políticas económicas mixtas.

La economía global

La economía globalizada se caracteriza por un aumento exponencial de los flujos financieros internacionales, dominados por la Bolsa de Nueva York, con centros secundarios en las bolsas europeas, japonesas y chinas; la fuerte expansión del comercio internacional, favorecido por el proceso de deslocalización industrial en favor del Sudeste asiático, destacando la Unión Europea, Estados Unidos y China; la concentración empresarial, con un peso e influencia creciente de las empresas multinacionales; la producción integrada a nivel internacional, concentrándose las funciones más sencillas e intensivas en mano de obra en los países subdesarrollados y las más cualificadas, de investigación, gestión y dirección en los desarrollados; y la reducción de la intervención del Estado en los aspectos económicos y sociales.

Consecuencias políticas de la globalización

El proceso de globalización económica y el predominio de las tesis neoliberales han provocado una supeditación del Estado a las consideraciones económicas, que escapan en buena medida de su control por la influencia de las multinacionales y el establecimiento de organismos internacionales que, como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial de Comercio y el Banco Central Europeo, escapan del control estatal e imponen a este el marco de actuación socioeconómico.

Esta situación ha hecho que se haya destacado por algunos analistas un deterioro de los sistemas democráticos, ya que la gestión económica escapa al control político representativo. Por otra parte, este hecho ha impulsado el desarrollo de los movimientos antiglobalización. En ellos intervienen fuerzas políticas y sociales y posturas ideológicas muy heterogéneas, que tienen en común su rechazo al neoliberalismo y al modelo de globalización económica. Así, al movimiento antiglobalización se le califica de “movimiento de movimientos”, agrupando en su seno posturas muy dispares y en principio antagónicas como los movimientos de extrema izquierda y derecha o ecologistas.

El movimiento se inició en Seattle, en 1999, durante unas protestas contra una reunión de la OMC. A partir de ahí, el movimiento ha provocado protestas frente a las asambleas de organismos internacionales como el citado, el FMI y las reuniones periódicas de las grandes potencias (G8 y G20), utilizando como vehículo de organización y propaganda las TIC. En 2001 se creó el Foro Social Mundial, en un intento de vertebrar y organizar más el movimiento. Sin embargo, este ha estado siempre lastrado por la enorme variedad ideológica. De hecho, como principios ideológicos más generales solo podemos citar la defensa del predominio de la política y de la democracia sobre la economía, de los derechos sociales y del desarrollo sostenible y la lucha contra el subdesarrollo.

DE LA CRISIS DE 2007 A LA PANDEMIA

La crisis económica mundial de 2007

Los orígenes de la crisis se retrotraen al cambio de modelo económico provocado en la década de 1980. La crisis iniciada en 1973 y el acceso al poder de gobiernos conservadores en EEUU (Reagan) y Gran Bretaña (Thatcher) provocaron el abandono de las políticas económicas keynesianas, basadas en el intervencionismo estatal y el establecimiento del Estado de Bienestar, en favor del neoliberalismo, defensor una limitación del control estatal sobre la economía y la privatización de empresas y servicios públicos. Esto provocó una libertad de movimiento de capitales que, sumada a las políticas de crédito a bajo interés como medio de incentivar el desarrollo económico, acabó por provocar una burbuja especulativa, centrada en este caso en el mercado inmobiliario, además de en la bolsa. En este contexto, se expandieron productos financieros sofisticados y opacos como los derivados financieros (inversiones que dependen del valor de otro producto, como el oro, acciones o materias primas) y las hipotecas “subprime” (hipotecas sin garantía a cambio de un interés elevado y que se ofertaban en los mercados financieros agrupadas en derivados con alta rentabilidad). El ascenso en el precio de la vivienda aumentó el endeudamiento de las familias, más grave aún debido a las políticas neoliberales de desregulación del mercado laboral, que estancaron los salarios.

La crisis se inició en 2007 en Estados Unidos, cuando estalló la burbuja especulativa, hundiéndose el banco de inversiones Lehman Brothers y generándose una crisis y un pánico financieros que paralizaron el crédito. Dado el peso financiero estadounidense, la venta de productos financieros estadounidenses en el resto del mundo y la propia burbuja especulativa surgida en los mercados europeos y asiáticos, la crisis se extendió también a Europa a partir de 2008. Los gobiernos europeos decidieron establecer políticas de estímulo económico (planes de obras públicas como el Plan Ñ en España) y de rescate al sistema financiero, lo que supuso un aumento de su endeudamiento en un contexto de recesión económica. Esto acabó provocando la crisis de deuda europea, frente a la cual la Unión Europea promovió políticas neoliberales de reducción del gasto público (recortes en el Estado de Bienestar) como condición para el rescate financiero, aplicado en países como Irlanda, Portugal, España, Chipre y Grecia entre 2010 y 2013, lo que ahondó la crisis en el sur de Europa. La crisis se extendió al resto del mundo debido a la paralización de las inversiones y la reducción del comercio internacional.

Las consecuencias de esta crisis fueron un aumento de las desigualdades económicas (aumento de la riqueza de las clases altas y empobrecimiento de buena parte de la clase media), un aumento del endeudamiento del Estado debido a las políticas de incentivo y el rescate bancario, el establecimiento de tipos de interés incluso negativos para reactivar la economía (lo que aumentó el endeudamiento de los consumidores), un cuestionamiento del Estado de Bienestar (privatizaciones de empresas y servicios públicos, recortes en el gasto sanitario y educativo, fomento de las pensiones privadas) y, como consecuencia de lo anterior, un aumento de la conflictividad social y de la inestabilidad política. En este contexto, las posturas populistas de izquierda y derecha se vieron reforzadas y deterioraron los sistemas políticos bipartidistas sostenidos por partidos de centro-derecha y centro-izquierda. A nivel geopolítico, la crisis reforzó el papel de potencias emergentes como China y Rusia, mientras que la Unión Europea quedaba muy debilitada. Cuando la crisis se daba ya por superada, en 2020 la pandemia del COVID-19 volvió a sumir al mundo en la crisis.

La pandemia del COVID-19 y sus efectos

El COVID-19 es un coronavirus (es decir, una enfermedad que origen animal que se transmite al ser humano) que afecta al aparato respiratorio (neumonía con síntomas como tos, fiebre, dolor muscular y, en los casos más graves, inflamación pulmonar y dificultades respiratorias graves) y que tiene la singularidad de su carácter contagioso cuando la enfermedad está aún latente en el paciente, lo que favorece la transmisión. Aunque tiene una baja tasa de letalidad, el contagio masivo provocó una saturación de los servicios de asistencia médica.

El virus surgió en el sur de China, en la región de Wuhan, en diciembre de 2019. Aunque las autoridades sanitarias minimizaron la amenaza, la enfermedad se extendió de manera rápida gracias a la globalización, afectando especialmente a las zonas más conectadas del mundo desarrollado. En febrero de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el estado de pandemia. Un mes después, ante el crecimiento exponencial de casos y la saturación de los servicios sanitarios, los gobiernos mundiales fueron estableciendo de manera progresiva el confinamiento de la población, lo que supuso la paralización de la economía a nivel mundial. El surgimiento de nuevas variantes del virus, como la Delta y la Ómicron, y las salidas paulatinas de los confinamientos, determinaron oleadas sucesivas del virus. La consecución de las primeras vacunas contra el virus, en diciembre de 2020, supuso la mejora progresiva de los indicadores sanitarios, hasta llegar a la situación actual, en la que los países desarrollados han ido saliendo de la pandemia gracias a los altos índices de vacunación. Sin embargo, en los países subdesarrollados la baja vacunación mantiene viva la pandemia, agravando el peligro del surgimiento de nuevas variantes más transmisibles y mortales.

En cuanto a las consecuencias de la pandemia, aparte del elevado número de muertes (hasta marzo de 2022 se habían contabilizado 455 millones de casos y 6 millones de fallecidos a nivel mundial), fueron muy importantes en el terreno socioeconómico. Así, la paralización económica intentó ser solventada mediante la elevación de la masa monetaria a través de ayudas, inversiones y subsidios. Esta política provocó un aumento exponencial del déficit público y el origen de un proceso inflacionario. Este no se inició de manera inmediata, ya que la demanda estaba frenada por las medidas contra la pandemia. La eliminación progresiva de estas medidas a partir de finales de 2021 y la existencia de una demanda estancada durante la pandemia provocaron el crecimiento de la inflación, problema agravado a partir de febrero de 2022 por el inicio de la guerra en Ucrania.

CAMBIOS POLÍTICOS, SOCIALES Y CULTURALES

Regímenes políticos y Derechos Humanos

La caída de los regímenes comunistas de la órbita soviética entre 1989 y 1991 supuso un aumento del número de países con regímenes democráticos. En cualquier caso, en los antiguos países comunistas de Europa del Este estos nuevos regímenes hubieron de hacer frente a la crisis de reconversión de sus economías al capitalismo, la ausencia de educación y participación política en la mayor parte de la población por la larga duración de las dictaduras, los intereses de la antigua nomenklatura comunista que siguió controlando en buena medida la vida política y económica de sus países y la importancia del nacionalismo populista como principal ideología política. Esto provocó que muchos regímenes, formalmente democráticos, sufrieran graves deficiencias en el respeto a los derechos individuales, por lo que en realidad se trataba de dictaduras, con los casos destacados de Rusia y de Bielorrusia.

Frente a esta extensión de la democracia, aún perviven algunos regímenes comunistas, puros como Corea del Norte, o con economías total o parcialmente capitalistas, como China, Cuba y Vietnam. Además, en el Tercer Mundo son frecuentes los regímenes dictatoriales y los “Estados fallidos”, mientras que en Oriente Medio aún perviven monarquías teocráticos. Por otra parte, la crisis económica iniciada en 2007 y la posterior asociada a la Pandemia del COVID-19 han provocado un aumento de los movimientos populistas de extrema derecha o izquierda. El populismo viene definido como un movimiento político que apela al pueblo como conjunto (superando las diferencias de clase o ideológicas), que considera que este se opone a la élite y que propone soluciones a veces demagógicas y la movilización de masas como herramienta política. En muchos países han surgido formaciones de esta tendencia, como fue el caso de Podemos y VOX en España.

En cualquier caso, en el nuevo milenio se ha asentado el concepto de Derechos Humanos como valor universal. El concepto ya había sido establecido tras la Segunda Guerra Mundial, con la aprobación en 1948 de la Declaración Universal de Derechos Humanos. En la actualidad, el concepto lo fortalecen las distintas ONGs que velan por su cumplimiento (como Amnistía Internacional) y la actuación de tribunales específicos como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y la Corte Penal Internacional.

Sociedad postindustrial, migraciones y nuevos movimientos sociales

En la sociedad actual, marcada por la globalización y la crisis, se han producido cambios sociales como el aumento de los movimientos migratorios, la emancipación femenina, la consolidación de la sociedad postindustrial y el surgimiento de nuevos movimientos sociales.

En cuanto a las migraciones, la principal corriente migratoria es el desplazamiento de población de los países subdesarrollados a los desarrollados por motivos laborales o económicos, en crecimiento exponencial desde la década de 1980. Frente a ello, los países desarrollados han optado por el endurecimiento de los controles fronterizos frente a la inmigración ilegal y las mafias. El flujo migratorio, que ha dado lugar a sociedades cada vez más multiculturales, ha provocado también el surgimiento de actitudes de rechazo y racistas en parte de la población de los países de acogida, más aún en el contexto de crisis económica actual.

En cuanto a la emancipación femenina, desde mediados del siglo XX se consolidó el derecho a voto femenino, la incorporación al mercado laboral y el acceso a mayores niveles de instrucción. Sin embargo, perviven la violencia de género y la discriminación laboral en los países desarrollados, que han implementado frente a ello medidas de discriminación positiva. En numerosos países subdesarrollados, sin embargo, la marginación de la mujer pervive, con el ejemplo de los países árabes.

Por lo que se refiere a la nueva sociedad postindustrial, esta se caracteriza por la terciarización de las economías y de las actividades productivas, la tecnificación y el control de la información (aumentadas por la implementación del 5G) y el consumismo.

Por último, la crisis iniciada en 2007 provocó el surgimiento de nuevos movimientos sociales. En los países subdesarrollados tomaron la forma de revueltas pidiendo el establecimiento de regímenes democráticos, como fue el caso de la Primavera Árabe. En los países desarrollados más afectados por la crisis surgieron movimientos como el 15M español de 2011, caracterizados por su organización espontánea, la ocupación de lugares públicos, el funcionamiento asambleario y la ausencia de un programa e ideología definido y articulado. En algunos casos, estos movimientos dieron lugar a nuevas formaciones políticas, como fue el caso de Podemos.

Cambios culturales y científicos

La globalización y tecnificación han provocado el desarrollo de una cultura internacional que, basada en el modelo occidental anglosajón, ha sido difundida gracias a los medios de comunicación, las redes sociales y la cultura del ocio y el entretenimiento.

Por otra parte, se ha producido una creciente secularización de las sociedades debido a la modernización social, a las nuevas realidades multiculturales originadas por las migraciones y a los avances científicos. Sin embargo, frente a este proceso han surgido posturas fundamentalistas en el mundo musulmán pero también en el cristiano.

En cuanto a los avances científicos y tecnológicos, se ha producido una auténtica revolución gracias a la inversión pública y privada en I+D y a la aplicación de las TIC.

CONCLUSIONES

Las grandes incógnitas sobre la futura evolución del mundo globalizado en el que vivimos pasan por dilucidar el nuevo mapa geopolítico internacional (¿será China la nueva superpotencia?), las dimensiones de la crisis económica generada por el COVID-19 y cuáles serán las consecuencias políticas y sociales de una tecnificación acusada que, permitiendo mayores cotas de interrelación y acceso a la información, posibilitan también un mayor control y manipulación del individuo por los sectores que controlan esas tecnologías.

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CARACTERÍSTICAS GEOPOLÍTICAS DEL MUNDO ACTUAL

Tema de Historia del Mundo Contemporáneo de 1º de Bachillerato referente a las características geopolíticas del mundo actual, por Carlos Javier Garrido García.

INTRODUCCIÓN

El fin de la Guerra Fría con el hundimiento de la URSS en 1991 supuso el establecimiento de un “Nuevo Orden Internacional” dominado por una única superpotencia (EEUU). Este hecho y la generalización a nivel mundial del sistema capitalista auguraban una reducción de los conflictos internacionales. Sin embargo, el surgimiento de potencias emergentes, el terrorismo islamista, los conflictos derivados del fin del bloque soviético y la conflictividad generada por el subdesarrollo en el Tercer Mundo provocaron que la conflictividad se mantuviese, e incluso acrecentase, y que el “Nuevo Orden” fuera contestado. Todo ello se agudizó con la situación de crisis económica registrada desde 2007 y agudizada por la pandemia del COVID-19 a partir de 2020.

NUEVO CONTEXTO INTERNACIONAL

El mundo unilateral y la hegemonía de EEUU

Como ya hemos indicado, el fin de la Guerra Fría supuso el establecimiento de un “Mundo Unilateral” dominado por una única superpotencia: Estados Unidos. Su hegemonía se basaba en un predominio militar incuestionable, en una economía muy poderosa, en su enorme potencial científico y tecnológico y en su dominio de la cultura globalizada gracias a su potente industria audiovisual. Como consecuencia de este dominio, la política exterior estadounidense se empezó a basar en los principios de Intervencionismo (EEUU tenía el derecho, y además la obligación, de intervenir en cualquier lugar del Mundo donde estuvieran en peligro los principios capitalistas y democráticos o sus intereses propios) y Guerra Preventiva (EEUU tenía el derecho a intervenir militarmente en cualquier país si consideraba que podía convertirse en una amenaza para su seguridad).

Desde la óptica de EEUU se había alcanzado el mundo perfecto (el presidente Bush declaró en 1991 que la Historia había terminado) pero sus actuaciones y dominio unilaterales fueron puestos en cuestión por las nuevas potencias emergentes (China, Rusia, India) que pretendían equilibrar la situación y, como objetivo futuro, suplantar a EEUU en la hegemonía. La progresiva debilitación del dominio mundial estadounidense y el debilitamiento de su economía debido a la deslocalización industrial y a la crisis de 2007 explican la victoria electoral y la política exterior del republicano Donald Trump (2017-2021), caracterizada por las políticas de protección de su mercado interno y la guerra comercial con las potencias emergentes, especialmente China, aunque la situación geopolítica quedó en suspenso en gran medida debido a la pandemia del COVID iniciada a finales de 2019. Su sucesor, el demócrata Joe Biden, pese a que parecía augurar un cambio de política, a efectos prácticos sigue la senda marcada por su predecesor, como ha demostrado la reciente crisis de Ucrania en 2022.

Multilateralismo: las potencias emergentes

Las nuevas potencias emergentes surgieron en principio como potencias regionales, pero algunas de ellas han llegado a alcanzar el estatus de potencias mundiales. Las principales son China, India y Rusia, mientras que otras como Brasil y Sudáfrica aún se mantienen como simples potencias regionales.

La República Popular China, presidida por Xi Jinping desde 2013, sigue manteniendo la dictadura comunista, pero la economía capitalista y la apertura al mercado internacional cada vez es más intensa. Pese a haber perdido en buena parte los factores que la beneficiaban en el proceso de deslocalización industrial, la economía china no ha parado de crecer gracias a sus inversiones exteriores, a la potenciación de su mercado interior por el aumento del nivel de vida y al surgimiento de grandes multinacionales como Huawei. Todo ello le permitió ser de los países que primero salieron de la crisis de 2007 y de la generada por la pandemia del COVID-19, originada precisamente en China en diciembre de 2019. En la actualidad, el país está considerado como la principal superpotencia emergente, lo que le ha permitido competir con Estados Unidos en los terrenos económico (ya es la primera potencia mundial por PIB, de ahí la guerra comercial entre ambas potencias en los años previos a la crisis del COVID), tecnológico (liderazgo en la implantación del 5G) y geopolítico (liderazgo de las potencias emergentes o BRICs, acrónimo de Brasil-Rusia-India-China). Sin embargo, China presenta dos grandes debilidades que le pueden acarrear problemas en su lucha por el liderazgo mundial: el mantenimiento de la dictadura comunista puede generar conflictividad política, ya que la clase media emergente puede acabar pidiendo una transición a la democracia, y el potencial militar chino aún no es equiparable al de Estados Unidos.

La India, presidida por Ram Nath Kovind, es la tercera potencia económica mundial por su PIB total. Las medidas de liberalización económica a partir de 1991 y el fuerte desarrollo de la industria tecnológica le han permitido registrar unas fuertes tasas de crecimiento. Sin embargo, ha quedado rezagada con respecto a China y en el ámbito geopolítico depende en gran medida de Estados Unidos. A este problema se le suman las grandes desigualdades sociales (que pueden ser fuente de conflictividad social y política) y, debido a lo anterior y a la importancia de la economía sumergida, su mercado interno está poco desarrollado. En cualquier caso, para muchos analistas la India se puede convertir en la principal potencia emergente, ya que a diferencia de China tiene un régimen democrático.

La Federación Rusa, tras la crisis por el hundimiento de la URSS y la posterior transición a la democracia capitalista, bajo el mandato de Vladimir Putin, en el poder desde 1999, ha registrado una constante recuperación de su papel como potencia, basada en la alta disponibilidad de recursos (principalmente los energéticos: petróleo y gas natural) y en el mantenimiento de su potencial geoestratégico gracias a su poder militar. Este lo ha usado para frenar la pérdida de su antigua área de influencia, como sucedió con las guerras contra Ucrania (2014), la intervención en la Guerra Civil de Siria, iniciada en 2012, y la reciente escalada de tensión en Ucrania en 2022, que ha culminado en la invasión del país en febrero de este año. Las principales debilidades de Rusia en su futuro como superpotencia son la corrupción generalizada y la falta de una democracia real, lo que puede generar en el futuro fuertes conflictos políticos.

Por último, tanto Brasil como Sudáfrica sólo han llegado al estatus de potencias regionales. Brasil se ha convertido en la 9ª economía del mundo y la principal de Iberoamérica. Tras los gobiernos de izquierdas de Luda Da Silva y Dilma Rousseff, que aplicaron políticas intervencionistas y de fortalecimiento del Estado de Bienestar, en 2018 ganó las elecciones el ultraderechista Jair Bolsonaro, famoso por sus posturas negacionistas frente a la pandemia del COVID-19. Por su parte, Sudáfrica, presidida por Cyril Ramaphosa desde 2018, es la principal economía de África, registrando un fuerte crecimiento económico y normalidad política desde el fin del apartheid en 1994, pero con los problemas de una fuerte inseguridad y la continuidad de problemas raciales.

Junto con las potencias emergentes, otra potencia mundial a tener en cuenta es la Unión Europea, que constituye el primer mercado a nivel mundial. La caída del bloque soviético le permitió seguir ampliándose: Austria, Suecia y Finlandia en 1995; Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia, Malta y Chipre en 2004; Rumanía y Bulgaria en 2007 y Croacia en 2013. Esta potencia económica, sin embargo, no lo es en el aspecto geopolítico, ya que el proceso de unidad política y militar europeo ha quedado estancado. Así, la Unión Europea está lastrada por los intereses particulares de cada Estado, como ha quedado de manifiesto en la crisis iniciada en 2007, que tuvo como consecuencia la salida de Gran Bretaña de la Unión en 2016-2020, apoyada por Estados Unidos, interesado en que no se consolide otra superpotencia.

CONFLICTOS EN EL MUNDO ACTUAL

El fin del mundo bipolar tras el hundimiento de la URSS en 1991 no supuso el final de la conflictividad internacional, sino que en muchos aspectos esta se intensificó. Los conflictos más intensos se han registrado en Oriente Próximo (con las dos guerras del Golfo, los conflictos palestinos y la guerra civil en Siria), en los antiguos territorios del bloque comunista (Yugoslavia, Cáucaso, Ucrania) y el África subdesarrollada (con los casos extremos de Ruanda, Zaire y Sudán).

La Primera Guerra del Golfo

Sadam Hussein era el dictador de Irak desde 1979. Abandonó la política prosoviética de sus predecesores y se aproximó a EEUU. La Guerra contra el régimen islamista de Irán (1980-1988), arruinó al país. Esto le llevó a invadir el pequeño emirato de Kuwait en 1990 como medio de conseguir más recursos petrolíferos y atenuar el descontento interno. La ONU autorizó la intervención internacional, comandada por EEUU. La “Operación Tormenta del Desierto”, en enero de 1991, supuso la derrota iraquí, que hubo de abandonar Kuwait y perdió el control del sur y norte del país, donde se establecieron zonas de exclusión aérea y quedaron bajo el control de la minorías sunníes y kurdas respectivamente. Esta guerra incentivó el desarrollo del fundamentalismo islámico y reafirmó la hegemonía militar de EEUU.

Los conflictos yugoslavos y en la región del Cáucaso

Yugoslavia había surgido como estado tras la I Guerra Mundial, suponiendo la unión de Serbia y Montenegro y la incorporación de antiguas zonas del Imperio Austro-Húngaro. Surgió como un estado federal con una gran complejidad étnica y cultural. Estaba formado por seis repúblicas autónomas (Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina, Montenegro, Macedonia y Serbia). Tras la II Guerra Mundial se estableció un régimen comunista, comandado por el mariscal Tito, que desarrollo una política internacional independiente con respecto a la URSS y una política económica basada en la autogestión y la apertura al mundo capitalista. La crisis del bloque comunista y la muerte de Tito en 1980 provocaron el surgimiento de movimientos de oposición nacionalistas, surgiendo frente a ellas un movimiento ultranacionalista serbio comandado por Slobodan Milosevic, cuyo objetivo eran mantener Yugoslavia unida o, en caso de disgregación, que Serbia ocupara las zonas pobladas por serbios en otras repúblicas. En 1991 Eslovenia y Macedonia obtuvieron la independencia apenas sin conflicto, ya que en ellas no había población de origen serbio. Sin embargo, la declaración de independencia de Croacia ese mismo año supuso el estallido de una guerra que no acabaría hasta 1995. Coincidiendo con esta guerra, en 1992 estalló otra en Bosnia-Herzegovina, donde convivían musulmanes, croatas y serbios. La guerra derivó en procesos de limpieza étnica, lo que motivó la intervención de la ONU a partir de 1994 y, finalmente, la firma del acuerdo de paz de Dayton en 1995, que supuso la independencia de Bosnia-Herzegovina como un estado federal dividido en dos repúblicas autónomas para serbios y croato-musulmanes. El último conflicto fue el de Kosovo, que buscaba su independencia, estallando la guerra contra Serbia, frenada con la intervención de la OTAN en 1999. Finalmente, declaró su independencia en 2008, aunque esta no ha sido reconocida internacionalmente.

En cuanto al Cáucaso, era una zona perteneciente a la URSS en la que a la complejidad étnica se unía su importancia geoestratégica (frontera con el Islam y recursos petrolíferos). El hundimiento soviético provocó la independencia de Georgia, Armenia y Azerbayán, conflictos territoriales entre ellas y movimientos separatistas en regiones que permanecieron en Rusia como Chechenia. En este último territorio estalló la guerra en 1993. Aunque Rusia derrotó a los separatistas, estos continuaron con una lucha terrorista que aún mantienen.

La invasión de Afganistán y la Segunda Guerra del Golfo

A la tensión existente con Irak se sumó en 2001 la entrada en escena del terrorismo fundamentalista islámico con los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EEUU. Grupos como Al-Qaeda, financiados y armados por los propios EEUU en el contexto de la invasión soviética de Afganistán, empezaron a actuar contra intereses occidentales en la década de 1990. El establecimiento del régimen talibán en Afganistán en 1996 les facilitó una base desde la que operar. Al-Qaeda, dirigida por el saudí Osama Bin Laden, atacó en septiembre de 2001 con aviones secuestrados las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono de Washington, mientras que un cuarto avión fue abatido antes de que pudiera atentar contra la Casa Blanca. Una coalición internacional, dirigida por EEUU y con respaldo de la ONU, invadió Afganistán en 2001. Sin embargo, las tropas ocupantes se vieron impotentes para controlar de manera efectiva todo el país. La definitiva retirada de las tropas estadounidenses en mayo de 2021 supuso la vuelta al poder de los talibanes en el país.

En cuanto a Irak, Sadam Hussein fue acusado desde 2001 por Estados Unidos de tener armas de destrucción masiva. Sin embargo, la falta de pruebas hizo que, a diferencia de lo ocurrido con Afganistán, en este caso no se contara con el respaldo de la ONU. Así, en 2003, EEUU, de forma unilateral, y con el apoyo de Gran Bretaña, España y Portugal, inició la invasión del país en marzo de 2003. En solo un mes el régimen iraquí se hundió, el país fue ocupado por tropas estadounidenses y se inició la democratización y reconstrucción del país. Sin embargo, la crisis económica y los atentados islamistas hicieron fracasar el proceso. Así, en 2011 las tropas estadounidenses se retiraron (lo que le valió al presidente norteamericano Obama el Premio Nobel de la Paz) y entre 2013 y 2017 el país quedó sumido en una guerra civil entre el gobierno iraquí y el Estado Islámico establecido desde Siria.

El terrorismo islamista y el Estado Islámico

El terrorismo es una forma de violencia ejercida, por una minoría fanatizada y en una situación de desigualdad de fuerzas, sobre la población civil de manera indiscriminada y no continuada de cara a la obtención de fines políticos. El terrorismo islamista, a diferencia de sus precedentes anarquistas, marxistas y nacionalistas, se caracterizaba por su base religiosa (el salafismo, interpretación integrista de un Islam con vocación expansionista), por su aceptación del suicidio y por la búsqueda de atentados masivos en busca de la mayor publicidad e impacto. Este nuevo terrorismo tenía estructuras orgánicas muy débiles, funcionando con grupos autónomos que utilizaba las nuevas tecnología como elemento vertebrador y de propaganda, lo que dificultaba la lucha contra él.

Como ya se ha indicado, comenzó sus actuaciones en la década de los 1990, hasta llegar a los atentados masivos de Nueva York (septiembre de 2001), Madrid (marzo de 2004), Londres (julio de 2005), París (enero y noviembre de 2015) y Barcelona (agosto de 2017), aparte de sus actuaciones en Afganistán e Irak.

Al Qaeda parecía derrotada cuando en 2011 murió Osama Bin Laden en un ataque estadounidense en su refugio de Pakistán. Sin embargo, en 2013, en el marco de la guerra civil en Siria, se creó el Estado Islámico o Daesh, pronto extendido a zonas de Irak. Esto suponía un cambio en la estrategia islamista, que pasaba del terrorismo, sin abandonarlo, a la intención de crear un estado propio. La muerte de su líder, Al-Baghdadi, y las ofensivas sirio-rusas e iraquíes, supusieron su derrota en 2019.

Los conflictos africanos

Gran parte del continente africano entraba en la categoría de “Cuarto Mundo”, definido por los problemas endémicos de subdesarrollo y tensiones políticas, sociales y étnicas. Esto ha provocado la existencia de “Estados fallidos o débiles”, caracterizados por la ausencia de control efectivo sobre su territorio y la incapacidad para ofrecer servicios públicos y de seguridad efectivos y garantizar el respeto a los derechos humanos. A esta situación se suma la interferencia de los intereses internacionales en una zona que se caracteriza por su abundancia de recursos energéticos, mineros y agrarios.

Este es el marco idóneo para una proliferación de conflictos, tanto guerras civiles como internacionales, algunos procedentes ya de la época de la descolonización. Las zonas más conflictivas son el África central, en la que se produjeron conflictos como la guerra de Ruanda de 1994 (entre hutus y tutsis, derivando en un genocidio) y la República Democrática del Congo, en guerra desde su independencia en 1960 entre facciones tribales apoyadas por distintas potencias interesadas en el control de los yacimientos de diamantes y coltán; y el Sahel, en el que los estados fallidos y las crisis alimentarias se han mezclado con los intereses extranjeros y la difusión del islamismo radical, dando lugar a conflictos como la descomposición de Somalia desde 1987, la independencia de Sudán del Sur en 2011 y la guerra civil en Mali desde 2012.

La Primavera Árabe y la Guerra Civil en Siria

En el mundo árabe se mezclaron el deterioro socioeconómico, como consecuencia de la crisis iniciada en 2007 y la falta de perspectivas juveniles, con el descontento ante la existencia de regímenes de corte autoritario. Además, en el proceso interfirieron los intereses de las grandes potencias, dada la importancia geoestratégica de la zona.

Los movimientos, que pedían una democratización de sus países, se iniciaron en Túnez, Egipto y Libia en 2011, donde cayeron las dictaduras de Ben Ali, Mubarak y Gadafi respectivamente. Sin embargo, la democratización de los dos primeros fue al final muy limitada y en el caso de Libia sumió al país en una guerra civil que aún se mantiene.

Junto con el caso libio, hay que destacar el de Siria. Este país, aliado de la Unión Soviética primero y de Rusia después, estaba dominado por la dictadura de Bashar Al-Assad. Con el apoyo de EEUU, se produjo una revuelta democrática en 2011, iniciándose una guerra civil. En 2013 se produjo la creación del Estado Islámico, dando lugar a un conflicto a tres bandas en el que el Estado Islámico fue derrotado en 2019 y en la actualidad Al-Assad domina la mayor parte del país.

Ucrania

La desintegración de la URSS en 1991 condujo a la independencia de Ucrania, aunque el país siguió dependiendo de Rusia, que además contaba con un elevado porcentaje de población rusa en ese país, especialmente en la península de Crimea y en la región oriental del Donbás. Además, la importancia económica de Ucrania para Rusia es vital, ya que por allí salen buena partes de sus exportaciones de petróleo y gas natural a Europa, una de las principales fuentes de ingresos del país.

La decisión del presidente ucraniano Yanukóvich de solicitar el ingreso en la Unión Europea en 2013 provocó la reacción de Rusia, decidida a frenar el proceso de expansión del bloque occidental en Europa del Este. Finalmente estalló una primera guerra, que se saldó con la anexión rusa de Crimea y el establecimiento de dos repúblicas prorrusas en el Donbás, las de Lugansk y Donetsk. El gobierno ucraniano aceptó la situación con el protocolo de Minsk de finales de 2014, abandonando sus pretensiones de ingreso en la Unión Europea.

El nuevo presidente ucraniano desde 2019, Zelenski, reactivó la pretensión de ingreso en la Unión Europea y en la OTAN a principios de 2022, lo que motivó la reacción rusa: concentración de tropas en las fronteras ucranianas, reconocimiento de la independencia de Lugansk y Donetsk y escalada de tensión que acabó derivando en un conflicto entre ambos países. Así, en febrero de 2022 Rusia inició la invasión del país. Ante ello, China ha optado por apoyar a Rusia, mientras que EEUU, Gran Bretaña y la Unión Europea han iniciado la imposición de sanciones económicas en Rusia. La posición más difícil es la de esta última, ya que su dependencia de los suministros energéticos rusos es muy elevada.

CONCLUSIONES

Como hemos visto a lo largo del tema, el fin de la Guerra Fría no supuso una atenuación de la conflictividad a nivel mundial. Aunque la pandemia del COVID-19 supuso una atenuación de la conflictividad, la salida paulatina de la pandemia y las dificultades económicas de ella derivadas están suponiendo una acentuación de la lucha por la hegemonía mundial entre EEUU y las potencias emergentes, dando lugar a conflictos como el de Ucrania. El futuro geopolítico dependerá en buena medida de la evolución socioeconómica global, que analizamos en el tema siguiente.

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DESCOLONIZACIÓN Y TERCER MUNDO

Tema de Historia del Mundo Contemporáneo de 1º de Bachillerato referente al proceso de Descolonización y al Tercer Mundo, por Carlos Javier Garrido García.

El Sáhara Occidental, colonia española hasta 1975 y territorio aún pendiente de descolonización según el criterio de la ONU. Fuente: wikipedia.

INTRODUCCIÓN

Tras la II Guerra Mundial (1939-1945) se lleva a cabo el proceso de descolonización, es decir, el proceso por el cual las colonias de los países industrializados fueron accediendo a la independencia política en un largo periodo que, a grandes rasgos, abarca desde 1945 a 1975. Sin embargo, la intensa explotación y aculturación sufrida desde su conquista, el mantenimiento de la dependencia económica con respecto a los países desarrollados (neocolonialismo) y el contexto de Guerra Fría (que provocó que los intereses de las superpotencias mediatizaran el proceso) hicieron que los nuevos países quedaran sumidos en el subdesarrollo, dando origen al Tercer Mundo.

CAUSAS DE LA DESCOLONIZACIÓN

Las causas del proceso de Descolonización son varias y están interrelacionadas entre sí. Una primera causa fue el impacto de la II Guerra Mundial, ya que, por un lado, la expansión japonesa en Asia y el Pacífico supuso el fin del mito de la invencibilidad europea y puso en duda las tesis racistas; por otro lado, la dureza de la guerra puso en cuestión otra de las justificaciones del Imperialismo, la misión civilizadora; en tercer lugar, el discurso de los Aliados de defensa de las ideas de libertad y democracia frente al fascismo chocaba con el sometimiento de las colonias, provocando en los países colonizados la sensación de que en Europa se rechazaba lo que esta imponía a sus colonias; y, por último, la dureza de la guerra provocó una fuerte crisis en las metrópolis, lo que dificultó la recuperación efectiva de su antiguo dominio sobre las colonias.

Una segunda causa, muy relacionada con la anterior, es el cambio en la opinión pública de las metrópolis, que empieza a cuestionar el imperialismo y a defender, como reacción al racismo y expansionismo fascistas, el derecho de autodeterminación de los pueblos. En este cambio de conciencia tuvieron un papel esencial las iglesias cristianas, tanto católica como protestantes, y los partidos socialistas.

Una tercera causa es el surgimiento de instituciones supranacionales que impulsaron el proceso descolonizador. Este fue el caso de la Organización de Naciones Unidas, que se caracterizó por la defensa del derecho de autodeterminación desde sus orígenes en 1945, y del Movimiento de Países No Alineados que, nacido en la Conferencia de Bandung de 1955, fue integrando a los países que iban accediendo a la independencia y defendiendo el acceso a ella de las colonias que seguían dependientes.

Una causa fundamental de la Descolonización fue la influencia de la Guerra Fría. Las dos superpotencias, EEUU y la URSS, se mostraron favorables al proceso de descolonización, tanto por razones ideológicas (EEUU fue una antigua colonia y la URSS defendía teorías marxistas anti-imperialistas) como por el interés de aprovechar el surgimiento de países nuevos para ir ampliando sus respectivos bloques y tener acceso a la explotación de sus recursos, antes sometidos al monopolio de las metrópolis.

Todas las causas anteriores permitieron la última de las causas principales del proceso de Descolonización: la aparición de movimientos anticolonialistas en las propias colonias. Sus bases ideológicas fueron fundamentalmente tres: el marxismo-leninismo, ya que los países comunistas mundiales (incluidos los que se iban formando en las colonias) siguieron las indicaciones de la URSS, favorable a la descolonización; el indigenismo, que defendía frente a la aculturación imperialista, los valores culturales autóctonos, dando lugar a conceptos como el panarabismo (unidad de todos los pueblos árabo-musulmanes) y la negritud (defensa de los valores negroafricanos frente a la imposición blanca); y la religión, factor importante en el caso de religiones con una organización y unas elaboraciones teológicas equiparables al cristianismo, como fue el caso del mundo islámico e hindú. Los movimientos independentistas estuvieron dirigidos por las élites indígenas, conformadas por la burguesía comercial y administrativa nativa. Constituían una minoría social educada en los principios occidentales, con un nivel educativo que les hacía se conscientes de su sometimiento pero también con unos intereses socioeconómicos muy vinculados a la administración colonial, lo que explica en buena medida el surgimiento posterior del neocolonialismo.

DESARROLLO DE LA DESCOLONIZACIÓN

Etapas del proceso de descolonización

El acceso a la independencia de las colonias fue más o menos temprano dependiendo de la fuerza de sus movimientos independentistas, fuerza que dependía a su vez del grado de desarrollo socioeconómico, político, cultural y religioso de las colonias. Así, los movimientos independentistas fueron mucho más fuertes en el sur de Asia y norte de África que en el África Negra, lo que explica el acceso más tardío de esta última a la independencia.

En general, podemos distinguir dos grandes etapas: entre 1945 y 1955 accedieron a la independencia la mayor parte de las colonias del Sur de Asia, Oriente Próximo, Libia y Egipto en el norte de Arica y Sudáfrica. Entre 1955 y 1975 lo hicieron las colonias asiáticas aún dependientes, como países del Golfo Pérsico y Malaysia, y los países africanos, empezando por el Magreb y continuando con el África Negra. A partir de 1976 ya son pocos los territorios coloniales, pudiendo destacar en todo caso las independencias de Zimbawe (1980) y Namibia (1990) en África y la de Brunei (1984) y la entrega a China de Hong Kong (1997) y Macao (1999) en Asia. Los territorios coloniales, en la actualidad, se limitan a pequeñas islas y enclaves, aunque con conflictos aún latentes como es el caso del Sáhara Occidental.

Las vías de acceso a la independencia variaron en función de las distintas actitudes de las metrópolis ante el proceso. Así, cuando la actitud de las metrópolis fue de rechazo a la independencia, la lucha independentista derivó en guerras, como fue el caso de Francia con respecto a Argelia e Indochina y el de Holanda con respecto a Indonesia. Además, muchos procesos de independencia fueron mediatizados por los intereses de las superpotencias, lo que llevó a guerras civiles entre comunistas y capitalistas, como fue el caso de Corea y Vietnam. Sin embargo, cuando la actitud de las metrópolis fue negociadora, los procesos independentistas fueron esencialmente pacíficos. Este fue el caso de la mayoría de las colonias británicas, ya que Gran Bretaña, ante lo inevitable del proceso prefirió negociar la independencia de las colonias a cambio de mantener cierto vínculo político (Commonwealth) y de mantener los intereses económicos del país. Es lo que se conoce como la fórmula “Give and Keep”. Otros factores a tener en cuenta para entender el grado de conflictividad de cada proceso independentistas es la existencia dentro de una misma colonia de grupos religiosos o étnicos diferenciados, como fue le caso de la India, y la actitud de los colonos, muchas veces reacios a la independencia, como fue el caso de Argelia y Zimbaue, generando ambos factores fuertes conflictos.

La descolonización del sur y sureste de Asia

Como ya hemos indicado antes, el Imperio Británico optó por la vía negociadora para la descolonización, por lo que esta adoptó por lo general características pacíficas, aunque con el efecto distorsionador de las diferencias étnico-religiosas internas, que generó conflictos. Este fue el caso de la principal colonia británica en Asia, la India. Allí surgiron dos partidos independentistas, el Partido del Congreso, dirigido por Gandhi y Nehru, y que agrupaba a la población hindú, y la Liga Musulmana, dirigida por Ali Jinnah, que agrupaba a los musulmanes. La falta de acuerdo entre ambos, llevó al Plan Mountbatten que supuso la división de la antigua colonia en 1947 en dos nuevos países: India, de mayoría hindú, y Pakistán, de mayoría musulmana. Sin embargo, los conflictos entre ambos países fueron continuos, sobre todo por la región de Cachemira (incluida en la India pero de población musulmana: guerras de 1947, 1965 y 1971), y la parte oriental de Pakistán se independizó dando lugar a Bangladesh en 1971. En el caso de Ceilán (1948), Birmania (1948) y Malaysia (1957) el proceso descolonizador no fue problemático, aunque en el último caso fue más tardía debido a los intereses comerciales y petrolíferos en el territorio.

En el caso francés y holandés, la descolonización fue muy conflictiva. La Indochina francesa fue ocupada por Japón durante la II Guerra Mundial y en 1945 declararon la independencia de manera unilateral Vietnam, Laos y Camboya, lo que supuso el inicio de la guerra en 1946, al no aceptarla la metrópoli. En Vietnam, los independentistas estaban divididos en comunistas (Vietmihn) y capitalistas. Por ello, la independencia del país reconocida por Francia en la Conferencia de Ginebra (1954) supuso la división del país en un Norte comunista dirigido por Ho Chi Minh y un Sur capitalista apoyado por EEUU. Ambos regímenes se enfrentaron militarmente hasta la victoria comunista en 1975, que reunificó el país.

En el caso de la Indonesia holandesa, igualmente ocupada por Japón durante la II Guerra Mundial, la declaración unilateral de independencia fue seguida de una guerra entre 1947-1948 que se saldó con la independencia del país en 1949, dirigido por Sukarno.

Oriente Próximo y el Magreb

La descolonización en Oriente Próximo fue muy problemática por su importancia geoestratégica al ser la zona con mayores reservas petrolíferas a nivel mundial; por el artificial trazado de fronteras tras el reparto del Imperio Turco en mandatos británicos y franceses tras la I Guerra Mundial, por el acceso al poder de oligarquías corruptas y por los conflictos derivados de la creación del Estado de Israel.

Los distintos países árabes fueron accediendo a la independencia a través de acuerdos: independencia de Egipto en 1922, establecimiento de la Arabia Saudí unificada e independencia de Irak en 1932, de Líbano en 1943, y de Siria y Jordania en 1946.

En el caso de Palestina, mandato británico tras la I Guerra Mundial, estaba registrando desde entonces una fuerte inmigración de población judía (impulsada por el movimiento sionista) que se intensificó tras la II Guerra Mundial, generando conflictos entre ella y los musulmanes autóctonos. Gran Bretaña decidió la partición del país en un estado judío y otro musulmán, no siendo aceptada por estos. Así, cuando en 1948 Gran Bretaña se retiró del territorio y se proclamó el Estado de Israel estalló la Primera Guerra Árabe-Israelí (1948-1949) que se saldó con la victoria y ampliación de Israel. En los años posteriores se sucedieron las guerras (Segunda en 1956, Tercera o de los Seis Días en 1967 y Cuarta o del Yom Kippur en 1973), saldadas todas ellas con victoria y ampliación de Israel, generando el problema de los refugiados palestinos en otros países y el descontento creciente de los palestinos que permanecían en los territorios ocupados. Este descontento se materializó en la creación de la OLP en 1964, grupo dirigido por Yasser Arafat y que pasó de defender el terrorismo a la sublevación popular desarmada (intifada). Los acuerdos de Camp David de 1978 supusieron el reconocimiento del Estado de Israel por los países árabes pero dejó sin solucionar el problema de los palestinos. En los Acuerdos de Oslo de 1993 se decidió la creación de una entidad palestina autónoma (Autoridad Nacional Palestina) pero con un dominio territorial inconexo y muy limitado. Esto provocó la segunda intifada en 2000, el ascenso de formaciones palestinas más radicales como Hamas (victoria electoral en 2006) y los ataques fronterizos en Gaza en 2009, 2012 y 2019.

Los países del Golfo Pérsico fueron accediendo de manera más tardía a la independencia (Kuwait en 1961, Bahrein, Qatar y Emiratos Árabes Unidos en 1971). En general, en Oriente Próximo fracasaron los intentos de unidad del panarabismo y se establecieron regímenes muy oligárquicos, e incluso monarquías teocráticas como las del Golfo.

En el Magreb el proceso se inició con la independencia de Marruecos y Túnez en 1956 y de Mauritania en 1960, siendo muy conflictivos los casos de Argelia y del Sáhara Occidental. Argelia fue una colonia de poblamiento francesa, a la que se concedió un estatuto de autonomía en 1947. Sin embargo, los musulmanes agrupados en el FLN demandaban la independencia, generándose una guerra entre estos y las tropas y colonos franceses entre 1954 y 1962, año este último de la independencia del país. En cuando al Sáhara Occidental, colonia española, el régimen de Franco hubo de hacer frente a las demandas marroquíes, que supusieron la cesión del Territorio del Draa en 1958 y del Ifni en 1969 tras sendas guerras. Los deseos de anexión marroquí chocaban con los deseos independentistas de los saharauis, que habían formado el Frente Polisario en 1973. Aprovechando la enfermedad terminal de Franco, Marruecos llevó a cabo en 1975 la Marcha Verde, invasión de la zona por población civil desarmada. Ante ello, España decidió ceder el territorio a Marruecos con la oposición del Frente Polisario, por lo que la tensión en la zona aún se mantiene.

El África Subsahariana

El África negra, por su subdesarrollo y consiguiente debilidad de los movimientos independentistas, fue la última en acceder a la independencia. Antes de la II Guerra Mundial ya eran independientes Liberia y Etiopia, países no colonizados, y Sudáfrica, autónoma desde 1910, aunque no fue legalmente independiente hasta 1961. El grueso del proceso descolonizador se produjo entre 1955 y 1975, especialmente en 1960. Como impulsor del proceso destacó el panafricanismo, con líderes defensores de la negritud como Kwame Nkrumah (Ghana), Jomo Kenyatta (Kenia), Sekou Touré (Guinea) y Leopold S. Senghor (Senegal), que fracasó en sus intentos de unidad, plasmados solo en la creación de la Organización de la Unidad Africana (OUA) en 1963. Especialmente conflictivos fueron los casos de Angola y Mozambique, ya que la oposición de la dictadura portuguesa dio origen a guerras y a que la independencia no se produjera hasta 1975, un año después de la caída del régimen dictatorial.

CONSECUENCIAS: EL NACIMIENTO DEL TERCER MUNDO

Los problemas de los nuevos países

Los nuevos países independientes sufrieron desde el principio y de forma generalizada graves problemas como consecuencia de la herencia de la explotación colonial, muy intensa y alargada en el tiempo; del mismo desarrollo del proceso descolonizador, marcado en algunos casos por conflictos y en todos por la salida rápida de la administración colonial sin estar organizada la independiente; y del sistema económico internacional, en el que las colonias actuaban como economías subordinadas y dependientes con respecto a las metrópolis y, en general, a los países desarrollados. Como consecuencia de todo ello, nacería el Tercer Mundo.

Tercer Mundo: subdesarrollo y neocolonialismo

El Tercer Mundo es un término que fue acuñado por el economista francés Alfred Sauvy haciendo un símil entre los nuevos países independientes sumidos en el subdesarrollo y la dependencia y la situación de subordinación y falta de privilegios del Tercer Estado en el Antiguo Régimen. Junto con este término se han utilizado otros términos para designar a los nuevos países independientes como países subdesarrollados o en vías de desarrollo (queriendo indicar que su situación es sólo temporal) y la dicotomía Norte-Sur (que implícitamente parece dar unas causas físicas deterministas en su situación). Por otra parte, también se ha extendido el término Cuarto Mundo para designar a los países más subdesarrollados del Tercer Mundo.

Los países del Tercer Mundo se caracterizan por su inestabilidad política interna (debida a las tensiones sociales debidas al subdesarrollo, a los conflictos étnicos y religiosos internos debidos al mantenimiento de las fronteras artificiales de la época colonial, y a las prácticas de gobierno oligárquicas y a la corrupción generalizada causadas por los intereses de las élites coloniales y de los países desarrollados que las apoyan); por los grandes contrastes sociales con una élite dirigente y la masa de clase baja, sin apenas clase media; por el fuerte crecimiento demográfico, manteniéndose en una constante fase de transición demográfica sin alcanzar, por su subdesarrollo, el modelo demográfico moderno; por una economía basada en los sectores primarios, predominando una agricultura de exportación que no logra satisfacer las demandas alimenticias propias y una minería y una industria en manos extranjeras, por lo que sus beneficios no revierten al país; por el grave déficit en los servicios públicos, especialmente sanidad y educación, lo que limita las posibilidades de desarrollo futuro; y por un fuerte endeudamiento exterior, debido a la falta de recursos y a la corrupción, que los aboca a su dependencia con respecto a los países desarrollados.

Por tanto, se puede decir que el colonialismo dio lugar a un neocolonialismo, ya que la relativa independencia política de las antiguas colonias se produjo manteniendo su dependencia económica. Esta dependencia se daba en los aspectos financiero (dependencia de los préstamos y ayudas al desarrollo condicionadas de los países ricos y de las instituciones financieras internacionales por ellos controladas, como el Banco mundial y el FMI), tecnológico (los países subdesarrollados dependen de la tecnología de los desarrollados, con los condicionamientos y gastos en el pago de importaciones y royalties que comporta) y comercial (los países subdesarrollados exportan básicamente materias primas a bajo coste mientras que importan productos industriales caros o materias primas subvencionadas; en los casos de deslocalización industrial, las exportaciones industriales apenas benefician a los países productores, debido a los bajos impuestos y a que los beneficios de estas empresas multinacionales revierten a los países donde se encuentra su sede, es decir, los países ricos).

CONCLUSIONES

La explotación colonial, las características del proceso de independencia, las interferencias de las grandes potencias en el contexto de Guerra Fría y la imposición del neocolonialismo supusieron el nacimiento del Tercer Mundo. La división del Mundo en países desarrollados y subdesarrollados es, sin duda, una de las principales características del mundo actual y uno de sus grandes desafíos. El fuerte crecimiento demográfico de los países del Tercer Mundo y los casos de crecimiento económico que se han producido en su seno suponen que, de cara al futuro, la agudización del cambio climático y la lucha por los recursos sean los principales desafíos futuros de la Humanidad.

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LA GUERRA FRÍA (1945-1991)

Tema de Historia del Mundo Contemporáneo de 1º de Bachillerato referente a la Guerra Fría, por Carlos Javier Garrido García.

Europa dividida durante la Guerra Fría. Fuente: wikipedia.

INTRODUCCIÓN

La II Guerra Mundial (1939-1945) dejó dos grandes superpotencias vencedoras con sistemas políticos y socioeconómicos divergentes: EEUU, con democracia liberal y capitalismo, y la URSS, con una dictadura comunista. Ambas, que habían colaborado frente al enemigo común fascista, con la victoria empezaron a enfrentarse por sus divergencias ideológicas y su interés por extender sus respectivos bloques con países que reprodujeran sus sistemas y, sobre todo, fueran zonas bajo su control político y económico. Este enfrentamiento no derivó en un conflicto directo entre ambas, por el temor a una Tercera Guerra Mundial y por la posibilidad de que esta fuera una guerra nuclear. Por tanto, se trató de un enfrentamiento indirecto entre ambas, de ahí el término de “Guerra Fría”.

CARACTERÍSTICAS Y CAUSAS DE LA GUERRA FRÍA

Características

La Guerra Fría es el sistema de relaciones internacionales existente entre 1945 (fin de la II Guerra Mundial) y 1991 (desaparición de la URSS), consistente en la división del mundo en dos bloques antagónicos encabezados por EEUU (bloque occidental, democrático o capitalista) y la URSS (bloque oriental o comunista), que se enfrentan a través de la carrera de armamentos, la propaganda ideológica, los servicios secretos de espionaje (CIA y KGB), y las presiones políticas y económicas y las guerras localizadas para delimitar las respectivas áreas de influencia. En este periodo fracasa la ONU en su papel mediador, principalmente por el ejercicio del derecho de veto por las superpotencias, lo que evitaba aprobar cualquier resolución en los conflictos entre ambas.

Inicio

Tras la victoria sobre el enemigo común fascista, EEUU y la URSS empiezan a mostrar sus diferencias. El primer conflicto anunciador de la Guerra Fría se produjo en Irán (1946), país ocupado en el norte por la URSS y en el sur por EEUU. Aunque había un acuerdo para la retirada de ambos, la URSS se negó, generando una crisis diplomática que se saldó con la retirada soviética.

El segundo punto de fricción fue la situación de Europa Oriental. Esta zona había sido liberada por el ejército soviético, que permaneció allí tras el fin de la guerra. Aunque Stalin se había comprometido a permitir elecciones libres, finalmente se fueron estableciendo regímenes dictatoriales comunistas, lo que provocó la reacción de EEUU. Ante las posibilidades de extensión del comunismo a Europa Occidental por la situación de crisis socioeconómica de postguerra, el presidente Truman exigió a estos países la expulsión de los partidos comunistas que participaban en gobiernos de coalición y puso en marcha la denominada “Doctrina Truman” de contención del expansionismo soviético. Frente a esta doctrina, la URSS puso en marcha la “Doctrina Jdanov” y la formación de una nueva internacional comunista, la Kominform, con la intención ambas de reforzar su control sobre su área de influencia.

La primera guerra localizada de la Guerra Fría fue la Guerra Civil en Grecia (1945-1947), en la que se enfrentaron los monárquicos apoyados por EEUU y Gran Bretaña, y los comunistas. Estos últimos no consiguieron el apoyo de la URSS, ya que Grecia quedaba fuera de su área de influencia, lo que les llevó a la derrota. Así, Grecia se convirtió en el único país del bloque capitalista en Europa Oriental.

DESARROLLO DE LA GUERRA FRÍA

La máxima tensión (1948-1956)

La división entre los dos bloques de Europa quedó consolidada en el terreno económico en 1948-1949. Así, en 1948 EEUU puso en marcha el Plan Marshall, programa de ayudas económicas estadounidenses para la reconstrucción de Europa. El objetivo era tanto económico (recuperar el mercado europeo para los productos e inversiones estadounidenses) como político (mejorar el nivel de vida para frenar la conflictividad social y así evitar posibles revoluciones comunistas).

Aunque en principio el Plan estaba abierto a todos los países europeos (con la excepción de la España franquista), Stalin obligó a los países de su órbita a rechazarlo. Como alternativa, en 1949 se creó el Consejo de Ayuda Mutua Económica (COMECON), un órgano de coordinación de las políticas económicas de Europa Oriental, pero sometiéndolas a los intereses de la URSS.

De manera paralela a la configuración de los bloques económicos, se produjo la consolidación de la división de Alemania y la crisis de Berlín. En la Conferencia de Postdam (1945) las potencias aliadas habían decidido la división de Alemania y de la ciudad de Berlín en cuatro zonas de ocupación a cargo de EEUU, Gran Bretaña, Francia y la URSS. En 1948, contra lo estipulado, las tres primeras potencias decidieron unificar sus zonas de ocupación, ante lo cual la URSS decidió intentar obligarlas a abandonar sus zonas de ocupación en la ciudad de Berlín (que estaba dentro de su zona) mediante un bloqueo que dejó desabastecida a la ciudad. Frente a ello, EEUU estableció un puente aéreo para abastecer a la ciudad de productos básicos, levantando la URSS el bloqueo en mayo de 1949 por el temor a un conflicto directo con EEUU. Como consecuencia de todo ello, ese mismo mes se formó la República Federal de Alemania (RFA) con un régimen democrático capitalista y la República Democrática Alemana (RDA) con una dictadura comunista.

Otro de los efectos de la crisis de Berlín y del aumento de la tensión fue la configuración de las alianzas militares. Así, en 1949 se creó la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que agrupaba a los países capitalistas de Europa Occidental y Norteamérica, y en 1955 el Pacto de Varsovia, que agrupaba a la URSS y a los regímenes comunistas de Europa Oriental.

Aunque la situación en Europa se había estabilizado, en Asia se produjo una fuerte ampliación de la zona de dominio comunista. Así, en 1949 la victoria de los comunistas de Mao Zedong en la guerra civil supuso la creación de la República Popular China, quedando la isla de Formosa como un reducto de la China capitalista (Taiwán). Por otra parte, entre 1950 y 1953 se produjo la Guerra de Corea. El país había sido dividido en un norte comunista y un sur capitalista tras el final de la II Guerra Mundial. En 1950, el líder norcoreano Kim Il Sung invadió el sur capitalista, lo que llevó a EEUU a intervenir en el conflicto. El apoyo chino a Corea del Norte supuso un equilibrio de fuerzas que llevó a la paz en 1953, que consolidó la división del país en una Corea del Norte comunista y una Corea del Sur capitalista, que aún se mantiene.

La incapacidad estadounidense para alcanzar la victoria en Corea y la expansión comunista en Asia provocaron una fuerte inseguridad en EEUU. Esto la llevó a establecer nuevas alianzas militares, cuyo objetivo era rodear al bloque comunista para evitar su expansión. Así, en 1954 se creó la Organización del Tratado del Sudeste Asiático (SEATO), que agrupaba a EEUU, Australia, Nueva Zelanda, Filipinas y Tailandia, además de a Francia y Gran Bretaña por sus colonias; y en 1955 el Pacto de Bagdad, que agrupaba a EEUU y a países de Oriente Próximo como Turquía, Irak, Irán y Pakistán. Del mismo modo se firmaron tratados bilaterales con Taiwán, Corea del Sur y Japón. Además de estos tratados regionales de defensa, en política interior se desarrolló la denominada “Caza de Brujas”, es decir, la persecución de los comunistas estadounidenses llevada a cabo por el Comité de Actividades Antiamericanas dirigido por el senador McCarthy.

La coexistencia pacífica (1956-1975)

Esta etapa de la Guerra Fría se caracteriza por la distensión de las relaciones entre las superpotencias, disminuyendo las posibilidades de conflicto directo y estableciéndose canales formales de diálogo entre ambas, lo que no quiere decir que no siguieran existiendo tensiones y conflictos localizados.

Las causas para este cambio son varias: el cambio de líderes, ya que en la URSS la muerte de Stalin en 1953 supuso el acceso al poder de Kruschev y en EEUU el presidente Truman fue sucedido por Eisenhower en 1953 y en 1961 por Kennedy; por el fin del monopolio nuclear de EEUU, ya que la URSS consiguió su bomba atómica en 1949, lo que hacía temer el estallido de una guerra nuclear; por el desarrollo del Movimiento de Países No Alineados en el naciente Tercer Mundo como una alternativa al mundo bipolar; y por las disensiones internas producidas en ambos bloques.

La primera demostración de que la situación había cambiado fue la Crisis del Canal de Suez de 1956. Ese año, el presidente egipcio Nasser decidió nacionalizar el canal, hasta entonces controlado por una compañía franco-británica. Esto provocó que Francia y Gran Bretaña, además de Israel, declararan la guerra a Egipto. Tanto EEUU como la URSS impusieron la retirada de los atacantes al entender el conflicto como un intento de supervivencia del colonialismo, que ambas estaban interesadas en eliminar.

Relacionado precisamente con la descolonización, impulsada por las superpotencias, nació el Movimiento de Países No Alineados. Nacido en la Conferencia de Bandung de 1955, agrupó a buena parte de los nuevos países independientes, defendiendo la neutralidad frente a los dos bloques, el rechazo al colonialismo y la defensa de su desarrollo socioeconómico frente a la explotación neocolonial. Este movimiento hizo comprender a las superpotencias que, para seguir ampliando sus bloques con los nuevos países independientes, debían atenuar la tensión entre ambas.

El mismo efecto tuvo el surgimiento de movimientos de protesta en el interior de sus bloques. En cuanto al bloque comunista, surgieron tanto posturas disidentes como disensiones. En cuanto a las posturas disidentes, estas buscaban la eliminación de la dictadura comunista y su salida por tanto del bloque soviético, como fue le caso de las revueltas de Hungría en 1956 y de la “Primavera de Praga” en Checoslovaquia en 1968, sofocadas con una fuerte represión. Porla que se refiere a las disensiones, estas buscaban la independencia de los dictados soviéticos pero sin eliminar el régimen comunista, como fue el caso de Yugoslavia y China, que adoptaron políticas independientes a partir de 1948 y 1960 respectivamente. Por lo que se refiere al bloque capitalista, se produjeron disensiones como la política equidistante del presidente De Gaulle en Francia y el establecimiento de regímenes de izquierdas en Latinoamérica, respondidos estos últimos con la promoción por EEUU de golpes de Estado y guerrillas para establecer dictaduras de signo conservador.

Como ya se ha indicado, la coexistencia pacífica no supuso la inexistencia de conflictos, siendo los principales la segunda crisis de Berlín, la crisis de los misiles de Cuba y la Guerra de Vietnam.

En cuanto a la segunda crisis de Berlín, las diferencias de desarrollo y de libertades entre la RFA y la RDA provocaron un fuerte movimiento migratorio de la segunda hacia la primera, especialmente intenso en Berlín. Como reacción, en 1961 el régimen comunista construyó el muro de Berlín, que desde entonces se convirtió en el símbolo del mundo bipolar de la Guerra Fría.

Por lo que se refiere a Cuba, en 1959 una revolución dirigida por Fidel Castro y Ernesto “Che” Guevara acabó con la dictadura de Fulgencio Batista, apoyada por EEUU. En 1961 la CIA estadounidense intentó derrocar al régimen revolucionario apoyando una invasión de la isla por parte de exiliados cubanos, que fracasó en Bahía Cochinos. La hostilidad estadounidense provocó la alianza entre Cuba y la URSS y el establecimiento de un régimen comunista en la isla. Para asegurar su protección, la URSS decidió implantar bases de misiles nucleares en 1962, lo que llevó a EEUU a bloquear la isla. Finalmente, en un ambiente de fuerte tensión, Kennedy y Kruschev llegaron al acuerdo de desmantelar las bases de misiles a cambio de no volver a intentar una invasión de Cuba.

Por último, en cuanto a la Guerra de Vietnam, tras la II Guerra Mundial la colonia francesa de Indochina fue declarando su independencia, surgiendo los estados de Vietnam, Laos y Camboya. Francia intentó recuperar el control de la zona, pero fue derrotada en una larga y dura guerra desarrollada entre 1945 y 1954. En el caso de Vietnam, la independencia supuso la división en un Norte comunista y un Sur capitalista. Como en Corea, el intento de invasión del sur por los comunistas dirigidos por Ho Chi Mihn supuso la intervención directa en la guerra de EEUU a partir de 1964. Sin embargo, la victoria se decantó del lado comunista en 1975, extendiéndose los regímenes de este signo también a Laos y Camboya. Esta derrota fue un golpe muy duro para EEUU.

Rebrote y final de la Guerra Fría (1975-1991)

El debilitamiento de EEUU por su derrota en Vietnam y por la crisis económica del petróleo de 1973, intentó ser aprovechado por la URSS retomando su política expansionista. Así, estableció misiles nucleares en Europa Oriental, apoyó movimientos revolucionarios en países del Tercer Mundo como Angola y Nicaragua e inició en 1979 la invasión de Afganistán. Este mismo año, en Irán triunfó la revolución islamista del Ayatollah Homeini, perdiendo así EEUU un aliado clave en la región de Oriente Próximo.

El fin la crisis económica gracias al aumento de la productividad debido a la informatización y robotización de la producción, en la que la URSS quedó relegada, le permitió a EEUU retomar la iniciativa. A ello contribuyó también el acceso al poder del republicano Ronald Reagan en 1981, que puso en marcha una agresiva política: establecimiento de los Euromisiles, proyecto de la Iniciativa de Defensa Estratégica o “Guerra de las Galaxias” (escudo antimisiles) e intervenciones en la isla de Granada, Nicaragua (formación de la guerrilla de la “Contra”) y Afganistán (apoyo a los grupos terroristas islamistas que se enfrentaban a la invasión soviética).

El debilitamiento de la URSS, debido a la crisis económica, a su subdesarrollo tecnológico y al peso ahogante de los gastos militares, supuso que su último presidente, Mijail Gorbachov (1985-1991) se viera obligado a poner en marcha reformas internas y a buscar una nueva distensión en sus relaciones con EEUU. En cuanto a esto último, en 1987 ambas superpotencias firmaron el Tratado de Washington, que establecía el desmantelamiento de los misiles de alcance medio, y en 1989 la URSS decidió retirar sus tropas de Afganistán (donde se hicieron con el poder los talibanes, islamistas radicales) y de los países de Europa del Este. Esto último permitió el estallido de revoluciones democráticas en todos ellos entre 1989 y 1991, la más simbólica de las cuales fue la Caída del Muro de Berlín en 1989, que permitió la desaparición de la RDA, absorbida por la RFA en 1990.

EVOLUCIÓN INTERNA DE CADA BLOQUE

Vista la evolución general de la Guerra Fría, en este apartado analizaremos la evolución interna de cada bloque, con especial interés en la de las superpotencias.

El bloque capitalista durante la Guerra Fría

Tras la II Guerra Mundial, el bloque capitalista registra un fuerte periodo de expansión económica entre 1950 y 1973. Las bases de este crecimiento fueron el programa de reconstrucción económica de Europa (Plan Marshall) y los acuerdos de Bretton Woods de 1944, que establecieron: la estabilidad monetaria (establecimiento del dólar como base del sistema monetario, estableciendo una paridad fija entre esta moneda y el oro), el establecimiento de organismos encargados de garantizar y controlar la estabilidad económica mundial (Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial) y la generalización de prácticas librecambistas gracias al Acuerdo General sobre Tarifas Aduaneras y Comercio (GATT, 1947). Gracias a todo ello se registró un período de expansión económica caracterizado por la aplicación de numerosos avances tecnológicos que aumentaron la productividad y un aumento de la demanda basado en el aumento del empleo y la mejora de las condiciones salariales y sociales, dando lugar a una sociedad de consumo de masas y al Estado de Bienestar. Este cambio se produjo sobre todo en Estados Unidos, Europa Occidental y Japón, mientras que en el resto del mundo capitalista predominaron las dificultades y los desequilibrios.

El periodo de expansión económica se ralentizó a partir de 1970 y entró en crisis en Estados Unidos debido al aumento del déficit por la balanza comercial negativa y los gastos militares. Esto disminuyó las reservas de oro y provocó una fuerte inflación al perder valor el dólar. Como consecuencia de ello, el presidente Nixon decretó la no convertibilidad del dólar en oro en agosto de 1971.

En este contexto sobrevino la crisis del petróleo de 1973, debido al aumento de su precio por los países de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo, mayoritariamente musulmanes) debido a la Guerra Árabe-Israelí de ese año. El aumento del precio de la principal fuente de energía supuso un déficit de las balanzas comerciales, un incremento de la inflación y el crecimiento del paro al disminuir la demanda y la producción.

Esta crisis, agravada por la segunda crisis del petróleo de 1979 (debida a la Revolución islámica en Irán) produjo importantes cambios en el mundo capitalista: implantación de políticas económicas neoliberales (reducción de la intervención y control del Estado, cuestionamiento del Estado de Bienestar), reconversión de los sectores económicos tradicionales, terciarización de la economía (al producirse la deslocalización industrial) y aumento de la productividad gracias a la informatización y robotización de las tareas productivas. En cualquier caso, todo ello supuso la existencia de paro estructural y un aumento de las diferencias sociales.

En cuanto a las principales potencias o regiones emergentes en el bloque capitalista, estas fueron Estados Unidos, Europa Occidental, Japón y los Dragones Asiáticos.

En cuanto a Estados Unidos, se consolidó como primera potencia económica mundial y líder indiscutible del bloque capitalista, gracias a los siguientes factores: potencial económico, papel central de su moneda, alto nivel de inversión en investigación, formación de grandes multinacionales y potencia militar. En cuanto a la evolución política, tras la II Guerra Mundial la política del presidente Truman (1945-1953) se basó en la contención del comunismo, manteniendo una política socioeconómica similar al New Deal (Fair Deal) y desarrollando la política de “Caza de Brujas” a cargo del senador McCarthy. Con el presidente Eisenhower (1953-1961) se acentuó el desarrollo socioeconómico, lo que supuso un renacimiento de la vida religiosa y los valores conservadores. Sin embargo, había graves problemas de desigualdad económica y racial, lo que dio lugar a movimientos de protesta como el de la lucha por la igualdad civil de la población negra. Este contexto explica la victoria del demócrata Kennedy (1961-1963), que estableció una política de derechos civiles para la población negra y de atenuación de las diferencias sociales. Tras su asesinato, Johnson (1963-1969) continuó su política, empañada por la Guerra de Vietnam. El acceso al poder del republicano Nixon (1969-1974) estuvo marcado por el estancamiento económico, la Guerra de Vietnam y el escándalo del Watergate, lo que le llevó a la dimisión, sustituyéndole Ford (1974-1977), durante cuyo mandato la crisis económica se ahondó. Tras un corto periodo de gobierno demócrata (Carter, 1977-1981), el republicano Reagan (1981-1989) estableció una política conservadora centrada en el neoliberalismo económico y la acentuación de la Guerra Fría. Finalmente, el mandato de Bush (1989-1993) coincidió con la recuperación económica, el hundimiento de la URSS y el establecimiento de EEUU como única superpotencia mundial (Nuevo Orden Internacional).

En cuanto a Europa Occidental, su evolución estuvo marcada por la recuperación económica y el proceso de unidad europea, elementos ambos muy relacionados. La recuperación fue impulsada por el programa de ayudas estadounidenses del Plan Marshall, para cuya gestión se estableció la Organización Europea para la Cooperación Económica (OECE), entrando en un periodo de expansión económica y en un modelo de desarrollo basado en la consolidación del Estado de Bienestar. Para evitar un nuevo conflicto y poder equipararse al nivel de las superpotencias, la reconstrucción vino acompañada del proceso de unidad, cuyos primeros pasos fueron el establecimiento del Consejo de Europa (1949) y de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA, 1951). Esta última era un mercado común de la producción carbonífera y siderúrgica formado por Francia, RFA, Italia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo. Con el Tratado de Roma de 1957, el mercado común de la CECA se amplió al resto de sectoress económicos (Comunidad Económica Europea, CEE) y a la energía atómica (EURATOM), iniciándose un periodo de ampliación que supuso el ingreso en 1973 de Irlanda, Gran Bretaña y Dinamarca; en 1981 de Grecia y en 1986 de España y Portugal. Este último año se aprobó el Acta Única Europea que supuso el nacimiento de la Comunidad Europea como espacio económico y social común, fusionándose CEE, CECA y EURATOM. El Tratado de Maastricht de 1992 dio origen a la Unión Europea, con el objetivo de completar la unidad económica y potenciar la unidad política. La ausencia de una política exterior y de seguridad común fue el elemento que imposibilió que Europa se pusiera al nivel de EEUU dentro del bloque capitalista, convirtiéndose en un gigante económico pero supeditado a EEUU en lo político y militar.

En cuanto a Japón, la ocupación militar estadounidense entre 1945 y 1951 supuso el establecimiento de una monarquía parlamentaria y, gracias a las ayudas estadounidenses y a la liberalización económica, un fuerte crecimiento económico entre 1955 y 1973 (“Milagro Japonés”). Los factores de ese crecimiento fueron la elevada productividad, el establecimiento de multinacionales, la fuerte inversión en I+D y la cooperación entre Estado y sector privado. La economía se basó en productos industriales de exportación, a partir de la crisis de 1973 sobre todo bienes de consumo de alta tecnología, lo que le permitió tener una balanza comercial muy favorable que permitió fuertes inversiones exteriores y el desarrollo del mercado interno. Gracias a todo ello, se convirtió en la tercera potencia económica del bloque capitalista, aunque como en el caso europeo, supeditada a EEUU en lo político y militar.

Por último, en cuanto a los “Dragones Asiáticos”, bajo este término se agrupan un conjunto de países del sudeste de Asia (Corea del Sur, Taiwan, Singapur, Hong Kong, a los que se fueron incorporando posteriormente Tailandia, Filipinas, Indonesia y Malaysia) que implantaron un modelo de crecimiento basado en la exportación de bienes manufacturados (bienes de consumo de tecnología media o alta y sectores básicos como textil, calzado, naval) hacia los países capitalistas desarrollados, especialmente a partir de la crisis de 1973. Su desarrollo se vio favorecido por los bajos costes de producción (bajos salarios y fiscalidad), la liberalización de sus economías, la ausencia de fuertes tensiones sociales y el proceso de deslocalización industrial de los países ricos.

El bloque comunista durante la Guerra Fría

Como consecuencia de la II Guerra Mundial la URSS se convirtió en una superpotencia militar y en dirigente de un bloque que, como hemos visto, se extendió por Europa Oriental y Asia, principalmente. La muerte de Stalin en 1953 desató una lucha por el poder entre estalinistas y revisionistas, de la que salieron vencedores estos últimos, accediendo al poder Kruschev (1956-1964). Esto supuso una revisión del modelo soviético basado en la represión, la rígida planificación económica y la tensión constante con el bloque capitalista. Frente a ello, se impusieron medidas de liberalización política limitada, de planificación menos rígida y la política de coexistencia pacífica con EEUU. Sin embargo, estas medidas provocaron el rechazo de la nomenklatura del PCUS, llevando a la destitución de Kruschev en 1964 y al acceso al poder del inmovilista Breznev (1964-1982). Durante su mandato el sistema volvió a endurecerse y se generó una fuerte crisis económica, cada vez más profunda, debido a la rigidez de la planificación y a la incapacidad del sistema para adoptar la informatización y robotización de la producción tras la crisis del petróleo de 1973, lo que hizo descender los niveles de productividad. Tras los gobiernos de transición de Andropov (1982-1984) y Chernenko (1984-1985), el acceso al poder de Gorbachov (1985-1991) supuso el establecimiento de una política de reformas cuyo fracaso, como ya vimos, supuso el hundimiento de la URSS y del bloque comunista en 1989-1991.

En los países de Europa del Este se estableció un fuerte control por parte de la URSS, tanto militar (Pacto de Varsovia) como económico (COMECON), con las excepciones de Yugoslavia (que aplicó una política de autogestión económica y de independencia política frente a la URSS) y de Albania (que optó por vincularse a China a partir de 1961). Tras registrar unas fuertes tasas de crecimiento socioeconómico, a partir de la década de 1970 se entró en el estancamiento, lo que unido al debilitamiento de la URSS explica el hundimiento de sus regímenes comunistas entre 1989 y 1991, proceso especialmente conflictivo en el caso de Yugoslavia.

En cuanto a la República Popular China, fue establecida en 1949 tras la victoria comunista en la guerra civil. En un principio, su líder Mao Zedong (1949-1976) estableció un régimen vinculado y similar a la URSS, lo que supuso desabastecimiento y atraso agrícola. Sin embargo, en 1958 estableció una política autónoma e independiente (Gran Salto Adelante) estableciendo el sistema de comunas populares autosuficientes en el medio agrario. Sin embargo, el sistema fracasó (grandes hambrunas de 1959 y 1961), lo que llevó a un crecimiento de la oposición interna. Frente a ello, Mao estableció la Revolución Cultural (1965-1976), gigantesca campaña de movilización y represión contra los opositores. Tras su muerte, accedió al poder Deng Xiaoping (1976-1989) que estableció fuertes medidas de reforma económica (apertura comercial al exterior, disminución de la planificación centralizada, establecimiento de zonas económicas especiales en los que se implantó un modelo económico capitalista) que supusieron el establecimiento del modelo de “Un país, dos sistemas”. Sin embargo, en al ámbito político se mantuvo el inmovilismo y el régimen pudo sobrevivir al hundimiento del bloque comunista (fracaso de las manifestaciones de la Plaza de Tiananmen, 1989). La presidencia de Jiang Zemin (1989-2003) supuso una profundización de la política anterior, estableciendo de hecho un modelo de desarrollo similar al de los “Dragones Asíaticos” pero manteniendo las comunas rurales y la dictadura comunista.

Por último, durante la Guerra Fría se fueron estableciendo otros regímenes comunistas en el Tercer Mundo, como los de Cuba en América, los de Vietnam, Laos, Camboya y Corea del Norte en Asia y los de Angola, Etiopía, Libia y Congo en África, ya fuera imitando el modelo soviético o el chino. La crisis del bloque comunista de 1989-1991 supuso su desaparición, con las excepciones de China, Vietnam, Cuba y Corea del Norte, aunque los tres primeros manteniendo la dictadura comunista pero con una economía cada vez más capitalista.

CONCLUSIONES

La Guerra Fría fue un proceso que mediatizó en gran medida el proceso de descolonización que acabaría dando lugar al Tercer Mundo. Por otro lado, los desequilibrios de la URSS y del bloque comunista provocaron su hundimiento en 1989-1991, dando lugar a un mundo unipolar dominado por EEUU. Sin embargo, el denominado “Nuevo Orden Mundial” fue pronto desequilibrado por la inestabilidad derivada del subdesarrollo, del surgimiento de potencias emergentes y de la entrada en escena del fundamentalismo islámico.

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LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL (1939-1945)

Tema de Historia del Mundo Contemporáneo de 1º de Bachillerato referente a la Segunda Guerra Mundial, por Carlos Javier Garrido García.

Imágenes de la Segunda Guerra Mundial. Fuente: wikipedia.

INTRODUCCIÓN

La Segunda Guerra Mundial ha sido considerada tradicionalmente como consecuencia de un único factor: el expansionismo de las potencias fascistas, enfrentadas con otra postura radical: el comunismo. En realidad, la Segunda Guerra Mundial hunde sus orígenes en la consecuencias de la Primera: una fuerte crisis económica de posguerra de la que se salió en los “Felices Años 20” pero con unos desequilibrios que explican la posterior Gran Depresión de 1929; la progresiva crisis de los sistemas democráticos por el ascenso de las posturas de extrema izquierda, animadas por el triunfo bolchevique en Rusia en 1917 e impulsadas por la crisis socioeconómica, y, frente a ellas, el ascenso de las de extrema derecha y, dentro de ellas, del fascismo; la agudización de las posturas nacionalistas radicales por el castigo excesivo a los vencidos y por la ideología heredada de la intensa propaganda de guerra; la inoperancia de la Sociedad de Naciones, que no poseía poder ejecutivo efectivo; y el aumento de las tensiones económicas internacionales por la adopción de políticas económicas proteccionistas ante la Gran Depresión, lo que supuso que cualquier alternativa de crecimiento pasara por la expansión territorial del propio país. Todo ello llevó a un conflicto que, por primera vez en la Historia, era realmente mundial y en el que se enfrentaron, por un lado, las potencias fascistas y, por otro, las democráticas y la URSS, estas últimas en principio incompatibles pero que colaboran temporalmente frente a un enemigo común.

CAUSAS Y CARACTERÍSTICAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Situación política internacional y expansionismo de las potencias fascistas

Tras el estallido de la Gran Depresión en EEUU en 1929 y su extensión al resto del mundo a partir 1930 la situación internacional estaba marcada por las tensiones y la disgregación. Frente a una Sociedad de Naciones inoperante, las distintas potencias aplicaban políticas en defensa de sus derechos sin coordinación ni cooperación. Así, EEUU vio reforzado su aislacionismo internacional, centrándose en defender sus intereses políticos y comerciales en América Latina y Asia y desentendiéndose de los asuntos europeos; Francia y Gran Bretaña coincidían en su interés por mantener el equilibrio en Europa y sus intereses coloniales, percibiendo como amenazas no solo el ascenso nazi en Alemania y el expansionismo de Japón en Asia, sino también la consolidación de la URSS; esta última se encontraba aislada internacionalmente y temía el ascenso nazi en Alemania, por lo que intentó por todos los medios acercarse a Francia y Gran Bretaña; y por último en este contexto se consolidan los regímenes fascistas en Italia, Alemania y Japón, iniciando una política de expansionismo y rearme acorde con sus principios ideológicos y con sus intereses económicos.

El acceso al poder de Hitler en Alemania en 1933 provocó su abandono de la Sociedad de Naciones y el desarrollo de una política de revisión del Tratado de Versalles. Así, en 1935 se anexionó por plebiscito el Sarre, que estaba bajo control francés, y se restableció el servicio militar obligatorio. Frente a ello, Francia intentó aislar a Alemania, firmando en la Conferencia de Stressa (1935) una alianza con Gran Bretaña e Italia y un pacto de asistencia mutua con la URSS. Sin embargo, la invasión italiana de Etiopía en 1935-1936 y su condena por la Sociedad de Naciones llevaron a Mussolini a romper los pactos de Stressa y acercarse a Alemania.

En marzo de 1936 Hitler ocupó la zona desmilitarizada de Renania y el estallido de la Guerra Civil Española en julio de 1936, en la que Alemania e Italia apoyaron a Franco, reforzó el acercamiento entre ambas. Así, en octubre de ese año se firmó el pacto del Eje Roma-Berlín y poco después el Pacto Antikomintern, que incluía también a Japón.

Reforzado por su salida del aislamiento, Hitler inició su política expansionista, frente a la cual las potencias democráticas (Francia y Gran Bretaña) aplicaron la denominada “política de apaciguamiento”, es decir, aceptar los hechos consumados para evitar una nueva guerra. En marzo de 1938 Hitler anexionó Austria y, tras la Conferencia de Munich en octubre de ese año, los Sudetes. En marzo de 1939 desapareció Checoslovaquia, estableciéndose el Protectorado de Bohemia-Moravia, y también se anexionó Memel a costa de Lituania. Por su parte, Italia se anexionó Albania. Tras todo ello, en mayo de 1939 la alianza germano-italiana se reforzó con la firma del Pacto de Acero.

El próximo objetivo de Hitler era Polonia. Francia y Gran Bretaña terminaron de asumir que la política de apaciguamiento había sido un fracaso, por lo que dejaron claro que cualquier agresión contra Polonia sería motivo de guerra. Por su parte, la URSS temía cada vez más una guerra contra Alemania, lo que la llevó a aceptar un pacto de división de Polonia entre ambas. El objetivo soviético era ganar tiempo para prepararse para un conflicto que se consideraba inevitable y el alemán era asegurarse de que si estallaba un conflicto este no fuera con dos frentes como había sucedido en la Primera Guerra Mundial. En agosto de 1939 se firmó el Pacto germano-soviético de no agresión, en el que se preveía la división de Polonia. Con esta garantía, el 1 de septiembre de 1939 el ejército alemán inició la invasión del país, estallando la guerra.

Por lo que se refiere a Japón, el país se lanzó a una agresiva política expansionista cuyo objetivo fue China: en 1931 ocupó la región de Manchuria, estableciendo un estado satélite (Manchukuo) y en 1937 inició la ocupación del resto del país. Posteriormente, aprovechando la derrota de Francia y Holanda frente a Alemania en Europa, inició la ocupación de Indochina e Indonesia.

Las innovaciones técnicas y tácticas

Como ya se ha indicado, esta es la primera guerra verdaderamente mundial de la Historia. En principio, se enfrentaron las potencias del Eje (Alemania e Italia) frente a los Aliados (Gran Bretaña y Francia), centrándose las operaciones militares en Europa y el Norte de África. En 1941 la invasión nazi llevó a la URSS a incorporarse a los Aliados, como hizo a finales de ese año EEUU tras la agresión de Japón. Esto último extendió el conflicto a Asia y Oceanía.

Por otra parte, es una guerra plenamente industrializada, en la que el desarrollo de la aviación fue clave. Se aplicaron innumerables avances científico-técnicos en el desarrollo de nuevas armas (radar, aviones de combate y bombarderos, mejora de los tanques y submarinos, bombas dirigidas), hasta llegar a la bomba atómica. El nuevo armamento posibilitó la aplicación de nuevas tácticas militares como la “guerra relámpago” (avance sistemático basado en los ataques de la aviación, los avances en vanguardia de los tanques y la ocupación del terreno por la infantería) y la conversión de la retaguardia enemiga en un nuevo frente de guerra. Todo ello explica el elevado número de muertes, principalmente civiles, y de destrucciones de esta guerra.

DESARROLLO DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

La “Guerra Relámpago” (1939-1941)

Esta primera fase de la guerra está marcada por los rápidos avances alemanes gracias a la “guerra relámpago”. Tras la invasión de su parte de Polonia, Alemania invadió Dinamarca y Noruega en abril de 1940, cortando así el suministro sueco de hierro a los Aliados. Al mes siguiente, invade Bélgica, Holanda y rompe el frente francés. En junio Francia capitula, dividiéndose el país en una zona de ocupación alemana (norte y costa atlántica) y el Gobierno autoritario y colaboracionista de Vichy al mando del mariscal Petain en el sureste, aprovechando Italia para entrar en la guerra.

Con todo ello, Gran Bretaña se quedaba sola en la guerra, pero su presidente, Winston Churchill se negó cualquier negociación con el Eje. Para vencer su resistencia y dada la imposibilidad de realizar un desembarco, Hitler optó por ataques aéreos sistemáticos contra las ciudades británicas (Batalla de Inglaterra), pero fracasó gracias al radar y a la superioridad de sus cazas.

Dada la resistencia británica, las potencias del Eje optaron por abrir nuevos frentes, necesarios en una guerra que se preveía larga. Así, se inició la ofensiva desde Libia contra Egipto, con el objetivo de controlar el Canal de Suez y acceder a los pozos petrolíferos del Golfo Pérsico y se firmaron pactos con Hungría, Rumanía y Bulgaria, ocupándose entre abril y junio de 1941 Yugoslavia y Grecia.

Por tanto, para junio de 1941 el Eje controlaba toda Europa, con la excepción de su enemiga Gran Bretaña y de los países neutrales, entre los que destacaba la URSS. Sin embargo, la prolongación de la guerra llevó a la ruptura del pacto y la invasión de la URSS y la agresión japonesa supuso la entrada de EEUU en el bando Aliado, mundializándose el conflicto.

Mundialización de la guerra (1941-1942)

En junio de 1941 Alemania inició la invasión de la URSS, con el objetivo de conseguir suministros alimenticios y petrolíferos. Sin embargo, el Ejército soviético, tras aplicar una táctica de retirada y tierra quemada, logró resistir en invierno en Leningrado, Moscú y Stalingrado. En diciembre de 1941 se produjo el ataque japonés a Pearl Harbour (Hawai), lo que llevó a EEUU a entrar en la guerra. En principio, la superioridad aérea y naval japonesa fue incontestable, permitiéndole ocupar Malasia, Birmania, Filipinas, Salomón, Nueva Guinea y amenazar India y Australia.

En todas las zonas conquistadas, las potencias del Eje impusieron una política de explotación económica intensa. Frente a la ocupación, la población se dividió entre colaboracionistas y resistentes, sufriendo estos últimos una fuerte represión. Esta alcanzó su dimensión más brutal con la política de exterminio de los judíos o “Solución Final”, adoptada en la Conferencia de Wannsee de enero de 1942 y que acabó con la vida de unos 6 millones de personas.

Las ofensivas aliadas y la caída del Eje (1942-1945)

Pese a los avances del Eje, en 1942 la guerra se vuelve favorable a los aliados, debido a la potencia de los dos nuevos (EEUU y la URSS) y a la limitación de los recursos del Eje, sobre todo petrolíferos. Así, las victorias soviéticas en Stalingrado y Kursk (febrero y julio de 1943), británica en El Alamein (noviembre de 1942) y estadounidense en Mar del Coral, Midway y Guadalcanal (verano de 1942), supusieron el inicio de las ofensivas aliadas que las llevarían a la victoria.

Así, mientras el avance soviético por el Este se hacía cada vez más intenso, Gran Bretaña y EEUU realizaron los desembarcos en el norte de África (primavera de 1943), Sicilia-Italia (verano de 1943) y Normandía (junio de 1944). Este doble avance llevó finalmente a la invasión aliada de Alemania, suicidándose Hitler y firmándose su rendición en mayo de 1945.

En el Pacífico, EEUU aplicó una táctica de rápido avance hacia Japón, dejando bolsas aisladas de resistencia japonesa en la retaguardia. La fuerte resistencia japonesa en Iwojima (febrero-marzo 1945) y Okinawa (abril-junio 1945) hizo que el nuevo presidente norteamericano Truman se decidiera a utilizar la bomba atómica. Así, en agosto de 1945 se lanzaron dos bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, lo que llevó a Japón a capitular el 2 de septiembre de 1945, acabando así la guerra.

CONSECUENCIAS DE LA GUERRA

Pérdidas humanas e impacto moral

La Segunda Guerra Mundial ha sido hasta el momento la más mortífera de la Historia, calculándose el número de víctimas en un mínimo de 60 millones, la mayoría civiles por la desaparición del concepto de retaguardia. Del mismo modo, la guerra supuso grandes desplazamientos de población y un intenso trauma moral ya que su dureza, con el genocidio de los campos de concentración nazis, las masacres japonesas en China y los bombardeos masivos de ciudades y el uso de las bombas atómicas por los aliados cuestionaron todos los valores éticos en los que descansaba la civilización occidental. Todo ello potenció entre la población la defensa del respeto de los Derechos Humanos como valor universal y se definió un nuevo concepto jurídico en el derecho internacional: el de crímenes contra la humanidad. Este último sirvió para procesar en los Juicios de Nuremberg (1945-1946) a los dirigentes nazis que sobrevivieron y pudieron ser capturados.

Consecuencias económicas

Los daños materiales producidos por la guerra fueron especialmente intensos en Europa, Japón, China, y el Sudeste asiático, estando la situación marcada por la pérdida de infraestructuras y bienes de producción, los problemas de aprovisionamiento, el endeudamiento y la inflación. Como ocurrió con la I Guerra Mundial, EEUU salió enormemente beneficiado, ya que no sufrió las destrucciones de la guerra y se convirtió en el principal centro de suministro de armamento y otros suministros para los aliados, lo que le permitió crecer de manera exponencial y dejar atrás los efectos de la Gran Depresión. Frente a ello, el declive de las potencias europeas, muy afectadas por la guerra, consolidó a EEUU como primera potencia económica y financiera del mundo. Pese a las grandes destrucciones sufridas, la URSS se consolidó también como gran potencia gracias a su política de industrialización y al dominio sobre Europa oriental.

Consecuencias políticas

La derrota del Eje supuso la desaparición de los regímenes fascistas, aunque pervivieron algunas dictaduras con una ideología similar, como fue el caso de España. Japón fue invadido por EEUU y se estableció un régimen democrático, manteniendo la figura del emperador. En Europa, el final de la guerra supuso su división en dos zonas políticas: Europa occidental, liberada por Gran Bretaña y EEUU, en la que se restableció la democracia parlamentaria y el sistema económico capitalista, y Europa oriental, liberada por la URSS, en la que se impusieron dictaduras comunistas bajo su hegemonía.

Conferencias de paz y cambios territoriales

Durante el desarrollo del conflicto los aliados fueron prefigurando las condiciones de la paz en varias conferencias.

En la Conferencia de Yalta (febrero de 1945) se reunieron Roosevelt (EEUU), Stalin (URSS) y Churchill (Gran Bretaña), decidiéndose la división de Alemania y Austria en zonas de ocupación y el pago de reparaciones por su parte, la independencia de Polonia, la celebración de elecciones libres en los países liberados y la anexión soviética de Estonia, Letonia, Lituania y del este de Polonia.

En la Conferencia de Postdam (julio-agosto de 1945) se reunieron Truman (EEUU), Stalin (URSS) y Attle (Gran Bretaña), en la que se confirmaron y aplicaron los acuerdos anteriores.

Finalmente, en la Conferencia de Paz de París (1946-1947) se firmaron los tratados con los países aliados de Alemania: Italia perdió Istria en favor de Yugoslavia, Rumanía la Besarabia en favor de la URSS y la Dobrudja Meridional en favor de Bulgaria, Hungría la Rutenia Subcarpática en favor de la URSS, y Finlandia la Carelia en favor también de la URSS.

En el caso de Japón, se estableció su ocupación por EEUU y la pérdida de su imperio colonial: la URSS se anexionó el sur de la isla de Sajalin y las islas Kuriles, China recuperó Taiwán y Manchuria y Corea fue ocupada en el norte por la URSS y en el sur por EEUU.

La creación de la ONU

En las conferencias entre los aliados se estableció la necesidad de un nuevo organismo internacional que sustituyera a la desprestigiada Sociedad de Naciones. En la Conferencia de San Francisco (junio de 1945) se fundó la Organización de Naciones Unidas (ONU) cuyos objetivos eran el mantenimiento de la paz y de la seguridad internacionales, el reconocimiento del derecho a la libre determinación de los pueblos, el respeto de los Derechos Humanos y el impulso de la cooperación internacional a todos los niveles (económico, social, educativo, sanitario).

La ONU se estructuraba en tres órganos principales: la Asamblea General (formada por todos los miembros y que podía emitir sólo recomendaciones), el Consejo de Seguridad (sus resoluciones son de obligado cumplimiento y estaba integrado por 15 miembros de los que 5 eran permanentes y tenían derecho de veto: EEUU, Reino Unido, URSS, Francia y China) y la Secretaría General (representante de la institución, dirigido por un secretario general elegido cada 5 años). Para garantizar el respeto a los Derechos Humanos se estableció la Corte Penal Internacional y para fomentar la cooperación el Consejo Económico y Social, integrado de organismos especializados como la FAO y la UNESCO.

A diferencia de la Sociedad de Naciones, la ONU tenía más capacidad operativa, contado incluso con su propio ejército, los Cascos Azules.

CONCLUSIONES

La Segunda Guerra Mundial tuvo importantes repercusiones, más allá de las pérdidas humanas y materiales y de la desaparición de los regímenes fascistas. Así, la consolidación de dos superpotencias, EEUU y la URSS, con sistemas políticos y socioeconómicos opuestos hizo que la situación de posguerra estuviera marcada por el enfrentamiento entre ellas, dando lugar a la Guerra Fría (1945-1991). Por otro lado, el rechazo a las ideas imperialistas y racistas del fascismo supuso un impulso de los movimientos nacionalistas en las colonias, favorecidos también por el declive de las potencias europeas, dando lugar al proceso de descolonización y al surgimiento del Tercer Mundo.

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LA EVOLUCIÓN POLÍTICA DEL PERIODO DE ENTREGUERRAS Y EL ASCENSO DEL FASCISMO

Tema 9 de Historia del Mundo Contemporáneo de 1º de Bachillerato referente a la evolución política del periodo de Entreguerras y el Fascismo, por Carlos Javier Garrido García.

Benito Mussolini, fundador del Fascismo. Fuente: wikipedia.

INTRODUCCIÓN

Las tensiones heredadas de la I Guerra Mundial, con países derrotados y sometidos a durísimas condiciones (Alemania), con países vencedores pero que no vieron satisfechas sus aspiraciones territoriales (Italia), con una gran exaltación nacionalista por la propaganda de guerra y con las dificultades de adaptación y rencor de los excombatientes, y el deterioro socioeconómico asociado a la crisis de posguerra y a la Gran Depresión, que provocó una fuerte conflictividad social, animada también por el triunfo bolchevique en Rusia, provocaron un crecimiento de las opciones autoritarias de signo conservador. Este crecimiento cristalizó en un nuevo movimiento político, el Fascismo, que alcanzó su mayor grado de desarrollo en dos países (Alemania e Italia) que compartían su reciente unificación política, por lo que el nacionalismo era muy fuerte, y el hecho de que esta se realizara básicamente a través de conflictos militares, por lo que el uso de la violencia como arma política se veía con naturalidad.

DEMOCRACIAS Y DICTADURAS EN LA EUROPA DE ENTREGUERRAS

En la Europa de Entreguerras (1919-1939) se produjo, tras un avance inicial, una crisis de la democracia frente al auge de las extremas derecha (regímenes autoritarios y fascismo) e izquierda (comunismo soviético en expansión), favorecidas por las ya citadas condiciones políticas y socioeconómicas.

La I Guerra Mundial supuso, en principio, una extensión de las democracias en Europa, debido a la caída de los grandes imperios plurinacionales y el establecimiento de regímenes de este tipo en los nuevos Estados independientes y en los países derrotados. Sin embargo, estos regímenes democráticos se vieron impotentes para resolver los problemas políticos, económicos y sociales de la posguerra, lo que se unió al deseo de frenar las expansión de la revolución comunista en un contexto de fuerte conflictividad social y de los posteriores efectos de la Gran Depresión.

Así, entre 1922 y 1939 se fueron estableciendo dictaduras de signo conservador y nacionalista en los países de Europa Central, Oriental y Mediterránea, zonas de escasa tradición democrática y que sufrían una grave crisis socioeconómica. En el caso de Italia (1922) y Alemania (1933) se establecieron regímenes puramente fascistas, mientras que para el final del periodo sólo pervivía la democracia en Europa Occidental.

BASES IDEOLÓGICAS Y SOCIALES DEL FASCISMO

En cuanto a las bases ideológicas, el Fascismo tiene como principio fundamental el de desigualdad, explicando este el resto de su contenido teórico. Este principio se opone al de igualdad, tanto política, defendido por el liberalismo democrático, como social, defendida por el movimiento obrero, ya fuera este socialdemócrata o comunista.

El principio de desigualdad aplicado al terreno político tiene como consecuencia la crítica a la democracia, defendiendo un régimen autoritario gobernado por los mejores, entre los que destaca un máximo dirigente que ejerce el poder absoluto. Su dominio se justifica ante la población exaltando sus cualidades (culto al líder) y para cumplir sus designios se establece un partido único que domina al Estado. Este ejerce su poder de forma totalitaria, es decir, controla todas las esferas de la vida (política, económica, social, cultural) de una población a la que no se le reconocen derechos, sino sólo obligaciones. La población se convierte así simplemente en una masa que es constantemente movilizada por el Estado en la persecución de sus objetivos (movilización de masas). Esto se consigue con el ya citado partido único, que contaba con organizaciones específicas para mujeres y jóvenes, con una intensa propaganda y con el control de los medios de comunicación y de la educación.

Este Estado totalitario es concebido como encarnación de la Nación, siendo el nacionalismo radical otro de los grandes principios fascistas, al defender que las naciones superiores (evidentemente la propia) tienen no solo el derecho sino la obligación de dominar a las inferiores, basándose en el darwinismo social, el racismo y la misión civilizadora, que ya vimos como justificaciones ideológicas del Imperialismo.

Los superiores, sean estos una Nación o su grupo dirigente, ejercen su poder a través de la violencia, entendida como la principal arma política. De ahí la importancia en el fascismo de los grupos paramilitares y de la adopción de uniformes de esta tipología. En el ámbito de la política internacional esto tuvo como consecuencia la adopción de políticas expansionistas y militaristas.

Otra de las consecuencias del principio de desigualdad y de la defensa de la violencia como arma política es la fuerte marginación de la mujer, exaltándose constantemente los principios masculinos entendidos como fuerza y valor. Frente a ello, la mujer es reducida a su papel de esposa y madre y recluida en el hogar.

Un último principio fascista es el discurso populista en lo social. En el contexto de grave crisis socioeconómica y conflictividad social en el que se desarrolla, el fascismo en principio adopta la simbología y el discurso de extrema izquierda como una vía de conseguir el apoyo de unas clases bajas que se han convertido en mayoritarias. Este discurso izquierdista se mezcla con los principios nacionalistas y termina dando lugar a la denominada tercera vía entre capitalismo y comunismo: la colaboración de clases con el objetivo de engrandecer a la Nación. Sin embargo, los discursos izquierdistas se abandonan una vez que se accede al poder, lo que provocó conflictos internos, debido a las bases sociales del movimiento fascista.

En cuanto a las bases sociales, los principales apoyos del fascismo son las clases altas y medias, atemorizadas por el peligro de expansión revolucionaria comunista. Del mismo modo, cuenta con el apoyo del Ejército, fuerzas de orden público y excombatientes, atraídos por el discurso nacionalista y la defensa de la violencia. Por último, el discurso populista en lo social le permite contar con fuertes apoyos en las clases bajas.

LA ITALIA FASCISTA

Crisis del régimen democrático y ascenso del Fascismo

La situación de Italia tras el final de la I Guerra Mundial estaba marcada por la indignación nacionalista ante las pocas ganancias territoriales conseguidas en los tratados de paz y por una fuerte crisis socioeconómica, con elevadas tasas de paro e inflación. Esta crisis provocó una fuerte conflictividad social durante el denominado “Bienio Rojo” (1919-1921), en el que se produjo una oleada de huelgas y ocupaciones de tierras y fábricas por parte del movimiento obrero. Además, el peligro de revolución comunista se acentuó con la fundación en 1921 del Partido Comunista Italiano (PCI), afiliado a la Komintern.

Este el este contexto en el que un antiguo socialista, Benito Mussolini, funda en 1919 los Fascios Italianos de Combate, un grupo paramilitar ultranacionalista y con un programa socialista revolucionario. Sus ataques contra los grupos de extrema izquierda le hicieron ir contando con el apoyo de las clases altas y medias, lo que le hizo ir moderando su discurso izquierdista. En 1921 Mussolini funda el Partido Nacional Fascista, acentuando su discurso nacionalista y aumentando sus ataques contra la izquierda. Gracias a sus crecientes apoyos, en 1922 realiza la “Marcha sobre Roma”, un golpe de Estado que le permite entrar en el gobierno con la connivencia del Ejército y del rey Víctor Manuel III.

Etapa parlamentaria (1922-1925)

Mussolini preside un gobierno de coalición con otros grupos conservadores y la reforma de la ley electoral le permite ganar con una amplia mayoría absoluta en las elecciones de 1924. Esto le permite gobernar por decreto y ejercer una fuerte represión contra la oposición, que culmina con el asesinato del diputado socialista Matteoti y el cierre del parlamento, asentándose definitivamente la dictadura.

La dictadura fascista (1925-1939)

Una vez asentada la dictadura se establece un Estado totalitario de partido único, caracterizado por la fuerte represión (ilegalización de partidos y sindicatos de oposición y establecimiento de una policía política, la OVRA), el apoyo de la Iglesia Católica (Pactos de Letrán de 1929), el adoctrinamiento y control social (educación controlada, organizaciones juveniles, marginación de la mujer, control de la cultura y de los medios de comunicación), el intervencionismo económico (corporativismo: política intervencionista, autarquía o autosuficiencia y proteccionismo extremo, empresas públicas agrupadas en el IRI y colaboración de clases) y política de expansionismo territorial (invasión de Etiopía en 1935-1936 y de Albania en 1939).

LA ALEMANIA NAZI

La República de Weimar y el ascenso del nazismo (1918-1933)

La abdicación de Guillermo II en noviembre de 1918 dio lugar a la República de Weimar, un régimen democrático gobernado por el socialdemócrata Ebert, que fue el que solicitó el armisticio y en 1919 firmó el Tratado de Versalles. Esto hizo que se culpara al naciente régimen democrático de la derrota, más aún cuando sobre el mapa Alemania estaba ganando la guerra y así lo había estado defendiendo insistentemente la propaganda. Además, la República hubo de afrontar un grave crisis socioeconómica de posguerra, marcada por la hiperinflación, que provocó una fuerte conflictividad social. Así, en 1919 se produjo la revolución espartaquista (denominación de los comunistas alemanes), aunque acabó fracasando. A partir de 1924 la situación económica se recuperó gracias al Plan Dawes, lo que produjo estabilidad social y política. Sin embargo, la Gran Depresión iniciada en 1929 volvió a hundir la economía alemana y a desestabilizar la situación política y social.

En 1920 Adolf Hitler, excombatiente de la I Guerra Mundial, fundó el Partido Nacional-Socialista Alemán de los Trabajadores (NSDAP), con un programa nacionalista, socialista revolucionario y racista y que contaba con un grupo paramilitar, la Sección de Asalto (SA). En 1923 intentó un golpe de Estado en Munich, pero fracasó y fue encarcelado.

La mejora de las condiciones socioeconómicas a partir de 1924 limitó las posibilidades de crecimiento del partido nazi. Ante ello, se limitó el discurso populista en lo social y se reforzó el nacionalismo, el antisemitismo y el antimarxismo. La Gran Depresión de 1929 permitió el crecimiento de sus apoyos, hasta ganar por mayoría simple las elecciones de julio y noviembre de 1932 y marzo de 1933. Este último año Hitler se convirtió en canciller de un gobierno de coalición con otros grupos conservadores.

La dictadura nazi (1933-1939)

Una vez nombrado canciller, la política de Hitler se dirigió hacia el establecimiento de un régimen dictatorial totalitario. En febrero de 1933 el incendio del Reichstag fue tomado como excusa para expulsar a los comunistas del parlamento y, después, establecer un sistema de partido único. En julio de 1934 eliminó a las SA, defensoras del radicalismo de izquierdas inicial de los nazis, en la “Noche de los cuchillos largos” y la muerte del presidente de la República, Hindenburg, en agosto de 1934 le permitió asumir el cargo y proclamar el III Reich.

El nuevo régimen se caracterizó por una fuerte represión, ejercida por las SS (Sección de Seguridad) y la Gestapo; por la política de adoctrinamiento y propaganda a través del culto al líder, el control de la educación, las organizaciones juveniles (Juventudes Hitlerianas), la censura y la propaganda organizada por Goebbels; el fuerte antisemitismo, que se concretó en las Leyes de Nuremberg de 1935 (exclusión de los judíos de la nacionalidad y prohibición de matrimonios o relaciones mixtas), en la “Noche de los cristales rotos” de 1938 (ataques a sinagogas y comercios y establecimientos de campos de concentración) y, ya en plena II Guerra Mundial, en la “Solición Final”, adoptada en 1942 en la Conferencia de Wansee (exterminio); la política intervencionista y autárquica, centrada en el proteccionismo extremo y una política de obras públicas y de rearme intensivo que permitió recuperar la economía y alcanzar el pleno empleo, lo que aumentó los apoyos sociales del nazismo; y el expansionismo territorial, que analizaremos en el tema siguiente, intentando construir la Gran Alemania (integrar todas las zonas pobladas por alemanes, como Austria y los Sudetes) y conseguir el “espacio vital” (expansión territorial para seguir creciendo económicamente dada la ausencia de imperio colonial).

CONCLUSIONES

El deterioro de la situación socioeconómica provocado por la crisis de Posguerra y la Gran Depresión fue el caldo de cultivo perfecto para el surgimiento, auge y acceso al poder del fascismo en Europa. Sus características ideológicas, especialmente el nacionalismo radical y el uso de la violencia como arma política, provocaron una política de rearme y expansión territorial que acabó provocando el estallido de la II Guerra Mundial (1939-1945).

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LA ECONOMÍA DEL PERIODO DE ENTREGUERRAS Y LA GRAN DEPRESIÓN

Tema 8 de Historia del Mundo Contemporáneo de 1º de Bachillerato referente a la economía de Entreguerras y la Gran Depresión, por Carlos Javier Garrido García.

Pánico en la Bolsa de Nueva York durante el «Jueves Negro», 1929. Fuente: Wikipedia.

INTRODUCCIÓN

Como hemos visto en el tema anterior, el nacimiento de la URSS supuso un aumento de las tensiones políticas y sociales. Esto fue posible debido a los desequilibrios socioeconómicos generados por la I Guerra Mundial, que terminaron dando lugar a la Gran Depresión.

LA ECONOMÍA DE POSGUERRA (1919-1925)

Consecuencias económicas de la I Guerra Mundial

La I Guerra Mundial (1914-1918) y los tratados de paz de 1919-1920 provocaron unos fuertes desequilibrios económicos, especialmente en la zona más afectada por el conflicto, Europa.

Así, la economía se veía lastrada, en primer lugar, por la desarticulación de las economías nacionales, debido a la implantación de la economía de guerra, que ahora había que reconvertir, a los cambios territoriales y a la pérdida de bienes de producción, mano de obra y consumidores e infraestructuras.

En segundo lugar, se desarticularon también los mercados financieros debido a que los enormes gastos del conflicto supusieron un aumento de la deuda pública. Esto provocó tanto un aumento de la emisión de moneda, lo que provocó su pérdida de valor y una fuerte inflación tras el conflicto, como un endeudamiento exterior. Esto último se materializó tanto en las reparaciones de guerra que debían pagar los países derrotados, especialmente Alemania, como en las deudas entre los países vencedores, con un beneficiario claro: EEUU.

Por último, el comercio internacional se vio afectado por todo lo anterior. Así, la inflación provocó la desorganización del sistema monetario internacional basado en el patrón oro; la deudas exteriores y las destrucciones de la guerra hicieron que Europa perdiera su hegemonía económica y financiera en favor de una nueva primera potencia (EEUU), de su moneda (el dólar) y de sus mercados financieros (la Bolsa de Nueva York); y el retorno a una economía de paz aumentó la competencia comercial entre unos países que volvían a una economía de paz, por lo que recuperaron sus producción agraria e industrial, y los países neutrales o alejados de los principales escenarios del conflicto, que habían visto crecer su producción gracias a la demanda de los beligerantes, provocando una crisis de sobreproducción que acentuó la inflación.

De la reconstrucción a la crisis (1919-1921)

El final de la guerra supuso un primer periodo de recuperación económica entre 1919-1920 debido a las tareas de reconstrucción. Sin embargo, este crecimiento se convirtió en recesión entre 1920 y 1921 debido al descenso de la demanda, a la inflación y a la disminución del crédito, por las razones que hemos explicado en el apartado anterior.

Los problemas principales eran la desorganización del sistema monetario internacional, que estrangulaba el comercio internacional y provocaba problemas de inflación que paralizaban la inversión y el crédito, y el problema del endeudamiento exterior. Este último hizo que las potencias vencedoras, especialmente Francia, fueran muy exigentes en el pago de las reparaciones de guerra por los vencidos, lo que hundió a la economía alemana, inmersa en una aguda hiperinflación.

La recuperación y sus límites (1921-1925)

Para luchar contra la inflación y recuperar el comercio internacional, en la Conferencia Internacional de Génova de 1922 se estableció el sistema cambio-oro, por el cual las emisiones monetarias de todos los países debían estar respaldadas por oro o por monedas respaldadas por oro, lo que de hecho significaba darle al dólar el valor del oro, reforzando el dominio de EEUU.

Para solucionar el problema de la deuda exterior se elaboró el Plan Dawes en 1924. Este supuso una reducción de las reparaciones de guerra y un programa de préstamos a Alemania para que este país pudiera pagarlas y con ese dinero Gran Bretaña, Francia y otros países pudieran pagar sus deudas, especialmente a EEUU. Así, este país salía doblemente beneficiado al poder cobrar sus deudas, generar nuevas con Alemania y, con la reconstrucción de los mercados europeos, mantener la demanda internacional de sus productos.

Todo esto posibilitó la recuperación económica y la entrada en un fuerte crecimiento, pero todo ello dependiente de los capitales norteamericanos, lo que explica que el posterior hundimiento de este país provocara una Depresión mundial, la Gran Depresión.

LOS FELICES AÑOS 20 (1925-1929)

El crecimiento económico fue especialmente intenso en EEUU, conociéndose el periodo entre 1922 y 1929 como los “Felices Años 20”. El crecimiento se basó en la producción en masa gracias a la generalización de la producción en cadena (fordismo), al consumo de masas por la publicidad y la compra a plazos, la abundancia de capitales y la fuerte concentración empresarial. En Europa se registró también un fuerte crecimiento gracias a la reconstrucción y a los capitales británicos y estadounidenses.

El crecimiento económico provocó fuertes transformaciones sociales. Así, surgió una nueva generación de burgueses adinerados, se consolidó la terciarización de la economía y la mujer accedió a un nuevo papel social debido a su acceso al trabajo y al derecho a voto. Se consolidó también una sociedad de consumo de masas, apoyada en la facilidad de crédito, en la difusión de los medios de comunicación (prensa, radio y cine) y en la industria del ocio (consumo popular de cultura y competiciones deportivas).

Sin embargo, este crecimiento tenía unos fuerte desequilibrios que anunciaban la próxima crisis. En primer lugar, los sectores económicos tradicionales sufrieron un fuerte estancamiento y crisis de sobreproducción debido a la competencia internacional (agricultura, industrias básicas y tradicionales de consumo como la textil).

En segundo lugar, tras un inicial crecimiento se produjo un estancamiento de la capacidad de consumo de la población por el estancamiento de los salarios, la crisis de los sectores económicos tradicionales y el creciente endeudamiento, ya que el consumo se basó en buena parte en el crédito. Todo ello provocó un descenso de los beneficios empresariales y un crecimiento de los stocks.

En tercer lugar, los problemas de sobreproducción y el aumento de la competencia a nivel internacional empezaron a generalizar la adopción de posturas proteccionistas, lo que se unió a la ya citada limitación de la demanda, provocando un estancamiento del comercio internacional.

En cuarto lugar, el sistema monetario internacional se vio lastrado por el fracaso del patrón cambio-oro por la falta de cooperación internacional.

Por último, la abundancia de capitales en EEUU provocó un aumento de las inversiones, pero no las productivas, ya que las empresas tenían problemas de stocks, sino en inversiones especulativas buscando una rápida rentabilidad. Esto hizo que se generalizara la inversión en la Bolsa, provocando un fuerte crecimiento de las cotizaciones, lo que atrajo mayores inversiones, dando lugar a una enorme burbuja especulativa, aumentando la diferencia entre la cotización de las acciones y los resultados reales de las empresas.

EL CRACK DE 1929 Y LA GRAN DEPRESIÓN (1929-1939)

El hundimiento de la Bolsa de Nueva York y sus consecuencias

La burbuja especulativa acabó estallando en octubre de 1929 en la Bolsa de Nueva York (“Jueves Negro”). Se produjo una enorme oferta de acciones por parte de inversores atemorizados por el descenso de los beneficios empresariales, ante una demanda prácticamente nula. Esto aumentó el pánico, hundiendo los valores bursátiles.

El hundimiento de la Bolsa desató una reacción en cadena: quebró el sistema bancario, lo que paralizó el crédito y, con ello, el consumo y la inversión, a lo que contribuyó también la destrucción del ahorro de familias y empresas, ya que buena parte del mismo estaba invertido en acciones. Debido a todo ello, se produjo una fuerte crisis agraria e industrial, lo que hizo aumentar los niveles de paro y la población excluida, entrándose en un círculo vicioso: más paro, más crisis bancaria, más crisis industrial, más paro…

Expansión mundial de la Gran Depresión

El hundimiento económico de EEUU provocó una fuerte crisis a nivel mundial, ya que este país se había convertido en el centro de la economía mundial de posguerra. Así, el comercio mundial sufrió una fuerte contracción, debido a la disminución de la demanda estadounidense y al endurecimiento de las políticas proteccionistas como salida a la crisis; y la crisis financiera debido a la repatriación de los capitales estadounidenses en el exterior.

Todo ello provocó una crisis global: los países exportadores de materias primas (Europa Oriental y Mediterránea, Latinoamérica, China y sureste de Asia) por el descenso de la demanda y la caída de las inversiones, y las economías industrializadas de Europa (Alemania, Austria, Reino Unido, Francia) por la repatriación de capitales estadounidenses, la crisis bancaria y el hundimiento del comercio internacional.

A nivel social la crisis supuso un crecimiento de la polarización social debido al empobrecimiento y proletarización de gran parte de la clase media, lo que se tradujo en un aumento de la conflictividad social y la polarización de las posturas políticas, que se extreman en torno al comunismo y el fascismo.

Las políticas económicas frente a la Gran Depresión

En un principio, ante la crisis se aplicaron soluciones tradicionales, como políticas deflacionistas para activar el consumo y la adopción o endurecimiento de políticas proteccionistas. En cualquier caso, estas medidas fracasaron, como lo hicieron los intentos de políticas coordinadas a nivel internacional. Así, en la Conferencia Económica Mundial de Londres de 1933 se propuso volver al patrón oro y reducir los aranceles para reactivar el comercio internacional, pero no se llegó a un acuerdo.

Todo ello llevó a la adopción por parte de los distintos países de medidas que tienen como elemento común la revisión del liberalismo económico, defendiendo una mayor intervención del Estado en la economía. En esta revisión fue clave la obra del economista John Maynard Keynes.

En EEUU la victoria en las elecciones de 1932 del demócrata Franklin Delano Roosevelt, supuso el establecimiento al año siguiente del “New Deal”, un programa de intervención estatal de la economía cuyas medidas principales fueron el rescate bancario, la inversión en obras públicas, las subvenciones agrarias, las ayudas a las empresas y el establecimiento de las bases del Estado de Bienestar (salario mínimo, jornada semanal de 40 horas, libre sindicación y negociación colectiva, pensiones, seguros de enfermedad y subsidios de desempleo). Todas estas medidas permitieron una recuperación económica, pero sin lograr recuperar los niveles previos a 1929, como que no se lograría hasta la II Guerra Mundial.

En el Reino Unido la Gran Depresión fue menos intensa, debido a la menor dependencia de los capitales norteamericanos. En este caso se optó por una acentuación del proteccionismo y una explotación más intensa de su extenso imperio colonial.

Por lo que se refiere a Francia, la victoria de la coalición de izquierdas (Frente Popular) en las elecciones de 1936 supuso la implementación de políticas sociales como el incremento de salarios y las vacaciones pagadas y de un programa de obras públicas, aunque provocando un aumento del déficit público y de los impuestos.

Por último, en Alemania las consecuencias de la Gran Depresión fueron fueron muy intensas y crearon el ambiente favorable para el acceso al poder del nazi Adolf Hitler en 1933. Su política económica se basaba en la autarquía (proteccionismo extremo) y en una política de rearme que le permitió salir de la crisis y superar ampliamente los niveles previos a 1929.

CONCLUSIONES

La Gran Depresión iniciada en 1929 provocó un deterioro de las condiciones sociales, un aumento de las posturas políticas extremas (fascismo y comunismo) y un aumento de las tensiones internacionales entre unas potencias, también las democráticas, que competían por salir de la crisis a través de la defensa y extensión de sus intereses mundiales. Todo ello acabó provocando la II Guerra Mundial (1939-1945).

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LAS REVOLUCIONES RUSAS Y EL ORIGEN DE LA URSS

Tema 7 de Historia del Mundo Contemporáneo de 1º de Bachillerato referente a las revoluciones rusas y al origen de la URSS, por Carlos Javier Garrido García.

Escudo de la URSS. Fuente: wikipedia.

INTRODUCCIÓN

A principios del siglo XX, el Imperio Ruso seguía anclado en el Antiguo Régimen, su proceso de industrialización había sido muy limitado, la sociedad estaba muy polarizada y era un imperio plurinacional, lo que aumentaba las tensiones políticas. Todo ello explica que sufriera mucho las consecuencias de la I Guerra Mundial (1914-1918), que hicieron que el sistema se hundiera en la revolución de febrero de 1917, que no se consolidara el régimen democrático establecido como consecuencia de ella y que, finalmente, en octubre de ese año se hicieran con el poder los bolcheviques. Como consecuencia de ello, se establece el primer régimen político basado en las teorías marxistas, la URSS, naciendo una alternativa a los regímenes democrático-liberales y a la economía capitalista.

EL IMPERIO RUSO A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX

Inmovilismo político y dificultades de modernización

A principios del siglo XX el Imperio Ruso seguía siendo una monarquía absoluta, a lo que se añadía su carácter plurinacional.

En cuanto a la monarquía absoluta, el zar ostentaba todos los poderes del Estado y además era el máximo dirigente de la Iglesia ortodoxa rusa. Su poder lo ejercía gracias a la colaboración de los estamentos privilegiados (nobleza y clero ortodoxo), a una administración centralizada, al Ejército, a la policía secreta y a una fuerte censura.

Por lo que se refiere a su carácter plurinacional, sólo el 44’3 % de la población del imperio era rusa, habiendo múltiples etnias como ucranianos, turcos, polacos, bielorrusos, judíos, lituanos, letones, alemanes, georgianos, armenios, etcétera. Sin embargo, la etnia dirigente era la rusa y se aplicó una política de “rusificación” de las demás etnias, lo que generó un fuerte descontento nacionalista.

Para mantenerse como gran potencia, el Imperio Ruso aplicó durante el siglo XIX reformas en el terreno socioeconómico. Así, en 1861 se abolió el sistema feudal y la servidumbre campesina y se impulsó por el Estado un proceso de industrialización, aunque este fue muy limitado y dependiente en gran medida de capitales extranjeros, principalmente franceses. Todo ello, en vez de solucionar los problemas los acentuó, ya que se mantuvo la pobreza y dependencia campesina y surgieron unas nuevas clases medias y obreras favorables a cambios más radicales y que afectaran también al sistema político.

Los movimientos de oposición

Pese a la prohibición de formar partidos políticos, fueron surgiendo muchos grupos de oposición clandestinos. Los principales fueron el populismo campesino (defensa de un socialismo agrario basado en la colectivización de la tierra), el anarquismo (muy relacionado con el anterior), el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR, partido marxista, dividido en menqueviques socialdemócratas y bolcheviques comunistas, estos últimos dirigidos por Lenin), el Partido Socialista Revolucionario (PSR, “eseritas”, defensores de una régimen democrático y de la reforma agraria, tenía su base social en la clase media y campesinos) y Partido Constitucional Demócrata (PKD, “cadetes”, defensa de un régimen democrático y capitalista, tenía su base social en las clases medias y altas burguesas).

La revolución de 1905 y sus consecuencias

El creciente descontento social y político y la derrota frente a Japón en la guerra de 1904-1905 provocaron una oleada de huelgas y manifestaciones. En enero de 1905 una manifestación pacífica frente al Palacio de Invierno en San Petersburgo fue duramente reprimida por el Ejército (“Domingo Sangriento”), lo que provocó un amplio movimiento revolucionario, formándose “soviets” o consejos populares revolucionarios en muchas ciudades rusas. Ante todo ello, el zar Nicolás II se vio obligado a publicar el “Manifiesto de Octubre”, en el que prometía derechos individuales y el establecimiento de una “Duma” o parlamento con poder legislativo.

Sin embargo, las reformas no fueron cumplidas, ya que la población campesina tenía esperanzas de una reforma agraria que no se acometió y la Duma tuvo un poder legislativo muy limitado, ya que el zar tenía derecho de veto. Al descontento que todo ello produjo se sumó el mantenimiento de la fuerte represión contra la oposición, el desprestigio de la monarquía por las camarillas palaciegas (en las que destacaba Rasputín) y, a partir de 1914, el hundimiento económico, las elevadas víctimas mortales y las continuas derrotas en la I Guerra Mundial. Todo ello explica el hundimiento del régimen en 1917.

LAS REVOLUCIONES RUSAS DE 1917

La revolución burguesa de febrero

En febrero de 1917 se inició una revolución en Petrogrado (nueva denominación de San Petersburgo desde 1914), que, como en 1905, dio lugar a la formación de sóviets, que exigían reformas democráticas y el fin de la guerra. La colaboración entre mencheviques, bolcheviques, eseritas y cadetes provocó que, pese a la fuerte represión, la revolución acabara triunfando. Así, el 2 de marzo abdicó el zar Nicolás II y se formó un Gobierno Provisional, presidido por el príncipe Lvov, con la mayor parte de los ministros cadetes y con el eserita Kerenski como ministro de Justicia.

El nuevo Gobierno Provisional inició de inmediato una serie de reformas: amnistía y promesa de reforma agraria y de elecciones por sufragio universal para una Asamblea Constituyente. Sin embargo, el Soviet de Petrogrado no se disolvió, lo que provocó una dualidad de poderes entre el Gobierno Provisional, dominado por cadetes y eseritas, y los soviets, en los que tenían mucha fuerza los mencheviques y bolcheviques. Además, los sóviets fueron recabando cada vez mayor apoyo popular debido a la continuidad de Rusia en la guerra, a la no realización de la reforma agraria y al retraso en las elecciones a Cortes Constituyentes.

Es en este contexto en el que los bolcheviques van creciendo. Lenin, que estaba exiliado en Suiza, regresa a Rusia en abril de 1917, haciendo públicas las denominadas “Tesis de Abril”, en las que defendía el acceso al poder de los soviets, la realización de una revolución comunista y la salida inmediata de la guerra.

Frente a la creciente pérdida de apoyos, en mayo de 1917 se formó un nuevo Gobierno Provisional de coalición entre cadetes y eseritas presidido por Kerenski. En agosto se produjo el golpe de Estado del general zarista Kornílov, neutralizado gracias a la labor de los sóviets, lo que reforzó su posición, y la de los bolcheviques, frente al Gobierno Provisional.

La revolución bolchevique de octubre

El deterioro de la situación socioeconómica y militar por la guerra y la defensa de la conquista del poder por los bolcheviques de Lenin, explican la Revolución de Octubre de 1917. Esta consistió en el asalto al Palacio de Invierno (sede del Gobierno Provisional) y la ocupación de los puntos clave de la ciudad, estableciéndose un nuevo gobierno dominado por los bolcheviques y presidido por Lenin: el Consejo de Comisarios del Pueblo. El Congreso de los Sóviets comenzó de manera inmediata las reformas: solicitud de una paz inmediata sin anexiones ni indemnizaciones, reforma agraria y convocatoria de elecciones democráticas para elegir una Asamblea Constituyente. Además, el nuevo gobierno decretó el control de fábricas y minas por los sóviets, el establecimiento de la jornada laboral de 8 horas diarias y el derecho de autodeterminación de las naciones del antiguo Imperio Ruso, aunque todo ello acompañado por medidas que reforzaban el control bolchevique, como la censura de presa y el establecimiento de una policía política, la Checa.

En cuanto a la guerra, en noviembre de 1917 se firmó el armisticio con Alemania y en marzo del año siguiente el Tratado de Brest-Litovsk por el que se conseguía la paz pero a costa de grandes pérdidas territoriales (Polonia, Estonia, Letonia y Lituana quedaron bajo control alemán y Georgia, Ucrania y Finlandia accedieron a la independencia).

En cuanto a las elecciones para Asamblea Constituyente, se llevaron a cabo en noviembre de 1917, consiguiendo muy mal resultado los bolcheviques. Ante ello, la nueva Asamblea fue disuelta tras reunirse una única vez, proclamándose la República Socialista Soviética Federativa de Rusia bajo el control de un partido único, el Partido Comunista Ruso, es decir, una dictadura del proletariado.

ESTABLECIMIENTO DE LA URSS

Lenin: de la Guerra Civil a la NEP

La victoria bolchevique sólo se había consolidado en la zona central de la Rusia europea, en torno a las ciudades de Petrogrado y Moscú. Sin embargo, la gran mayoría del Imperio Ruso seguía en manos de los opositores, ya fueran estos zaristas o partidarios del régimen reformista de febrero. En 1918 estalló la Guerra Civil, en la que se enfrentó el Ejército Rojo bolchevique, organizado por Trotsky, y el Ejército Blanco opositor. Pese a su ventaja territorial y a conseguir el apoyo, a veces muy tibio, de las potencias vencedoras en la I Guerra Mundial (Reino Unido, Francia, Estados Unidos y Japón), el Ejército Blanco se vio impotente para derrotar a los bolcheviques, que alcanzaron la victoria total en 1922.

La incidencia de la guerra fue muy importante, ya que provocó la ejecución de la familia real zarista en julio de 1918 y el establecimiento del denominado “Comunismo de Guerra”. Este consistió en el control total de la economía por parte de Estado, suprimiendo la propiedad privada, lo que provocó un descenso acusado de la productividad y de la producción. Junto con ello, la dictadura se endureció, lo que dio lugar a la crisis de 1921, con la Gran Hambruna en el terreno económico y la sublevación de los marineros de Kronstadt en el político.

Para frenar el descontento y aprovechando que la Guerra Civil estaba próxima a finalizar, en 1921 Lenin estableció un cambio en la política económica, estableciendo la Nueva Política Económica (NEP). Esta supuso un retorno a la propiedad privada de la tierra y de las pequeñas y medianas empresas, lo que posibilitó un crecimiento de la productividad y producción y el resurgimiento de la clase media.

Sin embargo, en el terreno político se produjo un nuevo endurecimiento de la dictadura, que se consolidó definitivamente con la creación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) como una república federal en 1922. Su primera Constitución, aprobada en 1924, estableció un Estado subordinado a un partido único, el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). Aunque teóricamente los soviets locales, de distrito, provinciales, de cada república y el Soviet Supremo eran elegidos por sufragio universal, en realidad los únicos candidatos eran los del PCUS. El Soviet Supremo elegía tanto al Consejo de Ministros como al Presidente, coincidentes con el Buró Político y el Secretario General del PCUS.

En el ámbito internacional, Lenin creó en 1919 la Komintern o III Internacional, cuyo objetivo era extender la revolución comunista al resto del mundo, contribuyendo, junto a la crisis de posguerra, a una oleada revolucionaria, especialmente en Europa, que, sin embargo, no logró el triunfo en ningún país. En cualquier caso, contribuyó a consolidar de manera definitiva la división del movimiento marxista en socialdemócratas reformistas, que seguían vinculados a la II Internacional, y comunistas revolucionarios, integrantes de la III Internacional. Con el paso del tiempo, esta se convirtió en realidad en un instrumento al servicio de la política exterior de la URSS.

La lucha entre Stalin y Trotsky

La enfermedad de Lenin entre 1923 y 1924 y su muerte ese último año provocaron una disputa por su sucesión en el poder en la URSS entre Trotsky y Stalin. El primero contaba con un gran prestigio popular por su participación en la revolución y por su organización del Ejército Rojo y defendió la “Revolución Permanente”, es decir, la necesidad de extender la revolución al resto del mundo como medio para ir eliminando la dictadura y establecer el socialismo sin propiedad ni Estado. Frente a ello, Stalin tenía menos prestigio pero muchos apoyos entre los dirigentes del PCUS y defendió el “Socialismo en un solo país”, es decir, la necesidad de convertir a la URSS en una gran potencia militar para asegurar su supervivencia dentro de un mundo capitalista.

Finalmente, la lucha entre ambos se saldó con la victoria de Stalin, siendo Trotsky expulsado del PCUS en 1927, de la URSS en 1929 y, finalmente, asesinado en México en 1940. El “Testamento Político” de Lenin, que advertía sobre la desconfianza que le inspiraba Stalin por su ambición de poder y autoritarismo, fue ocultado.

La dictadura de Stalin

La dictadura de Stalin en la URSS viene definida por su dominio absoluto del PCUS y del Estado en el ámbito político y por el abandono de la NEP y el establecimiento de la total estatalización en la economía.

En cuanto a la dictadura estalinista, esta se basó en el culto a la personalidad de Stalin, en la represión de toda disidencia dentro de la URSS, en el dominio de la nomenklatura (burocracia dirigente y privilegiada) y en una fortísima represión. Esta última se ejercía a través de la policía política (NKVD) y supuso la purga del PCUS, del Ejército y de toda la sociedad a través de macro-procesos como los de Moscú de 1936-1939, que supusieron el asesinato o la reclusión en campos de trabajo forzados (Gulag) de casi 1’5 millones de personas.

En el terreno económico, la NEP fue abandonada en 1928 y sustituida por la planificación y control total por el Estado. Así, se decretó la colectivización de la agricultura, eliminando la propiedad privada en favor de grandes granjas colectivas (koljoses) o estatales (sovjoses), aunque a costa de un nuevo descenso de la productividad y de su supeditación al desarrollo industrial. Por otra parte, se estableció la planificación estatal de la economía a través de planes quinquenales, que priorizaron el desarrollo de la industria pesada y militar frente al desarrollo de la industria de bienes de consumo y de los servicios, lo que a la larga llevó a un estancamiento de los niveles de vida.

CONCLUSIONES

La Revolución de Octubre de 1917 acabó consolidando un nuevo estado, la URSS. En el aspecto socioeconómico se caracterizaba por la supresión de la propiedad privada y, con ello, de las clases sociales, siguiendo los principios marxistas. Sin embargo, la propiedad no fue colectivizada, sino estatalizada lo que unido a sus características políticas, el establecimiento de una férrea dictadura personal apoyada en el aparato del PCUS (la nomenklatura), hizo que en realidad podamos hablar de un capitalismo de Estado y de una nueva división de clases entre dirigentes y dirigidos.

A nivel internacional, el triunfo de los bolcheviques, unido a los problemas socioeconómicos del periodo de Entreguerras (1918-1939), sirvió de estímulo para el desarrollo de movimientos revolucionarios en Europa, surgiendo como reacción regímenes dictatoriales de extrema derecha y una nueva ideología de esta orientación política, el fascismo, lo que supuso un aumento de la conflictividad social y política y una crisis de los regímenes democráticos que acabó provocando, junto con los intereses de las grandes potencias capitalistas, el estallido de una nueva guerra mundial.

La consolidación en el poder, tras la muerte de Lenin, de Stalin y de su política de “socialismo en un solo país” hizo que, por un lado, la URSS se convirtiera en una potencia militar y estuviera en condiciones de enfrentarse, y derrotar, a la Alemania nazi en la II Guerra Mundial, pero, por otro lado, consolidó un modelo de desarrollo que postergaba la calidad de vida de la población en favor del desarrollo de la industria militar y pesada. Todo ello condujo, finalmente, a la Guerra Fría (1945-1991) y al hundimiento, ese último año, de la propia URSS.

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LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)

Tema 6 de Historia del Mundo Contemporáneo de 1º de Bachillerato referente a la Primera Guerra Mundial, por Carlos Javier Garrido García.

Imágenes de la Primera Guerra Mundial. Fuente: wikipedia.

INTRODUCCIÓN

La Primera Guerra Mundial o “Gran Guerra” estalló como consecuencia de la competencia entre las distintas potencias europeas en un contexto de crecimiento económico acelerado por la Segunda Revolución Industrial y de configuración de los imperios coloniales. En este contexto, la situación geopolítica generada por el Congreso de Viena de 1815 se fue desequilibrando. Para entonces, Gran Bretaña se había consolidado como primera potencia mundial, centrada en su expansión imperialista, y como primera potencia económica, gracias a la Primera Revolución Industrial. En el continente europeo se estableció el equilibrio entre potencias, progresivamente descompensado gracias a la unificación de Alemania e Italia y a la disgregación paulatina del Imperio Otomano. El crecimiento económico y el fortalecimiento en la política internacional de una nueva gran potencia, Alemania, terminó por desequilibrar la situación. Pese a convertirse a principios del siglo XX en la primera potencia económica de Europa, llegó tarde al reparto colonial y, en una situación de proteccionismo, para seguir creciendo necesitaba expandirse territorialmente. Dada la imposibilidad de conseguir más colonias, decidió expandirse por Europa, aliándose con el Imperio Austro-Húngaro. Sus dos grandes enemigos, el Imperio Ruso y Francia se oponían a este proceso, consiguiendo la ayuda de Gran Bretaña, que sale de su aislamiento europeo temerosa del crecimiento alemán. Todo ello llevó al estallido de la Guerra, el primer conflicto plenamente industrializado, lo que explica su magnitud, duración y consecuencias.

CAUSAS DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

Las causas profundas del conflicto hay que buscarlas, por tanto, en las tensiones latentes entre las potencias y en la configuración de los bloques de alianzas en Europa. En este contexto, los conflictos coloniales y en los Balcanes aumentaron la tensión, posibilitando que un hecho puntual, el asesinato del archiduque, provocara el estallido del conflicto.

Conflictos latentes entre las potencias

Las tensiones latentes entre las potencias eran básicamente tres:

  • Entre Alemania y Francia: la victoria alemana sobre Francia en 1870 supuso la proclamación del II Reich Alemán en 1871 y la incorporación al mismo de las regiones de Alsacia y Lorena. Desde entonces, el deseo francés de revancha y de recuperarlas fue constante.

  • Entre los Imperios Ruso y Austro-Húngaro: ambos imperios tenían deseos expansionistas en los Balcanes, una región en la que coincidían el hundimiento del Imperio Otomano, la atomización política y la complejidad étnica. Este enfrentamiento hizo que Rusia de aproximara a Francia y que Austria lo hiciera a Alemania en busca de aliados que reforzaran su posición.

  • Entre Alemania y Gran Bretaña: el fuerte crecimiento económico alemán, la potenciación de su flota de guerra y los intentos de expansión colonial provocaron el temor de Gran Bretaña, que sale de su aislamiento y busca la alianza con los enemigos de Alemania: Francia y el Imperio Ruso.

La configuración de los bloques de alianzas

Tras la victoria sobre Francia en 1870 y la proclamación de Guillermo I como emperador en 1871, la política internacional de su canciller, Bismarck, estuvo marcada por la creación de sucesivos sistemas de alianzas que, involucrando a los Imperios Austro-Húngaro y Ruso y a Italia, tenían la intención de dejar aislada a Francia y evitar un conflicto en los Balcanes y por su rechazo a una política de expansión colonial.

Sin embargo, el acceso al poder de Guillermo II y la caída de Bismarck en 1890 supusieron un cambio de política, optándose por una política expansionista, basada en los intentos de conseguir más colonias y en una fuerte inversión armamentística, especialmente destacada en el terreno naval. Del mismo modo, se abandonó la alianza con Rusia y se optó por el apoyo a Austria-Hungría como medio de expansión territorial en los Balcanes, ya que la colonial resultó finalmente imposible.

Todos estos cambios fueron aprovechados por Francia, que pudo firmar una alianza con Rusia en 1891-1892 y, con la incorporación de Gran Bretaña, formar la Triple Entente en 1907. Frente a ella, se mantuvo la Triple Alianza, creada en 1882 Alemania, el Imperio Austro-Húngaro e Italia.

Los dos bloques que se enfrentarían en la guerra habían quedado así configurados, entrando en la denominada “Paz Armada”, periodo de tensión creciente entre los bloques, lo que se tradujo en una carrera de armamentos, especialmente intensa en Alemania, y en un creciente ambiente de nacionalismo radical, lo que se tradujo en la formación de las ligas nacionalistas.

Enfrentamientos coloniales y Guerras de los Balcanes

La tensión existente provocó, y se agravó con, los conflictos coloniales y en los Balcanes.

En cuanto a los conflictos coloniales, Alemania intentó controlar uno de los pocos territorios disponibles en África: Marruecos. Sin embargo, esto chocó con la oposición de Gran Bretaña, temerosa de que Alemania pudiera con ello controlar el estrecho de Gibraltar, clave en la ruta hacia su principal colonia, la India. Por ello, los intentos alemanes en 1906 y 1911 se saldaron con un rotundo fracaso, imponiéndose finalmente en Marruecos un protectorado franco-español. Esto llevó a Alemania a optar por su expansión en la propia Europa a través de su aliada Austria-Hungría, lo que acentuó los conflictos en los Balcanes.

Los Balcanes eran una región especialmente conflictiva por los intereses contrapuestos de Austria-Hungría y Rusia y por el desmembramiento del Imperio Otomano debido a movimientos nacionalistas que acabaron provocando la independencia de Rumanía, Bulgaria, Serbia, Montenegro y Grecia a lo largo del siglo XIX. La tensión en la zona aumentó con la anexión de Bosnia por el Imperio Austro-Húngaro en 1908, lo que provocó el descontento de Serbia y de su aliado, el Imperio Ruso. En 1912 estalla la Primera Guerra Balcánica, en la que los países independizados en la zona se enfrentaron a los restos del Imperio Otomano, reducido a partir de entonces en Europa a la pequeña región de Estambul. Como consecuencia de ello, Albania accede a la independencia y se realiza un reparto territorial que no fue del agrado de Bulgaria. Esto la llevó a declarar la guerra a sus antiguos aliados en 1913 (Segunda Guerra Balcánica), uniéndose a ellos el Imperio Turco, siendo derrotada. El descontento de Bulgaria y del Imperio Turco por sus pérdidas territoriales explica que optaran por aproximarse a la Triple Alianza, mientras que el resto de países balcánicos lo hizo a la Entente.

Detonante

El detonante de la Primera Guerra Mundial fue el asesinato del archiduque Francisco-Fernando cuando visitaba Sarajevo, capital de Bosnia, por un terrorista serbio en julio de 1914. Como consecuencia de ello, el Imperio Austro-Húngaro presentó un ultimátum a Serbia, que fue rechazado, por lo que le declaró la guerra. A partir de entonces, se pusieron en marcha las alianzas y hubo una sucesión de declaraciones de guerra en cascada que dieron lugar al conflicto generalizado.

DESARROLLO DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

Características

La primera característica de la Guerra Mundial es, precisamente, su carácter global. En el conflicto se enfrentaron, por un lado, la Triple Entente (Gran Bretaña, Francia e Imperio Ruso), a la que con posterioridad se irían añadiendo otros países como Italia (anulando su compromiso con la Triple Alianza), Portugal, Bélgica, Rumanía, Serbia, Montenegro, Grecia, Japón, EEUU y la mayor parte de los países latinoamericanos; y, por otro, los Imperios Centrales (Alemania e Imperio Austro-Húngaro), a los que se unieron posteriormente Bulgaria y el Imperio Turco. Por tanto, las fuerzas estaban muy desequilibradas en favor de la Entente, aunque ese hecho se compensaba por la mejor posición estratégica de los Imperios Centrales y por su mejor preparación armamentística, especialmente de Alemania.

En segundo lugar, la Primera Guerra Mundial fue una guerra industrializada, una guerra con el carácter de “total”. El uso masivo de armamento moderno, aprovechando los avances de la Segunda Revolución Industrial (ametralladoras, tanques, armas químicas, inicios de la aviación), además de provocar mayores muertes y destrucciones, hicieron que sus costes económicos fueran muy elevados. Como consecuencia de ello, se estableció una economía de guerra y, para justificarla, una intensa propaganda de carácter belicista y ultranacionalista.

Fases de la guerra

En la evolución de la guerra podemos distinguir cuatro grandes fases:

  • Guerra de Movimientos (1914): la inferioridad de recursos de los Imperios Centrales hizo que estos optaran por una guerra rápida como única posibilidad de victoria. Así, el plan de guerra alemán (“Plan Schlieffen”) estableció un ataque rápido a Francia para posteriormente derrotar al Imperio Ruso y negociar una paz con Gran Bretaña. Sin embargo, Francia logró resistir en la batalla del Marne, lo que aprovechó el Imperio Ruso para realizar una ofensiva contra Alemania, frenada en la batalla de Tannenberg. A partir de entonces, los frentes empiezan a estabilizarse y se entra en una guerra de desgaste en la que los Imperios Centrales tenían todas las de perder.

  • Guerra de Trincheras (1915-1916): la fijación de los frentes y su defensa con trincheras y armamento moderno supuso la entrada en una guerra de desgaste, con batallas en el frente occidental como Verdún y Somme, auténticas carnicerías. Ante ello, la única opción de los Imperios Centrales era limitar la llegada de ayuda exterior a la Entente mediante el bloqueo naval de Gran Bretaña y Francia, aunque esta opción resultaba imposible desde la derrota de la flota alemana en la batalla de Jutlandia. Esto hizo que Alemania optara por un bloqueo submarino que, pese a su incidencia, no logró cortar las comunicaciones marítimas y además provocó la entrada de EEUU en la guerra en 1917. De manera paralela, los Imperios Centrales intentaron aumentar sus recursos extendiéndose hacia el Este y los Balcanes, lo que supuso la ocupación de Polonia y Lituania (del Imperio Ruso), Rumanía, Serbia y el norte de Grecia.

  • El hundimiento de los Imperios Centrales (1917-1918): en abril de 1917 la primera potencia industrial del mundo, EEUU, entra en la guerra a favor de la Entente, agravando el desequilibrio de recursos entre los contendientes. Sin embargo, su ayuda efectiva no se producirá hasta principios de 1918 y la victoria bolchevique en Rusia en octubre de 1917 supuso la salida de este país de la guerra (Tratado de Brest-Litovsk, marzo de 1918), permitiéndole a Alemania concentrar todas sus tropas en el frente occidental. Pese a ello, los Imperios Centrales se fueron hundiendo en cadena: Bulgaria, Imperio Turco, el Imperio Austro-Húngaro y Alemania. En este último caso, Guillermo II abdicó y se proclamó una República que solicitó el armisticio el 11 de noviembre de 1918.

CONSECUENCIAS DE LA GUERRA

Los Tratados de Paz

Las condiciones de Paz fueron fijadas en la Conferencia de Paz de París (1919-1920), en la que se establecieron tratados específicos con cada uno de los países derrotados: el de Versalles con Alemania (1919), el de Saint-Germain con Austria (1919), el de Trianon con Hungría (1920), el de Sèvres con el Imperio Turco (1920) y el de Neuilly con Bulgaria (1920). En sus cláusulas no fueron respetadas las tesis del presidente estadounidense Wilson (“14 Puntos”), sino que lo que primó en ellas fue la dureza y el deseo de castigo, postura defendida sobre todo por Francia.

El más trascendental fue el de Versalles, que impuso unas duras condiciones a Alemania: pérdidas territoriales (Alsacia-Lorena para Francia, Posnania a Polonia, ciudad libre de Danzig, Schleswig a Dinamarca y pérdida de su colonias estableciendo mandatos ejercidos por Gran Bretaña, Francia y Japón), establecimiento de fuertes reparaciones de guerra, cesión temporal del Sarre a Francia, desmilitarización de Renania y limitación de su ejército a 100.000 soldados. El resto de tratados supuso la desmembración de los antiguos imperios plurinacionales en favor de los Estados-nación y se impusieron pérdidas territoriales a Bulgaria (pérdida de su salida al mar Egeo) y al Imperio Turco (Dodecaneso, Armenia, Siria, Palestina, Irak y Transjordania). Además, a nivel general, se establecieron nuevas democracias parlamentarias en la mayor parte de países.

Estos tratados no fueron capaces de asegurar una paz duradera por las siguientes razones: la imposición de las reparaciones de guerra hundió la economía alemana, desestabilizando al nuevo régimen democrático; el deseo de revancha de los derrotados ante una paz que se consideraba impuesta e injusta; la complejidad étnica de Europa Oriental y los Balcanes hizo que el establecimiento de Estados-Nación fuera imperfecta, generando problemas nacionalistas; y el descontento de algunos vencedores, que no vieron satisfechas sus aspiraciones territoriales, como fue el caso de Italia.

Consecuencias demográficas, económicas, sociales y políticas

En cuanto a las consecuencias demográficas, se calcula que la guerra produjo 8’5 millones de muertos y 21 millones de heridos y mutilados. A este cómputo se deben añadir las víctimas civiles, como consecuencia de las carencias alimenticias y sanitarias y la incidencia de la epidemia de gripe de 1918, a lo que habría que sumar el descenso de la natalidad. Este descenso demográfico afectó a las economías de posguerra al reducir la población activa y la demanda.

En la economía, las destrucciones de medios de producción fueron importantes, a lo que habría que unir el coste de reconversión de una economía de guerra a otra de paz. Junto con ello, otro problema importante fue el del endeudamiento de los vencedores con EEUU, razón por la cual exigieron el pago de reparaciones de guerra. Los grandes beneficiados de la guerra fueron este país y Japón, que no sufrieron los efectos de la guerra en su territorio, se enriquecieron vendiendo suministros a sus aliados europeos y los sustituyeron en buena parte de sus mercados exteriores. También salieron beneficiados los países neutrales, que vieron aumentar la demanda de sus materias primas y productos industriales, como fue el caso de España.

Por lo que se refiere a las consecuencias sociales, los efectos de la guerra y de la crisis económica de posguerra supusieron un empobrecimiento de las clases medias, que se proletarizaron, aumentando la polarización y las tensiones sociales. Además, la reinserción social de los excombatientes fue muy difícil, contribuyendo a aumentar las tensiones. Por último, el empleo de mano de obra femenina en trabajos tradicionalmente masculinos durante la guerra, impulsó los movimientos feministas que solicitaban el derecho a voto.

Por último, las consecuencias políticas fueron una extensión de las democracias parlamentarias en el continente europeo, aunque estas tuvieron graves dificultades por el aumento de las tensiones sociales, que provocaron polarización y conflictos políticos. Por otra parte, en las colonias la participación de tropas indígenas en la guerra, la puesta en duda de la misión civilizadora y la defensa del principio de Estado-Nación supusieron un impulso para los movimientos independentistas.

La Sociedad de Naciones

Para evitar una nueva guerra, se creó esta organización internacional, cuyos objetivos declarados eran el mantenimiento de la paz y de la seguridad colectiva, la cooperación internacional y el desarme. Sin embargo, esta organización, que estaba dirigida por un Consejo formado por las potencias vencedoras y una Asamblea General integrada por todos los miembros, fracasó por su falta de capacidad ejecutiva y por la ausencia de grandes potencias como EEUU (temerosa de perder independencia en sus actuaciones internacionales), la URSS (excluida) y, posteriormente, las potencias fascistas (Alemania, Italia y Japón).

CONCLUSIONES

La Primera Guerra Mundial tuvo importantes consecuencias. La dureza de las condiciones de paz y la crisis económica de posguerra desestabilizaron a las nuevas democracias, y el surgimiento de una alternativa al capitalismo basada en la doctrina marxista (URSS), supusieron un aumento de las tensiones y polarización socio-política que explican el surgimiento de fascismo y el futuro estallido de la II Guerra Mundial (1939-1945).

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SEGUNDA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL E IMPERIALISMO

Tema 5 de Historia del Mundo Contemporáneo de 1º de Bachillerato referente a la Segunda Revolución Industrial y al Imperialismo, por Carlos Javier Garrido García.

Reparto entre las potencias industriales de zonas de influencia en China. Fuente: wikipedia.

INTRODUCCIÓN

El crecimiento económico provocado por la Primera Revolución Industrial estaba limitado por una de sus bases: la explotación extrema de la fuerza laboral. Las malas condiciones de vida y de trabajo del proletariado limitaban, por un lado, la demanda potencial y, por otro, provocaban una fuerte conflictividad social y política.

Para solucionar ambos problemas se optó por una mejora de los niveles de vida y unas mejores condiciones de trabajo para el proletariado, lo que en principio reduciría los márgenes de beneficio empresarial. Para aumentarlos, se procuró el descenso de los costes de producción, a través del desarrollo tecnológico, lo que provocó la Segunda Revolución Industrial, y del traspaso de la explotación a las colonias, con lo que disminuía el precio de las materias primas y se encontraban nuevos mercados para los productos industriales y para la inversión de capitales. Al imperialismo ayudó también el proceso de industrialización. Los nuevos países industriales, para protegerse de la competencia británica, optaron por políticas económicas proteccionistas, lo que supuso que cualquier intento de ampliar los mercados pasara por ampliar las fronteras del país.

LA SEGUNDA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

Características

La Segunda Revolución Industrial se desarrolló entre 1870 y 1914, caracterizándose por el surgimiento de nuevas fuentes de energía más eficientes (petróleo y electricidad), el impulso de nuevas industrias motoras (química, automovilística), el gran avance en los trasportes y comunicaciones (automóvil, telégrafo, teléfono), la fuerte concentración empresarial, el desarrollo del capitalismo financiero, la integración del mercado mundial de capitales, la mayor competencia en el comercio internacional, la pérdida de la supremacía industrial británica por la aparición de nuevas potencias industriales y la acentuación del crecimiento demográfico y de las corrientes migratorias internacionales.

Nuevas fuentes de energía y nuevas industrias

La intensificación de la relación entre investigación y empresa, gracias al establecimiento de las patentes y de los grandes laboratorios de investigación, provocó un fuerte avance tecnológico, tanto en las fuentes de energía como en los procesos industriales.

En cuanto a las fuentes de energía, por un lado el carbón empieza a ser sustituido por el petróleo, con una mayor potencia energética y con un más fácil transporte, y por otra parte la electricidad permitió, a un bajo coste, el transporte de la energía desde sus focos de generación, ya fuera térmica o hidroeléctrica, a las zonas de consumo empresarial o residencial.

Por lo que se refiere a los procesos industriales, se registra un fuerte avance técnico, destacando la industria metalúrgica, con la fabricación de acero y nuevos metales como el aluminio, y la química, con la fabricación de sosa y síntesis de compuestos orgánicos. Por otra parte, se implantan dos nuevos modos de producción: el fordismo, consistente en la cronometración del trabajo y la recompensa de la productividad laboral, y el fordismo, que estableció las cadenas de montaje.

Desarrollo de transportes y comunicaciones

Aparte de la expansión y mejora en el ferrocarril y la navegación a vapor, en esta época surgen nuevos medios de transporte, mucho más baratos al necesitar menos infraestructuras fijas, como la bicicleta, el tranvía y el metro, que mejoraron el transporte interno en las ciudades y posibilitaron el crecimiento urbano, y el automóvil y la aviación, que supondrán en el futuro una auténtica revolución.

En cuanto a las comunicaciones, inventos como el telégrafo sin hilos, la telefonía, la prensa diaria y la radio permitieron aumentar los flujos de información y reducir su tiempo.

El desarrollo de los transportes y comunicaciones fue clave en el proceso de gestación de una economía mundial, germen de la futura globalización.

Nuevas potencias industriales

La Primera Revolución Industrial se desarrolló en Gran Bretaña, convirtiendo a este país en la primera potencia económica y política mundial. Desde principios del siglo XIX las innovaciones británicas se difunden al exterior, surgiendo nuevas potencias industriales que se consolidan en la Segunda Revolución Industrial, superando dos de ellas (EEUU y Alemania) a Gran Bretaña a principios del siglo XX.

La industrialización en EEUU se vio favorecida por su enorme mercado interior, la abundancia de recursos naturales, el establecimiento de una amplia red ferroviaria, la división geográfica del trabajo, las innovaciones técnicas, su control de las economías Latinoamericanas y la fuerte concentración empresarial. Todo ello le permitió convertirse en la primera potencia industrial del mundo en vísperas de la I Guerra Mundial.

Alemania se vio favorecida por su unificación económica y política, por una política proteccionista y por la concentración industrial y financiera, convirtiéndose en la primera potencia industrial de Europa a principios del siglo XX, por delante de Inglaterra.

En este periodo surge también una gran potencia industrial en Asia: Japón. El inicio de la “Era Meiji” en 1868, supuso la occidentalización e industrialización del país. Esta última se basó en el impulso estatal y en unas elevadas tasas de productividad gracias a la mentalidad japonesa del trabajo.

Concentración empresarial y desarrollo del capitalismo financiero

El aumento de la competencia interna e internacional gracias al desarrollo de los medios de transporte, al aumento de la producción y productividad por la innovación tecnológica y al crecimiento de la demanda por el aumento del nivel de vida, provocó un proceso de concentración empresarial. De manera definitiva, el empresario individual da paso a las sociedades anónimas, en las que el capital necesario para crearlas se divide en acciones que cotizan en la bolsa y proporcionan a su dueño dividendos, positivos o negativos, en función de los beneficios o pérdidas de las empresas.

Además, estas sociedades anónimas tienden a concentrarse, es decir, a formar conglomerados empresariales cada vez más grandes para hacer frente a la competencia y a las necesidades de capital. La concentración podía ser vertical (una sociedad va agrupando empresas relacionadas con la elaboración de un producto, para que todos los márgenes de beneficio queden dentro de ella) u horizontal (una sociedad va agrupando empresas de distintos sectores económicos como defensa frente a los problemas que puedan surgir en alguno de ellos).

La concentración empresarial cada vez más acusada acabó generando problemas de monopolio y falta de competencia, y provocó también el establecimiento de un capitalismo financiero en el que la banca, suministradora del principal bien de producción, el capital, se convierte en clave del sistema. Así, los grandes bancos se convierten en prestatarios de las grandes sociedades y también, en ocasiones, en propietarios de parte de sus acciones.

Primera mundialización de la economía capitalista

La Segunda Revolución Industrial supuso una primera mundialización de la economía que fue paralela al imperialismo, como causa y efecto a la vez.

Así, el descenso de los precios de los productos industriales por el aumento de la productividad, el aumento del consumo de materias primas por el aumento de la producción industrial (que generó a su vez un excedente de productos industriales), la disminución de los costes de transporte por el desarrollo de sus medios y la facilitación de los intercambios comerciales por el establecimiento del patrón oro (fijación del precio de cualquier moneda en relación con el oro que la respalda en los depósitos del banco central emisor) aumentaron exponencialmente el volumen del comercio internacional.

Por otro lado, los grandes beneficios generados en las sociedades industriales empezaron también a invertirse en el exterior, ya fuera en las colonias de cada metrópoli, en países productores de materias primas o en nuevos países industriales. Con ello se buscaban nuevos beneficios, huyendo de los mercados saturados y muy competitivos de las grandes potencias industriales.

Gracias al aumento del comercio y de la inversión exteriores se empezó a gestar un mundo interconectado y dependiente en el terreno económico.

Crecimiento demográfico y grandes migraciones

En este periodo la población europea entró en plena fase de Transición Demográfica, con una natalidad que se mantiene alta y con una mortalidad que registra una fuerte caída por los avances médicos, higiénicos y en el nivel de vida. Así, la población del continente pasa de 270 millones en 1850 a 400 en 1900, en un periodo en el que además millones de europeos emigraron al exterior, lo que sirvió de atenuante para los problemas de exceso de mano de obra disponible y de posibles tensiones sociales. A nivel interno, el crecimiento demográfico y el desarrollo económico provocaron una acentuación del proceso de urbanización y del éxodo rural. A nivel externo, aumentaron los movimientos migratorios transoceánicos.

Las migraciones exteriores crecieron de manera exponencial, cifrándose en 60 millones los europeos que emigraron a otros continentes en el siglo XIX. Las causas de estas migraciones fueron la elevada población joven existente en el continente, lo que producía excedente de mano de obra y problemas de pobreza; el abaratamiento de los medios de transporte; la expansión imperialista de las potencias europeas en África, Asia y Oceanía; y el funcionamiento de la redes familiares en un proceso migratorio que funcionaba de manera escalonada. Los destinos preferentes fueron América, el norte de África, Sudáfrica y Australia-Nueva Zelanda. En cuanto a las zonas de salida, entre 1845-1880 predominaron los emigrantes de la Europa Noroccidental debido a la crisis económica, y entre 1880 y 1914 los movimientos migratorios se intensifican, predominando ahora los emigrantes de la Europa meridional y del Este, zonas en las que el proceso de industrialización había fracasado o se había desarrollado de manera incompleta.

EL IMPERIALISMO

Frente al colonialismo de la Edad Moderna, centrado en América y zonas litorales de África y Asia y consistente en el establecimiento de colonias de poblamiento o de factorías comerciales, predominando una óptica mercantilista, en el último tercio del siglo XIX y principios del siglo XX se establece el Imperialismo. En este caso, consiste en la expansión territorial de las grandes potencias industriales con unos objetivos económicos (necesidad de asegurarse materias primas y mercados en un contexto de creciente competencia internacional y proteccionismo) compatibles con el deseo de asentar a los excedentes demográficos y de cubrir sus necesidades estratégicas y políticas. El desarrollo industrial posibilitó que esta expansión fuera de carácter global y de mayor incidencia, extendiéndose por todos los continentes y suponiendo unas formas de dominación mucho más intensas.

Causas

El imperialismo se produce por la confluencia de múltiples causas: económicas, políticas, científicas, ideológicas y religiosas.

En cuanto a las causas económicas, el aumento de la competencia internacional y la generalización de medidas proteccionistas provocó la necesidad de las potencias industriales de asegurarse el suministro de materias primas baratas y de mercados para sus productos industriales y para la inversión de sus capitales excedentes. Tradicionalmente, estas han sido consideradas las causas principales del imperialismo, aunque recientemente se suele destacar que los costes de mantenimiento de las colonias eran mayores que los beneficios obtenidos de ellas. Sin embargo, esta perspectiva tiende a olvidar que los gastos eran asumidos por toda la sociedad de las metrópolis, mientras que los beneficios se concentraban en las clases altas, que eran las que predominaban políticamente en los regímenes liberales de la época. Evidentemente, para esas clases altas la rentabilidad de las colonias era muy alta. Por otra parte, el desarrollo de los medios de transporte y de la tecnología, aplicada a la industria militar, facilitó la expansión imperialista.

Por lo que se refiere a las causas políticas, estas eran básicamente las necesidades estratégicas (dominar zonas para controlar rutas importantes, asegurar el dominio de una zona dominando las adyacentes) y de prestigio (se asume que para ser una gran potencia había que ser una potencia colonial y los avances de una de ellas provoca el deseo de expansión de las demás), esto último relacionado también con el fuerte nacionalismo de los regímenes liberales de la época.

Las causas científicas son el aumento de los conocimientos geográficos, lo que permitió conocer los recursos de todo el mundo, gracias al desarrollo de los viajes de exploración, de las sociedades geográficas, de las asociaciones coloniales y de la literatura de viajes.

En cuanto a las causas ideológicas, más que de causas podemos hablar de justificaciones. Se desarrolla una ideología favorable al imperialismo basada en el racismo (la superioridad de una raza, la blanca, sobre las demás) y el darwinismo social (las sociedades con mayor desarrollo, es decir, las mejor adaptadas, deben expandirse a costa de las demás para que la humanidad siga avanzando), y que tenía como supuesto objetivo la misión civilizadora, es decir, elevar mediante un proceso de aculturación el nivel político, económico, social y cultural de las sociedades inferiores dominadas. Relacionada con esta misión civilizadora están las causas religiosas, consistentes en la expansión del cristianismo, católico o protestante, a través de misiones.

Formas de dominación colonial

El imperialismo se desarrolló de distintas maneras en función de los objetivos fijados como prioritarios en cada zona por las metrópolis (asentamiento de población, explotación económica, necesidades estratégicas) y de las características de las sociedades dominadas. Así, podemos distinguir entre colonias, dominios, protectorados y concesiones.

Las colonias son el modo más extendido, dándose en zonas donde la población nativa es importante, sus desarrollo previo escaso y donde prima el interés por la explotación económica. En este caso, la zona entra totalmente bajo el dominio de la metrópoli, que lo ejerce a través del establecimiento de una administración dependiente y del asentamiento de colonos blancos, que serían la minoría dominante. Este es el caso de la mayor parte de las colonias del África Negra.

Los dominios o colonias de poblamiento se establecen en zonas donde la población nativa era escasa (Canadá, Australia, Nueva Zelanda) o donde la antigüedad de la conquista o las buenas condiciones naturales han favorecido el asentamiento de una numerosa población de la metrópoli (caso de Sudáfrica y Argelia). En este caso, la administración colonial es ejercida por instituciones de gobierno autónomo de los colonos, que dominan y marginan a la población nativa, sea esta mayoritaria o minoritaria.

En cuanto a los protectorados, son una forma de dominación colonial atenuada en su apariencia exterior para evitar descontentos o conflictos nacionalistas en su población nativa, estableciéndose en zonas con un destacado desarrollo previo, como eran los países árabes del Norte de África y de Oriente Próximo y los países del sur de Asia, como India o Malaysia. En ellos se siguen manteniendo las autoridades locales, que son teóricamente independientes, pero la potencia imperial controla su defensa, su política exterior y su economía. En este sentido, constituyen un claro precedente de lo que posteriormente se llamaría neocolonialismo y de hecho era la situación bajo la que estaban las antiguas colonias españolas y portuguesas de América tras su independencia a principios del siglo XIX.

Por último, las concesiones consistían en la división de un país en distintas zonas de influencia para varias potencias, es decir, eran prácticamente un protectorado compartido. Esta situación se producía en zonas con un buen nivel de desarrollo previo, en el que se preveían grandes dificultades nacionalistas para su dominación directa y en las que convergían los intereses estratégicos y económicos de distintas potencias, lo que podía provocar una guerra entre ellas. Este fue el caso de China (demasiado grande, poblada y desarrollada para ser dominada ni directamente ni por una única potencia), de Tailandia (donde entraban en conflicto los intereses de Francia y Gran Bretaña) o de Irán (donde los hacían los de Rusia y Gran Bretaña).

La expansión imperial

Aunque tenía sus bases en el colonialismo de la Edad Moderna, entre 1870 y 1914 se acentúa se desarrolla el nuevo imperialismo, impulsado por el desarrollo tecnológico y económico de la Segunda Revolución Industrial y por la adopción de políticas económicas proteccionistas. La expansión fue muy rápida, tanto en África, continente que se reparte entre las potencias en la Conferencia de Berlín de 1884-1885, como en Asia-Oceanía, donde para finales del sigo XIX se han configurado las zonas de dominio de cada potencia. A partir de entonces, se producen numerosos conflictos entre potencias, como el enfrentamiento franco-británico por Sudán y la guerra entre España y EEUU por Cuba y Filipinas (1898), la guerra anglo-boer en Sudáfrica (1899-1902), la guerra ruso-japonesa (1904-1905) y las crisis de Marruecos (1906 y 1911).

El reparto colonial configuró distintos imperios, con una importancia proporcional a la influencia internacional y el desarrollo industrial de cada país. Así, el principal imperio fue el británico, que se extendía por América (Canadá), África (de Egipto a Sudáfrica, con otros enclaves como Nigeria), Asia (India, Malaysia, Singapur) y Oceanía (Australia y Nueva Zelanda). Le seguía en importancia el imperio francés, extendido básicamente por África (Africa noroccidental, Congo, Madagascar) y Asia (Indochina). Muy lejos de las dos anteriores quedan potencias europeas secundarias, como Holanda (Indonesia), Bélgica (Congo Belga) y Rusia (Siberia, Turquestán). Otros países menos desarrollados industrialmente y con menor peso internacional consiguen reducidos imperios, como España (Guinea Ecuatorial, Sáhara Occidental y norte de Marruecos) o Portugal, en este caso más amplio por conservar restos de su colonialismo en la Edad Moderna (Guinea Bissau, Angola, Mozambique, Timor, Goa y Macao). Tanto Italia como Alemania llegaron tarde al reparto colonial por su tardía unificación (1870), lo que hizo que pese a su potencial tuvieran pocas colonias. Así, Italia poseía Libia, Eritrea y Somalia, mientras que Alemania, que se acabó convirtiendo en la primera potencia industrial europea, contaba con Togo, Camerún, África Oriental y África del Sudoeste. A la larga, esto provocó conflictos por el deseo expansionista de ambos países.

Fuera de Europa, sólo los países que desarrollaron el proceso de industrialización acabaron configurando imperios coloniales. EEUU elaboró una doctrina fundamentadora del imperialismo sobre el resto de América: la “Doctrina Monroe” (América para los americanos) y el “Destino Manifesto” (misión civilizadora norteamericana en América). En principio, la expansión se dirigió hacia el oeste, a costa de las tribus indias y de México. La victoria sobre España en 1898 le permitió asentar su dominio en el Caribe, donde pasó a aplicar la política del “Gran Garrote” a partir de 1901, luego extendida al resto de América Latina, e iniciar su expansión extracontinental con la anexión de las Islas Filipinas y la conquista de las islas Hawai. Por lo que se refiere a Japón, su industrialización le llevó a una expansión territorial cuyos objetivos fundamentales eran Corea y China. Así, la victoria sobre este último país en 1894-1895 le llevó a controlar Corea y a penetrar económicamente en China. La posterior victoria robre Rusia en 1904-1905 reforzó su posición, anexionándose Corea y estableciendo un protectorado en la región china de Manchuria (1910).

Consecuencias

Las consecuencias del imperialismo fueron políticas, económicas y sociales.

En el ámbito político, el imperialismo provocó conflictos entre las metrópolis y en las colonias provocó el establecimiento de fronteras artificiales (origen de futuros conflictos) y el nacimiento de movimientos nacionalistas en favor de la independencia.

En la economía, el imperialismo favoreció el crecimiento económico de las potencias industriales y una estabilización de sus sistemas políticos, gracias al aumento del nivel de vida y a la salida de los excedentes demográficos. En las colonias, el imperialismo se tradujo en una explotación extrema de su economía, organizada en función de los intereses de las metrópolis. Así, se convirtieron en suministradoras de materias primas baratas (basándose en el pago de bajos salarios y en la expropiación de tierras y recursos mineros) y en consumidoras de productos industriales (lo que arruinó a la artesanía nativa), quedando inmersa en un comercio desigual que las empobrece. Además, la situación se agrava por el crecimiento demográfico (al ser introducidas las colonias en la Fase de Transición demográfica, pero no como consecuencia de su desarrollo socioeconómico sino de la implantación de avances médicos e higiénicos por los colonizadores) y por la incapacidad de suministrar alimentos a su población debido al empleo de las mejores tierras a plantaciones de cultivos de exportación.

Por último, en el ámbito social, el imperialismo desestructuró a las sociedades nativas, muchas de ellas tribales; generó una polarización social interna entre la población en general y las élites colaboracionistas; y provocó un intenso proceso de aculturación.

Todas estas características provocaron el nacimiento posterior del Tercer Mundo.

CONCLUSIONES

El fuerte crecimiento económico y la creciente competencia internacional debidas a la Segunda Revolución Industrial provocaron la expansión imperialista de las potencias industriales europeas, de EEUU y de Japón. Esta expansión generó conflictos entre las potencias, lo que acabó dando lugar a la I Guerra Mundial (1914-1918) y al asentamiento de un capitalismo financiero escasamente controlado por los Estados, lo que acabaría generando dinámicas especulativas proclives a la crisis, como dejó patente la Gran Depresión iniciada en 1929. En cualquier caso, la principal consecuencia a largo plazo es la acentuación de las diferencias socioeconómicas entre el mundo desarrollado y subdesarrollado, origen profundo de la globalización desequilibrada del mundo actual.

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LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Y EL PROCESO DE INDUSTRIALIZACIÓN

Tema 3 de Historia del Mundo Contemporáneo de 1º de Bachillerato sobre la Revolución Industrial y el proceso de Industrialización, por Carlos Javier Garrido García.

Máquina de Vapor de Watt, clave en la Industrialización. Fuente: Wikipedia.

INTRODUCCIÓN

De manera paralela al proceso de revolución liberal, y con relaciones causa efecto en ambas direcciones, se produjo el proceso de revolución Industrial, desarrollado en Gran Bretaña desde el siglo XVIII y difundido ya en el XIX a Europa, Norteamérica y Japón en el llamado proceso de Industrialización. Como consecuencia de todo ello, se establece un nuevo sistema económico, el capitalismo, y se consolida una nueva organización social, la sociedad de clases.

LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN GRAN BRETAÑA

Concepto y características

El proceso de Revolución Industrial supuso un cambio total en las bases económicas, pasando de una economía estancada, basada en la agricultura de subsistencia, en la producción artesanal y en un comercio limitado, a otra economía caracterizada por su crecimiento sostenido y basada en una agricultura de mercado, en la producción industrial y el desarrollo comercial y financiero.
Se desarrolló en dos grandes fases: la Primera Revolución Industrial, desarrollada entre 1780 y 1850, que se basó en el uso energético del carbón a través de la máquina de vapor y sus principales industrias fueron la textil y la siderúrgica; y la Segunda Revolución Industrial, desarrollada entre 1870 y 1914, basada en el uso energético del petróleo a través del motor de explosión, en la electricidad y en nuevas industrias como la química y la automovilística. En este tema, nos vamos a centrar en la primera de estas fases, siendo objeto de la segunda el Tema 5.

Causas de la Revolución Industrial

Las causas de la Revolución Industrial son básicamente tres: el crecimiento demográfico, las transformaciones agrarias y la situación política de Inglaterra.
En cuanto al crecimiento demográfico, en esta época se produce el inicio de la Transición Demográfica, es decir, del paso del ciclo demográfico antiguo (caracterizado por unas altas tasas de natalidad y mortalidad y un bajo crecimiento vegetativo, que además desaparecía por periódicas crisis de sobremortalidad, debidas a malas cosechas, epidemias y guerras, por lo que la población tendía al estancamiento) al ciclo demográfico moderno (caracterizado por bajas tasas de natalidad y mortalidad y un crecimiento igualmente bajo o, incluso, negativo). Entre ambas fases se sitúa la Transición, que en una primera fase, iniciada en Inglaterra en el siglo XVIII, se caracteriza por el mantenimiento de la alta natalidad, que incluso aumenta un poco, y el progresivo descenso de la mortalidad. Las causas para ello fueron la mejora de la alimentación por el desarrollo agrario (que luego veremos), la mejora de los transportes y los avances higiénico-sanitarios, provocando todo ello una menor mortalidad y también un adelantamiento en la edad de acceso al matrimonio, lo que aumentó la natalidad. El crecimiento de la población favoreció a la industrialización por el aumento de la demanda y el aumento de la oferta de mano de obra.
Las transformaciones agrarias o Revolución Agraria consisten básicamente en el establecimiento de una agricultura de mercado y en un aumento de la productividad. Para ello fue necesario el asentamiento de la plena propiedad privada, mediante las leyes de cercamiento y en la introducción de novedades técnicas, como la rotación trienal y la mecanización, y de nuevos cultivos, como el maíz y la patata. En la ganadería, creció la estabulación del ganado, lo que permitió una mayor producción y un aumento de los abonos de origen animal, lo que favoreció a la agricultura. El aumento de la productividad permitió una mejora en la alimentación, lo que aumentó la población, y un crecimiento de los beneficios de los agricultores, lo que aumentó la demanda de productos industriales y proporcionó capitales a la naciente industria. Por último, la mecanización de las tareas agrícolas provocó un aumento del desempleo y originó un fuerte movimiento de población hacia las ciudades (éxodo rural), proporcionando abundante mano de obra a la naciente industria.
Por último, Inglaterra presentaba unas condiciones políticas que favorecieron que se produjera allí el proceso de Revolución Industrial. Por un lado, desde la Revolución de 1688 el país contaba con un régimen liberal, por lo que las normas del Estado favorecieron el desarrollo industrial, estableciendo los principios de libre empresa e iniciativa privada. Por otra parte, Inglaterra era la principal potencia marítima del momento, lo que le permitió acceder a las materias primas y tener mercados para sus productos a nivel mundial. Precisamente, en el siglo XVIII es cuando se ponen las bases del gran imperio británico.

Las industrias pioneras

El desarrollo de la industria en Gran Bretaña se debió a la constante innovación técnica, gracias a la estrecha relación entre científicos y fabricantes. El desarrollo del proceso era impulsado por el mecanismo desafío-respuesta: una innovación en un determinado sector provocaba una cascada de innovaciones posteriores que a su vez provocaban otras.
Durante la Primera Revolución Industrial el desarrollo se centró en dos industrias: la textil algodonera, debido a que el vestido era un bien de primera necesidad con alta demanda, y la siderúrgica, ya que la mecanización y el desarrollo de los transportes (ferrocarril) aumentó la demanda de hierro y acero.
En cuanto a la Industria textil, su desarrollo se basó en la sustitución de la lana y otras fibras por el algodón, producto de importación que permitía una más fácil mecanización de las tareas y un menor coste de producción. Ya en 1764 se inventó la máquina de hilar, mejorada por el invento de la máquina de vapor en 1776, estableciéndose los primeros telares mecánicos en 1785. Gracias a ello, la industria textil algodonera se convirtió en el sector rector del proceso de industrialización, sirviendo de impulso para el desarrollo de otras industrias, como la siderúrgica, la metalúrgica y la química, de la minería del carbón, del comercio internacional por la importación de la materia prima y del desarrollo de los transportes.
Por lo que se refiere a la industria siderúrgica, el uso del carbón mineral (coque) en sustitución del vegetal, permitió una mayor productividad y un aumento de calidad. Para esto último, fueron básicos también los nuevos sistemas de laminado y pudelado, que permitieron reducir las impurezas, produciéndose un hierro más resistente y maleable. El desarrollo del sector se vio favorecido por la alta demanda debida al desarrollo de la mecanización y de los transportes.

La Revolución de los transportes y comercial

En el desarrollo del proceso de industrialización fue causa y efecto a la vez el desarrollo de los transportes, ya que este permitió disminuir los costes de producción y aumentar los mercados y a la vez el aumento de la producción y de la demanda provocaron la necesidad de mejorarlos. En un principio, Inglaterra se centró en la mejora de los medios de transporte tradicionales, como la red de canales navegables y la red de carreteras. Sin embargo, a principios del siglo XIX se inician los cambios revolucionarios con la aplicación de la máquina de vapor, concretada en el desarrollo del barco a vapor en 1807 y del ferrocarril en 1830. Estas innovaciones permitieron aumentar la velocidad y capacidad de carga, lo que abarató los costes, permitiendo un aumento de la producción y del consumo. Además, el desarrollo de los nuevos medios de transportes impulsó la industria siderúrgica y el elevado coste de las infraestructuras ferroviarias incentivó la formación de grandes sociedades de capital.
En cuanto al desarrollo del comercio, en el proceso de industrialización fue clave el comercio exterior. Este creció debido al desarrollo de los transportes y tenía como productos principales las materias primas como el algodón, los esclavos y los tejidos. El desarrollo de este comercio incentivó la expansión colonial, aumentó la demanda de los productos industriales y favoreció una acumulación de capitales que, en parte, fueron reinvertidos en la industria.

La nueva mentalidad empresarial

El proceso industrializador se vio favorecido por el desarrollo del capitalismo y del espíritu empresarial, ambos elementos impulsados a su vez por el mismo proceso. La acumulación de capitales incentivó el espíritu de empresa y permitió el desarrollo de la banca y el establecimiento de sociedades anónimas. Estas dos últimas instituciones fueron aumentando su importancia ya que el desarrollo técnico y el aumento de la demanda y de la competencia aumentaron el tamaño de las empresas y sus necesidades de financiación. Así, el empresario individual fue sustituido progresivamente por las sociedades y corporaciones empresariales.

EL PROCESO DE INDUSTRIALIZACIÓN

Cuando hablamos de Revolución Industrial nos referimos exclusivamente al caso de Gran Bretaña, que es donde el proceso se desarrolla antes y de manera más intensa. La difusión de las innovaciones británicas a otros países es lo que se conoce como proceso de industrialización. Este fue especialmente intenso en Estados Unidos, independizado de Gran Bretaña en 1776 y que se vio favorecido por sus enormes recursos naturales, los mercados iberoamericanos y su régimen político y mentalidad liberales. En el caso de Europa Occidental, la industrialización fue intensa en Bélgica, Francia y Alemania, aunque con una mayor falta de iniciativa privada, que fue suplida por la acción impulsora del Estado, que creó empresas públicas, sobre todo siderúrgicas, e impulsó la construcción de las redes ferroviarias. Por último, el proceso de industrialización fue también intenso en Japón, aunque de manera más tardía, ya que no empezó hasta que la Revolución Meiji de 1868 occidentalizó al país.
El resto del mundo permaneció estancado en una economía preindustrial durante la primera mitad del siglo XIX, habiendo solo en algunos casos núcleos industriales aislados, como fue el caso de Cataluña en España o Lombardía en Italia. Esto se debió a una mayor pervivencia de las mentalidades y organizaciones políticas tradicionales, a una ausencia de revolución agraria y, en el caso de Iberoamérica, África, Asia y Oceanía, al colonialismo, que convirtió a estas zonas en productoras de materias primas y consumidoras de productos industriales importados de sus metrópolis.

LIBERALISMO ECONÓMICO Y CAPITALISMO

La Revolución Industrial y la Industrialización supusieron el establecimiento de una economía liberal, basada en la propiedad privada, la libre empresa, el mercado libre (librecambismo) y la no intervención del Estado en la economía. Esta economía se basaba en las ideas del liberalismo económico y dio lugar al nacimiento del sistema económico capitalista.

Bases teóricas del liberalismo económico

Las bases teóricas del liberalismo económico o liberalismo clásico, fueron establecidas por una serie de autores de finales del siglo XVIII y principios del XIX. El principal de ellos fue Adam Smith, que en 1776 publicó su libro “La riqueza de las naciones”. Defendía la iniciativa privada frente a la del Estado, la autorregulación del mercado, que la riqueza procedía del trabajo y que este debía dividirse técnicamente. El clérigo Robert Malthus, en su libro “Ensayo sobre el principio de la población” (1798), defendió la ley de crecimientos decrecientes, por la que la población crecía a un mayor ritmo que la producción de alimentos, lo que llevaba a crisis de sobrepoblación. Más importantes son David Ricardo, fallecido en 1823, que defendió el librecambismo y la división internacional del trabajo, y John Stuart Mill, que en su libro “Principios de economía política” (1848) defendió que era necesario que el Estado interviniera en la economía a través de la prestación de servicios públicos básicos y en la regulación laboral, pero sin interferir en el mercado y la libre empresa.

El sistema económico capitalista

El nuevo sistema económico capitalista se caracterizaba por la acumulación de capitales, una economía de base industrial, el establecimiento de una sociedad de clases y el crecimiento económico y mejora de las condiciones de vida como objetivos principales. Sin embargo, estos elementos generaron grandes desigualdades sociales, entre unos grupos dominantes, que se enriquecen y dominan política y económicamente la sociedad, y las clases bajas, especialmente los obreros industriales, que en un principio vieron deteriorarse sus condiciones de vida y de trabajo.

LA NUEVA SOCIEDAD DE CLASES

Gracias a los cambios políticos (revoluciones liberales) y económicos (industrialización), la sociedad estamental es sustituida por una sociedad de clases en la que esta se estructura en función de la riqueza y presenta una relativa movilidad social.
En cuanto a las clases altas, son la minoría dominante y estaba compuesta por la alta nobleza, que sigue conservando en parte su prestigio, su influencia política y su riqueza, y la alta burguesía, compuesta por grandes industriales, comerciantes, banqueros y propietarios agrícolas, que se convierte en el grupo dominante tanto en lo socioeconómico como en lo político, esto último gracias al sufragio censitario. Desarrollan un modo de vida opulento y ostentoso a imitación de la antigua aristocracia y defendían una ideología basada en el progreso, el esfuerzo individual y la religión.
Las clases medias van a ir aumentando gracias al desarrollo económico. Estaban formadas por pequeños y medianos empresarios, trabajadores especializados, profesiones liberales y funcionarios. Su creciente peso hará que entren en disputa por el poder político con los grupos dominantes, exigiendo un sufragio menos censitario. Su ideología ponía el acento en el valor del trabajo sobre el ocio y la ostentación y la importancia de la vida familiar.
En las clases bajas, que son la mayoría social, destaca la aparición del proletariado, es decir, de los obreros industriales. Antiguos campesinos y artesanos, con la industrialización ven empeorarse sus condiciones de vida debido a las malas condiciones laborales y salariales, el trabajo infantil y las condiciones de hacinamiento e insalubridad de los barrios industriales. Como consecuencia de ello, se potencian los movimientos democráticos y surgió el movimiento obrero.

CONCLUSIONES

La Primera Revolución Industrial es causa y efecto a la vez de un proceso paralelo, las Revoluciones Liberales. Gracias a ambos se estableció un nuevo sistema político (liberalismo), social (sociedad de clases) y económico (capitalismo) que es la base del Mundo actual. Sin embargo, el nuevo sistema estaba basado en la desigualdad y el predominio de las clases altas-medias, lo que explica el descontento de las bajas y el inicio de nuevos ciclos revolucionarios basados en las ideas de democracia y del movimiento obrero.
La importancia de este tema radica también en que permite entender la complejidad explicativa de los fenómenos sociales, que depende de relaciones causa-efecto que se mueven en múltiples direcciones.

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EL MOVIMIENTO OBRERO

Tema 4 de Historia del Mundo Contemporáneo referente al movimiento obrero, por Carlos Javier Garrido García.

Karl Marx y Mijail Bakunin, dos de los grandes teóricos del movimiento obrero. Fuente: elviejotopo.com

INTRODUCCIÓN

Las revoluciones liberales y el proceso de industrialización dieron lugar a una nueva clase social, el proletariado, sometida a la marginación en la vida política y a unas condiciones de vida y de trabajo muy duras. El descontento, canalizado en principio en reivindicaciones que no ponían en duda los principios liberales y capitalistas, terminó dando lugar a unas nuevas ideologías que plantearon alternativas sociopolíticas basadas en la igualdad política y social. Estas nuevas ideologías, fundamentalmente el marxismo y el anarquismo, acabaron dando lugar al movimiento obrero, concretado en la creación de asociaciones internacionales que supusieron la difusión de sus principios a nivel mundial.

CAUSAS DEL MOVIMIENTO OBRERO: PROBLEMAS SOCIALES DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

La clase obrera o proletariado tiene su origen en los jornaleros, siervos y pequeños propietarios rurales que, arruinados por la mecanización, la pérdida de terrenos comunales y la competencia de las grandes propiedades, emigran en masa del campo a las ciudades (éxodo rural), y en los trabajadores a domicilio y los integrantes de los gremios artesanales, arruinados por la competencia de la industria. Todos ellos tomaron conciencia de su situación y forjaron su identidad de grupo (conciencia de clase) gracias a su agrupación en los barrios obreros de las ciudades y a la existencia de unas duras condiciones laborales.

En cuanto a los barrios obreros, el éxodo rural provocó un fuerte crecimiento urbano, iniciándose el proceso de segregación urbana, es decir, de la división de la ciudad en distintos barrios con unas condiciones de habitabilidad y con unas clases sociales contrastadas. Surgen así tanto lo ensanches burgueses, caracterizados por su planificación, su plano ortogonal y la buena calidad de sus calles y viviendas, asentándose en ellos las clases altas y medias, como los barrios obreros, situados en la periferia, junto a las instalaciones industriales, sin planificación, un plano irregular , ausencia de dotaciones de alcantarillado e iluminación y unas viviendas de mala calidad.

Por lo que se refiere a las duras condiciones laborales, sus causas eran las fuertes necesidades de capital por parte de las empresas por la competencia y la mecanización, la mentalidad empresarial de búsqueda del máximo beneficio a toda costa, el fuerte crecimiento demográfico y éxodo rural que aumentaron la demanda de trabajo y la ausencia de regulación por parte del Estado, por lo que las condiciones de trabajo eran fruto de una desigual y directa negociación entre empresario y trabajador. Como consecuencia de todo ello, las condiciones laborales estaban marcadas por la larga duración de la jornada laboral (hasta 16 horas diarias), la estricta disciplina, la supresión de descansos, el despido libre, la ausencia de protección y de derechos laborales o sindicales, las malas condiciones higiénico-sanitarias y de iluminación en las fábricas, y el trabajo repetitivo y rutinario asociado a la mecanización y división del trabajo. Además, se abusó, buscando el pago de menores salarios, del trabajo femenino e infantil. Todo ello provocó que en estos periodos iniciales empeoraran los niveles de vida de las clases bajas. Sin embargo, a largo plazo, esta situación provocaba descontento y conflictividad, dando lugar al movimiento obrero, y estancamiento económico, ya que limitaba el consumo, lo que explica que se iniciara el camino, que veremos en el tema siguiente, hacia la mejora de las condiciones de vida y de trabajo del proletariado.

ORÍGENES: LUDISMO, CARTISMO Y SINDICALISMO

Las duras condiciones de vida y de trabajo de los obreros dieron lugar a movimientos de protesta y de lucha por su mejora. En un principio, los obreros optaron por el asociacionismo, creando sindicatos, en un principio de ámbito empresarial o local.

Frente a ello, la burguesía, que ostentaba el poder político, optó por prohibir las asociaciones sindicales, alegando que entorpecían la libre oferta y demanda (“Combination Laws”, 1799-1800). Esto provocó el surgimiento de una postura radical, el Ludismo, consistente en revueltas en las que las máquinas eran destruidas, ya que se las consideraba culpables del deterioro de sus condiciones laborales, y de movimientos de protesta exigiendo el derecho a la libre asociación. Tras la Masacre de Peterloo (1819), este derecho fue finalmente reconocido en Gran Bretaña en 1824.

A partir de ese momento, el movimiento obrero se centró en crear sindicatos más fuertes, tendiendo a agrupar a todos los oficios a nivel nacional, y a conseguir establecer regímenes democráticos como medio de conseguir una legislación de protección laboral. Así, en 1834 se crea la primera gran central sindical en Gran Bretaña (GNTU), y surge el movimiento cartista en defensa del sufragio universal masculino, que en 1838 publica la denominada “Carta del Pueblo”. Sin embargo, ambos movimientos fracasaron, lo que unido al paulatino aumento del nivel de vida de los obreros determinó que el movimiento obrero inglés se decantara por posturas más pacifistas y reformistas que en el resto de las zonas industriales.

En cuanto al resto del mundo, en Estados Unidos y Europa el movimiento obrero sufre una evolución paralela al caso británico, aunque eso sí, de manera más tardía, con una menor fuerza y con unas posturas a veces más violentas y radicales como consecuencia de su menor desarrollo socioeconómico.

LAS BASES IDEOLÓGICAS ALTERNATIVAS AL CAPITALISMO

El fracaso del ludismo, del cartismo y del sindicalismo para conseguir una mejora rápida y sustancial de las condiciones de vida y de trabajo de los obreros hizo surgir las primeras ideologías del movimiento obrero que pasan de una postura reformista a otra revolucionaria, planteando alternativas a la sociedad de clases y a la economía capitalista.

Socialismo Utópico

Este término fue acuñado por los marxistas en un sentido despectivo, ya que consideraban que sus principios eran irrealizables y poco realistas. Sus bases ideológicas son la defensa de una sociedad ideal en la que empresarios y trabajadores colaboraran basándose en los principios de la solidaridad y el pacifismo. Sus pensadores más destacados fueron Fourier (que propuso la creación de cooperativas autosuficientes a las que denominaba falansterios) y Owen (empresario que defendía la mejora de las condiciones de vida y de trabajo de sus obreros). Pese a su fracaso, el socialismo utópico supuso el primer movimiento ideológico obrero que presentó una alternativa a la realidad socioeconómica de su época.

Marxismo

El Marxismo o Socialismo Científico es una ideología configurada por Karl Marx y Friedrich Engels, que publicaron en 1848 su texto fundacional: “El Manifiesto Comunista”.

Parte de un análisis de la realidad de la época basado en dos principios: el materialismo histórico, que entiende que son las características socioeconómicas las que determinan a las políticas e ideológicas; y la lucha de clases, es decir, el enfrentamiento entre opresores y oprimidos que ha sido el motor de la historia, ya que de esa lucha nace una nueva sociedad en la que se repiten los enfrentamientos.

Como alternativa al capitalismo, defiende una sociedad perfecta, en la que la ausencia de propiedad privada determinaría la ausencia de clases sociales y, por tanto, de conflictos, por lo que no sería necesario el Estado, entendido como entidad destinada al control social y a la defensa de unos determinados intereses de clase. Sobre cómo llegar a esa sociedad ideal, defiende la organización de los obreros más conscientes y preparados en partidos socialistas, cuyo objetivo sería tomar el poder político a través de una revolución. Tras ello se establecería la Dictadura del Proletariado, régimen temporal en el que se asentaría el nuevo orden social y se eliminaría a la oposición. Hecho esto, se pasaría a la sociedad ideal sin clases sociales y sin Estado. Esta corriente se convirtió en la mayoritaria del movimiento obrero y, como veremos, se acabó dividiendo entre reformistas o socialistas y revolucionarios o comunistas.

Anarquismo

El anarquismo cuenta con pensadores como Mijael Bakunin y Piotr Kropotkin. Aunque comparte con el marxismo las bases de su análisis (materialismo y lucha de clases) y sus objetivos (sociedad sin clases y sin Estado), difiere del anterior como consecuencia de su defensa a ultranza del principio de libertad individual. Esto provoca su rechazo ante los partidos políticos, ya que agrupan solo a una minoría y se basan en la delegación de la autoridad, y ante la Dictadura del Proletariado, ya que consideraban que esta supondría una nueva división de clases entre gobernantes y gobernados, y tendería a perpetuarse. Por tanto, defendían que la revolución la debía hacer la mayoría social y, sin periodo de transición, establecer la sociedad sin clases y sin Estado. Tuvo un carácter más minoritario que el marxismo, aunque contó con amplia difusión en los países menos industrializados y con regímenes más autoritarios de la Europa Mediterránea y del Este.

LAS INTERNACIONALES OBRERAS

El movimiento obrero revolucionario, ya fuera marxista o anarquista, terminó estableciendo organismos internacionales de lucha, como consecuencia de la expansión mundial de la nueva sociedad burguesa y de la economía capitalista.

Así, en 1864 fue fundada en Londres la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) o Primera Internacional, en la que se integraron en principio las tendencias marxistas y anarquistas. Sin embargo, el papel dirigente fue asumido pronto por Marx, estableciendo como principios de la entidad la conquista del poder político por el proletariado. Esto llevó al enfrentamiento entre marxistas y anarquistas, agravado aún más por la decisión de los partidos marxistas de presentarse a las elecciones y por el fracaso de la Comuna de París de 1871. Un año después, Bakunin fue expulsado de la Internacional, creando una nueva internacional antiautoritaria, y los conflictos internos acabaron provocando la disolución de la Primera Internacional en 1876.

En 1889 las corrientes marxistas crearon la Internacional Socialista o Segunda Internacional, con la exclusión de los anarquistas. En su seno empezó a hacerse patente la división entre socialistas reformistas y comunistas revolucionarios, agravada por temas como el colonialismo y la I Guerra Mundial. El triunfo de los bolcheviques en Rusia en 1917 acentuó la división, siendo este el origen de la Internacional Comunista o Tercera Internacional, creada en 1919.

CONCLUSIONES

El sometimiento del proletariado a una situación de marginación política, como consecuencia del triunfo de las revoluciones liberales burguesas, y de malas condiciones de vida y de trabajo, como consecuencia del asentamiento de la sociedad de clases y del sistema económico capitalista, provocó el nacimiento del movimiento obrero. Este, que pronto pasa a defender alternativas revolucionarias frente al orden dominante, ejerció una presión creciente, lo que unido al estancamiento económico que provocaba la limitación de la demanda por la miseria obrera, explica el cambio que se va a producir en la segunda mitad del siglo XIX. Los regímenes liberales optaron por aumentar el nivel de vida de los obreros. El consiguiente descenso en los beneficios empresariales intentó ser subsanado de dos maneras: a través del desarrollo tecnológico y cambios en la organización del trabajo para aumentar la productividad, lo que llevó a la Segunda Revolución Industrial; y a través del traspaso de la explotación laboral y económica extrema al resto del mundo, adonde podían también emigrar los excedentes demográficos, lo que llevó al Imperialismo.

Ambos procesos, Segunda Revolución Industrial e Imperialismo, serán objeto de estudio del siguiente tema.

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LIBERALISMO Y NACIONALISMO

Tema 2 de Historia del Mundo Contemporáneo de 1º de Bachillerato referente al Liberalismo el Nacionalismo, por Carlos Javier Garrido García.

«La libertad guiando al pueblo», de Delacroix.

INTRODUCCIÓN

Como consecuencia del fortalecimiento de la burguesía y de la difusión del movimiento de la Ilustración en el siglo XVIII, se consolida el movimiento político del Liberalismo, que se une a otro nuevo movimiento, el Nacionalismo. Ambos en conjunto lograron, a través de múltiples procesos revolucionarios entre finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, acabar con el Antiguo Régimen en Europa Central y Occidental y en América. Así, la monarquía absoluta fue sustituida por regímenes políticos liberales, la sociedad estamental por una sociedad de clases y la economía agraria de subsistencia por otra de base industrial. La gran beneficiaria de todos estos cambios fue la burguesía, que se convierte de la nueva clase dominante.
En este tema vamos a analizar todos estos procesos revolucionarios basados en el Liberalismo y el Nacionalismo y los nuevos regímenes políticos a que dieron lugar. En el tema 3 analizaremos los cambios sociales y económicos.

LA INDEPENDENCIA DE ESTADOS UNIDOS

En cuanto a sus causas, durante el siglo XVII Inglaterra había establecido 13 colonias en la costa este de Norteamérica, consolidando un fuerte crecimiento económico y demográfico en el siglo XVIII. Se generó así una sociedad en la que la fuerza de los estamentos privilegiados era muy escasa, donde la burguesía era muy fuerte y donde el régimen liberal establecido a partir de 1689 no tenía aplicación total, no teniendo, por ejemplo, los colonos americanos representación en el parlamento inglés. Junto a este ambiente social favorable y descontento político se unió el descontento fiscal. Como consecuencia de la Guerra de los Siete Años contra Francia (1756-1763), se produjo un enfrentamiento con los colonos franceses de Canadá. A partir de entonces, los gastos de la guerra y de la posterior defensa de las colonias serían sufragados por los propios colonos. Este aumento de impuestos fue el que provocó el Motín del Té en Boston en 1773.
El conflicto se origina con la Declaración de Independencia de 1776, iniciándose una guerra entre las tropas británicas y los colonos americanos, adoptando estos últimos la táctica de guerrillas. Gracias a la ayuda de Francia y España, los colonos pudieron organizar su propio ejército y lograr la decisiva victoria de Yorktown (1781). Finalmente, Inglaterra reconoció la independencia de Estados Unidos por el Tratado de Paz de París de 1783.
Se establece así un nuevo régimen político liberal, cuyas bases se fijaron en la Constitución de 1787. Esta refleja las principales características del liberalismo, como la soberanía nacional, los derechos individuales y la división de poderes. En cuanto a esta última, el poder ejecutivo lo ostenta el presidente (a la vez jefe de estado y presidente del gobierno), el legislativo el parlamento dividido en dos cámaras (Senado y Cámara de Representantes) y el judicial los tribunales de justicia independientes (el de mayor rango, el Tribunal Supremo). Todas estas instituciones eran elegidas por la población a través de sufragio censitario (sólo tenían derecho a voto la población blanca y con una renta mínima, excluyéndose a pobres y minorías étnicas como negroafricanos e indígenas). Estados Unidos se establece como un Estado federal, es decir, compuesto por distintos estados, cada uno con sus propias instituciones políticas y legislación y en cuya población residía la soberanía.

3. LA REVOLUCIÓN FRANCESA (1789-1815)

Causas

Las causas de la Revolución Francesa son básicamente tres: en primer lugar, la difusión de las ideas ilustradas y del Liberalismo a la largo del siglo XVIII; en segundo lugar, el ejemplo de la independencia de EEUU en 1776; y, en tercer lugar, los problemas de la Hacienda Real.
En cuanto a esta última, la crisis económica (malas cosechas) y los grandes gastos militares por la guerra contra Inglaterra provocaron un aumento del déficit del Estado. Frente a ello, se tomó la decisión de que los privilegiados pagaran impuestos. Sin embargo, la nobleza y el clero se negaron a ello en la Asamblea de Notables de 1787, alegando sus privilegios estamentales y que cualquier nuevo impuesto debía ser aprobado por la asamblea estamental, los Estados Generales. La convocatoria permitió una mayor difusión de las ideas liberales aprovechando la elaboración de los cuadernos de quejas.

La Asamblea Nacional (1789-1792)

Los Estados Generales se reunieron en 1789. Desde el inicio se produjo un debate sobre el sistema de voto: los privilegiados querían el sistema tradicional, con reunión por separado de cada estamento y teniendo un voto cada uno de ellos, ya que esto le permitía ganar siempre las votaciones; sin embargo, el Estado Llano quería la reunión conjunta de los tres estamentos y el voto por diputado, ya que esto le permitiría dominar las votaciones.
La falta de acuerdo provocó que los diputados del Estado Llano y algunos del clero y la nobleza abandonaran los Estados Generales y se reunieran en el Juego de Pelota, proclamándose como Asamblea Nacional, es decir, representantes verdaderos de la soberanía nacional, y pusieron como objetivo prioritario la elaboración de una Constitución.
Pese a la oposición del rey, Luis XVI, el apoyo de las clases bajas o “sans-culottes” (Asalto a la prisión de la Bastilla, formación de la Guardia Nacional, revueltas campesinas del “Gran Miedo”) le obligó a aceptar la Asamblea, que empezó de inmediato a legislar: abolición del sistema feudal, Declaración de Derechos del Hombre y el Ciudadano (1789), constitución civil del clero (1790) y Constitución de 1791 (que recoge las principales características del liberalismo: soberanía nacional, igualdad ante la ley, división de poderes y sufragio censitario). Frente a todo ello, el rey comenzó a conspirar, lo que provocó su detención en 1791. A este problema se unió la oposición de las monarquías absolutas europeas, que temían una extensión de la revolución, declarando Austria la guerra a Francia en 1792.

La Convención (1792-1794)

La Revolución de 1789 y la Constitución de 1791 habían supuesto el establecimiento de un régimen liberal dominado por la burguesía a través del sufragio censitario. Frente a ello, las clases bajas (sans-culottes) se sienten traicionadas, llevando a cabo el Asalto a las Tullerías, que supone el establecimiento de la Convención, un régimen republicano basado en el sufragio universal masculino.
En el nuevo régimen se enfrentan los girondinos (moderados, representantes de la burguesía) y los jacobinos (radicales, representantes de las clases bajas, dirigidos por Robespierre). Tras la ejecución de Luis XVI en 1793, los jacobinos se hacen con el poder, estableciendo medidas sociales (limitación de precios, establecimiento de talleres nacionales) e ideológicas (supresión del culto, nuevo calendario) y una fuerte represión contra los antirrevolucionarios y revolucionarios moderados (Terror). Frente a todo ello, la burguesía moderada recupera el poder con el Golpe de Termidor (1794).

La República Conservadora (1794-1799)

La burguesía intenta evitar un nuevo acceso de los radicales al poder apoyándose en los militares, que consiguen una influencia política creciente. La nueva Constitución de 1795 vuelve a establecer el sufragio censitario característico del Liberalismo y establece un fuerte poder ejecutivo: el Directorio.
Las frecuentes revueltas populares y absolutistas hacen que el poder termine en manos de los militares. Así, en 1799 un golpe de Estado de Napoleón supone el establecimiento del Consulado, en el que el poder recae en Sièyes, Ducós y el propio Napoleón.

La Europa Napoleónica (1799-1815)

Durante el Consulado (1799-1804) se produce la acumulación de poderes en Napoleón, que es nombrado cónsul único y vitalicio en 1802, y se consolida la revolución moderada a través del Concordato de 1801, de la Paz de Amiens con Inglaterra en 1802 y de la aprobación del Código Civil en 1804.
Ese último año, Napoleón se proclama emperador y refuerza su poder con la nueva Constitución. Durante el Imperio, Napoleón desarrolla una política de expansión territorial, que le lleva a un nuevo enfrentamiento con Inglaterra. La derrota naval en Trafalgar (1805), hace que establezca el bloqueo continental contra Inglaterra y que inicie la expansión en el continente en 1806. Así, derrota a Austria y a Prusia en 1806, a Rusia en 1807 e invade España y Portugal en 1808. Sin embargo, a partir de entonces el Imperio entra en declive, debido al desgaste producido por las guerrillas españolas y al fracaso de la invasión de Rusia en 1812. Tras su derrota en Vitoria y Leipzig (1813), Napoleón es depuesto en marzo de 1814 y recluido en la isla de Elba. Sin embargo, logró escapar y recuperar el poder en Francia (Imperio de los 100 Días), aunque fue de nuevo derrotado en Waterloo (1815) y recluido en la isla de Santa Elena, donde moriría en 1821.
La expansión napoleónica supuso la extensión de la revolución liberal por el continente y el surgimiento de los movimientos nacionalistas contrarios al dominio francés.

RESTAURACIÓN Y REVOLUCIÓN LIBERAL (1815-1848)

La derrota de Napoleón en 1815 supuso la Restauración del Antiguo Régimen en Europa. Frente a ello, surgen intentos revolucionarios, basados en el liberalismo y el nacionalismo, que finalmente consiguen acabar con el Antiguo Régimen en prácticamente toda Europa (con la excepción importante del Imperio Ruso) para mediados del siglo XIX.

La Europa de la Restauración

A partir de 1814-1815 se vuelve en la Europa continental al Antiguo Régimen, basándose para ello en las ideologías de la reacción y el legitimismo. La nueva situación política se establece en el Congreso de Viena, celebrado esos años. En él se estableció un nuevo mapa de Europa con la intención de evitar que se pudiera producir un nuevo intento imperialista en el continente. Así, Francia volvió a sus fronteras previas a 1789 y se fortalecieron los estados de los Países Bajos, Piamonte y Prusia con la intención de que le sirvieran de contrapeso.
Para asegurar lo establecido, se formó la Cuádruple Alianza, integrada por Gran Bretaña, Prusia, Austria y Rusia), a la que posteriormente se incorporó también Francia. Para asegurar el mantenimiento del Antiguo Régimen y evitar una nueva revolución, se formó la Santa Alianza, integrada por todos los países anteriores, con la excepción de Gran Bretaña, ya que esta tenía una monarquía liberal parlamentaria.

Las oleadas revolucionarias de 1820, 1830 y 1848

Frente a la Restauración, se produjeron sucesivas oleadas revolucionarias, en las que se mezclaron las ideas del liberalismo (derechos individuales, soberanía nacional, división de poderes) y del nacionalismo (tanto el tradicional, que consideraba a la Nación como una comunidad con lazos históricos y culturales, como el liberal, que consideraba a la Nación como un conjunto de ciudadanos con derechos).
La primera oleada revolucionaria se produjo entre 1820 y 1825 y se extendió por la Europa mediterránea e Iberoamérica. Se inició en España, donde el golpe de Riego impuso el rey Fernando VII la aceptación de la constitución liberal aprobada en Cádiz en 1812, durante la Guerra de Independencia. En este caso, no triunfó, ya que en 1823 la intervención de la Santa Alianza repuso de Fernando VII como monarca absoluto. Sí triunfó en Grecia, independizada del Imperio Otomano, y en Iberoamérica, donde se establecieron nuevas repúblicas liberales independizadas de España y Portugal.
La segunda oleada se produjo en Europa Occidental a partir de 1830. Sus principales focos fueron Francia, donde se estableció la monarquía liberal de Luis Felipe de Orleans, y Bélgica, independizada del reino de los Países Bajos en 1831.
La última oleada revolucionaria, la de 1848, se desarrolla en Europa Occidental y Central y supuso el triunfo del liberalismo en esta zona y el nacimiento de los movimientos democráticos y del movimiento obrero. Su epicentro fue nuevamente Francia, donde se estableció la Segunda República en 1848, pero se acabó consolidando una nueva monarquía liberal, la de Luis Napoleón III, que dio un golpe de Estado en 1851.

LOS NACIONALISMOS

Características generales

El nacionalismo hunde sus raíces en la expansión napoleónica, los cambios territoriales del Congreso de Viena y la difusión del romanticismo, que se basaba, entre otras cosas, en la exaltación de la identidad y de las raíces históricas nacionales. Esto dio lugar a movimientos nacionalistas, tanto disgregadores (separarse de una unidad política más grande y formar su propio Estado, como fue el caso de Grecia y Bélgica) y unificadores (unir en un solo Estado-nación a territorios diversos, como fue el caso de Italia y Alemania). En estos dos últimos países se daban causas similares, como la ocupación francesa, la expansión económica y el reforzamiento en el Congreso de Viena de dos grandes unidades políticas que se convierten en las dirigentes del proceso: Piamonte en Italia y Prusia en Alemania.

La unificación italiana

La unificación de Italia fue llevada a cabo por Piamonte, que la consiguió a través de sucesivos enfrentamientos contra Austria, que dominaba el norte del país (Lombardía y Véneto). Con la ayuda de Francia, en 1859 Piamonte derrota a Austria y se anexiona Lombardía. Al año siguiente, en 1860, Piamonte se anexionó, mediante referéndums, Parma, Módena, Romaña y Toscana, y, gracias a la expedición de los “Camisas Rojas” de Garibaldi, Nápoles, Sicilia, las Marcas y Umbría. En 1866, una nueva guerra contra Austria permitió la anexión de Venecia. Por último, en 1870 se produce la anexión de los Estados Pontificios, aunque con la oposición del Papa Pío IX, que se refugia en el Vaticano.

La unificación alemana

La unificación alemana cuenta con un precedente económico, la eliminación de aranceles entre los distintos estados alemanes en 1834 (Zollverein). Como en el caso italiano, Alemania logró la unificación gracias a varios conflictos bélicos. La victoria sobre Dinamarca en 1864 supuso la anexión de los ducados de Shleswig y Holstein; la victoria sobre Austria en 1866 de los estados alemanes del norte, y la victoria sobre Francia en 1870 la de los estados del sur y de Alsacia-Lorena, proclamándose el II Imperio Alemán en 1871.

LA INDEPENDENCIA DE LA AMÉRICA HISPANO-PORTUGUESA

Las causas de la independencia son la exclusión del poder político de los criollos (descendientes de los colonos), el ejemplo de la independencia de EEUU en 1776, los intereses comerciales de Gran Bretaña y el vacío de poder en las metrópolis por la invasión francesa de España y Portugal en 1808.
En el proceso se pueden distinguir dos fases: entre 1808 y 1815, la invasión de España por Napoleón supuso la formación de Juntas que, pese a declarar lealtad a Fernando VII, van proclamando su independencia, lo que dio lugar a una guerra civil entre los partidarios y detractores de esta medida. Entre 1816 y 1824 se desarrolla una guerra colonial, entre los independentistas y las tropas que desde la península envía Fernando VII para recuperar el control de las colonias. Las expediciones de Simón Bolívar y San Martín y la victoria en la batalla de Ayacucho de 1824 suponen la definitiva independencia de la América española continental, conservando la metrópoli en el continente sólo las islas de Cuba y Puerto Rico. En el caso del Brasil portugués, accedió a la independencia de manera pacífica en 1822.
Como consecuencia de todo ello fueron las siguientes: en el ámbito político, se crearon nuevas repúblicas liberales dominadas por los criollos y con graves problemas de caudillismo, militarismo y corrupción; en el ámbito social, se marginó a las poblaciones mestizas, indígenas y negroafricanas; en el ámbito económico, las nuevas repúblicas sufrieron graves problemas de endeudamiento y cayeron bajo la dependencia de Gran Bretaña y, posteriormente, EEUU; y en el ámbito territorial, fracasaron los intentos unificadores y se produjeron constantes enfrentamientos fronterizos entre las nuevas repúblicas.

CONCLUSIONES

Las revoluciones liberales producidas entre finales del siglo XVIII y la primera mitad del siglo XIX supusieron el fin del Antiguo Régimen en Europa y América, llevando al poder a la burguesía. Frente a su dominio, surgen los movimientos democráticos y el movimiento obrero, que serán los nuevos protagonistas revolucionarios en representación de las clases bajas. En el terreno económico, los nuevos regímenes liberales supusieron la consolidación del proceso de industrialización. Por último, hace su aparición una nueva ideología, el nacionalismo, cuya importancia será creciente. En el caso de Alemania e Italia, el fuerte nacionalismo y la importancia de los militares serán la causa profunda del establecimiento de los regímenes fascistas en la Europa de Entreguerras.

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TEMARIO DE HISTORIA DEL MUNDO CONTEMPORÁNEO, 1º DE BACHILLERATO

Temario de Historia del Mundo Contemporáneo para 1º de Bachillerato, por Carlos Javier Garrido García.

Mundo Contemporáneo. Fuente: XII Congreso de Historia Contemporánea.

Tal y como ya había realizado con la Historia de España y Geografía de 2º de Bachillerato, este curso he decidido prescindir del libro de texto y trabajar con el alumnado a través de un temario propio en la Historia del Mundo Contemporáneo de 1º de Bachillerato..

En esta entrada voy a incluir enlaces con cada uno de los temas elaborados para la asignatura, que cuentan con entrada individual en el blog.

En cada tema se incluye el tema teórico con textos para su comentario y la presentación de PowerPoint para su explicación en el aula. En cuanto a este último, se realiza la explicación a través exclusivamente de imágenes, lo que favorece que el alumnado mantenga el interés en la explicación.

Los temas a desarrollar a lo largo del curso, a los que se puede acceder pulsando sobre ellos, serían los siguientes:

EL ANTIGUO RÉGIMEN Y LA ILUSTRACIÓN

Tema 1 de Historia del Mundo Contemporáneo de 1º de Bachillerato sobre las características políticas económicas y sociales del Antiguo Régimen y el desarrollo, frente al mismo, del movimiento de la Ilustración, por Carlos Javier Garrido García.

Luis XIV de Francia, el «rey Sol». Fuente: Wikipedia.

INTRODUCCIÓN

El Antiguo Régimen es el sistema político, económico y social predominante en Europa durante la Edad Moderna (siglos XV-XVIII), caracterizado por la monarquía absoluta, la sociedad estamental, el estancamiento demográfico y la economía agraria de subsistencia.

A finales del siglo XVIII, el fortalecimiento de la burguesía provocó su definitivo asalto al poder. El primer paso, fue el surgimiento de un movimiento ideológico, la Ilustración, que puso en duda los principios ideológicos del Antiguo Régimen, basados en la religión y la tradición, sustituidos por la razón y el espíritu crítico. Este movimiento ideológico fue el origen de otro político, el Liberalismo, lo que provocó las oleadas revolucionarias que se iniciaron a finales del siglo XVIII con la independencia de EEUU en 1776 y el inicio de la Revolución Francesa en 1789 y que terminaron eliminando el Antiguo Régimen en Europa Occidental y Central a mediados del siglo XIX.

CARACTERÍSTICAS DEL ANTIGUO RÉGIMEN

El Antiguo Régimen, como ya he indicado antes, se caracteriza en el aspecto político por la monarquía absoluta, en el social por la sociedad estamental, en el demográfico por el estancamiento y en el económico por la economía agraria de subsistencia.

La Monarquía Absoluta

Durante la Edad Media, el poder se hallaba atomizado en los distintos señores feudales. De hecho, los distintos monarcas europeos tenían más o menos poder en función de sus territorios feudales propios. Durante el siglo XV, los monarcas fueron sometiendo a los señores feudales y acumulando todo el poder político en sus manos, justificando la medida en el origen divino de su poder. Como consecuencia de todo ello, surge la Monarquía Absoluta en la que se concentran todos los poderes del Estado (poder ejecutivo, gobernar; poder legislativo, aprobar leyes; y poder judicial, juzgar el incumplimiento de la ley) por delegación de Dios (derecho divino).

Para el ejercicio de todos estos poderes, los monarcas establecieron un gobierno centralizado en la Corte (lugar de residencia del rey y de las instituciones de gobierno, en principio de carácter consultivo), una creciente burocracia (en manos de miembros de la nobleza y el clero, tanto en la Corte como a nivel regional y local) y un ejército profesional (por lo que deja de necesitar las tropas prestadas hasta entonces por la nobleza, el clero y las ciudades).

Pese a todo ello, el poder efectivo del rey quedaba en realidad limitado por distintas circunstancias, como la resistencia de los poderes locales, la falta de medios de control e información efectivos por el retraso de las comunicaciones y la existencia de asambleas estamentales. En cuanto a estas últimas, recibían distintas denominaciones según el reino (Cortes en España, Parlamento en Inglaterra, Estados Generales en Francia) y estaban integradas por representantes de los tres estamentos sociales (nobleza, clero y estado llano, en este último caso la burguesía rica de las ciudades), que se reunían de manera separada y votaban por estamento, lo que hacía que las votaciones siempre fueran ganadas por los estamentos privilegiados. Durante la Edad Media las asambleas estamentales tenían poderes como jurar al príncipe heredero, aprobar ciertas leyes y dar el consentimiento a la aprobación de nuevos impuestos por parte del rey. Sin embargo, durante la Edad Moderna, las monarquías absolutas fueron quitándoles estos poderes e incluso dejaron de reunirlas periódicamente.

La existencia de todos esos límites provocó que, en realidad, la monarquía absoluta fuera producto no de un sometimiento político de los estamentos privilegiados, sino de un pacto con ellos, por el cual la Corona asumía todos los poderes, pero con su colaboración y actuación en todos los niveles de la administración estatal y con un respeto de sus privilegios socio-económicos.

La Sociedad Estamental

La sociedad del Antiguo Régimen tenía su origen en la Edad Media y se estructuraba en estamentos, es decir, grupos cerrados a los que se pertenecía por nacimiento y que se diferenciaban por su privilegios, ya que era una sociedad en la que primaba el principio de desigualdad. Se distinguía así entre estamentos privilegiados (nobleza y clero) y otro no privilegiado (el Tercer Estado o Estado Llano).

Los estamentos privilegiados constituían una minoría social y tenían privilegios como la exención fiscal (no pagaban impuestos), justicia propia (se les juzgaba por leyes específicas para ellos y por tribunales compuestos por sus iguales), el monopolio de cargos públicos (sobre todo en sus puestos superiores eran copados por ellos) y la posesión de señoríos feudales (no toda la nobleza y el clero las tenía, pero sólo nobleza y clero podían tenerlos). A estos estamentos se pertenecía por nacimiento, ya que para ser noble se debía ser hijo de nobles o recibir la concesión del rey. En el caso del clero, dado el celibato, no se heredaba, pero los puestos del alto clero eran copados por los nobles, mientras que los del bajo clero eran ocupados por miembros del Estado Llano. Pese a su situación privilegiada, dentro de nobleza y clero había grandes diferencias de riqueza, pudiendo distinguir por sus diferencias de riqueza y poder entre el alto clero (arzobispos, obispo, abades…) y el bajo clero (curas, frailes y monjas).

El Tercer Estado o Estado Llano se caracterizaba por su ausencia de privilegios, siendo muy heterogéneo en sus miembros. Así, en las ciudades agrupaba a grupos sociales tan distintos como la alta y mediana burguesía comercial y artesanal, los trabajadores y población marginal como mendigos y esclavos, y en el ámbito rural los labradores ricos, arrendatarios y jornaleros.

Estancamiento demográfico y economía agraria de subsistencia

Durante el Antiguo Régimen predominaba el denominado régimen demográfico antiguo, caracterizado por altas tasas de natalidad y mortalidad, por lo que el crecimiento vegetativo era muy bajo y además desaparecía periódicamente debido a crisis de sobremortalidad provocadas por hambrunas y epidemias. Por tanto, la población tendía al estancamiento. Sin embargo, a partir del siglo XVIII en los países de Europa Occidental se inicia la Transición Demográfica. Durante esta fase, la tasa de natalidad se sigue manteniendo alta, pero la mortalidad inicia un paulatino descenso debido al carácter menos mortífero de las guerras y a las mejoras higiénico-sanitarias y alimentarias. Como consecuencia de ello, la población empieza a registrar un crecimiento acusado y continuado.

En cuanto a la economía, se caracterizaba por el predominio del sector primario (agricultura y ganadería) y su baja productividad, lo que provocaba que fuera de subsistencia, es decir, su objetivo principal era asegurar el autoconsumo del productor, por lo que el cultivo principal eran los cereales (base de la alimentación de la época) y, junto con ello, predominaba el policultivo. La baja productividad estaba provocada por la concentración de la propiedad en manos de los estamentos privilegiados, ideológicamente contrarios a las ideas de progreso y cambio y que además no cultivaban sus tierras de manera directa, sino a través de arrendamientos, censos o utilizando a vasallos feudales o jornaleros. A ello se debe unir la limitación a la propiedad privada por los usos comunales, lo que explica la prohibición del cercado de fincas, predominando así los “openfields” o campos abiertos. Como consecuencia de todo ellos, apenas había inversiones en las tierras y predominaba un acusado atraso tecnológico. Por otra parte, la escasa producción agraria debía soportar fuertes cargas impositivas, tanto por parte de la Corona como por los nobles (rentas señoriales en el caso de los señoríos, fueran estos jurisdiccionales o territoriales) y el clero (el diezmo, es decir, la décima parte de las cosechas), lo que hacía que los excedentes de la población agraria fueran mínimos, lastrando al resto de la economía y provocando frecuentes revueltas campesinas.

En cuanto al sector secundario (artesanía), su desarrollo estaba limitado fundamentalmente por dos factores. Por un lado, el hecho de que la mayor parte de la población dependiera de la agricultura de subsistencia provocó que la demanda de productos artesanales fuera muy limitada. Por otra parte, la existencia de los gremios, asociaciones de artesanos que regulaban bajo régimen de monopolio una determinada actividad artesanal en cada localidad o zona, limitaba la oferta y la fragmentaba en pequeños talleres artesanales. Frente a ello, en el siglo XVIII se extendió el trabajo a domicilio (en el que un comerciante proporcionaba la materia prima a los campesinos para que elaboraran unos productos que escapaban al control gremial) y las manufacturas estatales (grandes talleres artesanales de propiedad estatal que solían producir bienes cuyo máximo demandante era el propio Estado), lo que permitió el crecimiento de este sector.

Por último, en cuanto al comercio estaba igualmente limitado por la limitada oferta (subdesarrollo agrario y artesanal, dificultades de transporte) y demanda (predominio de población agraria de subsistencia). Por ello, el comercio interior estaba poco desarrollado, desarrollándose en mercados, ferias y lonjas). En el comercio internacional, pese a todos esos límites, se registró un fuerte crecimiento debido a la expansión colonial, que favoreció los intercambios entre Europa, América, África y Asia, generalmente en manos de compañías comerciales privilegiadas.

Portada de la «Enciclopedia» de Diderot y D’Alembert, publicada a partir de 1751. Fuente: Biblioteca Nacional de España.

ILUSTRACIÓN Y CRÍTICA DEL ANTIGUO RÉGIMEN

El crecimiento demográfico y económico en el siglo XVIII fortalecieron a la burguesía, un grupo social perteneciente al Estado Llano que, teniendo riqueza. No poseía privilegios, lo que motivó su descontento político y social, surgiendo un movimiento intelectual, la Ilustración, que criticó las bases ideológicas del Antiguo Régimen y fue la base para el movimiento político del Liberalismo, que terminaría acabando con él.

Precedentes de la Ilustración: los sistemas parlamentarios de Inglaterra y Holanda

El movimiento de la Ilustración surge en dos países, Inglaterra y Holanda, en los cuales a lo largo del siglo XVII se establecieron regímenes parlamentarios, que acabaron con la monarquía absoluta y muchos de los elementos de la sociedad estamental con un beneficiario social claro: la burguesía.

En el caso de Holanda o los Países Bajos la definitiva independencia de la Monarquía Hispánica en 1648 supuso la consolidación de una república federal en la que el poder legislativo recaía en los parlamentos y el poder político y social en la burguesía comercial.

En el caso de Inglaterra, las revoluciones de 1649 y 1688 terminaron con la Declaración de Derechos de 1689, que aumentó el poder legislativo del parlamento y estableció derechos individuales. Como consecuencia de ello, se estableció el primer régimen liberal, que sirvió de ejemplo a seguir para las propuestas políticas ilustradas.

La Ilustración

La Ilustración es un movimiento ideológico cuyos precedentes se localizan en Inglaterra y Holanda en el siglo XVII, pero que se consolida en Francia en el XVIII y de allí se extendió por Europa y América. Su base social era la burguesía, aunque también hubo nobles y clérigos, y sus principios básicos eran la defensa de la libertad individual, el racionalismo, la mentalidad crítica, la autonomía del poder civil frente al eclesiástico, la tolerancia religiosa, la defensa del progreso material, de la educación y de las ciencias experimentales, el antropocentrismo y la búsqueda de la felicidad. Todos estos principios chocaban con las bases del Antiguo Régimen y provocaron fuertes críticas, en principio sólo intelectuales, con respecto a él.

Estas críticas se materializaron en las obras de los principales pensadores de la Ilustración:

    • John Locke (1632-1704): filósofo inglés que fue el principal ideólogo de la revolución de 1688, estableciendo las bases del liberalismo político: origen del poder político en el Pacto Social, derecho de rebelión de los súbditos, división de poderes e igualdad ante la ley.
    • Barón de Montesquieu (1689-1755): difusor de las ideas liberales de Locke en Europa, centrándose en la defensa de la división de poderes.
    • Voltaire (1694-1778): centró sus obras en la crítica a la intolerancia y superstición religiosa, defendiendo frente a ellas la razón y la tolerancia.
    • Jean-Jacques Rousseau (1712-1778): desarrolla el principio de Pacto Social de Locke, pero con la diferencia de considerar al ser humano como un ser bueno por naturaleza.
    • La “Enciclopedia”, publicada a partir de 1751, pretendía ser un compendio del saber de su época y en sus distintas entradas sirvió de difusor de las ideas de la Ilustración. Sus impulsores fueron D’Alembert y Diderot.

El Despotismo Ilustrado

Consiste en la adopción por parte de las monarquías absolutas europeas de parte de las ideas de la Ilustración, especialmente en el terreno económico, ya que se consideraba que las reformas basadas en ellas podían producir un crecimiento que beneficiaría a sus súbditos y fortalecería a las mismas monarquías. Sin embargo, no se adoptaron sus principios políticos y sociales, ya que estos ponían en duda a la propia monarquía absoluta y a la sociedad estamental que la sostenía. De ahí su lema: “todo para el pueblo, pero sin el pueblo”, es decir, beneficiar a los súbditos pero sin contar con su opinión o participación.

Las reformas económicas del Despotismo Ilustrado favorecieron la tendencia general al crecimiento económico del siglo XVIII pero provocaron el descontento de los estamentos privilegiados, contrarios a las reformas, y la insatisfacción de la burguesía, que deseaba también reformas políticas y sociales. En cuanto a esto último, el desarrollo generado por el Despotismo Ilustrado fortaleció aún más a la burguesía, permitiéndole luchar por su acceso al poder.

CONCLUSIONES

El Antiguo Régimen, caracterizado por la monarquía absoluta, la sociedad estamental y el estancamiento demográfico y económico por el predominio de una agricultura de subsistencia, se hubo de enfrentar a la creciente presión de la burguesía, fortalecida por el crecimiento del siglo XVIII y que se concretó en el surgimiento de un movimiento cultural: la Ilustración. Las monarquías absolutas reaccionaron ante ella con el Despotismo Ilustrado, que no solucionó el problema político y fortaleció aún más a la burguesía. Todo ello explica el surgimiento de un movimiento político, el Liberalismo, que inició su lucha contra el Antiguo Régimen a finales del siglo XVIII y lo acabó derrotando en la primera mitad del siglo XIX, como veremos en el siguiente tema.

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LAS CUEVAS DE GUADIX EN LA EDAD MODERNA (1489-1808): ORIGEN, CRECMIENTO Y MARGINALIZACIÓN

Índice y sinopsis del libro «Las Cuevas de Guadix en la Edad Moderna (1489-1808): origen crecimiento y marginalización», publicado por Carlos Javier Garrido García en la Editorial Círculo Rojo en 2021.

Portada del libro «Las Cuevas de Guadix en la Edad Moderna (1489-1808): origen, crecimiento y marginalización», de Carlos Javier Garrido García (2021).

Sinopsis

Sobre el origen de las Cuevas de Guadix, principal elemento singular y atractivo turístico de la ciudad, se ha escrito poco, y lo poco escrito ha quedado en gran medida limitado al terreno de las hipótesis por demostrar. La hipótesis tradicional vinculaba el origen de las cuevas con la permanencia ilegal de población morisca en la ciudad tras la expulsiones de 1570 y 1609, dándole por tanto un origen religioso al fenómeno. Sin embargo, esta obra demuestra, con una sólida base documental, que su origen fue básicamente social, ligado al establecimiento de una sociedad fuertemente dominada por las oligarquías. Este dominio, originado en el primer repartimiento de la ciudad a partir de 1490, se consolidó con la expulsión de los moriscos en 1570 y la inmigración y crecimiento demográfico de los siglos XVII y XVIII. La existencia de un amplio grupo social de población ajena a la propiedad encontró acomodo en las cuevas, viviendas baratas que fueron promovidas por las élites de la ciudad. A finales del siglo XVIII más de la mitad de la población de la ciudad residía en cuevas, una amplia masa de población que empezó a preocupar a las élites que, para controlarla y someterla, la marginaliza, poniendo en duda su origen, e incluso intenta eliminarla a través de proyectos de demolición. Una de las vías de marginalización fue la de poner en duda su origen y culparlas de habitar en las cuevas para esconderlo. Este es el origen de la incorrecta hipótesis que vinculaba el origen de las cuevas con la población morisca.

Índice

INTRODUCCIÓN

CONDICIONANTES GEOGRÁFICOS Y ORIGEN HISTÓRICO DEL HÁBITAT CUEVERO EN LA COMARCA DE GUADIX.

LA ÉPOCA MUDÉJAR (1489-1500)

Marco histórico, demográfico y económico del Guadix mudéjar.

Las cuevas en el Guadix mudéjar.

GUADIX EN LA ÉPOCA MORISCA (1500-1568)

La cuestión morisca: aculturación y economía.

La economía de Guadix y su Tierra en 1568 a través del Libro de Apeo.

Evolución demográfica de Guadix en época morisca.

LAS CUEVAS DE GUADIX EN ÉPOCA MORISCA

Los inicios de la expansión de las cuevas en los protocolos notariales.

El Sínodo de 1554 y la creación de la parroquia de Santa María Magdalena en 1560.

Los registros parroquiales de La Magdalena (1559-1570).

El padrón de la ciudad de Guadix de 1561.

GUADIX DURANTE LA REBELIÓN DE LOS MORISCOS Y LA REPOBLACIÓN (1568-1640)

La rebelión de los moriscos: coyuntura bélica y cambios socioeconómicos.

Marco histórico, demográfico y económico. El fracaso de la segunda repoblación.

La venta de bienes confiscados a los moriscos en Guadix.

La inmigración repobladora a través de los expedientes matrimoniales.

La evolución sociodemográfica de Guadix entre 1568 y 1640.

LAS CUEVAS DE GUADIX EN LA ÉPOCA DE LA REPOBLACIÓN (1571-1640)

Crecimiento destacado: los datos censales.

Las cuevas en el Apeo de 1571.

El crecimiento de las cuevas a través de fuentes parroquiales: los registro de entierro de San Miguel y La Magdalena (1587-1612).

El crecimiento de las cuevas a través de fuentes notariales y municipales.

Los inicios de la marginalización de las cuevas.

GUADIX DEL SIGLO XVII AL FIN DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1640-1808)

Marco histórico, demográfico y económico de los siglos XVII y XVIII.

Evolución sociodemográfica de Guadix entre 1640 y 1808.

LAS CUEVAS DE GUADIX (1640-1808): CRECIMIENTO Y MARGINALIZACIÓN

Las cuevas entre 1640 y 1808: crecimiento exponencial.

El papel de las minorías: moriscos y gitanos.

La consolidación de la marginalización de las Cuevas.

CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFÍA CITADA EN EL TEXTO

APÉNDICES DOCUMENTALES

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NUEVOS EJERCICIOS PRÁCTICOS DE GEOGRAFÍA PARA SELECTIVIDAD

Recopilación de los ejercicios prácticos de Geografía propuestos en Andalucía para los cursos 2018/2019, 2019/2020, 2020/2021, 2021/2022 y 2022/2023 en Andalucía, por Carlos Javier Garrido García.

Mapa de la red urbana en España. Fuente: Distrito Único Andaluz.

Dentro del examen de Geografía de Selectividad el bloque con mayor puntuación (4 puntos) es el de los ejercicios prácticos. Aparte de su importancia en la evaluación, su importancia pedagógica es fundamental, ya que la aplicación práctica de los contenidos teóricos asegura una mejor comprensión de estos.

Por tanto, un correcto trabajo en los ejercicios asegura también la consecución de los 3 puntos en el examen referente a la exposición teórica de los temas y la de los otros 3 puntos referentes a los conceptos.

A diferencia de conceptos y temas, que pueden encontrarse resueltos y completos en otras entradas de esta web, los ejercicios prácticos se presentan sin resolver, para que sean trabajados por el alumnado y no caigan en el error de su simple memorización.

Si desea ver los ejercicios de 2019 a 2021 en formato PDF, pulse aquí: Ejercicios 20182019 20202021

Si desea ver los ejercicios de 2022 a 2023 que no han salido en años anteriores, pulse aquí: Ejercicios prácticos selectividad 2022-2023

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LA PRIMERA GUERRA CARLISTA EN LA SIERRA DE SEGURA (1833-1839)

Aproximación a la Primera Guerra Carlista en la Sierra de Segura (1833-1839), por Carlos Javier Garrido García.

 

Carlos María Isidro, hermano de Fernando VII.

La Primera Guerra Carlista

Desde 1713, por decreto de Felipe V, regía en España la denominada «Ley Sálica», que limitaba la descendencia femenina en la corona española. El último monarca absoluto español, Fernando VII, a la altura de 1829 no tenía descendencia, pese a sus tres matrimonios. Por tanto, el heredero a la corona era su hermano, Carlos María Isidro.

La crisis en la que se hallaba la monarquía, como consecuencia de las destrucciones provocadas por la Guerra de Independencia (1808-1814) y por la pérdidas de las colonias de la América continental, definitiva tras la batalla de Ayacucho en 1824, llevaron al rey Fernando VII a establecer medidas de reforma económica liberalizadoras, que no fueron del agrado de los absolutistas más acérrimos, que se agruparon en torno al príncipe heredero, Carlos María Isidro.

La situación sucesora cambió a partir de 1829. Ese año, Fernando VII se casó con su sobrina María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, que pronto quedó embarazada. Para asegurar que su hijo, independientemente de su sexo, pudiera heredar la corona, Fernando VII apruebó en marzo de 1830 la Pragmática Sanción, que anulaba la Ley Sálica y volvía a establecer el sistema de herencia tradicional castellano, que permitía la descendencia femenina en la corona. En octubre de 1833 nació Isabel, que se conviertió en la princesa heredera de la corona.

Esta decisión fue mal aceptada por Carlos María Isidro, que consideraba la Pragmática Sanción como ilegal. Por ello, cuando muere Fernando VII a finales de septiembre de 1833, Carlos María Isidro no acepta la coronación de su sobrina Isabel y se autoproclama rey con el nombre de Carlos V. Frente a ello, los derechos de Isabel son defendidos por su madre, María Cristina, que se convierte en reina-regente ya que su hija tiene en ese momento solo 3 años.

María Cristina de Borbón, regente entre 1833 y 1840.

Se inicia así una guerra civil, que es a la vez un conflicto sucesorio e ideológico. Así, los carlistas defienden tanto los derechos a la sucesión de Carlos María Isidro como el mantenimiento del Antiguo Régimen (monarquía absoluta, sociedad estamental y confesionalidad católica del Estado), consiguiendo el apoyo de pequeños y medianos propietarios y de parte del bajo clero; mientras que los cristinos o isabelinos defienden tanto los derechos dinásticos como un nuevo régimen liberal. Esta última postura es defendida tanto por la burguesía, de ideas liberales, como por gran parte de la nobleza y del clero, que entienden que las reformas son necesarias debido a la crisis de la monarquía, y por las clases bajas urbanas y rurales que tienen esperanzas de que las reformas mejoren sus condiciones de vida.

Mapa sobre el desarrollo de la I Guerra Carlista. Fuente: Distrito Único Andaluz.

Como podemos ver en el mapa adjunto, el carlismo consigue amplio apoyo popular en el norte de la Península Ibérica, mientras que los isabelinos dominan el centro y sur peninsular. Esto se debe a la diferente estructura de la propiedad existente en ambas zonas: en el norte predominan los pequeños y medianos propietarios, que se decantan por opciones conservadoras, muy influenciados por el clero rural, mientras que en el centro y sur predominan los grandes latifundios trabajados por jornaleros, decantándose estos últimos por posturas reformistas o revolucionarias con la esperanza de mejorar su situación.

Por otra parte, los isabelinos dominan el medio urbano de todo el país, incluido el norte peninsular, ya que en las ciudades se asienta la burguesía, que opta por posturas liberales.

En el norte de España, los carlistas dominan las denominadas regiones forales, es decir, regiones en las que había fueros (es decir, leyes e instituciones propias y diferentes a las del resto del país), como era el caso de las provincias vascas y de Navarra, o los había habido hasta los decretos de Nueva Planta aprobados por Felipe V entre 1707-1716, que los suprimieron, sustituyéndolos por las leyes castellanas y un estado centralista, que era el caso de Cataluña, Aragón y Valencia. Todas estas regiones temen el liberalismo, ya que este defendía un estado centralista y la igualdad ante la ley de todos los ciudadanos, y prefieren el antiguo régimen, en el que se defendía la existencia de fueros o leyes particulares para cada estamento o para cada territorio.

Esta división de España en zonas carlistas e isabelinas muestra la ventaja del segundo de estos bandos, ventaja que se ve acompañada por su mayor apoyo internacional, al conseguir la ayuda de Portugal, Francia y Gran Bretaña, frente al apoyo, más moral que real, que las monarquía absolutas de Rusia, Austria y Prusia prestan al bando carlista.

Como consecuencia de esta inferioridad, el bando carlista optó por la utilización de la táctica de guerrillas, formando «partidas» guerrilleras, a las que las fuentes isabelinas denominan como «facciosas», es decir, grupos que se dedicaban a realizar rápidos ataques y robos para desestabilizar la retaguardia del enemigo. Sólo en las zonas con amplio apoyo popular carlista se pudieron formar verdaderas unidades militares, como las organizadas por Zumalacárregui en las provincias vascas y Navarra y por Cabrera en el Maestrazgo.

La guerra se desarrolla en dos fases principales. Entre 1833 y 1836 los carlistas consiguen dominar amplias zonas rurales del norte, avance favorecido por los conflictos internos en el bando isabelino entre moderados y progresistas, que acaban llevando al poder a estos últimos gracias al pronunciamiento de La Granja en agosto de 1836. La táctica carlista se centra en los intentos de ocupar Bilbao, que fracasan en 1835-1836 debido a su derrota en la batalla de Luchana, en la que muere Zumalacárregui, y en el hostigamiento de las partidas carlistas. En cuanto a estas últimas, su desarrollo en Andalucía es bastante escaso, destacando en todo caso zonas montañosas como Sierra Morena y la Sierra de Segura, en las que actuaron pequeños grupos locales o, sobre todo, procedentes de La Mancha.

A partir de 1836 se produce un dominio de los isabelinos, gracias a su superioridad militar, a la estabilidad política de este bando y a los fondos procedentes de la venta de los bienes desamortizados al clero regular a partir de enero de 1836 por Mendizábal. Ante ello, el bando carlista intenta extender el conflicto a la retaguardia isabelina a través de expediciones, como la del general Miguel Gómez, que entre junio y diciembre de 1836 recorre buena parte de España intentando provocar levantamientos carlistas en la zona liberal; la del mismo Carlos María Isidro, que entre mayo y septiembre de 1837 intenta atacar Madrid después de pasar por Aragón, Cataluña y el Maestrazgo; y la del general Tallada, que entre enero y marzo de 1838 realiza una expedición por Andalucía Oriental. Del mismo modo, se acentúa la actuación de las partidas carlistas en la retaguardia isabelina, tratando de desestabilizarla.

El fracaso de todas estas expediciones y la limitada actuación de las partidas hicieron que gran parte del bando carlista perdiera las esperanzas de victoria y optara por la negociación. Esta acaba fructificando en agosto de 1839 en el Abrazo o Convenio de Vergara, suscrito por el general carlista Maroto y el general liberal Espartero. Por este acuerdo, las tropas carlistas del norte aceptan a Isabel II como reina a cambio de su incorporación al ejército nacional con la misma graduación y del mantenimiento de los fueros de las provincias vascas y Navarra. El general Cabrera no aceptó el acuerdo, manteniendo la resistencia en el Maestrazgo hasta su definitiva derrota en mayo de 1840.

«Abrazo de Vergara», con el que acaba la guerra en agosto de 1839.

Con todo ello acaba la I Guerra Carlista, dura guerra civil que provocó enormes pérdidas humanas y materiales y, en el aspecto político, supuso la consolidación del régimen liberal en España y originó una de las características de la Historia de nuestro país hasta fechas recientes: la constante participación de los militares en su vida política.

La Sierra de Segura a principios del siglo XIX

La Sierra de Segura contaba con una estructura social que, en principio, podía favorecer el apoyo a la causa carlista, ya que era una zona poco poblada, con fuerte presencia del bajo clero y con una clase media agraria de pequeños y medianos propietarios destacada, que compensaba la también fuerte presencia jornalera.

Plano de la Sierra de Segura en 1872.

Tomando como ejemplo la villa de Siles, que ya fue objeto de estudio por nosotros en otra parte (GARRIDO, 2018), según el Censo de Floridablanca de 1787 tenía 1.352 habitantes. En cuanto a su estructura socioprofesional, dejando aparte a los menores y sin profesión especificada (1.020 personas), destacaban los siguientes sectores (INE, 1987: 454):

  • Clero: 10 (1 cura, 3 beneficiados, 2 sacristanes, 2 acólitos, un ordenado a título de patrimonio y un síndico de órdenes religiosas)
  • Artesanado: 66 (64 artesanos y 2 fabricantes)
  • Empleados públicos y profesiones liberales: 12 (1 escribano, 4 estudiantes, 2 comerciantes, 4 empleados con sueldo real, 1 dependiente de cruzada y 2 demandantes).
  • Empleados asalariados: 53 (53 criados). 
  • Sector primario: 189 (126 labradores, 63 jornaleros).

Como se puede ver, en la localidad tenían un peso importante el clero, el artesanado y los pequeños y medianos campesinos. Frente a ellos, el peso de jornaleros y criados no era nada despreciable. En esencia, y pese a que los datos pueden dar una falsa apariencia de importancia de los sectores secundario y terciario, la economía descansaba en una economía agraria de subsistencia. De hecho, hay que tener en cuenta que muchos empleados públicos, profesiones liberales y artesanos eran en realidad también agricultores y los criados, además de las tareas domésticas, eran empleados en las labores agrarias.

Además del clero rural en cada localidad, en nuestra zona había que tener también en cuenta la presencia del clero regular. Me estoy refiriendo al Monasterio de Nuestra Señora de la Peña de Orcera, de Franciscanos Observantes, que según el Censo de 1787 contaba con los siguientes miembros: 11 religiosos (8 profesos y 3 legos) y 4 seglares (1 donado y 3 criados) (INE, 1987: 463).

Sin embargo, la situación socioeconómica de la Sierra de Segura tenía caracteres singulares que la hicieron decantarse mayoritariamente por el bando isabelino. Me estoy refiriendo al control que sobre la zona ejerce el Estado a través, desde 1734, del Real Negociado de Maderas de Sevilla, y, desde 1748, de la Provincia Marítima de Segura de la Sierra, entidad esta última encargada de la explotación de los montes destinada al suministro a la Marina Real, en detrimento de los usos madereros, agrarios y ganaderos de los habitantes de la zona (CRUZ, 1981; RUIZ, 2009).

En las sociedades preindustriales, en los que la ausencia de innovaciones e inversiones evitaban que creciera la productividad, la única manera de crecer económica y demográficamente, era a través de un aumento de la superficie cultivada o en una explotación de los recursos más intensa, en el caso del bosque los usos ganaderos o forestales. El hecho de que la Provincia Marítima evitara todo esto provocó que la zona sufriera un acusado estancamiento demográfico y económico. Así, si en 1755 Siles tenía 280 vecinos (GILA, p. 233), es decir, familias; en 1803 la población sólo habían subido a 300 vecinos (EXPEDIENTE, p. 20-21).

En este contexto, se comprende, que más allá de las tendencias ideológicas, la población serrana viera con buenos ojos al nuevo régimen liberal, que desde sus orígenes en las Cortes de Cádiz había ido dictando normas para la supresión de la Provincia Marítima, en un proceso descrito en su día por el sileño Juan de la Cruz Martínez (MARTÍNEZ, 1842: pp. 92-95). 

Las Cortes de Cádiz, el 14 de enero de 1812, decretaron el fin de la Provincia Marítima, ante lo cual, «los pueblos respiraron… y creyendo… que los arbolados eran la causa de su desventura hicieron asombrosos destrozos en los bosques, talaron, quemaron y allanaron». Sin embargo, el retorno al absolutismo al volver Fernando VII al trono en 1814, supuso el restablecimiento de la Provincia. Volvió a ser suprimida de nuevo durante el Trienio Liberal, en 1821, aunque de nuevo fue repuesta al recuperar el rey su poder absoluto en 1823. Como indica Martínez, «desde esta época, puede decirse que estos establecimientos de Marina y Negociado abandonaron el tráfico de maderas, pero no abandonaron el abuso y excesos de enjuiciamiento y administración» en perjuicio de los vecinos. Finalmente, la nueva ordenanza de montes de 1833 suprimió la Provincia, supresión que no se hizo efectiva hasta agosto de 1836. Ya desde 1833, el control estatal sobre el monte se relajó, lo que tuvo como efecto que los «pueblos se lanzaron con avidez al camino que anteriormente habían trillado. Hubo destrozos grandes, se reconocieron multitud de propietarios… los Ayuntamientos, los particulares, todos se persuadieron que la hora de destruir los montes había sonado, y así fue que las talas y cortas de árboles» fueron «asombrosas, sin exageración», situación que, pese a los esfuerzos de los encargados de montes, se seguía manteniendo cuando Martínez publica su libro en 1842.

La relajación, primero, y la desaparición, después, del control estatal debido al contexto bélico (Guerra de Independencia entre 1808 y 1814 y Primera Guerra Carlista entre 1833 y 1839) y a la supresión de la Provincia Marítima en 1833-1836 permitió ampliar la tierra cultivada e intensificar los aprovechamientos madereros y ganaderos en la Sierra, lo que se tradujo en un fuerte crecimiento demográfico. Así, si en 1803 Siles tenía, como ya hemos visto, 300 vecinos, estos se habían elevado a 502 en 1837 (MARTÍNEZ, 1842) y a 524 en 1849 (MADOZ, 1849: p. 397).   

La Primera Guerra Carlista en la Sierra de Segura

Las partidas carlistas tuvieron un escaso desarrollo en Andalucía, destacando solo zonas como Sierra Morena y la Sierra de Segura, en las que, a las escasas partidas locales, se sumaron las de la cercana La Mancha, región en las que sí tuvieron una importancia destacada (BULLÓN, 2002: pp. 289-290). En cualquier caso, su actuación fue bastante limitada hasta 1836 (GARCÍA, 2007), gracias, en parte, al efecto animador que supuso la ya citada expedición del general Miguel Gómez.

En la Sierra de Segura el apoyo al carlismo, por las razones ya citadas, se limitó a grupos minoritarios, por lo que la consecuencia principal de la guerra en nuestra zona fue la actuación de partidas guerrilleras con pocos miembros y en su mayoría de procedencia exterior. Pese a ello, entre 1836 y 1838 su incidencia en la zona fue muy destacada, generando una fuerte inseguridad y perjudicando a la población local con sus constantes peticiones de dinero y suministros (raciones) y sus acciones de saqueo.

Desde el inicio del conflicto, la zona se muestra favorable al bando isabelino. Así, sólo poco más de un mes después de la muerte de Fernando VII (producida el 29 de septiembre de 1833) se realiza en Segura de la Sierra la proclamación de la nueva reina Isabel y de su regente María Cristina. Como informa la «Gaceta de Madrid», precedente del actual BOE, el día 19 de noviembre «con toda la solemnidad que ha podido esta villa ha levantado pendones por Su Majestad la Reina nuestra Señora…, y después el ayuntamiento y autoridades con todas las personas de distinción pasaron al sagrado templo, donde se cantó un Te Deum en acción de gracias» (GACETA, 18/1/1834).

Cabecera del primer número de la «Gaceta de Madrid» (1834).

La llegada a las cercanías de la Sierra de Segura de la expedición del general Miguel Gómez en 1836 va a ser el detonante de la actuación de la guerrilla en la zona. Gómez se encontraba ya en Albacete el 16 de septiembre. El día 22 de ese mes entra en la provincia de Jaén por Montizón y Chiclana de Segura, al día siguiente entra en Villanueva del Arzobispo y el día 24 pasa por Villacarrillo, Torreperogil y Úbeda con dirección a Córdoba (VALLADARES, 1988).

Dos meses después del paso de la expedición, en noviembre de 1836, se producen las dos primeras actuaciones guerrilleras carlista en nuestra zona. Así, como nos informa Juan de la Cruz Martínez, «la gavilla de latro-facciosos capitaneada por Peñuela, quemó el día 9 de Noviembre de 1836 el apreciable archivo del ministerio de Marina», que estaba en Orcera (MARTÍNEZ, 1842: p. 94). 

Pocos días después, las partidas carlistas vuelven a hacer acto de presencia, tal y como nos informa un documento del Archivo Histórico Nacional. En el mismo, el alcalde interino de Orcera informaba a la Comandancia general de la Provincia de Jaén de la entrada en su localidad, y en la de Segura, los días 27 y 28 de noviembre de 1836 de una partida carlista de 28 miembros, exigiendo raciones y dinero, saqueando la casa del regidor Rodríguez y otras y que asesinó en Segura de la Sierra a Jacinto Toledo, comandante de armas de la localidad. Tras ello, la partida se desplazó hacia La Puerta y posteriormente «hacia Andalucía» (AHN). El informe, fechado el día 29 de noviembre, dice así:

«En esta madrugada del 27 del corriente como a las 1 y 1/2 llegó el regidor constitucional Antonio Rodríguez al quarto donde me hallaba durmiendo y despertándome me dijo: <Ay se queda la jusrisdición> y me dejó el bastón, marchándose precipitadamente. Como yo no tenía antecedentes de que se me había de conferir este encargo, del que estaba muy distante, me sorprendió; y soñoliento y atolondrado me vestí y saliendo a la calle oygo tropel de caballos y me encuentro con la descubierta que se hallaba en la puerta del alcalde constitucional D. Antonio Vizcaíno, que lo estaban buscando con mucha diligencia. Al acercarme se vienen a mí a la luz de la luna pidiéndome 150 raciones y sin separarse de mí un momento hasta después de amanecido estuvieron vagando por el pueblo como unos 28 facciosos que destrozaron la casa del patriota y regidor Rodríguez y otras varias. Retirándose la mayor parte supe que otra descubierta se hallaba en Segura, y sin dejar en todo el día de entrar y salir afligieron al pueblo con sus malas amenazas y saqueos. Se remitieron las raciones de su orden a Segura y el 28 me pidieron 2.000 reales amenazando llevarse presos dos del Ayuntamiento y saquear el pueblo. Quando bajaban de Segura salí como dos tiros de fusil del pueblo a persuadirlos de la imposibilidad de satisfacer su pedido por la extrema pobreza de este vecindario y satisfechos de esta verdad tomaron el camino a la Puerta, donde permanecieron aquella noche, pero sin faltar de este pueblo algunos, haciendo destrozos. Supe ciertamente haber asesinado en la rambla de Segura al Comandante de armas D. Jacinto Toledo. Y ahora a las 3 de la tarde me avisan marcha la facción hacia Andalucía».

A partir de principios de 1837 la comarca sufre las actuaciones de la partida carlista dirigida por Isidoro Ruiz, al que acompañaron algunos serranos, como el cura de Segura de la Sierra. Esta partida desarrolló sus actuaciones en La Mancha y, esporádicamente en la Sierra de Segura. Así, el 23 de enero de 1837 el capitán general de Granada informaba de haber efectuado «una correría por la Sierra de Segura y Cazorla… con el objeto de perseguir la facción acaudillada por Isidoro Ruiz, y al mismo tiempo revisar los destacamentos y conocer el espíritu de los pueblos y reanimarlos a favor de la justa causa» (GACETA, 11/2/1837).

Durante su actuación en la Sierra, esta partida realizó varios robos, entre ellos en las iglesias de Siles y Segura de la Sierra, escondiendo su botín en una cueva. Los bienes pudieron finalmente recuperarse gracias a la declaración de uno de sus miembros fusilado en Segura el 21 de julio. El informe oficial, emitido por la Capitanía general de los reinos de Granada y Jaén dice así (GACETA, 16/9/1837):

«También por declaración de un faccioso fusilado en Segura el día 21, se han encontrado en su Sierra y en la cueva nominada del Silencio, los efectos expresados a continuación, de los que he mandado devolver a las iglesias parroquiales de dicha villa y de Siles los vasos sagrados y ornamentos, pues les fueron robados por el infame Ruiz y sus secuaces que tan falsamente se titulan defensores de la Fe, y que el relox de sala sea entregado a su dueño…

Efectos aprehendidos:

Cajón 1º: Una cruz de plata grande con una efigie de nuestra Señora del Rosario, y en el reverso Santiago. Un cáliz con la copa de plata y el árbol y pie de platina. Una patena de plata. Una cucharita de id. Dos vinajeras de plata labrada con un plato de id. Un ornamento para celebrar, de color blanco con visas moradas. Unos manteles de altar. Un hostiario de hoja de lata con diez hostias.

Cajón 2º: Un relox de sobremesa de música con llave para darle cuerda. Un copón completo de plata labrada. Un cáliz de plata. Tres patenas de plata. Una cucharita de id. Un paño de altar sucio usado. Una manta usada de color y varios trapos que resguardaban el relox. Veinte y seis escopetas. Un cañón de id. y un fusil español.

Cuyos efectos se reconocieron a presencia de varios oficiales y del alcalde constitucional y cura párroco del pueblo de Hornos».  

Finalmente, el 22 de julio de 1837 fue sorprendida en Villapalacios (Albacete) esta partida, compuesta de 12 caballos y 27 infantes, por las tropas isabelinas, dirigidas por D. Genaro Selva, «subteniente comandante de la columna de la izquierda de Sierra Segura», acompañado de una fuerza de 23 caballos y 37 infantes, muriendo en el enfrentamiento 21 «facciosos, entre ellos el cura de Segura de la Sierra» (GACETA, 28-29/7/1837).

Pocos días antes, actuó en la comarca otra partida, comandada por Morillas, que en julio de 1837 «con unos 40 ó 50 hombres, desde sus escabrosas guaridas de las sierras de Segura, ha invadido en estos días las poblaciones de Genabe, Torres de Albanchez, Lapuerta y Beas: de la primera se llevó una yegua; en la última exigió camisas y pantalones; y en todas raciones» (GACETA, 31/7/1837).

En noviembre de 1837 se nota de nuevo la actividad de las partidas en la Sierra, en este caso la comandada por Palillos. El día 13 de ese mes, el capitán isabelino D Luis Lisón, «comandante de la derecha de la línea de Sierra Morena», salió de Orcera «en persecución de unos facciosos» que se hallaban en La Puerta, alcanzándolos «en el sitio llamado Arroyo del Herrero, después de haber caminado tres leguas al trote, y les dispersó cogiéndoles una yegua, cuatro caballos y varios efectos, habiendo muerto a un faccioso y hecho prisionero a otro que fue luego fusilado, manifestando antes de morir que se llamaba Juan Ayuso, que era ayudante de Palillos y que el muerto en el campo era hijo suyo». Si la partida no fue totalmente capturada fue debido a que «el ama del cura González… dio noticia a los mencionados facciosos de que iba tropa en su persecución, por cuya causa no cayeron todos en poder del expresado capitán Lisón». En consecuencia, el capitán general había dado orden «a la justicia de Ibros para que sea presa y trasladada a la villa de La Puerta… y que en la villa sufrirá la última pena con arreglo a los bandos que en aquellos cantones rigen» (GACETA, 10/12/1837). Como vemos, se intentaba mediante penas extremas (la de muerte) evitar que las partidas pudieran encontrar apoyo popular en su zonas de actuación.

A principios de 1838 la amenaza no proviene de las partidas guerrilleras, sino de la expedición realizada por el general carlista Antonio Tallada, que a partir de enero de 1838 intentó, con un ejército de cuatro batallones, tres escuadrones y una sección de artillería, ocupar Andalucía procedente desde Cuenca. Tras pasar por Alcaraz, fue derrotado en Baeza, tomando camino hacia el sur de la provincia. El día 7 de febrero de 1838 de ese mes, tropas isabelinas, formadas por 6 batallones y un escuadrón ligero, salen de Quesada con dirección a Cazorla para repeler a las tropas carlistas que habían entrado en la localidad. Sin embargo, estas huyeron «atravesando la sierra por la garganta que llaman de la Losa, en dirección a Bujaraiza», siguiendo posteriormente «la dirección de Segura de la Sierra, con designio sin duda de volver a Valencia». En su huida, las tropas carlistas perdieron «más de mil hombres, entre muertos, heridos, prisioneros y pasados», es decir, desertores, «estos continúan presentándose a cada momento». Además, «se han recogido gran número de fusiles y demás efectos de guerra que quedaron en el campo para que puedan utilizarse en el cuerpo de reserva» (GACETA, 20/2/1838).

Sin embargo, Tallada no volvió a Valencia sino que marchó a las provincias de Almería y Granada. Así, hasta finales de febrero es perseguido por el general liberal Sanz por Oria y Urrácal (Almería) y por Baza y Benamaurel (Granada), dirigiéndose «en la mayor dispersión hacia la Sierra de Segura» (GACETA, 9/3/1838). La situación el ejército de Tallada era lamentable, ya que en Benamaurel tenía «su gente cansadísima y en muy mal estado», acusándolos los liberales de que «no saben mas que robar y correr» (GACETA, 10/3/1838). El 27 de febrero de 1838 fue derrotado en Castril (Granada): «Su artillería, caballos, armas, todos sus efectos de guerra y más de 1.000 prisioneros han caído en nuestro poder. Tallada, medio desnudo, se salvó a favor de la oscuridad de la noche. Los restos materiales de sus gigantescas esperanzas vagan fugitivos sin armas, llenos de espanto, perseguidos en todas direcciones por la Milicia Nacional» (GACETA, 10/3/1838). Tallada fue apresado en Barrax (Albacete) en marzo de 1838 y fusilado.

Finalmente, la guerra termina el 31 de agosto de 1839 con el Convenio de Vergara. La paz es acogida por el país con enorme alivio. El 26 de septiembre de 1839 el Ayuntamiento de Beas de Segura dirige un escrito a la regente María Cristina «para felicitarle por los fastuosos sucesos del Norte», es decir, por la firma del convenio, añadiendo: «Este feliz desenlace… ha hecho se entreguen los habitantes de esta villa al júbilo más cumplido, principiando la reconciliación; y abrazándose cordialmente festejan el llegado día de la paz». El documento es firmado por los alcaldes Juan Antonio Montoya y Manuel Frías; los regidores Agustín Talen, José López de Quadros, Marcos de Quadros, José Niño, Bartolomé Gómez y Francisco Hornos; el procurador síndico, Roque de Frías; y el secretario de la corporación, Vicente Berrio Torrero (GACETA, 17/10/1839).

Fuentes y bibliografía

  • ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL (AHN), Diversos-Colecciones, legajo 205, nº 32. Oficio informando sobre la entrada de una partida carlista en la localidad jiennense de Orcera del año 1836.
  • BULLÓN DE MENDOZA, Alfonso (2002): La Primera Guerra Carlista. Tesis Doctoral. Madrid: Universidad Complutense.
  • CRUZ AGUILAR, Emilio de la (1981): “La provincia marítima de Segura de la Sierra”. Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, 107, pp. 51-82.
  • EXPEDIENTE (1825): Expediente sobre el régimen y administración de los montes de Segura de la Sierra y de su Provincia. Madrid: Imprenta de Miguel de Burgos.
  • GACETA DE MADRID (GACETA), números 9 (18/1/1834), 799 (11/2/1837), 970 (23/7/1837), 971 (29/7/1837), 986 (31/7/1837), 1020 (16/9/1837), 1107 (10/12/1837), 1180 (20/2/1838), 1200 (9/3/1938), 1201 (10/3/1838), 1803 (17/10/1839).
  • GARCÍA SÁNCHEZ, Adelaida (2007): «La Diputación Provincial de Jaén, en 1838, ante la Primera Guerra Carlista». Elucidario, 3, pp. 397-399.
  • GARRIDO GARCÍA, Carlos Javier (2018): «La villa de Siles en el siglo XVIII: su evolución sociodemográfica y económica».
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APROXIMACIÓN A LA HISTORIA DE SILES DURANTE LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975): REPRESIÓN, DESPOBLACIÓN Y DESARROLLISMO

Aproximación a la historia de Siles durante la dictadura franquista, por Carlos Javier Garrido García.

La dictadura franquista

Durante la Guerra Civil (1936-1939) se fue estableciendo en las zonas sublevadas un régimen dictatorial gracias a la concentración de poderes en la persona del general Franco, nombrado jefe de Estado y generalísimo de los ejércitos en 1936, jefe del partido único, FET-JONS, en 1937 y caudillo en 1938.

La dictadura se caracterizó, hasta 1945, por el predominio político de los falangistas, la fuerte represión contra los republicanos y el establecimiento de una política económica intervencionista y autárquica. Como consecuencia de esto último, y de las destrucciones económicas de la Guerra Civil, la situación socioeconómica fue desastrosa, haciendo pasado estos años a la historia como los «años del hambre».

General Francisco Franco, dictador entre 1936 y 1975. Fuente: wikipedia.

La derrota de las potencias fascistas en la II Guerra Mundial (1939-1945) tuvo como consecuencia el aislamiento internacional de la Dictadura, lo que agravó la situación socioeconómica.

Para asegurar la pervivencia del régimen, este optó por potenciar el papel político de los católicos, que predominaron en el gobierno a partir de 1957 con los llamados tecnócratas, técnicos vinculados al Opus Dei. Los tecnócratas, con el Plan de Estabilización de 1959, acabaron con el intervencionismo y la autarquía. Esto, junto con la ayuda económica estadounidense y la salida del aislamiento internacional, gracias al contexto de Guerra Fría, permitió que la situación socioeconómica mejorase. Si a todo esto le añadimos la explosión del turismo, las inversiones exteriores y el dinero enviado por los emigrantes españoles a Europa Occidental, se entiende el desarrollo socioeconómico del país.

El «desarrollismo» económico, registrado entre 1959 y 1973 supuso un cambio en las estructuras sociales, pasando a predominar la clase media, lo que aumentó, junto a los problemas de un desarrollo socioeconómico en gran medida desequilibrado y a la ausencia de libertades políticas, la oposición antifranquista y el paso a posturas reformistas de buena parte de las bases sociales franquistas.

Frente a ello, el régimen franquista respondió, a partir de 1969, con un endurecimiento de sus posturas llevando a un callejón sin salida, del que se salió, tras la muerte del dictador en noviembre de 1975, a través de un consenso entre la mayoría de los antiguos franquistas, ahora reformistas, y la mayor parte de la oposición antifranquista.

Siles durante la dictadura: evolución sociodemográfica

La dictadura se estableció en Siles a través de la imposición del aparato institucional franquista (nuevo Ayuntamiento, partido y sindicato únicos: FET-JONS y CNS, con su sección agraria, la Hermandad de Labradores) y una fuerte represión, consistente en el enjuciamiento en procesos militares de los antiguos dirigentes y miembros de base de las organizaciones republicanas, de los cuales 11 fueron asesinados en Villacarrillo y 6 en Jaén capital, y en la depuración de todos los empleados públicos.

La economía comarcal va a estar condicionada por un punto de partida en el que la expansión previa del olivar permitió tener un producto de alta demanda en la situación general de autarquía y aislamiento internacional como el aceite, tanto como para consumo humano como industrial; en el que el otro gran recurso de la zona, el bosque, queda excluido del aprovechamiento de los vecinos debido al uso en exclusiva que se concede a RENFE a partir de 1942 para explotar una madera necesaria para reconstruir las vías férreas destruidas en la Guerra Civil; a la política de repoblaciones forestales; y al control posterior, en la década de 1960, del ICONA que prioriza el uso cinegético (Coto Nacional de Caza) sobre otras actividades humanas como la agraria y ganadera; y, relacionado con lo anterior, un proceso de revisión de los títulos de propiedad o explotaciones situadas en la Sierra a través del establecimiento de límites de las fincas estatales.

Como consecuencia de los procesos anteriores y de que la Sierra de Segura quedara, como tantas otras zonas rurales españolas, al margen del Desarrollismo iniciado en 1959, Siles sufre una evolución demográfica cuyas características podemos analizar a través de la siguiente gráfica.

Evolución de la población de Siles entre 1900 y 2009. Fuente: wikipedia.

Como se puede apreciar, entre 1900 y 1930 la población de Siles conoce un fuerte crecimiento demográfico. Pese a la crisis de los años 1930 y del impacto de la Guerra Civil la población continúa creciendo, e incluso se acentúa, pasando la población de  los 4.494 habitantes de 1930 a los 5.042 de 1940. La explicación para ello es el citado cultivo del olivar, que posibilitó que la zona contara con un producto, el aceite, fácilmente comercializable tanto por canales oficiales como en el mercado negro o estraperlo. Junto a este factor, que va en consonancia de la ruralización que sufre el país, hay que tener en cuenta la emigración forzosa de los condenados a destierro por el régimen, cuyo destino preferente eran localidades rurales en las que fueran fácilmente controlables.

Sin embargo, a partir de entonces la dinámica demográfica entra en regresión, descendiendo la población de manera leve hasta 1950, cuando alcanza los 4.896 habitantes. Esto se puede relacionar con una inversión de los flujos migratorios, que se puede explicar por la llegada a su límite de la explotación del olivar, tanto por los condicionantes del relieve como por las interferencias de RENFE, y por el nuevo crecimiento de las zonas urbanas e industriales gracias a la salida del aislamiento internacional, actuando de nuevo como polos de atracción de población.

El decrecimiento de la población se acentúa a partir de entonces debido al Desarrollismo, que marginó a las zonas rurales y provocó un fuerte éxodo de población hacia las áreas urbanas, industriales y turísticas. Este proceso, en el caso de la Sierra de Segura, se vio aumentado por los intereses ligados al ICONA, lo que supuso una acentuación de los desahucios de agricultores de las tierras estatales y una supresión de las escuelas rurales que tenían como objetivo el vaciamiento poblacional de la Sierra, en un proceso vivamente descrito por Ignacio Martínez. De hecho, la mayor parte de la población serrana vivía en cortijos y aldeas dispersos por la Sierra.  Como podemos ver en la gráfica, la población de Siles se va desplomando progresivamente, llegando a los 4253 habitantes en 1960, a los 3.630 en 1970 y a los 2.856 en 1981.

Pese a este descenso demográfico, los indicadores sociodemográficos conocen una constante mejora, en consonancia con el «Desarrollismo». Así, siguiendo el estudio de Ramón Beteta Avio, la Tasa Bruta de Mortalidad, que en 1940-1944 era del 17’39 por mil, pasa a ser de 8’41 por mil en 1955-1959. A partir de entonces, el envejecimiento de la población, ya que la emigración afectaba principalmente al segmento de población joven, hace que la tasa registre un ligero ascenso, hasta situarse en el 10’89 por mil en 1970-1974. El envejecimiento de la población por la emigración explica también el descenso acusado de la Tasa Bruta de Natalidad, que pasa del 31’13 por mil en 1940-1944 al 14’28 por mil en 1970-1974.

En cualquier caso, la mejora de las condiciones de vida queda patente al analizar la esperanza de vida al nacer y la Tasa de Mortalidad Infantil. En cuanto a la primera, pasa de ser de 53’02 años en las mujeres y 47’1 en los hombres en 1940-1941 a ser de 76’2 y 70’4 años, respectivamente, en 1975-1976. Por lo que se refiere a la Tasa de Mortalidad Infantil, esta pasa de un elevado 110’26 por mil en 1940-1944 al 40 por mil en 1970-1974.

Vista de Siles desde la Ermita de San Roque en diciembre de 1939. Fuente: Hemeroteca de ABC.

El desarrollismo: equipamientos sociales y culturales

Pese a que el Desarrollismo, como hemos visto, supuso para la Sierra una acusada crisis sociodemográfica, la realidad general del país cambia, pasando a ser un país desarrollado y con predominio de la clase media. En consonancia con ello, se produce un fuerte desarrollo de los servicios públicos, que acaba por afectar también a localidades como Siles.

La asistencia médica

La mejora los indicadores sociodemográficos en Siles que ya he indicado se explica, por un lado, por la mejora en el nivel de vida de la población y, por otro, en la mejora de la asistencia sanitaria.

Hasta el final de la Guerra Civil no existía en los medios rurales un sistema de sanidad pública establecido. De hecho los servicios médicos eran privados y sólo en el caso de las clases bajas, imposibilitadas de pagar sus tratamientos, existía un servicio público de beneficencia de titularidad municipal. Así, en cada localidad el Ayuntamiento contrataba médicos titulares municipales que prestaban asistencia médica gratuita a las clases bajas, con cargo a los presupuestos municipales, siendo en el caso de Siles dos médicos los que realizaban esta labor.

Fue el régimen franquista el que empezó a establecer una red de centros sanitarios de titularidad pública, lo que no evitó que la asistencia médica privada costeada por los pacientes fuera todavía un recurso médico importante. En este sentido, dado su incipiente desarrollo, la red sanitaria pública siguió conservando en gran medida su carácter de servicio de beneficencia destinado a las clases bajas.

En enero de 1953 la Dirección General de Sanidad hizo público el proyecto de clasificación de Ayuntamientos con menos de 6.000 habitantes «con el fin de regular el ejercicio libre de la profesión de Médico en la provincia de Jaén». Muestra de la escasez de servicios médicos en la comarca de la Sierra de Segura, en todos los pueblos había plazas de médicos titulares municipales, pero sólo en Segura de la Sierra se preveía un médico dedicado al libre ejercicio de su profesión, como podemos ver en la siguiente tabla.

AYUNTAMIENTO HABITANTES MÉDICOS TITULARES MÉDICOS LIBRES
Benatae 1.491 1 0
Génave 2.141 1 0
Hornos de Segura 2.636 1 0
Orcera 4.109 2 0
Pontones 3.633 1 0
Puente de Génave 3.525 1 0
La Puerta de Segura 4.971 3 0
Segura de la Sierra 4.509 1 1
Siles 5.201 2 0
Torres de Albanchez 2.626 1 0  

La asistencia médica pública de los médicos titulares municipales se completó con el establecimiento de los Centros Secundarios de Higiene Rural, centros médicos especializados que atendían a la población comarcal y uno de los cuales se estableció, en fecha que aún no he logrado precisar, en Orcera.

El servicio  de estos Centros Secundarios, origen de lo que después serían los Ambulatorios, se completó con el establecimiento, en septiembre de 1953, de los Centros Maternales y Pediátricos de Urgencia, anexos a los anteriores. En el caso de la provincia de Jaén quedaron establecidos centros de este tipo en Alcalá la Real, Andújar, Baeza, Martos, Úbeda, Villacarrillo, Villanueva del Arzobispo y Orcera. La medida llegaba con 12 años de tardanza, ya que la creación de estos centros estaba ya prevista desde 1941.

Analizando el reglamento de estos centros nos podemos hacer una idea de los servicios que prestaban. Su objetivo era «la lucha contra la mortalidad maternal y mortinatalidad y contra la ignorancia en materia de Puericultura», previéndose su establecimiento «en todas las poblaciones cabezas de partido judicial». Para ello, los ayuntamientos debían ofrecer un local adecuado, «corriendo por su cuenta la adquisición o alquiler del mismo, y el Estado facilitará la dotación inicial de material y mobiliario clínico».

Se preveía una dotación de 10 camas, sala de partos, consulta prenatal y dispensario de Puericultura. El centro prestaría atención a las personas adscritas a la Beneficencia Provincial y Municipal y a los cubiertos por el Seguro Obligatorio de Enfermedad, previéndose para el resto la asistencia a cambio del pago de cada servicio. El centro estaba destinado «a aquellas gestantes que, previamente inscritas en el mismo, se hallen sometidas a observación y vigilancia durante su gestación, siempre que por el Maternólogo se haga indicación precisa del internamiento por razón clínica o social». Por último, en cuanto a personal, contaría con un Médico Maternólogo, otro Puericultor, una Matrona auxiliar, una Enfermera Puericultora y «el personal subalterno preciso, con carácter de jornalero, encargado de la custodia del edificio, limpieza, calefacción, cocina, etc».

El cooperativismo agrario

El sindicato único franquista, la Central Nacional Sindicalista (CNS) o Sindicato Vertical, contaba con una sección específica para agricultores, la Hermandad de Labradores. Uno de sus objetivos fue el de fomentar el cooperativismo agrario, medio que se consideraba eficaz para que el agricultor consiguiera unos mejores precios de venta de sus productos y favorecer también, en casos como el cultivo del olivar, fomentar también la transformación industrial de los mismos, en el caso citado con el establecimiento en el seno de las cooperativas de almazaras para la fabricación de aceite, aumentando así el rendimiento que conseguía al agricultor. Además, las cooperativas funcionarían también como Cajas Rurales. Todo ello quedó establecido en la Ley de Cooperación de 2 de enero de 1942.

En el caso de la Sierra de Segura, centrada ya definitivamente en el monocultivo del olivar, el cooperativismo tuvo un fuerte desarrollo, sobre todo a partir de los años del Desarrollismo. En el caso de Siles, en junio de 1956 fueron aprobados los estatutos de la Cooperativa y Caja Rural «San Isidro», en febrero de 1961 los de la Cooperativa del Campo y Caja Rural «Nuestra Señora de la Asunción», y en octubre de 1972 los de la Sociedad Cooperativa Agropecuaria «San Roque», llegando, por tanto, a haber tres cooperativas en la localidad, de las que actualmente solo pervive la primera.

Cooperativa y Caja Rural «San Isidro» de Siles. Fuente: www.sanisidrosiles.blogspot.com

La Fundación «Nuestra Señora de los Dolores»: la residencia de ancianos

Filomena Marín Martínez, falleció en Siles el 23 de enero de 1952. Veinte días antes, el día 3 de ese mes, había otorgado su testamento ante el notario Capilla, de Siles, por el cual, en su cláusula quinta, establecía la Fundación “Nuestra Señora de los Dolores”, con el objeto de establecer una residencia de ancianos en la localidad. 

Las características de la Fundación creada por Filomena Marín la podemos conocer por su escritura de constitución, de 2 de junio de 1952, y por la orden en la que fue declarada como fundación benéfico-particular por las autoridades franquistas en abril de 1955. Los fines fundacionales “consisten en la construcción de un Asilo para ancianos, preferentemente los naturales o vecinos del pueblo de Siles y otros limítrofes”. El Asilo iba a ser construido en “una finca donada por don Francisco Marín y un solar que cede el Ayuntamiento de Siles”, situados en el Carrascal, previéndose un coste en su “construcción y ajuar” de 1 millón de pesetas.

Para su financiación, Filomena Marín había cedido unos bienes que fueron valorados por los peritos en 2.409.400 pesetas. Los estatutos preveían la enajenación «en pública subasta» de todos sus bienes. El sobrante después de la construcción y dotación del Asilo quedaría “como capital rentable de la institución”, invirtiéndose en títulos de deuda intransferible.

La Fundación estaría regida por un Patronato compuesto por tres patronos “natos”: el Párroco de Siles y los dos Médicos Titulares de la localidad. Además, había dos patronos “nominalmente designados por la testadora, y que no serán sustituidos el día que cesen”: Bernardo Pérez y José Ramón Garrido.

Para la Gestión del Asilo, se preveía el establecimiento de «una Comunidad Religiosa». En los estatutos de la Fundación se establecía la obligación de «solemnizar la festividad de Nuestra Señora de los Dolores, Titular de la Fundación, con fiesta religiosa y comida extraordinaria a los acogidos». Del mismo modo, debía «costear anualmente dos funerales en sufragio del alma de la fundadora… en los días diecisiete de mayo y veintitrés de enero, fechas del nacimiento y defunción de la fundadora».

Residencia de Ancianos de la Fundación «Nuestra Señora de los Dolores» en 1963. Fuente: Hemeroteca de ABC.

La Fundación «Doctor Marín»: el instituto de formación profesional

Sobre la Fundación «Doctor Francisco Marín», establecida en 1963, y el centro educativo de formación profesional al que dio origen, remito al estudio específico que ya publiqué en esta misma web, al que se puede acceder pulsando aquí

Estas dos fundaciones, creadas por los hermanos Marín, son muestra de la situación embrionaria del estado de bienestar durante la primera fase de la Dictadura Franquista, lo que hacía que el vacío dejado por el Estado sólo pudiera ser cubierto a través de iniciativas privadas como estas.

Las casas de los maestros

Durante el periodo republicano se construyeron las denominadas «Escuelas Graduadas» en el Carrascal, cuya construcción se llevó a cabo entre 1932 y 1934, inaugurándose en septiembre de 1935.

En cuanto a las viviendas de los maestros, tradicionalmente ellos alquilaban las viviendas, muchas veces actuando como intermediario el Ayuntamiento. Este se limitaba a pagar una indemnización para el pago del alquiler.

Para acabar con ese sistema, que provocaba quejas en los maestros, el régimen decidió construir casas para ellos, ubicadas por lo general junto a sus centros de trabajo. De su construcción se encargaban las Juntas Provinciales de Construcciones Escolares, lo mismo que de la construcción de nuevos centros.

En noviembre de 1960 la Junta de Jaén publicó en el Boletín Oficial de la Provincia «el anuncio de subasta para la construcción de seis viviendas para Maestros en la carretera forestal del pueblo de Siles», es decir, en la actual calle Doctor Vigueras, junto a las escuelas.  Su presupuesto de construcción se preveía por una cantidad de 1.045.820’60 pesetas, cantidad que quedaba «como base para la subasta y, por ende, como cantidad afectada por las bajas que se ofrezcan». Se daba un lazo de 15 días para la presentación de proposiciones, desde su publicación en el BOE el 9 de diciembre.

A partir de entonces se inició la construcción, que suponemos terminada para 1961 ó 1962.

La Biblioteca municipal

La primera biblioteca pública de la que tenemos constancia en Siles fue establecida durante la Guerra Civil, concretamente en febrero de 1938, en una vivienda de la Calle del Paseo y quedando como encargado Concepción Bueno García. Sin embargo, el final de la Guerra supuso la desaparición del servicio. Su encargado fue destituido de su cargo por el nuevo Ayuntamiento franquista en marzo de 1939, dentro del proceso de depuración de los funcionarios municipales, no estableciendo a nadie para sustituirlo, por lo que cabe deducir que desapareció el establecimiento.

No contaría, por tanto, la localidad con Biblioteca, hasta el establecimiento de la actual en 1963. En agosto de ese año, el ministro de Educación, Manuel Lora Tamayo, aprobó un decreto, dirigido al Director General de Archivos y Bibliotecas, por el que se creaba en la localidad una Biblioteca Pública Municipal, a petición del Ayuntamiento. Para ello, este y el Centro Provincial Coordinador de Bibliotecas de Jaén habían realizado un concierto «en el que se establecen las obligaciones que contraen ambos Organismos en lo que se refiere al sostenimiento y funcionamiento de dicha Biblioteca, de acuerdo con los Reglamentos vigentes».

Por tanto, la Biblioteca entró de manera inmediata en funcionamiento, ubicándose en principio en la misma sede de Falange y de la Hermandad de Labradores, sede actual del Centro de Día de Personas Mayores y de la Escuela Infantil «Gloria Fuertes». Posteriormente se ubicó en el Casino, en los bajos del antiguo Ayuntamiento en la Plaza del Agua y, ya en democracia, en su ubicación actual.

La casa-cuartel de la Guardia Civil

Desde su establecimiento en la localidad, la Guardia Civil había utilizado inmuebles de alquiler. Así, por ejemplo, desde septiembre de 1934 se hallaba instalada en un inmueble alquilado, propiedad de Genaro López Quijano, aunque el contrato fue rescindido en plena Guerra Civil, en marzo de 1938, periodo durante el cual el inmueble fue ocupado por varios vecinos.

Esta situación de provisionalidad se mantuvo hasta 1972. El Ayuntamiento de Siles ofreció al Estado «un inmueble de una extensión de novecientos metros cuadrados, sito en el mismo término municipal, con destino a la construcción de casa-cuartel  de la Guardia Civil.

El solar, «a segregar de otro de mayor cabida», estaba situado en el «paraje denominado Carrascal Alto» y lindaba «Al Norte. con finca matriz; al Sur, calle Feria; al Este, con calle Virgen del Pilar, y al Oeste, finca matriz».

La donación fue aceptada por el Ministerio de Hacienda por Decreto de 7 de diciembre de 1972, estableciéndose que el solar «deberá incorporarse al Inventario General de Bienes del Estado, una vez inscrito a su nombre en el Registro de la Propiedad, para su ulterior afectación por el Ministerio de Hacienda al de la Gobernación para los servicios de casa-cuartel para la Guardia Civil, dependientes de este último Departamento».

La cesión del Cubo y de las murallas al Ayuntamiento

Las murallas de la localidad de Siles se construyeron en 1397, a cambio de la cual la Orden de Santiago le concedió el título de villa. El sistema defensivo de la localidad se completaba con la fortaleza, de la que queda actualmente el Cubo. Estas estructuras defensivas eran consideradas propiedad de la Orden Militar de Santiago, que era la encargada de su mantenimiento.

Durante el reinado de Carlos I, en 1523, las órdenes militares quedaron bajo el control de los monarcas, por lo que, de hecho, sus bienes pasaron a convertirse en lo que hoy denominaríamos como bienes del Estado. Los procesos desamortizadores del siglo XIX (especialmente los decretos de Mendizábal en 1836 y Madoz en 1855) supusieron la venta de muchos de los bienes estatales, sobre todo fincas rústicas, quedando las antiguas fortalezas, como bienes de interés histórico-artístico, en manos del Estado, que las dejó sumidas, en la mayoría de los casos, en un estado de total abandono.

En 1973 el Ayuntamiento de Siles solicitó la «cesión gratuita de la torre denominada ‘El Cubo’ y muralla, sitas en dicho término municipal, con el fin de destinarlas a monumento artístico ornamental». El Gobierno, de acuerdo con la Ley de Patrimonio del Estado, que preveía la cesión «a las Corporaciones locales (de) los inmuebles por razones de utilidad pública o de interés social», dio el visto bueno. Del mismo modo, el Ayuntamiento aceptó «las obligaciones a que habrá de quedar sometido en el disfrute del citado bien por estar integrado en el Patrimonio Artístico Nacional».

Como consecuencia, en octubre de 1973 se aprobó el Decreto de cesión, firmado por Francisco Franco y por el Ministro de Hacienda, Antonio Barrera de Irimo. En su artículo 1º se describen los bienes cedidos.

En cuanto a la muralla, se cedieron los siguientes tramos:

  • Un trozo «de veintisiete metros de longitud y una altura exterior de tres metros, lindando con el cementerio clausurado, e interior de dos metros, con herederos de don Francisco Cano Rodríguez».
  • «Otro en la Calle Caba, esquina a la calle Magdalena, de seis metros de longitud y cinco a seis de altura, formando parte de la casa de don Vicente Alarcón Millán. En la parte superior existen restos de una torre vigía».
  • «Otro en la misma calle anterior, de diez metros con veinte centímetros de longitud, con una edificación delante, visible por encima de ésta, unos dos metros».
  • «Otro de doce metros lineales por seis de altura, lindante con las casas de María Rodríguez Bermúdez e Isabel Galdón Valle, también en dicha calle Caba».
  • «Otro de quince metros de longitud por siete de altura, formando parte de las casas de Narcisa Martínez Barba y Enrique Nova Chinchilla, igualmente en calle Caba».
  • «Otro de once metros de longitud por nueve de altura, que forma parte de la casa de Francisca Sánchez Ruiz, en la calle del General Mola».
  • «Otro de veinticinco metros de longitud por nueve de altura en la calle San Gregorio y que forma parte de las casas de Francisco Sánchez Ruiz, Emilio Zorrilla Franco y Francisca Juárez Manzaneda».
  • «Otro de once metros de longitud por cinco de altura en la calle indicada anteriormente de San Gregorio, que forma parte de las casas de María Fernández Sesarino y Roque Mendoza Mendoza».
  • «Un arco de muralla para paso desde la calle Caba a la de Magdalena de dos metros ochenta centímetros de anchura por tres metros con cincuenta centímetros de altura, abierto en la muralla, con un grosor de un metro con sesenta centímetros».
  • «Otro arco de acceso a la calle de San Gregorio desde la calle de Casa Caída, de tres metros de altura por dos metros diez centímetros, creado sobre una muralla de un grosor de un metro setenta centímetros».

Por lo que se refiere al Cubo, lo describe de la siguiente manera: «Un torreón denominado ‘El Cubo’, de forma cilíndrica, de una superficie de cincuenta y siete metros cuadrados y una altura de quince metros. Consta de dos pisos y una terraza, estando derrumbada la escalera de acceso. Linda: entrando por la calle de Placeta Villa, con casa de Leovigildo Banderas Trillo y ruinas de casa de Francisco Cano Rodríguez, tanto por la derecha como por la izquierda entrando, y espalda con cementerio clausurado. Anejo al mismo y con una separación de dos metros con noventa centímetros, una habitación sin techo, con paredes de cinco a seis metros de altura y una superficie de ochenta y cuatro metros cuadrados».

Al Ayuntamiento se le daba un plazo de 10 años para que los bienes cedidos fueran «dedicados al uso previsto». En caso contrario, los bienes revertirían al Estado, sucediendo lo mismo si con posterioridad al plazo el uso cambiase. Por otra parte, cualquier «obra de adaptación, conservación o reparación» debía contar con autorización previa de la Dirección General de Bellas Artes.

De este decreto de cesión quedaron excluidos dos lienzos de muralla, ya fuera por omisión o por descubrimiento posterior, lo que motivó la aprobación de uno nuevo en septiembre de 1974. Con las mismas condiciones del decreto anterior, fueron cedidos al Ayuntamiento de Siles los siguientes «lienzos de la muralla»:

  • «Porción de muralla de veintiún metros de longitud por cinco metros de altura, en la calle San Gregorio, formando parte de las casas de Amadeo Martínez Blázquez y Julia Chinchilla Fox».
  • «Otra porción de muralla de ochenta metros de longitud por una altura de tres a cuatro metros, situada entre el cementerio católico clausurado y herederos de Eugenio Ortega Romero, Julio Tebar Tebar, Alfonso Punzano Carrasco, Domingo Fuentes Flores y Hermenegildo Balderas Trillo, cerrando con la torre del Cubo».

Con posterioridad, ya en democracia, el Ayuntamiento fue acometiendo la restauración del monumento, especialmente El Cubo, que, junto con la Tercia, se ha convertido en el principal reclamo histórico-monumental del municipio.

Plaza de la Villa (Foto: El cura Blanco). Publicada en: «Recuerdos del Ayer y Siles».

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  • BOE, nº 186 (4/7/1956), p. 4401. Orden de 16 de junio de 1956 por la que se inscribe en el Registro Oficial a las Cooperativas que a continuación se relacionan.
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  • BOE, nº 57 (8/3/1961), p. 3606. Orden de 21 de febrero de 1961 por la que se inscriben en el Registro Oficial a las Cooperativas que se relacionan.
  • BOE, nº 232 (27/9/1963), p. 13.937. Orden de 27 de agosto de 1963 por la que se crea una Biblioteca Pública Municipal en Siles (Jaén).
  • BOE, nº 269 (9/11/1972), pp. 19952-19953. Orden de 3 de octubre de 1972 por la que se dispone la inscripción en el Registro Oficial de las Cooperativas que se mencionan.
  • BOE, nº 303 (19/12/1972), p. 22.644. Decreto 3452/1972, de 7 de diciembre, por el que se acepta la donación al Estado por el Ayuntamiento de Siles (Jaén) de un inmueble de 900 metros cuadrados, radicado en el mismo término municipal. con destino a la construcción de una casa-cuartel para la Guardia Civil.
  • BOE, nº 255 (24/10/1973), p. 20.533. Decreto 2629/1973, de 5 de octubre, por el que se cede gratuitamente al Ayuntamiento de Siles (Jaén) la torre denominada «El Cubo» y muralla, sitas en dicho término municipal, con el fin de destinarlas a monumento histórico artístico ornamental.
  • BOE, nº 247 (15/10/1974), pp. 20883-20884. Decreto 2913/1974, de 27 de septiembre, por el que se ceden gratuitamente al Ayuntamiento de Siles (Jaén) dos lienzos de muralla sitos en dicho término municipal, con el fin de destinarlos a monumento artístico ornamental, completando así la cesión realizada anteriormente.
  • Escritura de Fundación del establecimiento de beneficencia particular «Nuestra Señora de los Dolores», de aceptación de nombramiento de cargos y de concesión de facultades al señor Presidente. Siles, 2/6/1952.
  • GARRIDO GARCÍA, Carlos Javier: Siles y el partido judicial de Orcera durante la II República, la Guerra Civil y la Posguerra (1931-1950). Siles: Leones del Agua, 2018.
  • GARRIDO GARCÍA, Carlos Javier: Siles durante la crisis del sistema de la Restauración y la dictadura de Primo de Rivera (1920-1931). Siles: Leones del Agua, 2019.
  • MARTÍNEZ, Ignacio: Introducción a la Segurología. Beas de Segura: Montflorit Ediciones, 2014.

EL AYUNTAMIENTO DE BENÍNAR ENTRE 1925 Y 1945

Evolución histórica del Ayuntamiento de Benínar (Almería) entre 1925 y 1945, a través de las actas municipales, por Carlos Javier Garrido García.

Vista general del desaparecido pueblo de Benínar.

Introducción

El periodo comprendido entre 1925 y 1945 es uno de los más conflictivos, e interesantes, de la Historia de España. Nuestro país pasa de una dictadura próxima al fascismo (Primo de Rivera, 1923-1930), a la imposibilidad de restaurar el sistema político de la Restauración (dictablandas de Berenguer y Aznar, 1930-1931). Esta imposibilidad acabó provocando la caída de la Monarquía, proclamándose la II República (1931-1936). El nuevo régimen nació con una vocación claramente reformista, pero su fracaso llevó a una creciente polarización política y social, que acabó derivando en el estallido de la Guerra Civil (1936-1939). La victoria de Franco en la misma supuso el establecimiento de un régimen dictatorial, en principio con unas claras bases fascistas, en lo que se dio en llamar la Etapa Azul (1939-1945).

En este marco general es en el que se desarrolla la historia de Benínar, una localidad de la Alpujarra Almeriense. Este trabajo se puede considerar, en cierto modo, como continuación del artículo que publiqué en la revista “Faura” en el año 2019. Los datos que aporto cobran sentido previa lectura del mismo. Del mismo modo, recomiendo la consulta de bibliografía, cuyo listado incluyo al final de este trabajo. El trabajo está basado en las actas municipales del Ayuntamiento de Benínar, que se custodian en el Archivo Municipal de Berja.

La dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)

A finales de 1925 la corporación municipal de Benínar estaba compuesta por el alcalde Ramón Maldonado Sánchez y los concejales Juan Ruiz Martín, Daniel Sánchez Rincón, Bernardo Sánchez Rincón, Cecilio Maldonado Sánchez y Antonio Sánchez Ruiz. Como en el resto de España, el espíritu reformista y modernizador que se puso como meta el régimen dictatorial se nota en la localidad. Así, en diciembre de 1926 el alcalde comunicó que “hace tiempo el vecindario tiene deseos de tener alumbrado público, y habiendo llegado ocasión de satisfacer tan legítimos deseos por haber ofrecido un único fabricante suministrar el fluido necesario a dicho objeto”, decidiéndose facultar a la comisión municipal permanente  para su establecimiento. Del mismo modo, en octubre de 1927 se da cuenta de “la liquidación de las obras del camino vecinal de Benínar por Darrícal y Lucainena a la carretera de Ugíjar a Adra”, por una longitud de 11.825’12 metros y que contó con una subvención estatal de 328.016’61 pesetas.

En cualquier caso, la dictadura acabó fracasando, dimitiendo el general Primo de Rivera en enero de 1930, lo que motivó el cese de las corporaciones municipales establecidas durante su régimen.

Las “dictablandas” de Berenguer y Aznar (1930-1931)

La nueva organización municipal quedó establecida por el Real Decreto de 15/2/1930 del Ministerio de la Gobernación. En consonancia con el mismo, el día 26 de ese mes quedó constituida una nueva corporación municipal, compuesta por las siguientes personas: Pedro Sánchez López, Facundo Sánchez Quero, Manuel Martín Rodríguez, Juan Sánchez Quero, Antonio Fernández Roda, Antonio Pérez Prados, Rosendo Sánchez Roda y Juan Antonio Sánchez Sánchez, siendo elegido como alcalde Antonio Sánchez Blanco, que no era concejal. Al día siguiente, fueron elegidos como tenientes de alcalde Rosendo Sánchez Roda y Juan Antonio Sánchez Sánchez, y como depositario de fondos municipales Pedro Sánchez López.

Sin embargo, la nueva corporación fue declarada nula cuando aún no llevaba un mes constituida, ya que, por oficio del Gobernador Civil, se declaró nula la elección de alcalde y el nombramiento como concejal del que era secretario municipal, Facundo Sánchez Quero. La nueva corporación quedó integrada por los concejales Pedro Sánchez López, Rosendo Sánchez Roda, Juan Antonio Sánchez Sánchez, Juan Sánchez López, Diego Ruiz Martín y José Ruiz Martín, siendo elegido el primero como alcalde. Esta fue la corporación encargada de aprobar el presupuesto municipal para 1931, que preveía unos ingresos y gastos equilibrados en 11.217’50 pesetas. Sin embargo, en enero de 1931 fue también declarada nula, por no cumplir los preceptos del Real Decreto de 15/2/1930, eligiéndose una nueva compuestas por:

  • Concejales por mayores contribuyentes: Daniel Sánchez Ruiz, Juan Marín Íñiguez, Antonio Sánchez Ruiz y José Fernández Roda.
  • Concejales por exconcejales antes de 1923: Antonio Pérez Prados, Antonio Fernández Roda, Antonio Pérez Prados y Daniel López Zurita.

Como alcalde fue elegido, por sólo 6 votos a favor, Antonio Pérez Prados.

Bajo el mandato de esta nueva corporación se celebraron el 12 de abril de 1931 las elecciones municipales que dieron como resultado la proclamación de la II República dos días después.

La II República (1931-1936)

La implantación de la II República (1931-1932)

La nueva corporación elegida en las elecciones del 12 de abril de 1931 quedó constituida el día 17. Su composición era la siguiente:

  • Alcalde: Antonio Sánchez Blanco.
  • Teniente de alcalde: Federico Baños Moral.
  • Segundo teniente de alcalde: Juan Sánchez Roda.
  • Regidor síndico: Francisco Blanco Sánchez.
  • Depositario de fondos municipales: José Ruiz Martín.
  • Concejales: Francisco Baños Moral, José Roda Sánchez y Ángel Ruiz Martín.

En cuanto a su afiliación política, en el acta se indicó “que todos los individuos que forman la actual Corporación municipal están afiliados a las derechas republicanas y acordaron por unanimidad adherirse a la derecha liberal republicana que preside el Señor Alcalá-Zamora”.

Dos días después fue nombrado alcalde pedáneo de Hirmes Francisco Díaz Sánchez, en sustitución del anterior, Juan Medina Sánchez.

Una vez constituida la Corporación, esta inició su labor reformista, en consonancia con el espíritu del nuevo gobierno republicano. Así, en julio de 1931 se decidió denunciar a sus predecesores por irregularidades administrativas y presupuestarias y, ante la escasez de agua para el riego de la vega por la sequía, se facultó al alcalde para organizar las tandas de riego en cada pago. Un mes después, en agosto, empezaron a llegar los fondos estatales para obras públicas, establecidos para mitigar el problema del paro. Así, la Corporación recibió una comunicación del Gobernador Civil de la provincia comunicando que del crédito de 500.000 pesetas concedido a ésta por el Gobierno, le correspondían a Benínar 1.000 como anticipo reintegrable con destino a obras municipales para mitigar el paro. Ante ello, la Corporación indicó que “la necesidad más apremiante y angustiosa de este vecindario es el abastecimiento de aguas…, careciendo de aguas potables”, por lo que solicitaban que las 1.000 pesetas se invirtieran “en el arreglo indispensable de la fuente abandonada existente en el cauce del Molino de En medio para abastecimiento de los animales y otros usos domésticos, aunque las aguas de la misma no reúnan condiciones de potabilidad ya que no hay otras de que pueda surtirse el vecindario en mejores condiciones para los expresados usos, pues las aguas más próximas se encuentran a unos cuatro kilómetros de distancia en el Río Darrícal”. Además, se facultaba al alcalde para solicitar el arreglo del camino vecinal de Benínar a la carretera Ugíjar-Adra por Hirmes. Por último, en diciembre de 1931 se aprobó el presupuesto municipal para 1932, con unos ingresos y gastos previstos de 11.330’50 pesetas, aunque luego fue rectificado aumentándolo hasta las 11.650’46 pesetas, cifras que suponían sólo un pequeño aumento con respecto al último presupuesto aprobado durante el periodo monárquico, el de 1931.

El Frente Popular (1936)

Tras el dominio de las derechas entre 1933 y 1936, las elecciones generales celebradas en febrero de ese año volvieron a llevar al poder a las izquierdas republicanas. El cambio a nivel estatal supuso también la destitución de las anteriores corporaciones municipales, especialmente si estas estaban en manos de la derecha, como sucedía en Benínar. Así, en marzo de 1936 se celebró una sesión municipal presidida por Leonardo Giménez Castillo, delegado del Gobernador Civil, que dio lectura a un oficio de este en el que “por razón a que podría dar motivo de perturbación del orden público la continuación en el ejercicio de sus funciones de los concejales que constituyen ese Ayuntamiento…, he acordado por decreto de esta fecha que cesen”, nombrando una Comisión Gestora integrada por Bernardo Sánchez Rincón, Antonio Moreno Sánchez y Antonio Pérez Prados. Tras tomar posesión, fue elegido presidente Bernardo Sánchez, vicepresidente Antonio Moreno y síndico Antonio Pérez.

De manera inmediata, la nueva Comisión Gestora inició una depuración de los cargos municipales, para expulsar de ellos a los derechistas que los ocupaban. Así, fue suspendido de empleo y sueldo el secretario municipal, Facundo Sánchez Quero, “por considerarlo persona desafecta al Régimen y no contar con la confianza de esta Corporación”, siendo nombrado Antonio López Dotes como secretario interino para sustituirlo. También fue destituido por los mismos motivos el alguacil, Felipe Ruiz Sánchez, sustituido por Pedro Sánchez Rincón. La única actuación de la Gestora fue solicitar a la Diputación Provincial, en mayo de 1936, a petición de los vecinos de Hirmes, la prolongación “del camino de Berja al Tajo de Peñarrodada hasta la barriada de Yrmes por carecer de comunicación con dicha ciudad, que es la que consume su producción agrícola”.

Un mes después, en junio de 1936, el Gobernador Civil de la provincia destituyó a la Comisión Gestora, nombrando una nueva integrada por Francisco Sánchez Sánchez (menor), Federico Checa García, Francisco Álvarez Garzón, Antonio Garzón Díaz y Juan Díaz Álvarez. Una vez tomada posesión, la nueva comisión eligió los distintos cargos municipales de la siguiente manera:

  • Presidente: Francisco Sánchez Sánchez.
  • Vicepresidente y depositario municipal: Federico Checa García.
  • Segundo teniente de alcalde: Francisco Álvarez Garzón.
  • Regidor síndico: Juan Díaz Álvarez.
  • Vocal: Antonio Garzón Díaz.

Una de sus primeras actuaciones fue ordenar a los “pastores de la localidad para que desde el día seis del corriente hasta primero de agosto venidero permanezcan los ganados en la sierra, siendo castigado el que no lo cumpla”, seguramente para que no interfirieran en las labores de recolección de la cosecha de cereales.

Ante el aumento de la conflictividad política y social en todo el país, el 20 de junio el Gobernador Civil remitió una comunicación en la que ordenaba a la Comisión Gestora que “se dé cuenta por el medio más rápido de cuantos sucesos relacionados con el orden público ocurran en el término municipal; que deberá el señor Alcalde impedir la actuación de cuantos intenten ejercer la autoridad no siéndolo; así como también abstenerse esta Alcaldía de imponer sanciones de trabajo que no hayan sido sancionadas por el Ministro del Ramo”. Aparte de la situación política, en esa misma sesión se hizo patente la mala situación sanitaria de la localidad, acordándose comunicar a la Mancomunidad Sanitaria Provincial “que en esta localidad no existe Practicante ni Matrona”. Por último, en esta sesión se decidió nombrar Guarda Municipal a Nicolás Vázquez Romero.

Una semana después, el alcalde volvió a exponer “el mal estado en que este pueblo se halla de aguas potables”, acordándose nombrar para “las obras de alumbramiento de aguas” a Emilio Moreno Moreno, ayudante facultativo de Minas y Fábricas Metalúrgicas, y para la ejecución de los trabajos al contratista de obras Tomás Sánchez Carrión.

Finalmente, la tensión político-social y el golpe de estado de la extrema derecha acabaron provocando el estallido de la Guerra Civil el 18 de julio de 1936.

La Guerra Civil (1936-1939)

Los primeros meses de la Guerra: el periodo revolucionario (julio de 1936-enero de 1937)

El estallido de la Guerra Civil supuso el inicio en la zona republicana de un proceso revolucionario, marcado por la represión a los golpistas y los que eran considerados sus apoyos sociales (clases altas y medias, políticos de derecha, eclesiásticos) y por los experimentos colectivizadores de la economía, ambos procesos dirigidos por los Comités que suplantaron a las autoridades oficiales. Este proceso, que he analizado para Benínar en otro sitio, no supuso la eliminación total de los ayuntamientos, que siguieron existiendo, aunque de manera totalmente supeditada a los comités. Así, sus sesiones se volvieron meramente protocolarias y relacionadas con nombramientos o presupuestos, tomando las decisiones de calado político-social los comités. Entre julio de 1936 y enero de 1937 las únicas decisiones destacadas de la Comisión Gestora municipal fueron: el nombramiento de Roque Triviño Sánchez como recaudador municipal y de Juan Sánchez Sánchez como guarda municipal con carácter interino; el nombramiento como secretario municipal interino de Francisco Gil Molina, que lo era también de Turón, dada la ausencia del titular, Fausto Ruiz Venegas, desde el 6 de agosto; y el pago de 15 pesetas a José Antonio Díaz Rincón “por alojamiento de la Guardia Civil desde 1º de marzo hasta el 30 de Abril último”, coincidiendo con la tensión político-social que siguió a las elecciones de febrero de 1936 que dieron el triunfo al Frente Popular.

El nuevo Consejo Municipal y el control de la revolución

La dualidad de poderes existente por el mantenimiento, más teórico que real, del Ayuntamiento, y por la existencia del Comité Revolucionario acabó con la Constitución del Consejo Municipal de Benínar el 4 de febrero de 1937, de acuerdo con el decreto del Ministerio de la Gobernación del 4 de enero de ese año. El 31 de enero de 1937 el Gobernador Civil nombró como vocales del nuevo Consejo Municipal a José Ruiz Rincón, Juan Maldonado Sánchez, Aurelio Maldonado Sánchez, Francisco Sánchez Victoria y Francisco Sánchez Sánchez (menor). El día 4 de febrero todos ellos tomaron posesión, con excepción de José Ruiz Rincón, ya que había fallecido en noviembre de 1936, quedando constituido el Consejo. De inmediato, fueron elegidos los cargos de la siguiente manera:

  • Alcalde-Presidente: Juan Maldonado Sánchez.
  • Vicepresidente y depositario de fondos municipales interino: Francisco Sánchez Sánchez.
  • Síndico: Francisco Sánchez Victoria.
  • Vocal: Aurelio Maldonado Sánchez.

Como nuevo guarda municipal fue nombrado José Fernández López y se decidió que continuara el mismo alcalde pedáneo de Hirmes anterior, Pedro Baños Martín.

El organigrama municipal quedó completado el día 15 de febrero, cuando fue nombrado vocal José Rincón Romero, en sustitución del fallecido José Ruiz Rincón; como depositario de fondos municipales Francisco Sánchez Victoria y como recaudador municipal Enrique Blanco Maldonado.  En esa misma sesión se facultó al alcalde “para que disponga lo que estime oportuno para recaudar lo que se pueda en el producto de yeserías de Turón”, que debía pertenecer a los bienes de propios municipales.

Diez días después, se decidió nombrar a Juan Díaz Álvarez como alcalde pedáneo de la barriada de Hirmes y a Francisco Sánchez Victoria como representante del Ayuntamiento “en la Junta municipal de incautación de fincas rústicas”, constituida el 20 de febrero “cumpliendo órdenes de la Provincial”. Ya en marzo, fue nombrado alguacil Ambrosio Ruiz, ya que su predecesor había fallecido.

La mayor preocupación del nuevo Consejo Municipal fueron los problemas socioeconómicos ligados al conflicto y que se derivaban también en una constante falta de fondos municipales. En cuanto a los problemas de abastecimiento, en abril de 1937 quedó disuelta la Comisión de Abastos que venía funcionando por orden del Consejo Provincial de Abastecimientos de Almería, pasando sus competencias un Consejero de Abastecimientos, cargo para el que fue elegido el mismo alcalde-presidente, Juan Maldonado Sánchez. Por otra parte, los problemas de abastecimiento a la población habían provocado un aumento de los robos en los campos de cultivo. Así, en mayo de 1937 el presidente comunicó al Consejo “que estando la vega de este pueblo en completo abandono y con el fin de dar a los propietarios las mayores garantías de guardería, había pensado que los guardas de este término se estimularán en su cometido denunciando a esta Corporación todos los  actos que contra la propiedad se ejerciera” si “de las multas que impusieran se gratificase al guarda con el 20 %”, decidiéndolo así el Consejo. Estos problemas de orden público afectarían también al casco urbano de la localidad, por lo que en junio se nombró a José Fernández López como “guarda municipal para atender a los servicios de vigilancia y sostenimiento del orden público por ser necesario en las actuales circunstancias”.

Los problemas sociales quedaron también patentes en mayo de 1937, cuando el Sindicato de Oficios Varios de la CNT de la localidad presentó un escrito al Consejo “el que dice en síntesis que por considerar dicha Organización insuficiente el jornal que perciben los obreros de este pueblo en las actuales circunstancias, han acordado en Asamblea general elevar el precio del jornal a cinco pesetas a partir del 16 del corriente mes, poniéndolo en conocimiento de este Consejo para su más exacto cumplimiento”. Ante ello, el Consejo, “considerando que dado a la extraordinaria subida de las subsistencias es desde luego insuficiente para los obreros el jornal de cuatro pesetas que hasta aquí han venido percibiendo”, decidió por unanimidad “aprobar el jornal de cinco pesetas fijado por el referido Sindicato y que este empiece a regir desde el próximo lunes día 17”. En esa misma sesión se decidió el destino de una de las fuentes de ingresos municipales, rematando en subasta el aprovechamiento de espartos del monte de propios “Sierra de Gádor” para los años 1936-37 a 1939-40 en Antonio Moreno Sánchez por 400 pesetas anuales.

Enfrentamientos internos en el Consejo Municipal

En el último tercio de 1937 se produjo una grave crisis en el Consejo Municipal de Benínar. Sus razones no están muy claras, debido a que las actas no son muy explícitas. Veamos los datos que nos aportan. A principios de septiembre de 1937 se da cuenta de un oficio del Gobernador Civil nombrando como consejero a Enrique Blanco Maldonado en sustitución de Francisco Sánchez Victoria. Sin embargo, los consejeros Francisco Sánchez Sánchez y José Rincón Romero “manifestaron en tonos violentos su disconformidad… y en unión del señor Sánchez Victoria abandonaron el salón”. Pese a ello, el presidente, Juan Maldonado Sánchez, le dio la posesión al nuevo consejero. A la siguiente sesión municipal vuelven a no presentarse los consejeros opositores, asistiendo solo Juan Maldonado Sánchez, Enrique Blanco Maldonado y Aurelio Maldonado Sánchez.

A finales de mes, con asistencia de todos los consejeros, las discrepancias en el interior de la corporación vuelven a quedar patentes. Así, tras nombrar depositario de fondos municipales a Enrique Blanco, síndico a Aurelio Maldonado y recaudador municipal a Manuel Sánchez Sánchez (Rubio), “los vocales Francisco Sánchez y José Rincón manifestaron que consideraban injusta la destitución el compañero Sánchez Victoria, contestándoles el Señor Presidente que ésta había sido propuesta por la Organización a que pertenece [UGT] y aceptada por la Superioridad. En este estado, los referidos vocales abandonan el salón sin esperar a que el Señor Presidente dé por terminada la sesión”.

La división interna en el Consejo hace que su actuación fuera muy limitada, de hecho en lo que queda de año la única decisión de calado adoptada fue el arreglo de la tubería de la Fuente de la Cañada Roda por estar obstruida.

Por si esta situación no fuera ya complicada, a finales de año fue detenido el alcalde, sin que conozcamos los motivos. Así, en la sesión del 25 de diciembre ejerce de presidente accidental Francisco Sánchez Sánchez “en virtud de haber sido detenido el compañero Alcalde Juan Maldonado”. En cualquier caso, en la sesión de 5 de enero de 1938 vuelve a ejercer la presidencia el alcalde, que expuso “que no habiendo aparecido culpabilidad alguna sobre él, había sido puesto en libertad ignorando a qué puede haber obedecido su detención”. Con esto, acaba el ciclo de enfrentamientos internos, aunque el Consejo no recuperó la normalidad, ya que la situación socioeconómica, política y militar del bando republicano se fue deteriorando cada vez más, hasta llevarlo a la definitiva derrota.

El progresivo hundimiento republicano

En la misma sesión en que el alcalde volvió, se decidió nombrar alguacil a Policarpo Vargas Campoy. Además, se aprobó el presupuesto municipal para 1938, que ascendía a 11.474’78 pesetas y en el que no se contabilizaban ingresos por el arbitrio de bebidas alcohólicas “por haberse cerrado los establecimientos que se dedicaban a la venta de ellas debido a su escasez y carestía”. En los meses posteriores, el Consejo se limita al nombramiento de cargos: en marzo fue nombrado alcalde pedáneo de Hirmes Francisco Álvarez Garzón, por haber marchado el anterior a filas; y en mayo se nombra alguacil a Felipe Ruiz Sánchez por haber dimitido el anterior recién nombrado. En esta misma sesión de mayo se dio cuenta de la pérdida de uno de los ingresos municipales, ya que el rematante de la subasta de espartos había sido encarcelado en la localidad granadina de Baza y aún debía el 90 % del ingreso del remate. A todos estos problemas se sumaba el de la deficiente asistencia sanitaria debido a la escasez de personal médico y a la incorporación a filas del médico titular de la localidad. Ante ello, el Consejo decidió fusionar el partido médico de Benínar-Darrícal-Lucainena con el de Turón, para que el facultativo de esta última localidad pasara consulta también en las tres anteriores.

A finales de mayo de 1938 el consejero origen de los enfrentamientos internos, Enrique Blanco Maldonado, es sustituido por Federico Checa García, a propuesta de la Sociedad de Labradores de la Tierra de la UGT, siendo nombrado este nuevo consejero también depositario de fondos municipales.

En estos últimos meses de la guerra la situación se va deteriorando cada vez más, por el aumento de los llamamientos a filas y el deterioro de la situación socioeconómica. Así, a finales de junio de 1938 se decidió, ante la falta de pago por el rematante de la subasta de espartos, suspender el contrato y que “el referido aprovechamiento puedan efectuarlo todos los vecinos que lo deseen para atención de sus necesidades, teniendo en cuenta que no de otra forma podría llevarse a efecto la recogida de dicho esparto por la falta de brazos y de transporte y que de no hacerlo se ocasionaría gran perjuicio a la producción por no haberse arrancado el año anterior”. En esa misma sesión, se nombró nuevo alcalde pedáneo de Hirmes a Simón Garzón Sánchez, al haber sido el anterior llamado a filas.

Por otro lado, en septiembre de 1938, el alcalde-presidente comunicó al pleno “que en vista de no verse en la circulación monedas de plata ni cobre y siendo insuficiente la moneda fraccionaria en papel emitida por el Estado llegada a este pueblo para poder efectuar los cambios y operaciones de compra-venta en el comercio, había creído conveniente al igual que en otros pueblos de la zona leal a la República mandar imprimir vales de moneda fraccionaria para que circulen en esta localidad con la garantía de este Consejo Municipal por una cantidad de mil pesetas en la siguiente forma: Vales de una peseta, 500. Vales de 0’50 pesetas, 500, o sean, 250 pesetas. Y vales de 0’25 pesetas, 1000, o sean, 250 pesetas. Cuya cantidad de mil pesetas en billetes del Banco de España se custodiará en las arcas municipales en calidad de depósito”. El pleno aceptó la propuesta, pero indicando que “solamente irán circulando los estrictamente necesarios a medida que se vaya notando aumento en la moneda del Estado en cuyo caso los vales se vayan retirando”.

A finales del mes de septiembre los llamamientos a filas acabaron llegando al alcalde. Así, a finales de ese mes, fue nombrado alcalde accidental el vicepresidente, al ser llamado a filas el titular, hasta conocer el resultado de su reconocimiento médico. El informe médico fue positivo, por lo que el alcalde se incorporó a filas. Ante ello, a mediados de octubre el alcalde presentó su dimisión, decidiéndose “comunicarlo al Sindicato de la CNT al cual pertenece, para que designe de sus afiliados a dos individuos, que sustituyeran en el consejo al alcalde dimitido y al consejero José Rincón Romero, que también se había incorporado a filas. En esa misma sesión, se decidió que para el pago de las 525 pesetas al mes que había establecido el Delegado de Evacuación de la Provincia para atender a los refugiados, muy numerosos desde la caída de Málaga en febrero de 1937, tributaran 3 pesetas al mes un total de 175 familias en Benínar, quedando exentas las pobres. 

En noviembre de 1938 queda renovada en su composición el Consejo Municipal, no sólo por las dos vacantes citadas, sino que cuatro consejeros son sustituidos. Así, el Gobernador Civil nombró consejeros a Cecilio Maldonado Sánchez, Francisco Sánchez Fernández, Simón Garzón Sánchez y Francisco Sánchez Roda, en sustitución de Francisco Sánchez Sánchez, Aurelio Maldonado Sánchez, José Rincón Romero y Juan Maldonado Sánchez. Tras tomar posesión los nuevos consejeros, fueron elegidos los cargos municipales de la siguiente manera:

  • Alcalde-presidente: Francisco Sánchez Fernández.
  • Vicepresidente: Francisco Sánchez Roda.
  • Segundo teniente de alcalde y depositario de fondos municipales: Cecilio Maldonado Sánchez.
  • Síndico: Simón Garzón Sánchez.

La primera decisión de la nueva corporación fue la de variar el reparto de las 525 pesetas mensuales que la localidad debía abonar para ayuda a los refugiados, en vez de repartirlas a 3 pesetas cada familia “se haga un reparto entre todos los vecinos o familias con arreglo a la capacidad económica de cada uno”.

En marzo de 1939 se confirma el hundimiento republicano con el golpe de Estado de Casado, que estableció un Consejo Nacional de Defensa con el objetivo de negociar la rendición con el general Franco. Los acontecimientos sucedidos en Madrid fueron comunicados al Consejo por el presidente, indicando que “para regir los destinos de la patria se ha constituido un Consejo Nacional de Defensa”. Ante ello, “los señores Vocales acuerdan por unanimidad adherirse a él y acatar cuantas órdenes provengan del mismo”. Finalmente, el Consejo no consigue su cometido y la resistencia republicana se hunde, entrando las tropas franquistas en Benínar a finales de ese mes, lo que motivó que el Consejo Municipal no celebrara la sesión ordinaria que correspondía el día 30.

La primera fase de la Dictadura Franquista (1939-1945)

La implantación del nuevo régimen en Benínar

Una vez ocupada la localidad por las tropas franquistas, el 4 de abril de 1939, José Garrido Entrena, oficial 2º del Cuerpo Jurídico Militar, en nombre del General Jefe del Cuerpo del Ejército de Granada, nombró una Comisión Gestora Provisional para que se hiciera cargo del Ayuntamiento de Benínar, con la siguiente composición:

  • Presidente: Francisco Sánchez Roda.
  • Concejal: Ramón Maldonado Sánchez.
  • Secretario: Ramón Molina Aguado.

A finales de ese mismo mes, el Gobernador Civil de Almería nombra alcalde al “camarada” (es decir, miembro de Falange) Faustino Ruiz Maldonado; en mayo recupera su cargo de secretario propietario Facundo Sánchez Quero, que había sido suspendido en marzo de 1936 por la Comisión Gestora del Frente Popular “por su desafección al Régimen”; y en junio el alcalde nombra a Juan Daniel Garzón Rincón como alcalde pedáneo de Hirmes.

Una vez establecido el nuevo Ayuntamiento, este comienza las tareas de recuperación de las finanzas municipales y su colaboración con la represión franquista. En cuanto a lo primero, en junio de 1939 se aprueba el presupuesto para lo que quedaba de año, con 13.717 pesetas de ingresos y gastos, una cantidad ligeramente inferior a los presupuestos del periodo republicano. Además, tras subasta, en julio se rematan los aprovechamientos de espartos en los montes públicos denominados “Sierra de Gádor” en Francisco Roda Sánchez para el periodo 1938/1939 a 1942/1943 por 400 pesetas anuales. En cuanto a la represión, ese mismo mes el gestor-concejal Ramón Maldonado Sánchez es nombrado instructor para la depuración de funcionarios de la administración local, informándose ya en agosto de la depuración favorable del secretario municipal.

El Ayuntamiento en la posguerra (1940-1945)

En diciembre de 1939 fue aprobado el presupuesto para 1940, con unos ingresos y gastos de 13.817’14 pesetas, cifra sólo ligeramente superior a la de 1939.

La localidad sigue inmersa en las heridas provocadas por la guerra y el deseo de revancha de los vencedores. Así, en febrero de 1940 el Gobernador Civil solicita información ante la petición que le había cursado el maestro nacional Antonio González Romero “quejándose de que en los repartimientos generales de utilidades, formados en este pueblo durante el dominio marxista para los años 1936 y 1937 había sido comprendido el mismo en la parte personal a pesar de que al estallar el Glorioso Movimiento se refugió en la Zona nacional, le fue saqueada la casa por completo y había sido desempeñada la Escuela por otro maestro”. La corporación corrobora lo indicado por el maestro, por lo que decidió anular los recibos del repartimiento que estaban pendientes de cobrar.

El otro gran problema de la localidad es el socioeconómico. Para relanzar de nuevo la producción agrícola, en julio de 1940 se decidió “facultar al señor alcalde para que este adopte las medidas que estime oportunas para la mejor distribución de las aguas y orden de riegos en la vega”. Para las faenas agrícolas, en marzo de 1941 se decide, a afectos de quintas, “que el tipo de jornal regulado de un bracero en esta localidad es de cinco pesetas”. Por otra parte, el régimen había establecido un sistema de subsidios familiares para atenuar los graves problemas socioeconómicos de la posguerra. En este sentido, en agosto de 1943 “se acordó verificar directamente el pago de los subsidios familiares a los empleados y obreros de este municipio y con cargo a su presupuesto de conformidad a la legislación vigente”. Además, se solicitó “autorización al Ministerio de Agricultura para el funcionamiento del Pósito en este municipio, cuya iniciación tendrá lugar con la cantidad que el Ayuntamiento pueda aportar de las consignaciones de sus presupuestos”.

En febrero de 1944 se produce una nueva organización municipal al ser cesado por el Gobernador Civil al alcalde Faustino Ruiz Maldonado, encargándose de la alcaldía Faustino Sánchez Roda, hasta entonces primer teniente de alcalde. El nuevo alcalde inició su cargo denunciando el “abandono incalificable en la administración municipal” de su antecesor, indicando que aún no se había puesto en cobro el repartimiento general de utilidades del año anterior. La Corporación decidió “averiguar las negligencias o responsabilidades que se hayan cometido”.

La nueva corporación municipal se centró en la recuperación de las fiestas patronales y en la mejora de las infraestructuras de la localidad. En cuanto a lo primero, en agosto de 1944, el alcalde invitó “con motivo de las fiestas del Santo Patrono de este pueblo San Roque…a la fuerza de la Guardia Civil Rural del puesto de Berja, rogando su asistencia para mayor realce de las mismas y conservación del orden en caso. Así mismo había ordenado la limpieza de las calles y blanqueo de fachadas”. Los guardias civiles fueron invitados por el Ayuntamiento a una comida, que supuso el pago de 50 pesetas para las arcas municipales.

En cuanto a las infraestructuras, en junio de 1944 se decidió, a propuesta del alcalde, “imponer la prestación personal a los residentes del Municipio así como la obligatoria de transporte por las caballerías mayores y menores y carros pertenecientes a las personas que residan en el término municipal, para atender con dicha imposición a la recomposición de los caminos vecinales y en general para fomento de las obras públicas municipales”. Además, ante el “estado ruinoso en que se halla la Casa Consistorial”, se decidió que un perito práctico informara sobre su estado y se subastaran las obras de reparación que estableciera.

Un mes después, se solicitó al Gobernador Civil el arreglo del camino vecinal de Benínar al puente de Alcolea (carretera de Ugíjar a Adra), cuya reparación se hallaba “abandonada”. Además, se elevó al mismo Gobernador Civil queja por la pérdida del servicio de correo diario de Berja a Darrícal por Benínar, que había pasado a ser bisemanal.

Ya en noviembre de 1944 se acuerda el pago de 70 pesetas en jornales “con motivo de una reparación urgente en el techo de la Casa Escuela de niños sita en la plaza” y en diciembre de ese año, a petición del párroco, se decide conceder una subvención de 80 pesetas para ayuda para pagar los jornales en “unas reparaciones efectuadas en la Yglesia de este pueblo”.

Las obras de reparación de la Casa Consistorial, sin embargo, no se llevaban a cabo. Así, en enero de 1945 se decidió el traslado de las oficinas “a los bajos de la casa nº 6 de la Calle de la Era” debido al “estado ruinoso en que se encuentra la Casa Consistorial y con el fin de prevenir desgracias que pudieran ocurrir, entre tanto se procede a su reparación”.

En marzo de 1945 se lleva a cabo, por orden del Gobernador Civil, un cambio en la composición del Ayuntamiento. Así, cesan todos los cargos anteriores, siendo nombrado alcalde Francisco Sánchez Sánchez y concejales Juan Martín Fernández, Francisco Baños Moral, Francisco Sánchez Roda y Daniel Garzón Rincón. Una vez constituida la nueva Corporación, se procedió a la elección de cargos, quedando del siguiente modo el organigrama municipal:

  • Alcalde: Francisco Sánchez Sánchez.
  • Primer teniente de alcalde: Francisco Baños Moral.
  • Segundo teniente de alcalde: Francisco Sánchez Roda.
  • Síndico: Daniel Garzón Rincón.
  • Depositario municipal: Juan Martín Fernández.

Esta nueva Corporación fue la que culminó las obras de reparación de la Casa Consistorial, a la que dotó también de nuevo mobiliario, todo ello por una cantidad de 6.000 pesetas.

Fuentes y Bibliografía

  • Archivo Municipal de Berja, legajos B-150, B-151, B-152 (libros de actas municipales de Benínar, 1925-1945).
  • Del Arco Blanco, Miguel Ángel: Hambre de Siglos: mundo rural y apoyos sociales del Franquismo en Andalucía Oriental. Granada: Comares, 2007.
  • Garrido García, Carlos Javier: “La Guerra Civil en un pueblo de la Alpujarra almeriense: Benínar (1936-1939)”. Faura, 22 (2019), pp. 49-56.
  • Martínez Gómez, Pedro: La dictadura de Primo de Rivera en Almería (1923-1930): entre el continuismo y la modernización. Almería: Universidad de Almería, 2008.
  • Quirosa-Cheyrouze Muñoz, Rafael: Almería, 1936-1937. Sublevación militar y alteraciones en la retaguardia republicana. Almería: Universidad de Almería, 1996.
  • Quirosa-Cheyrouze Muñoz, Rafael: Represión en la retaguardia republicana. Almería, 1936-1939. Almería: Librería Universitaria, 1997.
  • Rodríguez Padilla, Eusebio: La represión franquista en Almería. 1939-1945. Mojácar: Arráez Editores, 2005.

LAS DESAMORTIZACIONES EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XIX: EXPLICACIÓN Y TABLA COMPARATIVA

Desamortizaciones: explicación y tabla comparativa para su preparación para Selectividad, por Carlos Javier Garrido García.

El general Baldomero Espartero, bajo cuya regencia se inició la desamortización de los bienes del clero secular (1841).

Uno de los temas recurrentes en las preguntas cortas de Selectividad, y a la vez uno de los temas de exposición que entran en la misma, es el de las Desamortizaciones. Además, las desamortizaciones y sus consecuencias son básicas para entender el fracaso del proceso de industrialización en España y, por tanto, explican en gran medida la fuerte conflictividad política y social que sufre el país a lo largo del siglo XIX y la primera mitad del XX.

La amortización

Durante el Antiguo Régimen la mayor parte de las tierras estaban amortizadas, es decir, pertenecían y estaban vinculadas a instituciones de la nobleza (como títulos y mayorazgos), de la Iglesia (como órdenes religiosas, catedrales e iglesias y patronatos) y de los Ayuntamientos (bienes de propios, destinados a sufragar sus gastos, y bienes comunales, de libre aprovechamiento por sus vecinos). Esas propiedades vinculadas no podían ser vendidas, lo que funcionaba como un mecanismo para que los estamentos privilegiados aumentaran siempre su poder económico, nunca disminuirlo.

Aparte de esta consecuencia, estos propietarios actuaban como rentistas, predominando la explotación indirecta de sus propiedades a través de arrendamientos y censos. Esto provocaba una ausencia casi total de inversiones: Los propietarios tenían una mentalidad contraria al cambio y la innovación y sus amplias propiedades les hacían ser simplemente rentistas; Los arrendatarios y censatarios, al no tener la propiedad de la tierra, procuraban conseguir lo máximo de su explotación con la mínima inversión. Como consecuencia de ello, y de los deficientes transportes, la productividad era muy baja y predominaba una agricultura de subsistencia.

Concepto de desamortización

La desamortización es el proceso por el cual se da fin a la amortización de la tierra y otros bienes inmuebles, convirtiéndolos en plena propiedad privada e introduciéndolos, por tanto, en el mercado. Incluye dos procesos:

  • Por un lado, la desvinculación o fin de la vinculación, es decir, los bienes pasan a ser propiedad privada de los titulares de las instituciones nobiliarias y de la Iglesia, que ya sí pueden venderlos 
  • Por otro lado, la expropiación, por la que el Estado se queda con las propiedades desvinculadas a la Iglesia y a los Ayuntamientos (no a la nobleza, como veremos) para posteriormente venderlos y quedarse con el producto de esa venta.

Los precedentes de las desamortizaciones isabelinas

Aunque el desarrollo de las desamortizaciones se lleva a cabo fundamentalmente durante el reinado de Isabel II, que es cuando se establece el Estado Liberal, el proceso cuenta con precedentes anteriores:

  • Desamortización de Godoy (1798): para solventar los problemas hacendísticos del Estado, el primer ministro Manuel Godoy decretó la expropiación de los bienes de los patronatos eclesiásticos (capellanías, obras pías, hospitales, hospicios), es decir, de instituciones eclesiásticas que eran creadas por los fieles en sus testamentos y cuyas funciones de culto o asistencia social eran financiadas con los bienes vinculados a ellas. Los bienes expropiados fueron vendidos en pública subasta como mecanismo para conseguir la máxima recaudación. Esta medida, aún ajena a los principios liberales, tiene su origen en el Despotismo Ilustrado y sus tesis regalistas (predominio del poder real sobre el eclesiástico) y en la crisis que sufre la monarquía a finales del siglo XVIII.
  • Cortes de Cádiz (1810-1814): supusieron el inicio de la revolución liberal, pero en un contexto determinado por la invasión francesa. En este contexto, las cortes decretaron la supresión de las órdenes religiosas (clero regular) y la venta de sus propiedades en pública subasta. Sin embargo, el proceso de desamortización ahora iniciado contó con varios condicionantes: en primer lugar, sus decretos sólo entraron en vigor en las zonas no ocupadas por los franceses, a efectos prácticos sólo la ciudad de Cádiz; en segundo lugar, la labor revolucionaria de las Cortes fue fruto del consenso entre liberales y absolutistas moderados, por lo que el proceso no afectó a los bienes de la nobleza; y en tercer lugar, el retorno al absolutismo en 1814 supuso la anulación de las medidas tomadas. Estas volvieron a entrar en vigor durante el Trienio Liberal (1820-1823), pero el nuevo retorno al absolutismo en 1823 hizo que fueran de nuevo anuladas.

Características generales del proceso de desamortización 

Por tanto, las desamortizaciones se llevaron a cabo sólo cuando el Estado Liberal quedó plenamente constituido, durante el reinado de Isabel II. Este proceso fue impulsado por el Partido Progresista, cuya base social eran las clases medias y tenían una ideología favorable a limitar los privilegios de la Iglesia. Por su parte, el Partido Moderado, con una base social en las clases altas y con una ideología favorable a la confesionalidad católica del Estado, tendió a frenar el proceso desamortizador.

Las desamortizaciones tenían como objetivo, aparte de acabar con la amortización, favorecer a la base social liberal, la burguesía, en detrimento de los estamentos privilegiados. Sin embargo, el régimen liberal español fue, desde el principio, fruto del consenso con parte de los absolutistas. Si a ello le unimos el contexto bélico de la Primera Guerra Carlista (1833-1840) y la consiguiente necesidad de ampliar los apoyos al bando isabelino dada la debilidad de la burguesía en nuestro país, se entiende porqué las desamortizaciones respetaron los bienes de la nobleza (sólo desvinculados, no expropiados) y se centraron en los bienes eclesiásticos y municipales (sí expropiados).

Aparte de los intereses burgueses y el contexto bélico, la situación de déficit del Estado desde la pérdida de las colonias continentales americanas (definitiva en 1824), hizo que el otro gran objetivo de la desamortización fuera recaudar lo máximo posible para reducir ese déficit. Todo ello determinó que los bienes expropiados fueran vendidos en pública subasta al mejor postor, provocando una nueva concentración de la propiedad de la tierra, ahora en manos de la alta nobleza, que refuerza su poder, y de la burguesía, que se convierte en buena medida en rentista. No se consigue así el otro gran objetivo teórico de la desamortización: crear una potente clase media agraria que, realizando una explotación directa de sus propiedades, posibilitara el desarrollo de la agricultura y de la economía en general.

Los objetivos de la desamortización se resumen en el preámbulo de la Desamortización de Mendizábal (real decreto de 19/2/1836), en la que se indica: «Atendiendo a la necesidad de disminuir la deuda pública y de entregar al interés nacional la masa de bienes raíces que han venido a ser propiedad de la nación, a fin de que la agricultura y el comercio saquen de ellos las ventajas que no podrían conseguirse por entero en su actual estado…». Como se puede preciar, este real decreto pone en venta los bienes expropiados al clero regular y de los dos teóricos objetivos, disminución de la deuda y desarrollo económico, se priorizó el primero, de ahí el método de venta empleado: la pública subasta. 

Desarrollo del proceso de desamortización

Para explicar este proceso nos apoyaremos en la gráfica que, siguiendo los modelos anteriores, salió numerosas veces en selectividad. En ella se indica la cantidad de dinero (en millones de reales de vellón) recaudada por el Estado en la venta de bienes desamortizados, distinguiendo entre bienes eclesiásticos (clero regular y secular) y civiles (bienes del Estado y de los Ayuntamientos).

 

Gráfica sobre el proceso de desamortización durante el reinado de Isabel II. Fuente: Distrito Único Andaluz.

El primer decreto desamortizador se lleva a cabo en 1836, durante la regencia de María Cristina, y fue impulsado por el ministro Mendizábal, que le dio nombre. En este decreto se desvincularon los bienes de la nobleza y clero, que pasaron a ser propiedad privada de los nobles y de la Iglesia. En este último caso, se decretó la expropiación de los bienes del clero regular, que fueron vendidos en pública subasta.

A este decreto se sumó, durante la regencia de Espartero, un nuevo decreto desamortizador en 1841, que decretó la expropiación y venta en pública subasta de los bienes del clero secular y que tomó el nombre del regente.

Como podemos ver en la gráfica, entre 1836 y 1844, la mayor parte de los bienes vendidos son eclesiásticos, ya que la expropiación afectó al clero, tanto regular como secular, y hay unos pocos civiles, ya que se vendieron algunos bienes propiedad del Estado. La cantidad de bienes fue muy elevada, ya que el decreto se puso en marcha durante un largo periodo de dominio progresista, que abarcó entre 1836-1838 y 1840-1843.

El acceso al poder de los Moderados, con el general Narváez a la cabeza, en 1843, coincidente con la mayoría de edad de Isabel II, supuso un freno al proceso desamortizador, como podemos apreciar en la gráfica, ya que las ventas entre 1845 y 1854 fueron mínimas. En cualquier caso, las ventas se siguen produciendo. La explicación para ello está en un cambio de actitud frente a la desamortización del Partido Moderado. Como ya se ha indicado, su base social eran las clases altas, entre ellas la alta nobleza y la alta burguesía. Dado el sistema de venta en pública subasta de los bienes desamortizados, ambos grupos sociales se vieron muy favorecidos. Sin embargo, la otra gran base social de los moderados era la Iglesia Católica, lo que explicaba la oposición del partido a la desamortización. Este problema, en todo caso, quedó solventado en 1851 con el Concordato con el Vaticano, por el cual la Iglesia Católica aceptaba la desamortización de sus bienes a cambio de conseguir la confesionalidad católica del Estado, la financiación estatal de sus gastos y el control de la enseñanza.

Durante el Bienio Progresista (1854-1856), el nuevo acceso de los progresista al poder provocó un nuevo decreto desamortizador, la Desamortización de Madoz o Ley de Desamortización General de 1855. Este último nombre indica la amplitud de los bienes a los que afectó: además de decretar la expropiación y venta de los bienes que aún le quedaran al clero regular y secular, el decreto afectó a los bienes de los Ayuntamientos. Como podemos ver en la gráfica, la cantidad de bienes vendidos es muy alta (si tenemos en cuenta que sólo se computan dos años, 1855-1856) y además están equilibrados los bienes eclesiásticos y civiles, ya que a ambos afectó el decreto.

El último periodo que aparece en la gráfica, 1858-1867, muestra un elevado número de ventas de bienes, tanto eclesiásticos como, sobre todo, civiles, pese al nuevo acceso de los moderados y del partido de centro Unión Liberal al poder, mostrando así la plena aceptación del proceso por parte de sus máximos beneficiarios, las clases altas y sus representantes políticos.

Consecuencias de las desamortizaciones

El método de venta empleado (la pública subasta al mayor postor) determinó que se produjera una nueva concentración de la propiedad, en manos de la alta nobleza, que vio aumentar su patrimonio, y la burguesía, que se transformó en parte en terrateniente y rentista. Por tanto, los más perjudicados fueron los antiguos arrendatarios y censualistas, que perdieron sus tierras, y los jornaleros, que no salieron beneficiados y además perdieron el aprovechamiento de los bienes comunales.

La deficiente estructura de la propiedad tuvo implicaciones sociales, económicas y políticas.

En cuanto a las consecuencias sociales, la sociedad española estuvo fuertemente polarizada, estando la mayor parte de la población en una situación de extrema necesidad, debido al predominio jornalero.

El que la mayor parte de la población estuviera en situación de mera subsistencia, provocó que la demanda interior estuviera poco desarrollada, lo que desincentivó la inversión en la industria y el comercio. A su vez, la clase destinada a impulsar el proceso de industrialización, la burguesía, pasó a convertirse en rentista y a imitar el comportamiento de los antiguos estamentos privilegiados, rechazando la inversión y la innovación. De hecho, si hubo cierto aumento de la producción agraria fue debido a la roturación de los antiguos terrenos comunales, muchos de ellos bosques y dehesas, por lo que descendió la productividad. Por tanto, no hubo en España una auténtica revolución agraria y, como consecuencia, fracasó el proceso de industrialización.

En cuanto a las consecuencias políticas, la coincidencia de intereses entre la nobleza y la burguesía, fomentada por el proceso desamortizador, imprimió con un carácter muy conservador al liberalismo español. Por otra parte, el subdesarrollo del país provocó una fuerte polarización y conflictividad social. Uniendo ambos elementos, es fácil comprender la inestabilidad política que sufre el país hasta que el Desarrollismo franquista y el posterior desarrollo socioeconómico de la España democrática generaron una nueva sociedad con predominio de una clase media que estabilizó el sistema político.

Para ver la tabla comparativa de las desamortizaciones isabelinas, pulse aquí: TABLA COMPARATIVA DESAMORTIZACIONES

Si desea ver el tema de selectividad referente a las desamortizaciones, pulse aquí.

CONSEJOS PARA PREPARAR LA ASIGNATURA DE GEOGRAFÍA PARA LA SELECTIVIDAD (PAU) EN TIEMPOS DEL COVID-19

Consejos para preparar el examen de Geografía en Selectividad y para el día del examen, por Carlos Javier Garrido García

Mapa de laos principales ejes urbanos de España. Fuente: Distrito Único Andaluz.

La actual situación de suspensión de clases por la pandemia del COVID-19 ha generado un comprensible estado de inseguridad en el alumnado, especialmente en el de 2º de Bachillerato, ya que este deberá de afrontar la Selectividad o PAU.

Ante ello, he decidido hacer en esta entrada una propuesta de preparación de la prueba de selectividad de Geografía, añadiendo una serie de consejos a tener en cuenta para el día del examen. Espero que todo ello os sea útil.

Consejos para la preparación de la asignatura de Geografía durante el estado de alarma y antes de Selectividad

La prueba de selectividad de Geografía, presenta tres partes: conceptos geográficos (cuatro conceptos en los que hay que explicar su significado geográfico y dos definiciones que hay que indicar a qué concepto geográfico se refieren), valorados en 3 puntos; un documento geográfico con respecto al cual se realizan 3 ó 4 preguntas, valoradas en 4 puntos; y la explicación completa de un tema, valorado en 3 puntos.

En las nuevas orientaciones se mantiene una estructura similar, pero presentando una mayor optatividad. Un análisis de las nuevas orientaciones adaptadas a la situación originada por el COVID-19, puede consultarse pulsando aquí.

En cualquier caso, hay que controlar mucho temario, por lo que debemos aplicar una técnica de estudio comprensiva y sistemática, es decir, estudiar de memoria nos puede llevar al fracaso por saturación.

Por tanto, el alumnado debe seguir una técnica con las siguientes fases:

1/ Lectura del temario de manera comprensiva. Esto incluiría tanto los temas teóricos como los conceptos y los ejercicios prácticos.

2/ Una vez comprendidos los temas, conceptos y ejercicios prácticos, elaborar esquemas con solo las palabras claves, relacionando esas palabras claves a través de conectores o símbolos. Los resúmenes no sirven porque tendemos a memorizarlos. Una vez entendidos los temas, conceptos y ejercicios prácticos, al esquematizarlos, sabiendo de qué tenemos que hablar, no es necesario memorizarlos de manera completa. Simplemente, estudiamos el esquema, y podremos desarrollarlo en el examen ya que lo comprendemos. A efectos prácticos, esto supone memorizar varios esquemas frente a la alternativa, poco factible, de memorizar todo el temario y el del resto de asignaturas.

3/ Repasar los mapas físico y político (provincias y comunidades autónomas) de España, ya que en el ejercicio práctico siempre una o dos preguntas son de localización. Además, controlar la localización evita que cometamos errores y confusiones que serían muy frecuentes de lo contrario.

4/ Establecer un programa de estudio de los temas, conceptos y ejercicios prácticos distribuyéndolas por días o semanas.

5/ Realización de simulacros de examen de una hora y media. Vosotros mismos actuaríais de correctores comparando vuestros exámenes con los apuntes.

Consejos para el día del examen

Ante el examen, lo primero que debemos tener en cuenta es que, si vamos bien preparados y hemos estudiado de manera comprensiva y sistemática, es un trámite que hay que pasar. Los nervios y la presión autoimpuesta sólo nos pueden llevar a errores.

El día antes del examen lo normal es no estudiar nada. En todo caso, un ligero vistazo a los esquemas y darnos un largo paseo para despejarnos. Por supuesto, debemos acostarnos a buena hora y no madrugar en exceso el día del examen. Lo ideal es estar frescos física y mentalmente ese día.

Al realizar la prueba, empezad siempre por los conceptos y ejercicios práctico, que deberíais terminar en más o menos tres cuartos de hora. Los tres cuartos de hora restante serían para el tema. No os agobiéis si no os da tiempo a terminarlo, ya que en las ponencias de selectividad se ha indicado que no se tendría en cuenta.

No utilicéis nunca tippex líquido, ya que lo normal es que sigamos escribiendo para esperar a que se seque y luego lo olvidamos. Eso lo he visto un millón de veces en exámenes.

Tened también mucho cuidado con la presentación (limpieza, evitar tachones, márgenes adecuados), la ortografía y, sobre todo, cuidad la letra, que sea legible con facilidad. Tened en cuenta que los correctores tendrán muchos exámenes para corregir en muy pocos días, por lo que la impresión subjetiva del examen es muy importante. Cuidando la presentación, la ortografía y la letra predisponemos al corrector a una buena calificación.

Por último, si os queda tiempo, dedicadlo a repasar para detectar posibles errores u omisiones.

MUCHA SUERTE.

OTRAS PREGUNTAS CORTAS POSIBLES DE HISTORIA DE ESPAÑA PARA SELECTIVIDAD (aparte de las que han salido en años anteriores).

Preguntas cortas posibles referentes a los siglos XVIII y XIX, aparte de las que han salido años anteriores, por Carlos Javier Garrido García.

General Baldomero Espartero, uno de los principales dirigentes del Partido Progresista.

Las preguntas cortas en las nuevas orientaciones de selectividad publicadas ante la pandemia del COVID-19 se mantienen.

Aparte de repasar las que han salido en años anteriores, y que se pueden consultar, para la antigua opción A, pulsado aquí y, para la antigua opción B, pulsando aquí, es conveniente que el alumnado repase el contenido general de los temas de los que se extraen, ya que pueden salir algunas totalmente nuevas.

Una manera de hacerlo es imaginando preguntas cortas posibles, cuya respuesta debe el alumnado buscar en los citados temas. 

A modo de ejemplo, y para mi alumnado como actividad de repaso, indico unos ejemplos de ellas.

Preguntas cortas del Tema 4: Características políticas, económica y sociales del Antiguo Régimen. La política centralizadora de los Borbones

1/ ¿Qué tipo de sociedad predominaba en el Antiguo Régimen? Explica sus características.

2/ En qué año se aprobó el Decreto de Libre Comercio con América? Explica las reformas coloniales de la dinastía borbónica en el siglo XVIII.

Tema 5: La guerra de Independencia y los comienzos de la Revolución Liberal. La Constitución de 1812

3/ ¿Qué tratado firmado en 1807 permitió la entrada de tropas francesas en España para invadir Portugal? Explica la evolución de las relaciones políticas entre España y Francia durante el reinado de Carlos IV.

4/ ¿Qué batalla supuso el fracaso inicial de la invasión francesa de España en 1808? Explica las fases de la Guerra de Independencia.

5/ ¿En qué año se iniciaron las Cortes de Cádiz? Explica su composición social y los grupos políticos que la integraron.

Tema 6: Revolución Liberal en el reinado de Isabel II

6/ ¿Cuál fue el lema de los Carlistas? Explica el desarrollo de la I Guerra Carlista y cómo acabó la misma.

7/ ¿Bajo qué regencia se aprobó la Constitución de 1837? Explica las características de esta constitución.

8/ ¿Qué general ocupó el poder durante el gobierno de la Unión Liberal? Explica su mandato.

Tema 7: Proceso de desamortización y cambios agrarios

9/ ¿Cómo estaban la mayor parte de las tierras en el Antiguo Régimen? Explícalo.

10/ ¿Qué desamortización es conocida como Ley de Desamortización General? Explica las consecuencias de las desamortizaciones en la agricultura española.

11/ ¿Qué ministro de Carlos IV realizó la primera desamortización en 1798? Explica los decretos de desamortización llevados a cabo entre 1798 y 1823.

Tema 8: El Sexenio Revolucionario

12/   ¿Qué pacto firmaron progresistas y demócratas en 1866 para derrocar a Isabel II? Explique el desarrollo de la revolución a que dio lugar.

13/ ¿Quién fue nombrado regente durante el Gobierno Provisional tras la Revolución Gloriosa de 1868? Explique las medidas adoptadas por dicho gobierno.

14/ ¿Qué presidente del gobierno fue el máximo valedor de la elección de Amadeo I de Saboya como rey en 1870? Explique la evolución de su reinado.

Tema 9: El régimen de la Restauración

15/ ¿A qué dos grandes conflictos bélicos iniciados en el Sexenio dio fin el sistema político de la Restauración? Explica cómo acabaron.

16/ ¿Qué pacto se firmó por Cánovas y Sagasta en 1885 tras la muerte de Alfonso XII? Explica su contenido y el gobierno al que dio lugar.

17/ ¿En qué dos tendencias se dividió definitivamente el movimiento obrero durante la Restauración? Explica una de ellas.

Tema 10: Guerra colonial y crisis de 1898

18/ ¿En qué dos colonias españolas se produjo la guerra colonial entre 1895 y 1898? Explica su desarrollo.

19/ ¿Qué movimiento político y cultural surge en España como consecuencia de la derrota ante EEUU en 1898? Explica sus características. 

NUEVAS ORIENTACIONES DE HISTORIA DE ESPAÑA PARA SELECTIVIDAD ANTE LA PANDEMIA DEL COVID-19, CURSO 2023/2024

Explicación de las nuevas orientaciones y modelos de exámenes para la Selectividad (Andalucía) en la materia de Historia de España, por Carlos Javier Garrido García.

Isabel II jurando la Constitución de 1837 al ser proclamada mayor de edad en 1843.

LAS ORIENTACIONES DE LOS CURSOS PASADOS HAN SIDO PRORROGADAS, SIN CAMBIO ALGUNO PARA EL CURSO 2023/2024.

Ya se han publicado las nuevas orientaciones para selectividad, que repiten, sin cambios, las publicadas para cursos anteriores, adaptadas a la situación de la pandemia del COVID-19.

La adaptación ha eliminado las dos opciones, habiendo sólo una pero con múltiples opcionalidades en cada uno de los bloques: Tema y Preguntas Cortas.

Bloque A: Tema

En el Bloque A (explicación de un Tema, valorado hasta 5’5 puntos) se plantearán cuatro temas, de los que el alumnado deberá explicar sólo uno de ellos. Los temas serán extraídos de las siguientes agrupaciones de contenidos:

  • Dos temas de la Agrupación de Contenidos III (Siglo XIX): estos eran los temas de la antigua opción A.
  • Dos temas de las Agrupaciones de Contenidos IV (Dictadura de Primo de Rivera, II República y Guerra Civil) y V (Franquismo, Transición y Democracia). En las primeras orientaciones del día 6 de mayo se indicó que uno de los temas sería de la agrupación IV y otro de la V, pero en las del 12 de mayo esta distinción no se indica, por lo que en teoría se podrían poner dos temas de la IV o dos de la V.

Por tanto, para el alumnado no hay cambios sustanciales más allá de una mayor optatividad.

Bloque B: Preguntas Cortas

En el Bloque B (preguntas cortas, valoradas hasta 4’5 puntos), se plantearán 6 cuestiones, de las que el alumnado deberá hacer sólo 3, por lo que cada una será valorada hasta 1’5 puntos. La estructura de las preguntas es idéntica a la de las orientaciones anteriores. Las preguntas se corresponderían a las siguientes Agrupaciones de contenidos:

  • Una de las agrupaciones de contenidos I (bloques 1-2: Prehistoria, Edad Antigua, Edad Media).
  • Una de la Agrupación de contenidos IV (bloques 9-10: Dictadura de Primo de Rivera, II República y Guerra Civil).
  • Dos de la Agrupación de contenidos II (bloques 3-4: Edad Moderna, siglos XVI al XVIII)
  •  Dos de la Agrupación de Contenidos III, correspondiendo una a los bloques 5-6 (Guerra de Independencia, Isabel II y Sexenio) y otra a los bloques 7-8 (Restauración, Guerra Colonial, Desamortización).

Se mantiene, por tanto, la estructura anterior, con 3 preguntas correspondientes a la antigua Opción A y otras tres con la antigua Opción B, pero con la diferencia de que el alumnado puede realizar las que desee de ellas. Esto beneficia al alumnado que se decante por preparar las Opción B, ya que contaría con tres preguntas de su antigua opción (una del XVIII y dos del XIX) más la posibilidad de escoger en lugar de una de las anteriores una que se correspondería a la primera parte del temario del siglo XX, que ya tendría preparado para el Tema del Bloque A.

Si desea ver el temario de Historia de España para Selectividad (Temas resumidos y preguntas cortas resueltas), pulse aquí.

SELECTIVIDAD 2024: NUEVAS ORIENTACIONES DE GEOGRAFÍA PARA SELECTIVIDAD

Explicación de las nuevas orientaciones y modelo de examen de Geografía para Selectividad, por Carlos Javier Garrido García.

Las orientaciones de selectividad de Geografía para el curso 2023/2024 repiten las realizadas el curso pasado, adaptadas a la situación de pandemia del COVID-19. 

El modelo de examen se estructura en una única opción con cuatro bloques distintos: Bloque A (Significados Geográficos), Bloque B (Significados de expresiones), Bloque C (Ejercicios de desarrollo) y Bloque D (desarrollo de Temas).

Bloque A: Significados geográficos

En este bloque se plantean 8 términos geográficos para su definición, de los que el alumnado debería explicar solamente 4, valorados cada uno en 0’5 puntos. 

Bloque B: Significados de expresiones

En este bloque se plantean 4 definiciones geográficas para indicar a qué concepto se refieren, de los que el alumnado debería realizar dos, valorados cada uno en 0’5 puntos.

En consecuencia, los Bloques A y B supondrían un total de 3 puntos.

Bloque C: Ejercicios de desarrollo

En este apartado se plantearían dos ejercicios de análisis y comentario de mapas, gráficos, cuadros estadísticos o textos, debiendo realizar sólo uno de ellos. Su valor máximo sería de 4 puntos, igual que en el modelo anterior.

Si los ejercicios versaran sobre Geografía Humana, siempre uno se correspondería a los temas 6-8 (Población Española, Espacio Urbano, Espacio Rural) y otro a los temas 9-12 (Actividad Pesquera, Actividad Industrial, Actividades Turísticas, Transporte).

Bloque D: Desarrollo de temas

En este bloque se plantean dos temas, de los que el alumnado deberá desarrollar sólo uno, valorado con un máximo de 3 puntos.

Como en el caso de los ejercicios prácticos, que si los temas fueran de Geografía Humana, uno correspondería a los temas 6-8 (Población Española, Espacio Urbano, Espacio Rural) y otro a los temas 9-12 (Actividad Pesquera, Actividad Industrial, Actividades Turísticas, Transporte). El Tema 1 (España en su contexto y diversidad territorial) nunca saldría en los temas de desarrollo.

Temario

Si desea ver el temario de Geografía para Selectividad (conceptos, temas y ejercicios prácticos), pulse aquí.

CONSEJOS PARA PREPARAR LA ASIGNATURA DE HISTORIA DE ESPAÑA PARA LA SELECTIVIDAD (PAU) EN TIEMPOS DEL COVID-19

Consejos para preparar el examen de Historia de España en selectividad y para el día del examen, por Carlos Javier Garrido García

Los cuatro primeros presidentes democráticos de la monarquía de Juan Carlos I (1976-2004).

La actual situación de suspensión de clases por la pandemia del COVID-19 ha generado un comprensible estado de inseguridad en el alumnado, especialmente en el de 2º de Bachillerato, ya que este deberá de afrontar la Selectividad o PAU. Ante ello, he decidido hacer en esta entrada una propuesta de preparación de la prueba de selectividad de Historia de España, añadiendo una serie de consejos a tener en cuenta para el día del examen. Espero que todo ello os sea útil.

Consejos para la preparación de la asignatura de Historia de España durante el estado de alarma y antes de Selectividad

La prueba de selectividad de Historia de España, consiste en la exposición de un tema completo y en la respuesta a tres cuestiones breves, tal y como establecen las orientaciones, cuyo contenido puede consultarse aquí.

Se mantiene una estructura similar, pero presentando una mayor optatividad. Un análisis de las nuevas orientaciones adaptadas a la situación originada por el COVID-19, puede consultarse pulsando aquí.

En cualquier caso, hay que controlar mucho temario, por lo que debemos aplicar una técnica de estudio comprensiva y sistemática, es decir, estudiar de memoria nos puede llevar al fracaso por saturación.

Por tanto, el alumnado debe seguir una técnica con las siguientes fases:

1/ Lectura del temario de manera comprensiva. Esto incluiría tanto los temas teóricos, que se pueden consultar pulsando aquí, como las preguntas cortas, que se pueden consultar, para la opción A, pulsando aquí, y, para la opción B, pulsando aquí. En cuanto a las preguntas cortas, aunque es usual que se repitan con respecto a otros años, es recomendable que se repasen los temas referentes a las mismas, por si saliera alguna nueva y para mejorar la comprensión de las que ya han salido antes.

2/ Una vez comprendidos los temas y preguntas cortas, elaborar esquemas con solo las palabras claves, relacionando esas palabras claves a través de conectores o símbolos. Los resúmenes no sirven porque tendemos a memorizarlos. Una vez entendidos los temas y preguntas cortas, al esquematizarlos, sabiendo de qué tenemos que hablar, no es necesario memorizarlos de manera completa. Simplemente, estudiamos el esquema, y podremos desarrollarlo en el examen ya que lo comprendemos. A efectos prácticos, esto supone memorizar seis esquemas (de una extensión máxima de una cara de folio por tema) y dos o tres páginas de las preguntas cortas esquematizadas, frente a la alternativa, poco factible, de memorizar esos seis temas completos, más las preguntas cortas y el resto de asignaturas.

3/ Repasar la cronología básica del periodo estudiado, que puede consultarse pulsando aquí. Controlar la cronología evita que cometamos errores y confusiones que serían muy frecuentes de lo contrario.

4/ Establecer un programa de estudio de los temas y preguntas cortas distribuyéndolas por días o semanas.

5/ Realización de simulacros de examen de una hora y media. Vosotros mismos actuaríais de correctores comparando vuestros exámenes con los apuntes.

Consejos para el día del examen

Ante el examen, lo primero que debemos tener en cuenta es que, si vamos bien preparados y hemos estudiado de manera comprensiva y sistemática, es un trámite que hay que pasar. Los nervios y la presión autoimpuesta sólo nos pueden llevar a errores.

El día antes del examen lo normal es no estudiar nada. En todo caso, un ligero vistazo a los esquemas y darnos un largo paseo para despejarnos. Por supuesto, debemos acostarnos a buena hora y no madrugar en exceso el día del examen. Lo ideal es estar frescos física y mentalmente ese día.

Al realizar la prueba, empezad siempre por las preguntas cortas, que deberíais terminar en más o menos media hora. La hora restante sería para el tema. No os agobiéis si no os da tiempo a terminarlo, ya que en las ponencias de selectividad se ha indicado que no se tendría en cuenta.

No utilicéis nunca tippex líquido, ya que lo normal es que sigamos escribiendo para esperar a que se seque y luego lo olvidamos. Eso lo he visto un millón de veces en exámenes.

Tened también mucho cuidado con la presentación (limpieza, evitar tachones, márgenes adecuados), la ortografía y, sobre todo, cuidad la letra, que sea legible con facilidad. Tened en cuenta que los correctores tendrán muchos exámenes para corregir en muy pocos días, por lo que la impresión subjetiva del examen es muy importante. Cuidando la presentación, la ortografía y la letra predisponemos al corrector a una buena calificación.

Por último, si os queda tiempo, dedicadlo a repasar para detectar posibles errores u omisiones.

MUCHA SUERTE.

 

1957: el año en el que el régimen de Franco intentó sacar petróleo en La Puerta de Segura.

Explicación de la rocambolesca historia de la búsqueda de petróleo en la Sierra de Segura, por Carlos Javier Garrido García.

Prospecciones petrolíferas en El Polinario (La Puerta de Segura), en abril de 1957.

La noticia

El pasado curso 2018/2019 una alumna de 2º de Bachillerato en el IES «Doctor Francisco Marín» de Siles (Jaén), Nuria Garvi, procedente de la cercana localidad de La Puerta de Segura me pasó copia de unas fotos que tenía su familia sobre la búsqueda de petróleo efectuada en su localidad en abril de 1957.

Junto con las fotografías, incluía la referencia al hecho publicada en una edición especial del DIARIO DE JAÉN titulado «Crónica de 50 años». La referencia decía así:

«El día 1 de abril de 1957 llegan a La Puerta de Segura periodistas de toda España, tras la noticia de que hay petróleo. El dato está abalado por eminentes geólogos como Rey Pastor y Bonilli. JAÉN recopiló una edición extra que finalmente no llegó a salir. El negocio no resultó ser rentable».

Especial «Crónica de 50 años» del Diario JAÉN dando cuenta del suceso.

El petróleo

La Primera Revolución Industrial, iniciada en Gran Bretaña en el siglo XVIII, supuso, en el campo energético, el uso de nuevas fuentes como el carbón mineral, cuyo potencial era aprovechado a través de la máquina de vapor. A partir de 1870 se inició la Segunda Revolución Industrial, caracterizada, entre otras cosas, por el uso de nuevas fuentes de energía como el petróleo, a través de la invención del motor de explosión.

A partir de entonces, y de manera cada vez más intensa, la economía mundial pasó a depender de esta nueva fuente energética.

En el caso de España, el fracaso del proceso de industrialización en el siglo XIX y la ausencia de yacimientos petrolíferos hicieron que el consumo de petróleo fuera casi testimonial. Sin embargo, el limitado desarrollo producido en el primer tercio del siglo XX, gracias a los capitales repatriados de las colonias a partir de 1898, a la neutralidad en la I Guerra Mundial (1914-1918) y a la política intervencionista y de obras públicas de la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), aumentó el consumo de petróleo de nuestro país y, por tanto, nuestra dependencia energética exterior.

La autarquía franquista y la «fiebre del petróleo»

El limitado desarrollo que antes hemos citado se frenó en seco como consecuencia de la crisis económica internacional iniciada con el hundimiento de la Bolsa de Neva York en 1929 y con los devastadores efectos de la Guerra Civil (1936-1939).

La victoria de Franco en la guerra supuso la implantación de un régimen político próximo al fascismo. En el terreno económico, el nuevo régimen se basó en la autarquía, es decir, una política económica que, teniendo como objetivo conseguir la autosuficiencia se basaba en el cierre del mercado al exterior y el intervencionismo del Estado en la economía. Esta política económica autárquica era consecuencia del nacionalismo radical característico del fascismo.

A esta motivación ideológica se sumó, a partir de 1945, el aislamiento internacional del régimen. La derrota de las potencias fascistas en la II Guerra Mundial supuso que la inmensa mayoría de los países decidieran cortas relaciones diplomáticas y económicas con España.

La desacertada política económica autárquica y el aislamiento internacional dejaron a España sumida en la miseria. La década de los años 1940 y los primeros años de la de 1950 son conocidos como los «años del hambre», marcados por las cartillas de racionamiento y el mercado negro o estraperlo.

Uno de los principales problemas de la autarquía y del aislamiento era la falta de suministros de petróleo, lo que asfixiaba a la economía. Esto hizo que el régimen cayera incluso presa de intentos de estafa como el protagonizado por por Albert von Filek. Este ingeniero suizo intentó estafar al régimen vendiéndole la llamada «filekina», una gasolina elaborada a base de agua, vino y raíces de plantas que, evidentemente, no funcionaba. El caso ha servido de base a una reciente novela de Ignacio Martínez de Pisón: «Filek. El estafador que engañó a Franco».

El final del aislamiento a partir de 1953 con los pactos con EEUU y el ingreso en la ONU en 1955, gracias al contexto de la Guerra Fría, no supusieron el fin del problema, ya que la política autárquica continuó y el enorme coste en divisas que suponían las importaciones de petróleo continuaron asfixiando a la economía.

Ante ello, el régimen de Franco se empeñó en buscar yacimientos petrolíferos en España, búsqueda que desató una auténtica «fiebre del oro negro». Así, en diciembre de 1952 el régimen declaró de interés nacional la búsqueda de hidrocarburos, encomendando la tarea al holding industrial estatal, el Instituto Nacional de Industria (INI), aunque permitiendo la iniciativa privada, como la de la Compañía Ibérica de Petróleos, creada en 1954.

Finalmente, en 1957 se puso en funcionamiento la Comisión Nacional de Combustibles y la Ley de Hidrocarburos, intensificándose las propecciones y catas por toda España.

Es en este marco en el que en 1957 estas prospecciones llegaron a la Sierra de Segura.

La búsqueda de petróleo en La Puerta de Segura.

Como ya he indicado, el 1 de abril de 1957 se da a conocer que, según ingenieros, podían existir yacimientos de petróleo en La Puerta de Segura, más concretamente en el paraje conocido como El Polinario, situado a las afueras de la localidad en dirección a Orcera, junto al río Guadalimar.

La Puerta de Segura, por aquel entonces, estaba sufriendo un acusado descenso de población, como consecuencia del subdesarrollo y olvido en el que se hallaba secularmente sumida la Sierra de Segura. Así, si en 1930 la localidad tenía 6.674 habitantes, estos se habían reducido a 4.430 en 1950 como consecuencia del fuerte éxodo rural.

En estas condiciones, la posibilidad del hallazgo de petróleo fue acogido con el natural entusiasmo por la población de la localidad, que soñaba, de golpe y porrazo, con la riqueza y el desarrollo. El ambiente sería muy similar al reflejado en la famosa película «Bienvenido Mister Marshall», y tuvo finalmente los mismos resultados. 

Como podemos ver en las fotografías, la expectación hacía que los vecinos de la localidad fueran continuamente a seguir los trabajos, que se celebraran misas en el lugar en pro del éxito de las prospecciones y que incluso bodas y bautizos tuvieran como uno de los actos festivos del acontecimiento la visita al Polinario.

Lugar de las prospecciones junto al puente sobre el río Guadalimar y la población a la expectativa.
Tareas de prospección

 

Celebración de una misa por el éxito de las prospecciones.

 

Ingenieros, trabajadores y vecinos en el casino de La Puerta de Segura.

 

Visita al Polinario tras celebrar un bautizo.

 

Foto de boda en El Polinario.

Del petróleo a las olivas

Sin embargo, como sucedió en casi todas las prospecciones del periodo, estas no tuvieron éxito y la localidad volvió a la normalidad. De hecho, las esperanzas de desarrollo se volvieron a centrarse en el olivar.

Sólo un año después, en febrero de 1958, el periódico LA VANGUARDIA de Barcelona (edición del 2/2/1958, p. 8) daba noticia de la inauguración de la nueva fábrica de la cooperativa de lo localidad de esta manera:

«Ha sido inaugrada la fábrica de una cooperativa agrícola aceitera del pueblo de La Puerta de Segura, dotada de instalaciones muy modernas, para la molturación de aceituna, con una capacidad de trabajo de dicho fruto de tres millones de kilos por campaña.

La nueva almazara dispone de un gran patio de recepción de aceituna de capacidad para millón y medio de kilos y una bodega con seis depósitos subterráneos de 180.000 kilos de capacidad cada uno.

La cooperativa está integrada por ciento treinta olivareros y las obras e instalaciones de la nueva fábrica han costado tres millones de pesetas».   

 

 

Explicación de los temas de Selectividad de Historia de España a través de PowerPoint con audio

Explicación de los Temas de Selectividad de Historia de España a través de un PPT con audio, por Carlos Javier Garrido García. 

El emperador Carlos V, por Rubens. Fuente: Wikipedia.

El corte de las clases presenciales en Segundo de Bachillerato como consecuencia de la pandemia de coronavirus me ha animado a realizar algo que tenía hace mucho tiempo pendiente: colgar en la página web la explicación de los temas de Selectividad de Historia de España en PPT con un audio asociado.

De manera paulatina iré colgando en esta entrada la explicación de los distintos temas de Selectividad. Para reproducirlos, simplemente hay que abrir el PPT y darle a reproducir desde el principio. 

Espero que esta nueva herramienta os sea de utilidad para preparar la Selectividad de Historia de España.

Temas de selectividad en PPT/audio:

Para acceder a la explicación de los distintos temas, pinche en los correspondientes vínculos:

Si desea ver los resúmenes de los temas en texto, pulse aquí.

 

HISTORIA DEL IES «DOCTOR FRANCISCO MARÍN» DE SILES

Explicación breve de la evolución histórica del IES «Doctor Francisco Marín» de Siles (Jaén), por Carlos Javier Garrido García.

IES «Doctor Francisco Marín», Siles (Jaén) y logo utilizado para celebrar su 50 aniversario.

INTRODUCCIÓN

El objetivo de este trabajo es realizar una pequeña síntesis sobre el nacimiento y desarrollo posterior del Instituto de Enseñanza Secundaria “Francisco Marín” de Siles (Jaén).

Este centro educativo tiene su origen en la Fundación “Marín”, creada en 1963 por la última voluntad del médico Francisco Marín Martínez. Venía así a suplir el abandono educativo en el que, desde prácticamente siempre, había tenido la administración a la comarca de Sierra Segura, convirtiéndose desde el inicio de su andadura en un importante mecanismo de elevación del nivel educativo, y por tanto de promoción socioeconómica, de sus habitantes.

Valga, pues, este trabajo, que no pretende ser sino una primera aproximación, de homenaje a todas las personas que han hecho posible con su generosidad, implicación y esfuerzo esa magnífica realidad que en la actualidad es el IES “Doctor Francisco Marín”.

EL MÉDICO FRANCISCO MARÍN MARTÍNEZ

Francisco Marín Martínez nació en Torres de Albanchez en 1878, hijo de Arturo Marín Martínez, natural de Elche de la Sierra, y Dolores Martínez, natural de Benatae. Sin embargo, la familia acaba trasladándose a Siles. En esta localidad la residencia familiar se hallaba en la Calle del Cura, denominada en la actualidad “Familia Marín Martínez”, en honor de Francisco y de su hermana Filomena, fundadores, como veremos, de sendas instituciones benéficas en la localidad.

Retrato del doctor Francisco Marín Martínez, que preside la entrada del IES que lleva su nombre.

Tras completar sus estudios de Medicina, pasó a ejercer su profesión en su localidad natal, al menos desde el año 1902. En ese momento ocupaba el cargo de médico interino dentro de la Beneficencia municipal, es decir, de la asistencia médica gratuita que prestaban los ayuntamientos, siendo el médico titular Fausto González. Al renunciar este último en octubre de 1920, Francisco Marín se convirtió en médico titular, acompañado como interino por Isaac Cózar Tenedor, cobrando cada uno de ellos un salario anual de 1.500 pesetas, que se elevó a 2.750 en 1924. Como médico titular ostentaba también el cargo de Inspector Municipal de Sanidad.

Pese a no tener una filiación política concreta, Francisco Marín, como miembro de las clases acomodadas de la localidad, sufrió las consecuencias de la Guerra Civil. Así, el 19 de julio de 1936, al estallar el conflicto, murió su criada, Vicenta Buitrago López, de 65 años. Este fue el primer fallecimiento durante el conflicto en Siles y se trató de una muerte accidental. Al estar un grupo de milicianos destruyendo una imagen religiosa en la Fábrica de Aceites de Garrido, la criada se asomó a la ventana para ver que sucedía, recibiendo un disparo mortal por parte de uno de los milicianos. En el suceso, resultó también herido Francisco Marín.

Por otra parte, en septiembre de 1936 fue obligado a realizar, junto con otras personas acomodadas de la localidad, una donación al Ayuntamiento de 10.912’95 pesetas. En cualquier caso, no sufrió, que nos conste, más actos de represión durante la guerra, dada su ya citada falta de filiación política y gracias también a su contacto previo con las clases bajas de la localidad gracias a su puesto de médico titular de la beneficencia municipal.

Del mismo modo, al acabar la Guerra Civil, no fue objeto de depuración por las nuevas autoridades franquistas, continuando como médico titular tras la misma.

Su hermana, Filomena Marín Martínez, falleció en Siles el 23 de enero de 1952. Veinte días antes, el día 3 de ese mes, había otorgado su testamento ante el notario Capilla, de Siles, por el cual, en su cláusula quinta, establecía la Fundación “Nuestra Señora de los Dolores”, con el objeto de establecer una residencia de ancianos en la localidad. Esta fundación fue el ejemplo a seguir por su hermano Francisco, que hizo lo propio en su testamento, como veremos.

Las características de la Fundación creada por Filomena Marín la podemos conocer por la orden en la que fue declarada como fundación benéfico-particular por las autoridades franquistas en abril de 1955. Los fines fundacionales “consisten en la construcción de un Asilo para ancianos, preferentemente los naturales o vecinos del pueblo de Siles y otros limítrofes”. El Asilo iba a ser construido en “una finca donada por don Francisco Marín y un solar que cede el Ayuntamiento de Siles”, previéndose un coste en su “construcción y ajuar” de 1 millón de pesetas.

Para su financiación, Filomena Marín había cedido unos bienes que fueron valorados por los peritos en 2.409.400 pesetas. El sobrante después de la construcción y dotación del Asilo quedaría “como capital rentable de la institución”. Por último, la Fundación estaría regida por un Patronato compuesto por tres patronos “natos”: el Párroco de Siles y los dos Médicos Titulares de la localidad. Además, había dos patronos “nominalmente designados por la testadora, y que no serán sustituidos el día que cesen”: Bernardo Pérez y José Ramón Garrido.

Siguiendo este ejemplo, Francisco Marín Martínez, que permaneció soltero y sin hijos, previó en su testamento, otorgado en 1960, la creación de otra fundación benéfica, la Fundación “Marín”, que se convirtió en realidad tras su fallecimiento en Siles el 4 de febrero de 1962. Según consta en su partida de entierro, falleció por insuficiencia cardio-circulatoria a las 9:40 horas de ese día, siendo enterrado en el Cementerio de Siles al día siguiente.

LA FUNDACIÓN “MARÍN”

La creación de la Fundación “Marín” la conocemos a través de su clasificación como fundación benéfico-docente por las autoridades franquistas el 23 de abril de 1963.

Cartel de la Fundación «Marín» en la verja exterior del centro.

Francisco Marín Martínez había otorgado su testamento ante el notario madrileño Julio Albi Agero el 3 de julio de 1960. En su cuarta cláusula instituía “una fundación benéfico-docente en Siles (Jaén), con la finalidad de crear y sostener una Escuela de Formación Profesional gratuita para personas humildes y de pago, con módico estipendio, para personas más acomodadas con la denominación de <Fundación Marín>, que tendrá personalidad jurídica y será autónoma, no teniendo el Ministerio de Educación Nacional intervención en su régimen de gobierno”. Este correspondería a un Patronato integrado por el Delegado Provincial de Trabajo, el Inspector Jefe de Primera Enseñanza de Jaén, el Director o en su defecto un profesor de la Escuela de Formación Profesional Acelerada de Jaén y el Director de las Escuelas Graduadas de Siles. Ya que su número era par y podía dar lugar a empates en las votaciones, las autoridades franquistas recomendaban el nombramiento de otro patrono. La evolución posterior de la institución hace deducir que el elegido fue el alcalde de Siles.

Para el sostenimiento de la Fundación su fundador indicó una serie de bienes y valores que se tasaban en 10.996.705’84 pesetas. Por último, se preveía “encomendar a personas físicas o alguna comunidad religiosa la realización del fin fundacional”. Finalmente, se optó por la comunidad religiosa de los Salesianos para la gestión del nuevo centro educativo.

Que la Fundación tuviera por objeto la creación de una Escuela de Formación Profesional se explica fundamentalmente por dos razones. En primer lugar, en la España del desarrollismo se produjo una mayor demanda de esta rama educativa, debido al crecimiento de las clases medias y al desarrollo económico, uno de cuyos pilares era el uso de una amplia y barata mano de obra, a la que se requería un nivel de formación mínimo. En segundo lugar, las carencias formativas en este aspecto eran muy destacadas en la comarca de la Sierra de Segura. El centro de Formación Profesional más cercano era el de Úbeda y tan sólo había en la comarca a finales de la década de 1950 las clases de formación profesional inicial que se impartían en las escuelas primarias. Así, por ejemplo, en 1957 y 1958 se impartía la Iniciación Profesional en Siles en su Modalidad Agrícola en la Escuela Graduada de Siles, a cargo de Emiliano Zorrilla Serrano, y en Labores de Adorno en la Escuela de Niñas, a cargo de María Zamora Pérez de las Bacas.

En cuanto a la implantación del bachillerato en la Sierra de Segura, esta vino de la mano del establecimiento de una Sección delegada mixta tipo A del Instituto de Enseñanza Media en Beas de Segura. En 1966 comenzaron las obras del centro, adjudicadas al constructor Luis Villar Hurtado, vecino de Torreperogil, con un coste de 3.864.585’07 pesetas. Posteriormente, el centro pasó a convertirse en el Instituto Nacional de Bachillerato mixto de Beas de Segura, adoptando la denominación en 1977 de “Sierra de Segura”.

LA PUESTA EN MARCHA DE LA ESCUELA PROFESIONAL “FUNDACIÓN MARÍN”

Tras la creación de la Fundación en 1963 se iniciaron las gestiones para poner en funcionamiento el centro de formación profesional que contemplaban sus objetivos. Como ya hemos citado, la gestión de la nueva entidad educativa se encargó a la Congregación Salesiana, que se estableció para ello en Siles a finales de 1966.

Coincidiendo con ello, el 23 de diciembre de 1966 fue adquirida una finca de 13.000 m2, por escritura ante Francisco Carpio Mateos, notario de Orcera, situada junto a la Carretera de La Puerta, iniciándose de inmediato las obras de construcción del centro. Tras ello, el 31 de enero de 1967, festividad de San Juan Bosco, la Congregación Salesiana y la labor que iba a desarrollar se dan a conocer a la población comarcal.

Escultura de María Auxiliadora, devoción impulsada por la Congregación Salesiana. La imagen presidió la capilla y se sitúa en la actualidad junto a su puerta de acceso interior.

El 29 de febrero de 1967 se iniciaron las clases, impartidas a un total de 40 alumnos, aunque dado el poco tiempo transcurrido es posible que se iniciaran en otro local distinto al del centro educativo en construcción. Tampoco sabemos en qué consistían esas clases, ya que, como veremos, el reconocimiento oficial del centro y la fijación de las enseñanzas a impartir por la administración educativa son posteriores. En cualquier caso, se trataría de una educación laboral básica llevada a cabo por una institución privada que aún no había sido homologada por el Estado.

Antes de la finalización de las obras, aunque seguramente con gran parte del edificio terminado, en abril de 1968, la administración educativa reconoció por Decreto a la Escuela Profesional “Fundación Marín” como “Centro no oficial reconocido de Formación Profesional Industrial, dependiente de la iniciativa privada”. Además, se establecía que el Ministerio de Educación y Ciencia debería “dictar las oportunas normas relacionadas con los requisitos que deben cumplirse por el indicado Centro, en orden a grados de enseñanza, especialidades y horario escolar”.    

Basándose en lo dispuesto en el Decreto anterior, en mayo de 1968 el Ministerio de Educación y Ciencia dictó una orden por la cual se autorizaban en el centro las siguientes enseñanzas, desarrolladas en tres cursos académicos, correspondientes al Grado de Aprendizaje Industrial:

  • Especialidad de Ajustador, Tornero y Fresador, de la Sección Mecánica, de la Rama del Metal.
  • Especialidad de Instalador-montador, de la Rama Eléctrica.

La matrícula del alumnado se debería realizar en la Escuela de Maestría Industrial de Úbeda y se preveía que se impartiera también la enseñanza, en un curso, de Iniciación Profesional o Preaprendizaje.

Gracias a todo lo anterior, la Escuela pudo impartir su primer curso académico oficial, el 1967/1968, aunque este quedó limitado sólo a unos dos meses, en los que seguramente sólo se impartió la Iniciación Profesional. La inauguración oficial del centro tuvo lugar el 29 de junio de 1968, viniendo acompañada de la colocación de un pequeño monumento al doctor Francisco Marín que aún está frente a su entrada. La totalidad de las obras del Centro no culminaron hasta marzo de 1969, según proyecto redactado por el arquitecto Miguel Ángel Hernández Requejo.

Monumento al doctor Francisco Marín en la entrada del centro, colocado el día de su inauguración oficial.

La Congregación Salesiana siguió gestionando la Escuela hasta 1976 cuando, debido a dificultades económicas para su mantenimiento, optaron por abandonarla, lo que obligó a la Fundación a buscar el acuerdo con el Ministerio de Educación y Ciencia para su mantenimiento.

LA SECCIÓN DE FORMACIÓN PROFESIONAL DE PRIMER GRADO DEPENDIENTE DEL CENTRO NACIONAL DE FORMACIÓN PROFESIONAL DE ÚBEDA

En abril de 1977, por orden de la Dirección General de Enseñanzas Medias, la Escuela Profesional “Fundación Marín” se transformó en una Sección Profesional de primer grado, dependiente del Centro Nacional de Formación Profesional de primer y segundo grado de Úbeda.

La medida se justificaba con el objetivo “de atender las necesidades de escolarización planteadas en la provincia de Jaén, en cuanto se refiere a la Formación Profesional de Primer Grado”, aprovechando para ello “que en la localidad de Siles existe la posibilidad de utilización de locales e instalaciones propiedad de la <Fundación Marín>, constituida precisamente para la creación y mantenimiento de una Escuela de Formación Profesional que, de hecho, viene funcionando durante el presente curso académico con asistencia de 138 alumnos que reciben enseñanzas en diversas profesiones correspondientes al primer grado”.

Según esta orden, en la nueva Sección se impartirían las enseñanzas siguientes:

  • Rama del Metal, Profesión Mecánica.
  • Rama Eléctrica, Profesión Electricidad.
  • Rama de Automoción, Profesión Mecánica del Automóvil.
  • Rama Administrativa y Comercial, Profesión Administrativa.

Se tenía prevista su implantación en el mismo curso 1976/1977, por lo que creo que las ramas ofertadas debían coincidir con las que impartía la Escuela Profesional en esos momentos y que las dificultades económicas de esta última fueron las que provocaron, como medida de urgencia, su transformación en Sección. De hecho, la orden que estamos comentando establecía que “los gastos de mantenimiento serán satisfechos por la Fundación hasta donde alcancen sus rentas y fondos, haciéndose cargo el Patronato de Promoción de la Formación Profesional de aquellos que no fuera posible cubrir con los recursos citados”.

EL CENTRO NACIONAL DE FORMACIÓN PROFESIONAL

Las dificultades económicas de la “Fundación Marín”, que acabamos de ver, y las cada vez mayores demandas de formación de la población hicieron que el Ministerio de Educación y Ciencia se decidiera, en febrero de 1979, a transformar la Sección en Centro Nacional, tras el establecimiento de un convenio entre las dos partes.

El Convenio, suscrito por Raúl Vázquez Gómez, director general de Enseñanzas Medias, y Rafael Fuentes, por el Patronato Benéfico-Docente “Fundación Marín”, se justificaba por “las necesidades del sector educativo existentes en la amplia comarca de la Sierra de Segura, más acuciantes en cuanto a la Formación Profesional”, y por “la dificultad económica por parte del Patronato de mantener en funcionamiento” el centro educativo que estaba a su cargo. El Convenio, dividido en 10 cláusulas, establecía lo siguiente:

  • La Fundación cedía al Ministerio de Educación y Ciencia “el uso y disfrute, a título gratuito, de las dependencias de su propiedad, comunicadas entre sí, emplazadas en la calle Carretera, sin número, de la citada población”, que contaban con 13.000 m2, “incluidas zonas deportivas, piscina, patios” y “cuya capacidad puede considerarse de unos 350 a 400 puestos escolares, entre clases teóricas y prácticas”.
  • La cesión se efectuaba “por un periodo de treinta años siempre que el mencionado Centro se destine a las enseñanzas de Formación Profesional”, pudiendo prorrogarse con “la conformidad de ambas partes”.
  • El centro pasaba a tener “carácter estatal” y, en consecuencia, “el personal, de todo tipo, necesario para el funcionamiento del Centro, será designado por el MEC”. Del mismo modo, el Ministerio se haría cargo de “todos los gastos que se deriven en el futuro de las obras de conservación, ampliación o mejora que sea preciso realizar en el Centro, del equipamiento de este en cuanto a mobiliario, material didáctico y, en su caso, menaje de cocina y comedor, y del funcionamiento normal del Centro”. Pese a ello, la Fundación “contribuirá a la financiación de los gastos enumerados aprovechando sus bienes fundacionales”.
  • Los bienes fundacionales consistían en varias fincas. En primer lugar estaban las fincas sobre las que se establecía el Centro, la ya citada de 13.000 m2, y otra finca contigua a ella de tierra de riego de 14 áreas de extensión. En el convenio se hace una descripción de las instalaciones del Centro: “edificaciones en sus zonas administrativas y de acceso, otra de clases, otra de internado, otra de talleres, aseos, capilla y salón de actos, todo ello distribuido en varias plantas y estas en las oportunas dependencias, existiendo también la pertinente extensión urbanizada para campo de deportes y de prácticas de esta Escuela”. El resto de fincas propiedad de la Fundación, que luego enumeraré, serían enajenadas por ella en un plazo de 6 meses y el dinero conseguido debía ser invertido “en título de alto interés anual, bien de la Deuda Pública, bien bajo la forma de certificados de depósito o cédulas de la Banca oficial”. Las fincas eran las siguientes: finca rústica en la Cañada de Enmedio, término de Torres de Albanchez, con 289 hectáreas entre secano olivar, secano cereales año y vez, monte alto pinar y monte bajo; finca rústica en Fuente Cascajo, término de Siles, con 25 áreas de riego; finca rústica en la Teinada de Agustín, término de Benatae, con 30 áreas de riego y secano; finca rústica consistente en la mitad de un cortijo para habitación con 225 m2 y una teinada de 863 m2 junto a la finca rústica anterior; y, por último, finca rústica en el paraje de los Barrancos, término de La Puerta de Segura, con más de 75 hectáreas de extensión entre erial a pastos, secano cereales año y vez, monte alto pinar y monte bajo jaral.
  • Para velar por el cumplimiento del Convenio, se establecía una Comisión formada por: el Delegado provincial de Educación y Ciencia, que actuaría como presidente; el presidente de la Fundación, el alcalde de Siles, el Juez comarcal de Orcera y el Director del centro educativo, como vocales; y el secretario del centro educativo, como secretario, con voz pero sin voto. La Comisión tendría obligatoriamente al menos una reunión al semestre.
  • Por último, se establecía que “las plantillas de personal docente se establecerán por el MEC” y que a este le correspondía “el establecimiento, desarrollo y vigilancia de las enseñanzas a impartir… y de los planes educativos”.

El Convenio, tras deliberación en el Consejo de Ministros de 13 de febrero de 1979, fue aprobado mediante Real Decreto de ese mismo día, que además estableció que quedaba “transformado en Centro Nacional de Formación Profesional la actual sección estatal de Formación Profesional de Siles (Jaén)”.

Para poner en marcha el nuevo Centro, la Dirección general de Enseñanzas Medias dictó una orden en mayo de 1979. En ella se establecían las siguientes enseñanzas, a partir del curso 1979/1980:

  • Primer Grado de Formación Profesional en las Ramas siguientes: Metal, Profesión Mecánica; Eléctrica, Profesión Electricidad; Automoción, Profesión Mecánica del Automóvil; y Administrativa y Comercial, Profesión Administrativa.
  • Segundo Grado de Formación Profesional en las Ramas de: Electricidad y Electrónica, Especialidad de Instalaciones y líneas eléctricas; y Administrativa y Comercial, Especialidad Administrativa. En cualquier caso, las enseñanzas de segundo grado no podrían implantarse “cuando el número de alumnos inscritos, provisionalmente, en cada Especialidad, sea inferior a veinte”.
  • Además, se impartiría el Curso de Adaptación.

Para desarrollar estas enseñanzas, se estableció también la siguiente plantilla de profesorado:

  • Área Formativa Común: 1 profesor de Lengua, 1 de Formación Humanística, 1 de Idioma moderno, 1 de Formación Religiosa y 1 de Educación Físico-Deportiva.
  • Área de Ciencias Aplicadas: 1 profesor de Matemáticas, 1 de Física y Química y 1 de Ciencias de la Naturaleza.
  • Área de Ampliación de Conocimientos: 1 profesor de Organización Empresarial, 1 de Seguridad e Higiene en el Trabajo y 1 de Legislación.
  • Área de Conocimientos Técnicos y Prácticos: 1 profesor de Técnicas de Expresión Gráficas, 1 de Tecnología del Metal, 2 de Tecnología Eléctrica, 1 de Tecnología de Automoción, 2 de Tecnología Administrativa, 1 Maestro de Taller del Metal, 2 Maestros de Taller de Electricidad, 1 Maestro de Taller de Automoción y 2 profesores de Prácticas Administrativas.

Posteriormente, en junio de 1981, el Ministerio de Educación y Ciencia autorizó que fuera impartido en el centro el “Segundo Grado en la Rama de Automoción, Especialidad de Mecánica y Electricidad del Automóvil” para el curso 1981/1982, aunque con el mismo requisito ya visto para los segundos grados de que hubiera al menos 20 alumnos matriculados.

DE INSTITUTO DE ENSEÑANZAS MEDIAS A INSTITUTO DE ENSEÑANZA SECUNDARIA

En el curso 1987/1988 el Centro pasó a convertirse en un Instituto de Enseñanzas Medias, en el que a las enseñanzas de Formación Profesional se añadían las de Bachillerato Unificado Polivalente (BUP) y Curso de Orientación Universitaria (COU), en estos dos últimos casos como una Extensión del Instituto de Bachillerato “Sierra de Segura” de Beas de Segura. En el citado curso se impartían las siguientes enseñanzas:

  • Formación Profesional de primer y segundo grado en las Ramas: Administrativa y Comercial (Administrativo), Automoción (Mecánica y Electrónica del Automóvil) y Electricidad (Instalaciones Eléctricas).
  • Bachillerato Unificado Polivalente (BUP).

La LOGSE, aprobada en 1990 y que establecía la Educación Secundaria Obligatoria, el Bachillerato y los Ciclos Formativos de Grado Medio y Superior, supuso la creación de los Institutos de Enseñanza Secundaria. El de Siles fue creado por Decreto de la Junta de Andalucía de septiembre de 1991 por transformación del Instituto de Formación Profesional “Fundación Marín” y de la Extensión del Instituto de Bachillerato “Sierra de Segura”. El nuevo Instituto fue uno de los primeros centros autorizados en Andalucía para impartir las enseñanzas contempladas en la LOGSE, cosa que empezó a hacer en el curso 1991/1992.

La actual denominación de IES “Doctor Francisco Marín” data de julio de 1992, cuando una orden decidió dársela al Instituto de Enseñanza Secundaria de Siles.

«El mejor educador el trabajo», lema situado junto a la entrada al centro.

LA MODIFICACIÓN DE LOS ESTATUTOS DE LA “FUNDACIÓN MARÍN” EN 1998.

La “Fundación Marín” estableció unos nuevos estatutos que fueron registrados ente el notario granadino Juan Lozano López el 20 de noviembre de 1997, viéndose obligada a ello para hacerlos compatibles con la nueva Ley 30/1994, de 24 de noviembre, de Fundaciones. Gracias a la Orden de la Consejería de Educación y Ciencia de la Junta de Andalucía por la que estos estatutos fueron aprobados, sabemos que los nuevos objetivos de la Fundación serían “el mantenimiento del centro y de sus instalaciones, la elaboración de convocatoria de becas y premios para proyectos de desarrollo de la comarca”. Además, el “Gobierno, administración y representación de la Fundación, se confía de modo exclusivo a un Patronato, que estará formado por seis miembros”, cuya identidad no especifica la orden.

EVOLUCIÓN RECIENTE DEL INSTITUTO

El IES “Doctor Francisco Marín” amplió sus enseñanzas con la implantación de la Educación Secundaria de Adultos en el curso 2003/2004, que pasó a ser Educación Semipresencial de Adultos (ESPA) en el curso 2010/2011. Además de las enseñanzas de ESO y Bachillerato, se imparten los siguientes ciclos formativos de Formación Profesional Epecífica:

  • Técnico de Cocina, desde el curso 1998/1999.
  • Equipos e Instalaciones Electrónicas, desde el curso 1996/1997.
  • Cuidados Auxiliares de Enfermería, desde el curso 2002/2003.
  • Gestión Administrativa, desde el curso 1995/1996.

En el curso 2011/2012 se impartía docencia a 710 alumnos, 160 de ellos de la ESPA. Por otra parte, es Centro TIC desde el curso 2007/2008 y Centro Bilingüe Inglés desde el curso 2011/2012.

Vista de Siles desde el Cerro Bucentaina, con el Cambrón al fondo.

FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

  • Archivo de la Parroquia de la Asunción de Siles, registros de entierro. Partida de entierro de Francisco Marín Martínez. Siles, 5/2/1962.
  • Archivo del IES “Doctor Francisco Marín”: Carpeta de creación del Centro y enseñanzas autorizadas. Orden Ministerial de 11 de junio de 1981 por la que se amplían enseñanzas en diversos Centros Nacionales de Formación Profesional.
  • Boletín Oficial del Estado (BOE), nº 264 (21/9/1955), pp. 5.735-5.736. Orden de 2 de abril de 1955 por la que se clasifica como fundación benéfico-particular la denominada “Nuestra Señora de los Dolores”, instituida por doña Filomena Marín Martínez, en Siles (Jaén).
  • BOE, nº 113 (11/5/1963), p. 7.791. Orden de 23 de abril de 1963 por la que se clasifica como benéfico-docente la “Fundación Marín”, instituida en Siles (Jaén) con la finalidad de mantener una Escuela de Formación Profesional.
  • BOE, nº 175 (8/7/1957), p. 2.979. Continuación de la Orden de 8 de junio de 1957 por la que se establece el funcionamiento de clases de Iniciación Profesional.
  • BOE, nº 190 (9/8/1958), p. 7.187. Orden de 16 de junio de 1958 por la que se distribuye un crédito con destino a clases de Iniciación Profesional.
  • BOE, nº 177 (26/7/1966), p. 9.604. Resolución de la Subsecretaría de Educación por la que se hace público haber sido adjudicadas definitivamente las obras de construcción de una Sección Delegada mixta tipo “A” del Instituto Nacional de Enseñanza Media en Beas de Segura (Jaén). Madrid, 22/6/1966.
  • BOE, nº 11 (13/1/1977), p. 757. Orden de 22 de noviembre de 1976 por la que se concede al Instituto Nacional de Bachillerato mixto de Beas de Segura la denominación de “Sierra de Segura”.
  • BOE, nº 103 (29/4/1968), p. 6.311. Decreto 879/1968, de 6 de abril, por el que se clasifica como Centro no oficial reconocido de Formación Profesional Industrial, dependiente de la iniciativa privada, la Escuela Profesional “Fundación Marín”, de Siles (Jaén).
  • BOE, nº 159 (3/7/1968), p. 9.731. Orden de 13 de mayo de 1968, por la que se regulan las enseñanzas y plantilla de profesorado de la Escuela Profesional “Fundación Marín” de Siles (Jaén).
  • BOE, nº 129 (31/5/1977), p. 12.053. Orden de 20/4/1977 por la que se crea en la localidad de Siles (Jaén) una Sección de Formación Profesional de primer grado, dependiente del Centro Nacional de Formación Profesional de primero y segundo grado de Úbeda.
  • BOE, nº 82 (5/4/1979), p. 8.129. Real Decreto 705/1979, de 13 de febrero, aprobando el Convenio celebrado entre el Ministerio de Educación y Ciencia y el Patronato Benéfico Docente “Fundación Marín”, de Siles (Jaén), para el funcionamiento del Centro Nacional de Formación Profesional de dicha localidad.
  • BOE, nº 162 (7/7/1979), pp. 15.659-15.660. Orden de 22 de mayo de 1979 por la que se pone en funcionamiento un Centro Nacional de Formación Profesional de Primero y Segundo Grados en la localidad de Siles (Jaén).  
  • Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), nº 90 (11/10/1991), pp. 8.819-8.820. Decreto 171/1991 de 10 de septiembre, por la que se crean Institutos de Enseñanza Secundaria en la Comunidad Autónoma de Andalucía.
  • BOJA, nº 80 (18/8/1998), p. 7458. Orden de 21 de julio de 1992, por la que se concede al Instituto de Enseñanza Secundaria de Siles (Jaén), la denominación de Doctor Francisco Marín.
  • BOJA, nº 12 (31/1/1998), pp. 1.118-1.119. Orden de 16 de enero de 1998, por la que se aprueba la modificación de los Estatutos de la Fundación denominada “Marín”, de Siles (Jaén).
  • Garrido García, Carlos Javier: Siles durante la crisis del sistema de la Restauración y la dictadura de Primo de Rivera (1920-1931). Siles: Leones del Agua, 2019.
  • Garrido García, Carlos Javier: Siles y el partido judicial de Orcera durante la II República, la Guerra Civil y la Posguerra (1931-1950). Siles: Leones del Agua, 2018.
  • “Historia de un instituto”, en El Acebo, revista del IES “Doctor Francisco Marin” de Siles, curso 1998/1999, p. 2.
  • Plan de Centro del IES “Doctor Francisco Marín”, curso 2011/2012.
  • Salido Sánchez, Antonio: “Sanidad en la Sierra de Segura: Aproximación histórica”. Seminario Médico, 60-1 (2008), pp. 11-24.
  • Sánchez Gueldos, Antonio: Historia de Siles. La última frontera. Ripoll, 1997.

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LOS PARTIDOS POLÍTICOS DURANTE EL REINADO DE ISABEL II (1833-1868)

Explicación de los partidos políticos durante el reinado de Isabel II (1833-1868), por Carlos Javier Garrido García.

Isabel II jurando la Constitución de 1837 al ser proclamada mayor de edad en 1843.

Una de las preguntas recurrentes en Selectividad con respecto al reinado de Isabel II (1833-1868) es la de los partidos políticos de dicho reinado, y especialmente las diferencias entre los dos principales: el Partido Moderado y el Partido Progresista.

Por otra parte, no cabe duda de que una comprensión adecuada de la ideología de cada partido político favorece la comprensión general de un reinado muy complejo en su evolución. De hecho, cuando se explica este, una de las grandes dificultades del alumnado es comprender las diferencias ideológicas entre los dos grandes partidos políticos que se enfrentan constantemente a lo largo del mismo, tendiendo gran parte del alumnado a estudiarse, cual listín telefónico, las características de ambos sin llegar a comprenderlas en realidad.

Para subsanar este problema, se debe entregar al alumnado un cuadro comparativo que permita la visualización de las diferencias entre los partidos políticos, y explicar las mismas en función de cuál es su origen, que no es otro que la distinta base social de cada partido.

Origen, características y base social

El origen de los partidos políticos existentes en el reinado de Isabel II se puede situar en el Trienio Liberal (1820-1823), cuando los liberales se dividen en dos facciones: «doceañistas» y «veinteañistas».

Los «doceañistas», como su nombre indica, son los defensores del régimen establecido por las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812. Conviene recordar, que dicha constitución fue fruto del consenso entre liberales y absolutistas moderados, por lo que no estableció un régimen puramente liberal, sino que presentaba pervivencias del Antiguo Régimen como un monarca con amplísimos poderes (ejecutivo, legislativo compartido con las Cortes y judicial administrado en su nombre), por lo que la división de poderes era sólo relativa, y el mantenimiento de la confesionalidad católica del Estado, es decir, que la única religión que se podía practicar en público era la católica y el Estado protegía y concedía privilegios a la Iglesia de dicha confesión. Dados sus orígenes y principios ideológicos, el «doceañismo» era la ideología preferida por los clases altas, conformadas por las altas burguesía, nobleza y clero.

Por su parte, los «veinteañistas» se denominan así en referencia al año 1820, cuando el pronunciamiento de Riego obligó a Fernando VII a aceptar un régimen liberal. Sin embargo, este grupo no acepta el régimen establecido por las Constitución de 1812 al considerar que no era puramente liberal, dadas las pervivencias del Antiguo Régimen que antes se han citado. Por tanto, este grupo, más puramente liberal, defiende un monarca con poderes reducidos al ejecutivo, con una división total de poderes por tanto, y un estado aconfesional, es decir, en el que la libertad religiosa es total pero el Estado establece relaciones preferentes con la confesión mayoritaria, la católica. Por tanto, esta ideología es es más propia de las clases medias, que pretenden conseguir mayores cuotas de poder político y económico frente a las clases altas.

Las diferencias entre el Partido Moderado y el Partido Progresista explicadas en función de su base social

Durante la Regencia de María Cristina (1833-1840) se configuran los dos grandes partidos políticos liberales: el Moderado, heredero de los antiguos «doceañistas», y el Progresista, heredero de los antiguos «veinteañistas». Sus diferencias ideológicas son consecuencia de su diferente base social.

La base social del Partido Moderado eran las clases altas, al igual que lo era de los «doceañistas». Como consecuencia de ello, tienen una ideología conservadora, es decir, defienden el mantenimiento de una situación en la que ellos ocupan el papel predominante. Por tanto, defienden un régimen en el que el orden y la estabilidad priman sobre la concesión de derechos a la población y defienden la existencia de una estado controlado por una figura, el Rey, con amplísimos poderes. 

General Ramón María Narváez, uno de los principales dirigentes del Partido Moderado. Fuente: Wikipedia.

Frente a ellos, el Partido Progresista tiene su base social en las clases medias, al igual que había sucedido con los «veinteañistas». Esto hace que su ideología sea progresista-reformista, es decir, manteniendo las características generales del sistema liberal conseguir avances políticos y económicos que les beneficien, consiguiendo unas mayores cuotas de poder político y socioeconómico. Por tanto, para ellos priman los derechos individuales y sus garantías pero, eso sí, entendiendo que tales derechos deben ser disfrutados sólo por una porción de la sociedad, la burguesía (clases altas y medias), nunca por las clases bajas. Evidentemente, el liberalismo del siglo XIX no es democrático sino un régimen dominado por la burguesía a través de mecanismos como el sufragio censitario.

General Baldomero Espartero, uno de los principales dirigentes del Partido Progresista.

Vistas las diferencias generales y su origen, pasemos a comparar los distintos principios ideológicos de cada partido.

Soberanía

El concepto de soberanía hace referencia a cual es el origen del poder, es decir, quien elige o a quien representan las instituciones del Estado. Durante el Antiguo Régimen se hablaba de monarquía absoluta de derecho divino puesto que se consideraba que el origen del poder de los monarcas procedía de Dios. Frente a ello, el liberalismo defendió el concepto de Soberanía Nacional, es decir, que el origen del poder reside en la Nación, considerada como el conjunto de los ciudadanos, que son personas con derechos y deberes. Este concepto liberal permitía distinguir dentro de la población entre ciudadanos con plenos derechos o no y era la justificación del sufragio censitario.

El concepto de Soberanía Nacional fue adoptado por el Partido Progresista. Sin embargo, el Partido Moderado que, como ya se ha indicado, contaba en su seno con las antiguas élites de los estamentos privilegiados, recelaba de tal concepto, defendiendo por contra la Soberanía Compartida entre Cortes y Corona, es decir, que el origen del poder estaba en dos instituciones y no en unos ciudadanos a los que se intenta seguir manteniendo en buena parte como súbditos.

Sufragio

Ambos partidos políticos comparten la defensa del sufragio censitario propio del liberalismo. Sin embargo, el Partido Moderado defiende un sufragio muy censitario, es decir, en el que los requisitos de renta para poder votar eran muy elevados, para beneficiar a su base social. De esta manera sólo podrían votar las clases altas.

El Partido Progresista,, por su parte, defiende un sufragio menos censitario con la intención de que su base social, las clases medias, pueda ejercer el derecho al voto.

Tanto uno como otro se niegan a que la mayoría social, compuesta por las clases bajas, participe en la vida política.

Derechos individuales

En consonancia con lo que vamos explicando, el Partido Moderado, defensor del predominio de las clases altas, no es partidario de conceder muchos derechos a la población, pues desconfía de la mayoría social para el mantenimiento de su predominio. Por tanto, defienden la limitación de derechos individuales, ya sea directamente o a través de sus leyes de desarrollo.

Por el contrario, el Partido Progresista, defensor de reformas dentro del sistema, defiende los derechos individuales amplios como un medio de potenciarlas.

Forma de gobierno

Ambos partidos políticos son monárquicos, pero difieren en el alcance de los poderes del Monarca. Así, el Partido Moderado defiende una «monarquía moderada», siguiendo la definición establecida en la Constitución de 1812. Esta monarquía se define como moderada ya que los poderes del rey son «moderados» o «limitados» de manera muy tenue por una división de poderes que sólo puede ser calificada de limitada, como veremos.

Por su parte, el Partido Progresista defiende una «monarquía parlamentaria», es decir, una monarquía cuyos poderes están muy limitados por un parlamento que es concebido como el máximo representante de la Soberanía Nacional y, por tanto, ocupa el lugar central en el sistema político.

División de Poderes

Como consecuencia de los anteriormente explicado, el Partido Moderado defiende un rey con muchos poderes y una división de poderes sólo relativa, entendiendo ambos elementos como una defensa ante cualquier cambio , ya sea reformista o revolucionario, del sistema. Así, los moderados defienden un rey que tiene el poder ejecutivo, que controla el legislativo y que constituye la cabeza de poder judicial.

Por el contrario, el Partido Progresista defiende que el rey vea limitados sus poderes al ejecutivo, mientras que los poderes legislativo y judicial serían independientes. De hecho, el lugar central dentro de esta división total de poderes lo ocupan las Cortes que, como representantes de la Soberanía Nacional, tienen el poder legislativo pero controlan también al ejecutivo.

Cortes

Como consecuencia de las diferentes ópticas de moderados y progresistas sobre los poderes de las Cortes, estas varían su configuración.

Así, el Partido Moderado defiende unas Cortes Bicamerales, es decir, formadas por dos cámaras: el Congreso de los Diputados y el Senado. El primero era elegido por los ciudadanos con derecho a voto y el segundo era designado por el Rey, debiendo ser sus miembros de clase alta (renta mínima elevada, miembros del alto clero y alta nobleza y antiguos altos cargos del Estado). Ya que ambas cámaras eran colegisladoras, el nombramiento del Senado le daba de hecho al Rey el control del poder legislativo.

Por su parte, los Progresistas, defensores de los derechos individuales de los ciudadanos, del principio de soberanía nacional y de la limitación de los poderes del Rey, defienden unas Cortes Unicamerales, compuestas por una única cámara, el Congreso de los Diputados, elegido por los ciudadanos con derecho a voto.

Relaciones Iglesia-Estado

Como ya se ha indicado, entre las bases sociales del Partido Moderado estaba el alto clero y la alta nobleza. por lo que es natural que su postura fuera la de defender la Confesionalidad Católica del Estado, ya existente en el Antiguo Régimen. Esta consistía en que el Estado tenía una religión oficial, la Católica, protegida por el Estado y única que podía ser practicada por la población de manera pública.

Evidentemente, esto no concordaba con uno de los principios del Liberalismo, la libertad de conciencia. Esto explica que los progresistas, defensores de un liberalismo sin reminiscencias del Antiguo Régimen y, por tanto, del respeto total a los derechos individuales optara por un Estado Aconfesional, es decir, en el que había libertad religiosa pero el Estado sí reconoce la existencia de un credo mayoritario, el Católico, y establece relaciones especial con él.

Orden público

Para el mantenimiento del orden público durante esta época había dos alternativas principales: la Guardia Civil, cuerpo armado de carácter militar que dependía del poder central, o la Milicia Nacional, cuerpo de voluntarios dependiente de los Ayuntamientos.

El carácter conservador del Partido Moderado le hacía preferir el primero, y de hecho este partido es el responsable de su fundación en 1844. Por contra, el Partido Progresista prefiere a una población civil armada, no solo como fuerza de orden público sino también como garantía del respeto a los derechos individuales y al régimen liberal. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que la base social de los progresistas eran las clases medias, no las bajas, de ahí que se obligara a los voluntarios de la Milicia Nacional a sufragar sus propias armas y uniformes, lo que excluía a las clases bajas de participar en ella.

Política económica

El Partido Moderado defiende el establecimiento de políticas económicas proteccionistas, es decir, de cierre del mercado a la entrada de productos extranjeros, ya sea a través de prohibición directa o con elevados aranceles. Esta postura tenía la intención de proteger los intereses de las clases altas, que incluían a los grandes latifundistas e industriales del país, interesados en controlar el mercado interior sin competencia exterior.

Por el contrario, el Partido Progresista defiende políticas librecambistas, es decir, en las que el mercado está abierto a la entrada de productos extranjeros. Esta postura intentaba beneficiar a las clases medias, básicamente más consumidoras que productoras, por lo que les beneficiaba la entrada de productos extranjeros al bajar los precios por la competencia.

Otros partidos políticos

El reinado de Isabel II está dominado por los partidos políticos Moderado y Progresista. Sin embargo, el periodo de inestabilidad iniciado en 1854 y que culmina en la Revolución Gloriosa de 1868 dio impulso a otras fuerzas políticas, como la Unión Liberal, el Partido Demócrata y el Partido Republicano.

Unión Liberal

Este partido surge en 1854 impulsado por el general Leopoldo O´Donnell. Se crea como un intento de unificar a moderados y progresista en una sola formación política que evitara los enfrentamientos entre ambos y la inestabilidad política que generaban.

General Leopoldo O’Donnell, fundador de la Unión Liberal.

Su ideología estaba en gran parte indeterminada, aunque tanto su base social como sus principios ideológicos fueron una mezcla entre moderados y progresistas. 

Durante el reinado de Isabel II su programa tendía a parecerse al de los moderados, pero a raíz de su entrada en el Pacto de Ostende de 1866 su programa pasa a ser compatible con el de progresistas y demócratas. Debido a su influencia, en todo caso, se introdujeron en la Constitución de 1869 las Cortes Bicamerales y un estado aconfesional en el que la Iglesia Católica estaba financiada por el Estado y se reconocía la libertad de cultos sólo para la población extranjera.

Partido Demócrata

El Partido Demócrata surge como una escisión del Partido Progresista en 1849. Su base social son las clases medias y bajas y su ideología puede ser considerada revolucionaria, ya que defendía el fin del Estado Liberal. Defienden el concepto de soberanía popular, es decir, que el origen del poder está en la voluntad del pueblo, sin distinciones de clase, por lo que defienden el sufragio universal masculino. Como los progresistas, defienden una monarquía parlamentaria como forma de gobierno, con la diferencia de que, frente al rey con poder ejecutivo de los progresistas, los demócratas le confieren solo un poder de representación del Estado y de relación entre poderes, como ocurre en la actualidad en nuestro país. En los demás temas, coinciden con los progresistas: Cortes Unicamerales, Estado aconfesional, Milicia Nacional y Librecambismo.

Partido Republicano

Este partido aparece ya consolidado en 1868. Su ideología es muy similar a la del Partido Demócrata, del que difiere en la forma de gobierno: la República, es decir, un régimen en el que el jefe de Estado es elegido por los ciudadanos en unas elecciones y no, como ocurre en la monarquía, por derecho de herencia. Además, frente al estado aconfesional demócrata, defienden un Estado laico, es decir, en el que la separación entre Iglesia y Estado es total.

Desde sus orígenes, y definitivamente a partir de 1870, el partido se divide en dos tendencias: la unitaria y la federal, diferenciados básicamente por su base social y por la organización territorial del Estado. El republicanismo unitario es más conservador y sus bases sociales se situaban en las clases medias. Defienden un Estado unitario y centralista. Frente a ello, el republicanismo federal es más progresista y sus bases sociales se situaban en las clases bajas. Defienden un Estado federal, es decir, compuesto por estados con su propia organización política y administrativa y en los que reside la soberanía, por lo que la pertenencia al Estado Federal español es voluntaria y reversible en cualquier momento.

Cuadro comparativo

Todo lo indicado con anterioridad lo he resumido en un cuadro comparativo, para una mejor comprensión. Si desea descargarlo en PDF, pulse aquí: Cuadro comparativo entre los partidos políticos del reinado de Isabel II

 

 

EJERCICIOS PRÁCTICOS DE GEOGRAFÍA PARA SELECTIVIDAD

Ejercicios prácticos de Geografía para Selectividad: orientaciones metodológicas y recopilación, por Carlos Javier Garrido García.

Plano de Barcelona, varias veces propuesto en los ejercicios prácticos de Selectividad. Fuente: Distrito Único Andaluz.

Según la ponencia publicada en el Distrito Único Andaluz, dentro del examen de Geografía de Selectividad hay unos ejercicios prácticos, que suponen una valoración de 4 puntos sobre el global de 10 puntos del examen.

Estructura del ejercicio

Los ejercicios prácticos de Geografía consisten en un documento geográfico (mapa, gráfica, climograma, tabla estadística, etc.) con respecto al cual se hacen tres preguntas.

Las dos primeras, según los modelos propuestos, estarían valoradas en 1 punto cada una y tendrían un carácter descriptivo. Para su correcta elaboración hay que comprender el documento y tener nociones básicas de localización de unidades del relieve y entidades político-administrativas (provincias y comunidades autónomas). En este sentido, es conveniente realizar con el alumnado exámenes periódicos (uno al trimestre) de localización.

La tercera pregunta sería de explicación de los elementos o procesos relacionados con el documento, siendo valorada esta pregunta con un máximo de dos puntos. Su correcta contestación depende del nivel de conocimientos del alumnado.

Criterios de corrección

Como criterios de corrección de estos ejercicios prácticos de Geografía se indica: la precisión de localización y encuadre geográficos; la capacidad de observación y descripción; y el análisis e interrelación de los fenómenos geográficos.

Exámenes-tipo de la ponencia

De los exámenes-tipo incluidos en la ponencia se deduce que se va a mantener la tipología de examen de los años anteriores. Así, se mantiene la alternancia entre Geografía Física y Humana: en una de las opciones los ejercicios prácticos serían de Geografía Humana y el tema a desarrollar de Geografía Humana, y en la otra opción a la inversa.

Por otra parte, los dos exámenes-tipo publicados en la ponencia ya habían sido propuesto en años anteriores. Por ello es conveniente que el alumnado realice los exámenes propuestos en años anteriores en el aula. Así, por una parte, se acostumbra a la tipología de examen, y, por otro lado, las posibilidades de que en Selectividad le salga un examen que ya ha trabajado en clase son bastante altas.

Como ayuda a esto último, en el siguiente enlace se pueden descargar los ejercicios propuestos durante los últimos años en formato PDF para su trabajo en el aula: Recopilación Ejercicios Geografía

Si desea ver los ejercicios propuestos en los cursos 2018/19 y 2019/20, pulse aquí: http://abenaxara.com/ejercicios-practicos-nuevos-selectividad-geografia

Si desea ver los temas teóricos del temario de Geografía para Selectividad y los conceptos propuestos en años anteriores, pulse aquí.

 

CONCEPTOS DE GEOGRAFÍA PARA SELECTIVIDAD: RECOPILACIÓN Y METODOLOGÍA

Recopilación de conceptos de Geografía para Selectividad y orientaciones metodológicas para su trabajo en el aula, por Carlos Javier Garrido García.

Los conceptos de Geografía en las orientaciones de Selectividad.

Según la ponencia de Geografía para selectividad publicada por el Distrito Único Andaluz, en cada una de las dos opciones de examen se incluye la definición de seis conceptos geográficos. En cuatro de ellos se aporta el concepto y el alumnado debe dar la definición, y en dos casos tienen el carácter de pregunta semiabierta, es decir, se aporta la definición y el alumnado debe indicar a qué concepto se refiere esta.

Según la misma ponencia, en la corrección se valorará la precisión y adecuación del vocabulario empleado en cada respuesta y la claridad conceptual. En cualquier caso, en las reuniones explicativas se insiste tradicionalmente también en que se considera adecuado incluir ejemplos en las definiciones. Los conceptos se valoran con un máximo de 0’5 puntos, es decir, 3 puntos en total.

Por lo que se refiere a su contenido, en las reuniones explicativas de las ponencias se suele indicar que tres de los conceptos se corresponderían a Geografía Física y otros tres a Geografía Humana.

Metodología para el trabajo de los conceptos de Geografía de Geografía en el aula.

La amplitud de los conceptos susceptibles de ser incluidos en el examen de selectividad supone una gran dificultad para los alumnos. Sin embargo, estudiarlos de manera escalonada y relacionados con los temas de que tratan facilita su estudio y comprensión.

Conceptos que entran para selectividad.

El Distrito Único Andaluz establece el listado de conceptos que pueden salir en Selectividad. Estos conceptos resueltos y distribuidos por unidades temáticas, se pueden descargar en PDF pulsando aquí: conceptos de geografía para selectividad

Si desea ver los temas teóricos de Geografía para Selectividad, pulse aquí.

LA RELIGIOSIDAD POPULAR EN SILES EN EL SIGLO XVIII

Estudio sobre la religiosidad popular en la villa de Siles durante el siglo XVIII, por Carlos Javier Garrido García.

Campanario de la Iglesia parroquial de Siles.

INTRODUCCIÓN

  • La villa de Siles contaba a mediados del siglo XVIII con una población de 280 vecinos o familias, es decir, unos 1.120 habitantes. Ya en otra ocasión me he ocupado de la situación social, económica y demográfica de esta villa de la Sierra de Segura (GARRIDO GARCÍA, 2018). Mi intención ahora es acercarme al tema de la religiosidad popular en esta villa durante este siglo, gracias a una información remitida por su Concejo al intendente de Murcia en 1770 (ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL), dentro de la política de reformas que los gobiernos ilustrados de Carlos III pusieron en marcha. Dicha información ya fue analizada, para el conjunto del reino, hace tiempo (LOPEZ-MUÑOZ, 1995).

LA RELIGIOSIDAD POPULAR Y LA ILUSTRACIÓN

            La Ilustración fue un movimiento cultural que, surgido en Francia, se extendió por el resto del continente europeo a lo largo del siglo XVIII. Su principio básico era el de la razón, que debía ser la guía del ser humano en todas sus acciones. En el caso de España, la Ilustración se difundió sobre todo durante el reinado de Carlos III (1759-1788), monarca que adoptó la tesis del Despotismo Ilustrado. Este consistía en la adopción por parte de los monarcas absolutos de las tesis ilustradas buscando el fomento de la economía, pero sin tocar ni la monarquía absoluta ni la sociedad estamental. Estas ideas se resumían en su máxima: “todo para el pueblo pero sin el pueblo”. En el tema de la religiosidad popular, los ilustrados proponían regularla mediante la razón, teniendo como objetivo liberarla de todo el fanatismo, la superstición y la ignorancia que, en su opinión, habían llegado a ridiculizarla (EGIDO, 1988: 71; DOMÍNGUEZ ORTIZ, 1989: 146).

            Es en este marco en el que se inserta el documento que sirve de base a este estudio, y que paso a analizar.

EL INFORME DE 1770-1771 SOBRE LA RELIGIOSIDAD POPULAR EN SILES

            El 14 de octubre de 1770 el intendente del reino de Murcia solicitó al Concejo de Siles información sobre las cofradías, hermandades y congregaciones de la localidad. El objetivo era averiguar si las mismas contaban con la aprobación de las autoridades reales y eclesiásticas y aplicar “la regla general de no permitir Juntas, nombramiento, sorteo, turno o elección de mayordomos, demandas, limosnas, refrescos, aguinaldos, convites, caridades, soldadescas, rifas ni otro gasto o demostración profana”. Es decir, lo que el monarca pretendía era eliminar los aspectos festivos profanos asociados a las festividades religiosas y, con ello, eliminar sus elevados gastos y la inestabilidad social y política que provocaban en las localidades las elecciones de cargos directivos o mayordomos, estos últimos encargados de organizar las fiestas, principalmente las patronales.

            El Concejo de Siles respondió el 30 de noviembre de 1770 con un informe firmado por sus alcaldes y regidores: Lucas Martínez, Manuel Garrido, Marcos Martínez Ortega y Pedro Garrido. Según el mismo, había en la localidad siete asociaciones religiosas, indicándose para cada una sus órganos de gobierno, sus funciones y sus gastos anuales. De estas siete asociaciones, dos son definidas como obras pías, tres como cofradías, una como hermandad y una última como congregación.

            La definición como “obras pías” tiene su origen en los actos caritativos que se efectuaban en dos de las festividades de la localidad, las de San Roque y San Blas. Sin duda la más importante era la de San Roque, “por ser dicho Santo Patrón de este Pueblo”. Para organizar su festividad se nombraban cada año “ocho mayordomos para que de sus propias haciendas hagan una fiesta pública de Yglesia, Sermón, Pólvora, toros, refresco y caridad en carne cocida”. En todo ello se gastaban unos 2.400 reales anuales, a los que había que sumar 150 reales que se empleaban en “sus gastos de ermita”, procedentes “de su caudal”, es decir, de los ingresos propios de la asociación. Por lo que se refiere a la Obra Pía de San Blas, empleaba 100 reales anuales “para ayuda a la Caridad que en su día y ermita se da a los vecinos” y otros 300 reales “para parte de dicha Caridad y funciones de Yglesia”, provenientes todos ellos de sus caudales y bienes propios. Ambas obras pías contaban “con aprobación del Vicario de este Partido”.

            En cuanto a las Cofradías, eran asociaciones ligadas a festividades de índole exclusivamente religioso, sin actos festivos profanos anexos, y que eran financiados por sus caudales propios, sin recurrir ni al nombramiento de mayordomos ni a la petición de limosnas. En la localidad existían tres: la de Nuestra Señora del Rosario, la de la Vera-Cruz y la de Nuestra Señora de la Concepción. La del Rosario tenía un gasto anual de 270 reales, salidos de sus caudales propios y que se empleaban en “Yglesia, sermones, párroco y sacristán, juntamente con ceras y demás anejo”. Por lo que se refiere a la de la Vera-Cruz, gastaba anualmente de su caudal 169 reales “en funciones de Yglesia”, incluyendo 27 reales “de un refresco que se da a los hermanos que se disciplinan o azotan en Semana Santa”. En cuanto a la de la Concepción, gastaba anualmente 330 reales “en función de Yglesia”. Estas tres cofradías contaban con libros de cuentas que eran aprobadas por el provisor cuando realizaba las visitas pastorales.

            En cuanto a las Hermandades, tenían iguales fines religiosos que las cofradías, pero sí recurrían a la petición de limosnas y tenían una mayor estructura institucional, celebrando juntas anuales. En la localidad la única Hermandad era la llamada “Obra Pía de Ánimas”. Su fuente de ingresos eran “las limosnas que se recogen”, en torno a 2.500 reales anuales, que se empleaban “en funciones de Yglesia, misa y demás a este fin destinado”. Para su organización “tienen los hermanos cuatro juntas al año y en cada uno se hace aprobación de cuentas por el Provisor de este Partido”.

            Por último contamos con una congregación, la del Divino Pastor. Tenía su sede en el Hospital de Santa Ana de la localidad y contaba con sólo cuatro hermanos. Gastaban unos 1.800 reales anuales de su caudal en realizar “una función pública de Yglesia para el día de Señora Santa Ana”.

            Una vez recibido el informe, el intendente de Murcia, don Antonio Carrillo de Mendoza, sacó conclusiones del mismo e hizo sus propuestas al Consejo de Castilla en un documento fechado en Murcia el 30 de septiembre de 1771. En el mismo indicaba que ninguna de las siete asociaciones de la localidad de Siles tenía “aprobación alguna Real ni del Ordinario”. Además, solicitaba que el Consejo suprimiera “enteramente” las Obras Pías de San Roque y San Blas y la Hermandad de Ánimas “por intolerables al Público”, ya que suponían un gasto al vecindario de “9.000 y más reales anuales que equivalen a más de la mitad de las Reales Contribuciones que consisten en 16.218 reales”. Proponía, por tanto, que sólo subsistieran la Congregación del Divino Pastor y las Cofradías del Rosario, la Vera-Cruz y la Concepción, ya que sus festividades exclusivamente religiosas se financiaban “con las rentas fijas que tienen… sin gravamen alguno del vecindario”. Como vemos, el informe del intendente se centra especialmente en el aspecto económico, más que en la religiosidad y los posibles elementos profanos.

            En nota al margen se indica la solución final del Consejo de Castilla: “quedan extinguidas las 7 Cofradías y corrientes 4 festividades”. Es decir, se suprimieron todas las asociaciones y sólo se permitió que pervivieran las festividades del Divino Pastor, Rosario, Concepción y Vera-Cruz, pagadas por unos caudales propios que ahora serían gestionados, seguramente, por las autoridades eclesiásticas.

CONCLUSIONES

            Como se ha ido viendo, la religiosidad popular estaba fuertemente desarrollada en Siles, asociada a festividades, como las de San Roque y San Blas, donde se mezclaba lo religioso, lo lúdico y lo caritativo. En esta mezcla está precisamente el éxito de la religiosidad popular, ya que funcionaba no sólo como elemento de festividad religiosa dentro de una sociedad absolutamente confesional, sino también como elemento de reforzamiento de los vínculos comunitarios a través de lo lúdico y de atenuante de las tensiones sociales a través de lo caritativo. Sin duda, los ilustrados no comprendieron en toda su magnitud estos tres elementos constitutivos de la religiosidad popular y, desde su perspectiva racionalista, consideraban que las festividades religiosas debían ser sólo eso, considerando que los gastos lúdicos y caritativos no estaban justificados y suponían una enorme carga para las economías locales. Esto explica prohibiciones como la que hemos visto en 1771 pero también su fracaso, ¿o no siguen los sileños celebrando a su patrón con toros, refrescos y caridad en carne cocida?

FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

  • ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL: Consejo de Castilla, legajo 7094, expediente 15, nº 5. Expediente de remisión por parte del intendente del reino de Murcia del estado de las congregaciones, cofradías y hermandades que hay en su jurisdicción (1770-1771), fols. 26r.-28r.
  • DOMÍNGUEZ ORTIZ, Antonio (1989): Carlos III y la España de la Ilustración. Madrid.
  • EGIDO, Teófanes (1988): “Política religiosa de la Ilustración”, en Carlos III, Segundo centenario. Madrid.
  • GARRIDO GARCÍA, Carlos Javier (2018): “La villa de Siles en el siglo XVIII: su evolución sociodemográfica y su agricultura”, en: http://abenaxara.com/villa-de-siles-siglo-xviii.
  • LÓPEZ MUÑOZ, Miguel Luis y ARIAS DE SAAVEDRA ARIAS, Inmaculada: “Religiosidad popular e Ilustración: las cofradías de Murcia en 1771”. Melánges de la Casa de Velázquez, 31-2 (1995), pp. 73-107.

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RUTA HISTÓRICO-SOCIAL POR LAS CUEVAS DE GUADIX

El pasado día 24 de agosto de 2019 realicé una ruta histórico-social por las Cuevas de Guadix dentro del programa «Pasea Guadix», organizado por el Centro de Estudios «Pedro Suárez», el Ayuntamiento de Guadix y la Diputación Provincial de Granada. En esta entrada publico la guía o flyer que se entregó a los asistentes, que se puede descargar también en PDF al final de esta entrada.

Vista de las Cuevas desde el mirador de La Magdalena,

El barrio de las Cuevas de Guadix nació como consecuencia del proceso de polarización social que sufre la ciudad de Guadix desde la conquista por los Reyes Católicos en 1489 y hasta la década de los años 1950, en plena posguerra. En este marco de polarización es en el que surge el barrio como asiento de los grupos sociales más modestos y marginales. Sin embargo, desde entonces, gracias a la emigración, al desarrollo socioeconómico general y al desarrollo del turismo rural, el barrio ha ido perdiendo sus rasgos diferenciales con respecto al resto de la ciudad. De ahí el crecimiento de las construcciones en el barrio y a su integración con el resto de la ciudad.

 

Mirador de la Magdalena

Este es el marco elegido para explicar las características físicas que favorecen el surgimiento del hábitat en cuevas (clima semiárido y litología arcillosa) y para explicar el origen de las cuevas como hábitat urbano en la ciudad de Guadix durante la época mudéjar morisca (1489-1570) como consecuencia de su evolución sociodemográfica.

 

Iglesia de Santa María Magdalena

Junto al mirador se sitúa la Iglesia de la Magdalena, que es ya citada como ermita tras la conquista de la ciudad. Pasó a constituirse como parroquia en 1560 por el obispo Martín de Ayala para atender-controlar a la población que se iba asentando en las cuevas. El edificio data de la segunda mitad del siglo XVI y principios del XVII. De características mudéjares, la obra fue realizada por el albañil Ambrosio de Villegas y el carpintero Felipe Sánchez, añadiéndose en 1621 la portada de piedra y en el XVIII las pinturas murales del interior. En la actualidad acoge el Archivo Histórico Diocesano de Guadix, al que se accede por la portada de lo que fue el cementerio parroquial.

Portada de la Iglesia de Santa María Magdalena de Guadix.

 

Fuente de Maese Pedro

En torno a esta fuente surge en época morisca el principal, pero no único, núcleo de cuevas, que sufre un crecimiento exponencial tras la expulsión de los moriscos en 1570 y el consiguiente aumento de la polarización social. Junto a la marginación social, el barrio se verá afectado, durante los siglos XVII y XVIII, por una creciente estigmatización de su población por parte de las autoridades civiles y eclesiásticas de la ciudad, como muestra Alonso de Medrano en 1618, que culmina con el intento de su eliminación por el corregidor Josef Miret en 1786.

Fuente de Maese Pedro, en torno a la cual surgió el barrio de las Cuevas de Guadix.

Ermita Nueva

El nuevo aumento de la polarización social como consecuencia de las desamortizaciones y del crecimiento demográfico del siglo XIX supone un nuevo crecimiento del barrio, llegando a acoger en 1920 al 60 % de la población de la ciudad. Como núcleo religioso del barrio surge la Ermita Nueva, con la devoción a la virgen de Gracia como elemento aglutinante. En ella estableció en 1904 el Padre Poveda unas escuelas destinadas a la educación de los niños del barrio, lo que le valió enfrentarse con las élites sociales y religiosas de la ciudad, acabando por marchar de la ciudad en 1905.

Ermita Nueva, en el barrio de las Cuevas de Guadix.

San Marcos

En esta zona surge, en época morisca, el segundo gran núcleo cuevero de la ciudad. Al principio de la calle se sitúa el Archivo Histórico Municipal, en el solar antes ocupado por la Casa del Pueblo de la UGT y, tras la Guerra Civil, por el Auxilio Social. Precisamente, la Guerra Civil y la dureza con que esta y la Posguerra transcurrieron en la ciudad es la consecuencia final del proceso de polarización que hemos ido explicando. Tras ello, el desarrollismo de los años 1960, el desarrollo socioeconómico de la España democrática y el desarrollo del turismo rural vaciaron y, posteriormente, integraron al barrio de las cuevas en el conjunto de la ciudad de Guadix.

Archivo Municipal de Guadix, en la Calle San Marcos.

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ESPAÑA EN SU DIVERSIDAD REGIONAL

Resumen del Tema 17 de Geografía para Selectividad referente a la diversidad regional de España, por Carlos Javier Garrido García.

Mapa de las comunidades autónomas españolas. Fuente: Wikipedia.

INTRODUCCIÓN

España es un país con un medio físico muy contrastado, lo que ha determinado que presente una gran diversidad regional. Esta diversidad ha condicionado mucho su evolución histórica, que ha basculado tradicionalmente entre las tendencias unificadoras y disgregadoras en lo que a la organización político-territorial se refiere.
En este tema vamos a analizar la evolución histórica de esta organización y sus características actuales en el Estado Autonómico. Por otra parte, las diversidad del medio físico y la evolución histórica han determinado unos grandes contrastes y desequilibrios territoriales en el aspecto socioeconómico, frente a lo cual se han establecido políticas regionales y de cohesión por parte de las autoridades autonómicas, estatales y europeas, aspectos todos ellos que serán también analizados en el tema.

EL PROCESO DE ORGANIZACIÓN POLÍTICO-ADMINISTRATIVA DE ESPAÑA

Antes de describir la evolución histórica de la organización político-administrativa de España debemos tener clara la distinción entre tres tipos de Estados dentro de los sistemas políticos contemporáneos: unitario y centralista, en el que la soberanía u origen del poder reside en el conjunto de los habitantes del Estado y este es gobernado desde su capital por un Gobierno Central; el autonómico, en el que existiendo los dos elementos anteriores se contempla la concesión de autonomía político-administrativa a cargo de instituciones propias; y el federal, en el que el Estado se compone de estados en los que reside la soberanía y cuentan con una organización política-administrativa propia y que con un carácter voluntario ceden parte de su soberanía y competencias a un Estado Federal común.

Orígenes en la Prehistoria y la Edad Antigua

Desde los primeros asentamientos humanos hasta la conquista romana lo que predomina en la Península es la diversidad de pueblos con una organización que fue pasando de tribal a ciudades-estado. A partir del año 1.000 antes de Cristo (a.C.) se producen dos hechos paralelos: las invasiones de pueblos celtas en el noroeste peninsular y las colonizaciones fenicias, griegas y cartaginenses en el levante y sur peninsular. Como consecuencia de ello se originaron tres grandes conjuntos de pueblos organizados en ciudades-estado o tribus: íberos en las zonas más en contacto con los colonizadores, celtas en el noroeste y celtíberos en la zona de transición entre los dos anteriores.
La conquista romana a partir del 218 a. C. supuso la primera unificación político-administrativa de la Península, aunque en este caso dependiente del exterior. La caída del imperio romano a principios del siglo V a manos de las invasiones bárbaras supuso el establecimiento del reino visigodo con capital en Toledo, en este caso constituyendo la primera unificación política autónoma de los territorios peninsulares.

El asentamiento de la diversidad: la Edad Media

La invasión musulmana en el 711 provocó la pérdida de la unidad política y religiosa de la Península, dividida a partir de entonces en la zona musulmana o Al-Andalus y los núcleos de resistencia cristiana que se establecieron en el norte desde Galicia a los Pirineos. Ambas zonas conocieron una evolución distinta y entablaron entre ambas una constante disputa en el llamado proceso de «Reconquista».
En cuanto a la evolución de Al-Andalus, sufrió unas constantes tensiones entre las tendencias unificadoras, favorecidas por las necesidades defensivas ante los reinos cristianos y por la religión, y las disgregadoras, favorecidas por la diversidad física del territorio y las tensiones tribales y étnicas. Así, al establecimiento del Emirato dependiente tras la conquista, del Emirato independiente en el 756 y del Califato en el 929, le sucedió la disgregación en numerosos reinos de Taifas, sólo unificados temporalmente por las invasiones norteafricanas de Almorávides y Almohades. Esta disgregación fue uno de los elementos clave para entender el constante avance cristiano hacia el sur.
Por lo que se refie a los reinos cristianos del norte, el medio físico montañoso y el predominio de una economía agraria de subsistencia provocaron el establecimiento de una gran diversidad lingüística y política. Así, el latín fue derivando en las lenguas romances (gallego, asturiano o bable, castellano, aragonés y catalán), a las que se añadía la pervivencia del euskera, y se fueron estableciendo el reino Astur-Leones, Castilla, Navarra, Aragón y los condados catalanes. Debido al contacto con la Europa cristiana, al desarrollo socioeconómico, a las necesidades defensivas frente a los musulmanes y a las políticas de enlaces matrimoniales entre las distintas dinastías, se dio una tendencia unificadora que terminó dando lugar al reino de Castilla-León, el de Navarra y la Corona de Aragón, funcionando esta última como un estado federal compuesto por los reinos de Aragón, Valencia, Mallorca y los condados catalanes. Estos reinos, y especialmente Castilla y Aragón, fueron impulsando el proceso de «Reconquista», lo que hizo que a mediados del siglo XIII tan sólo perviviera el reino de Granada como estado musulmán.

Tendencias unificadoras en la Edad Moderna

El enlace matrimonial entre los Reyes Católicos posibilitó la unión dinástica entre Castilla y Aragón entre 1476 y 1479 dando origen a la Monarquía Hispánica, un estado federal compuesto por reinos que conservaban sus fueros (leyes e instituciones propias) y que tenían en común a los mismos monarcas, de ahí que se hable de sentido patrimonial de la monarquía (distintos reinos propiedad de un rey). Esto supuso consolidar la disgregación establecida en la Edad Media, pero surgiendo una potente tendencia unificadora, favorecida por la política imperial de los Austrias y el establecimiento de la corte real en Madrid en el siglo XVI. Sin embargo, los intentos de unidad político administrativa de la Monarquía siguiendo el modelo castellano, como el intentado por el conde-duque de Olivares en el reinado de Felipe IV, acabaron fracasando ante la defensa de sus fueros por cada reino.
Fue finalmente la Guerra de Sucesión (1700-1713) y el consiguiente establecimiento de la dinastía borbónica con Felipe V, la que permitió el establecimiento de un estado unificado y centralista basado en las leyes castellanas con los Decretos de Nueva Planta, con la única excepción de las provincias vascas y Navarra que siguieron conservando sus fueros. Este centralismo no generó conflictividad a lo largo del siglo XVIII ya que las élites de la antigua Corona de Aragón se vieron beneficiadas por su acceso a los puestos de la administración del nuevo estado y a los mercados americanos, hasta entonces monopolio castellano, y además no se estableció un discurso nacionalista español que generara tensiones.

La alternativa entre centralismo y federalismo en la Edad Contemporánea

La Guerra de Independencia (1808-1814) ante la invasión francesa supuso un reforzamiento de las tendencias unificadoras debido al surgimiento de un discurso nacionalista español y al inicio de la revolución liberal, defensora de principios como la igualdad ante la ley de todos los ciudadanos del Estado.
La pérdida de las colonias continentales americanas, definitiva en 1824, y el establecimiento de un Estado Liberal tras la muerte de Fernando VII en 1833 provocaron el nacimiento del nacionalismo periférico, cuya primera manifestación fue el carlismo, defensor del absolutismo y de los fueros territoriales frente al centralismo liberal. En cualquier caso, la derrota definitiva del carlismo en 1876 significó la supresión de los fueros vasco-navarros, pero no el fin de las tensiones territoriales, ya que a lo largo del siglo XIX surgen los movimientos nacionalistas periféricos, principalmente el catalán y el vasco, y el republicanismo federal, ambos potenciados por el fracaso de la industrialización y por el carácter conservador del Estado Liberal establecido.
La crisis del régimen de la Restauración, provocó una polarización de las posturas políticas, con un centralismo español cada vez más conservador, que está en la base de la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), y unas posturas nacionalistas periféricas y federales cada vez más escoradas a la izquierda y al independentismo.
Esta tensión territorial intentó ser solventada por la II República (1931-1936) a través del establecimiento del llamado «Estado Integral», que intentaba hacer compatible la existencia de un estado unitario con el reconocimiento de la autonomía de las regiones que así lo desearan, como fue el caso de Cataluña en 1932. Sin embargo, la polarización política y social provocó finalmente el estallido de la Guerra Civil (1936-1939) y el establecimiento de la Dictadura de Franco (1939-1975), un régimen unitario y centralista y que tuvo entre sus principios ideológicos un nacionalismo español radical.
Tras la muerte de Franco en 1975 se inició el proceso de Transición a la democracia, en la que el problema territorial fue uno de los fundamentales. Así, los antiguos franquistas defendían un estado unitario y centralista y la oposición de izquierdas y nacionalista periférica apostaba por una república federal. Finalmente, en la Constitución de 1978 se estableció el término medio del Estado Autonómico, que luego analizaremos, aunque con el problema de posturas nacionalistas periféricas radicales, especialmente en el país vasco con la banda terrorista ETA. Sin embargo, el problema más grave ha estallado en Cataluña con el actual proceso independentista como consecuencia de las tensiones sociales y políticas asociadas a la crisis iniciada en 2008.

LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS Y REGIONES

La Constitución de 1978 estableció el Estado Autonómico: unitario pero con derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que así lo desearan, completándose la organización territorial con las Diputaciones Provinciales y los Ayuntamientos.
Entre 1979 y 1983 se constituyeron un total de 17 comunidades autónomas, a las que se unieron como ciudades autónomas Ceuta y Melilla en 1995.
Cada comunidad autónoma tiene un Estatuto, aprobado en referéndum por su población y por las Cortes Españolas, y sus propias instituciones (Parlamento, Gobierno regional y Tribunal Superior de Justicia), contando con las competencias que le han ido siendo transferidas por el Estado Central.

DESEQUILIBRIOS REGIONALES

Las distintas comunidades autónomas presentan unas características socioeconómicas muy contrastadas y desequilibradas. El primer gran contraste es el existente entre el interior peninsular y la periferia, concentrándose en esta última la población y las actividades económicas más dinámicas. Por el contrario, el interior peninsular se ha visto muy afectado del desde el siglo XIX, y de manera acusada desde el «Desarrollismo» de los años 1960 por el éxodo rural, el envejecimiento de la población y el estancamiento socioeconómico.
Junto con los desequilibrios interior-periferia, hay que destacar también el existente entre el norte y el sur de la Península, contando el primero con un mayor Producto Interior Bruto per cápita y una mayor tasa de actividad.
Ambos desequilibrios, interior-periferia y norte-sur, tienen sus excepciones. Así, en el interior peninsular las zonas del área metropolitana de Madrid y del Eje del Ebro cuentan con una economía pujante y una población joven, al ser un foco de atracción para la población en edad laboral, debido, en el primer caso, a su capitalidad y a ser el centro de las redes de transporte y comunicaciones, y en el segundo debido a sus favorables características físicas que favorecen las comunicaciones y las actividades agrarias. Por otro lado, en la periferia Galicia y el litoral Cantábrico (con la excepción del País Vasco, integrado en el Eje del Ebro) están estancados y presentan una población envejecida, debido a que estas zonas se vieron muy afectadas por la reconversión industrial iniciada en los años 1980.

POLÍTICAS REGIONALES Y DE COHESIÓN

Para intentar mitigar los desequilibrios que acabamos de ver se han potenciado políticas regionales y de cohesión, tanto por parte de las autoridades españolas como europeas.
En el caso de España, el establecimiento del Estado de las Autonomías entre 1979 y 1983 hizo que cada ente autónomo pusiera en marcha medidas de fomento socioeconómico, atenuando los desequilibrios. Muchas de estas medidas complementaban o ponían vigor medidas de la Unión Europea. Esta aplica medidas de cohesión territorial a través de los denominados fondos estructurales (FSE, FEOGAS), el Fondo de Cohesión establecido por el Tratado de Maastricht de 1992, Fondos de Compensación Interterritorial e Incentivos Regionales. En cualquier caso, estas políticas han mitigado, pero no eliminado, los desequilibrios existentes.

CONCLUSIONES

Como hemos visto a lo largo del tema, España es un país que tradicionalmente se ha visto afectado en el terreno político por las tensiones entre tendencias integradoras y disgregadoras, a la vez que en el terreno socioeconómico predominan los desequilibrios socioeconómicos. Ambos elementos, tensiones políticas y territoriales y desequilibrios socioeconómicos, están en la base de la actual puesta en cuestión del Estado Autonómico por procesos como el soberanista catalán.

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EL TURISMO EN ESPAÑA

Resumen del Tema 16 de Geografía para Selectividad referente al turismo en España, por Carlos Javier Garrido García.

Mapa de las áreas turísticas en España. Fuente: Distrito Único Andaluz.

INTRODUCCIÓN

 El sector terciario incluye las actividades económicas que consisten en prestar utilidades de todo tipo a las empresas y personas pero sin producir bienes materiales o tangibles. Las actividades terciarias son muy variadas, destacando entre ellas las del turismo, de singular importancia en nuestro país.

El turismo incluye variadas actividades relacionadas con la prestación de servicios a las personas que visitan lugares distintos a los de su residencia, incluyendo por tanto los servicios hoteleros, hosteleros, centros culturales-artísticos, centros de ocio y de actividades lúdico-deportivas, comercios especializados, etc. En este tema analizaremos la importancia del turismo en España, las características de su oferta turística, las principales áreas turísticas y sus consecuencias geográficas.

EL SIGNIFICADO DEL TURISMO EN LA GEOGRAFÍA Y SOCIEDAD ESPAÑOLA

La importancia del turismo en España es muy destacada, constituyendo en la actualidad la segunda potencia turística mundial tras Estados Unidos y aportando el 11 % de nuestro Producto Interior Bruto.
Este enorme peso ha tenido grandes consecuencias geográficas y sociales. Cuando tras la crisis de posguerra que siguió a la II Guerra Mundial Europa Occidental registró un fuerte crecimiento socioeconómico, acompañado del establecimiento del llamado Estado de Bienestar, se generalizaron las vacaciones pagadas. Por tanto, se empezó a desarrollar en nuestro continente un turismo de masas a partir de la década de 1960, que tuvo como uno de sus destinos preferentes España. Las razones para ello eran unos precios muy competitivos, dado el bajo nivel de vida de nuestro país; sus excelentes condicionantes físicos para el desarrollo del turismo de sol y playa; su rico patrimonio histórico-artístico; y el exotismo que para los europeos noroccidentales tenían elementos culturales españoles como los toros, el flamenco y la Semana Santa, convertidos todos ellos en estereotipos de lo español.
El turismo fue una fuente esencial de divisas y permitió convertir en positiva la balanza de pagos del país, lastrada por la tradicional balanza comercial negativa, constituyendo así una de las causas del «Desarrollismo» del último franquismo, como consecuencia del cual España entró a formar parte del mundo desarrollado. Además, la visita de visitantes de la Europa democrático permitió una modernización y apertura de la sociedad y de las mentalidades que está en la base del posterior proceso de Transición a la democracia iniciado tras la muerte de Franco en 1975.
El crecimiento exponencial de turismo a lo largo del periodo democrático siguió aumentando su trascendencia económica en nuestro país. De hecho, el turismo de masas que se desarrolla en las costas mediterráneas y en los archipiélagos es una de las razones que explica que uno de los principales ejes de concentración de la población y de la expansión económica sea el Eje del Mediterráneo. Frente a esta zona de concentración turística, asociada a la tipología del turismo de sol y playa, en el interior peninsular se han desarrollado modalidades menos masificadas como el turismo cultural y el rural, por lo que el diferente desarrollo turístico es uno de los factores explicativos de las diferencias de desarrollo regional.

LOS CARACTERES DE LA OFERTA TURÍSTICA Y LOS TIPOS DE TURISMO

 Factores del turismo en España

 El desarrollo del turismo en España se ha visto favorecido por factores externos e internos.
En cuanto a los factores externos, destacan el ya citado desarrollo socioeconómico y la generalización de las vacaciones en Europa Occidental tras la II Guerra Mundial, a lo que se ha añadido el abaratamiento y mejora de los transportes y las ofertas de los turoperadores.
Por lo que se refiere a los factores internos, España presenta rasgos físicos que favorecen el desarrollo de la principal modalidad turística, la de sol y playa, dada la extensión de sus costas y unas condiciones climáticas en las que destacan la sequía y las temperaturas cálidas estivales características del Clima Mediterráneo, el más extendido en nuestro país, características que se extiende a todo el año en el caso de las Islas Canarias gracias a su clima subtropical. A ello se une que, pese a su desarrollo y modernización reciente, España aún presenta unos precios competitivos y un aurea de exotismo cultural.

Tipos de turismo en España

La principal modalidad turística que se desarrolla en España es la de sol y playa, consistente en el disfrute de actividades lúdicas en el litoral, principalmente, por sus condiciones climáticas, mediterráneo, atlántico andaluz y canario. En todo caso, a nivel secundario se desarrollan otros tipos de turismo como: histórico-cultural, que centra su atención en las visitas a monumentos o museos; natural, que centra su atención en el patrimonio ambiental de parques y parajes naturales; rural, que se dirige a disfrutar de las condiciones culturales y ambientales de las zonas rurales por una población cada vez más urbanizada; de congresos, que aprovecha estos eventos para desarrollar actividades lúdicas en el entorno; de deportes de invierno, centrado en el disfrute de estas actividades en estaciones de invierno; termal, en el que el disfrute de balnearios de aguas termales se complementa con otras actividades turísticas; etc.
La demanda turística es tanto extranjera, procedente principalmente de países europeos, como nacional, esta última creciente en los últimos años gracias al aumento del nivel de vida. Esta misma causa explica la creciente salida de turistas españoles al exterior.

LAS PRINCIPALES ÁREAS TURÍSTICAS EN ESPAÑA

Como ya he indicado anteriormente, el turismo está en la base de las diferencias de desarrollo regional en España. Por tanto, su desarrollo es muy desigual en el territorio, pudiendo diferenciar entre áreas de alta densidad turística y otras áreas secundarias.

Áreas de alta densidad turística

Las áreas de alta densidad turística coinciden básicamente con las principales áreas del turismo de sol y playa: las Islas Baleares (con núcleos principales en Palma de Mallorca e Ibiza), la Costa Brava (donde destacan localidades como Calella, Lloret de Mar y Salou), la Costa Blanca (con grandes núcleos como Alicante y Benidorm), la Costa del Sol (donde destacan Málaga, Torremolinos y Marbella) y las islas Canarias (especialmente las de Tenerife y Gran Canaria). La única zona de interior con alta densidad turística es Madrid, donde se desarrollan distintos tipos de turismo como el cultural y el de congresos.

Otras áreas turísticas

En el resto de España las densidades son menores. Como zonas de densidad media destacan otras zonas de turismo de sol y playa como las islas de Lanzarote y Fuerteventura en las Canarias, la zona de Barcelona (complementada con turismo cultural en dicha ciudad), las costas valenciana y castellonenses (con un turismo cultural y de congresos importante en la ciudad de Valencia), las costas tropical y almeriense y la costa de la Luz (complementada con turismo cultural en ciudades como Cádiz). En las costas cantábricas se desarrolla en zonas donde es posible el turismo de sol y playa, pero el turismo predominante es el cultural y natural, destacando las Rías gallegas y las costas de Asturias y Cantabria. En el interior destacan zonas de turismo cultural, como Sevilla, Granada y Toledo, o natural, como la Sierra de Cazorla.
El resto de España presenta menores densidades turísticas, destacando en todo caso el atractivo de ciudades como Burgos, León, Zaragoza, Valladolid, Salamanca, Ávila, Segovia y Cáceres para el turismo cultural.

CONSECUENCIAS GEOGRÁFICAS DEL TURISMO EN ESPAÑA

Como ya se ha indicado, el turismo ha sido un elemento clave en el desarrollo económico español y explica en parte las diferencias de desarrollo regionales. Las zonas turísticas disfrutan de un aumento de la actividad económica y, por tanto, favorece el asentamiento de una mayor población, potenciando así la tendencia presente en nuestro país desde el siglo XVIII de centrifugación de la población española hacia la periferia. En cualquier caso, este desarrollo trae también aparejados problemas de saturación, especialmente debidos a que la actividad turística predominante es la de sol y playa, muy estacional salvo en el caso de Canarias. Esto provoca una saturación de las infraestructuras, tanto turísticas como generales, y de servicios básicos como el sanitario durante lo meses de verano y su infrautilización durante el invierno.

CONCLUSIONES

 Como hemos visto a lo largo del tema, el turismo es un sector básico de la economía española pero su incidencia en el espacio es muy desigual. Por otra parte, el sector turístico presenta grandes retos como la disminución de la estacionalidad, reducir la dependencia de los turoperadores extranjeros, reducir el minifundismo empresarial, controlar su fuerte impacto ambiental, regular el crecimiento exponencial de servicios de alojamiento en edificios residenciales y apostar más por la calidad que la cantidad para evitar problemas de saturación.

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EL TRANSPORTE EN ESPAÑA Y SU PAPEL EN EL TERRITORIO

Resumen del Tema 15 de Geografía para Selectividad referente al transporte y su papel en el territorio, por Carlos Javier Garrido García.

Mapa de la red de transporte por carretera en España. Fuente: Distrito Único Andaluz.

INTRODUCCIÓN

El sector terciario incluye las actividades económicas que consisten en prestar utilidades de todo tipo a las empresas y personas pero sin producir bienes materiales o tangibles. Las actividades terciarias son muy variadas, destacando entre ellas las del transporte, que consiste en prestar la utilidad de poner en contacto a productores y consumidores y facilitar el desplazamiento de productos de consumo, bienes de producción y personas.

En este tema analizaremos la importancia de las redes de transporte, los principales sistemas y medios de transporte y los nuevos sistemas de transporte y comunicación que se están desarrollando en nuestro país.

LAS REDES DE TRANSPORTE COMO ELEMENTO BÁSICO DE LA ARTICULACIÓN TERRITORIAL Y ECONÓMICA DE ESPAÑA

El transporte se organiza en el territorio formando redes jerarquizadas en función de su densidad, calidad técnica y accesibilidad.

Las redes de transporte son básicas en la vertebración del territorio, al ser una causa y efecto a la vez del desarrollo socioeconómico: una red adecuada fomenta el desarrollo al favorecer la formación de economías de escala muy extendidas y a su vez estas economías de escala demandan cada vez más infraestructuras de transporte en unas zonas demográfica y económicamente muy importantes, por lo que la inversión en ellas de las entidades públicas y privadas es muy elevada.

En el caso de España las redes de transporte se caracterizan por su fuerte desequilibrio. Así, ya desde la creación de la red de carreteras en el siglo XVIII se impuso un sistema radial con centro en Madrid, ya que el objetivo político de control rápido del país desde la capital dentro de un estado unitario y centralista primó sobre las consideraciones de articulación socioeconómica del país.

Este modelo radiocéntrico se consolidó en el siglo XIX, cuando se estableció la red ferroviaria, y no empezó a cambiar hasta que el establecimiento a partir de 1980 de un estado descentralizado, el de las autonomías, y el ingreso en la Comunidad Económica Europea, actual Unión Europea, en 1986, con sus políticas de ayudas estructurales, permitieron la creación de redes transversales, sobre todo en el transporte terrestre a través de la creación de la red de autovías. Sin embargo, todo ello no ha hecho desaparecer los desequilibrios territoriales, ya que las redes son más densas, de mejor calidad y más accesibles en las zonas más pobladas y socioeconómicamente desarrolladas: Madrid y su entorno y los ejes de expansión del Ebro y del Mediterráneo. Frente a ello, las zonas del interior, afectadas por una difícil orografía y un proceso de despoblamiento y envejecimiento demográfico y de estancamiento y regresión socioeconómica las redes tienen una escasa densidad, una peor calidad y gran parte del territorio tiene dificultades de accesibilidad.

SISTEMAS Y MEDIOS DE TRANSPORTE EN ESPAÑA

Transporte terrestre

Los principales medios de transporte terrestre son el ferrocarril y las carreteras, siendo estos medios, y sobre todo el segundo, los más empleados en nuestro país para el transporte de personas y mercancías. Ambos medios están muy condicionados por el medio físico, que en España se caracteriza por una elevada altitud media y una orografía muy accidentadas, lo que encarece enormemente la construcción de infraestructuras. Como ya se ha indicado, en ambos casos la red se originó con una estructura radial que, aunque atenuada, sigue en gran medida perdurando.

En el caso del ferrocarril la red presenta como rasgos limitadores la antigüedad de gran parte del trazado, su estructuración radial y la diferencia de ancho de vía con respecto al resto de Europa. En cualquier caso, los sectores más dinámicos son los trenes de cercanías y el metro de las áreas metropolitanas, los trenes regionales y la red de alta velocidad (AVE) que está adquiriendo cada vez más desarrollo, aunque vuelve a caer de nuevo en el error de la red radial.

Por lo que se refiere a las carreteras, es la red más desarrollada en España y la que más volumen de viajeros y mercancías abarca. Está jerarquizada en autopistas-autovías, carreteras de alta capacidad y carreteras nacionales, autonómicas, provinciales y locales.

Transporte marítimo

El transporte marítimo tiene una importancia crucial en el transporte exterior de mercancías, lo que ha potenciado la transformación de los principales puertos en auténticos centros logísticos, como es el caso de Algeciras, Barcelona o Valencia. En el transporte de viajeros, dada su lentitud, sólo conserva importancia en las líneas que unen la península con los enclaves norteafricanos de Ceuta y Melilla y con las Islas Baleares.

Transporte aéreo

El transporte aéreo se ha desarrollado mucho en los últimos años, centrándose en el transporte de viajeros, ya que dados sus costes y capacidad de carga no es rentable para las mercancías. Al anterior monopolio de la compañía estatal IBERIA le ha sucedido la privatización de esta y la liberalización del sector, lo que ha permitido la intervención en el mercado español de compañías extranjeras y un crecimiento destacado de las compañías de bajo coste. La red de transporte aéreo está muy jerarquizada, con un aeropuerto de rango internacional (Madrid) y otros dos centrales (Barcelona y Palma de Mallorca) y otros aeropuertos secundarios. Sin embargo, un problema de nuestro país ha sido la multiplicación de aeropuertos secundarios, muchos de ellos con un tráfico mínimo o que incluso no llegaron a ponerse en funcionamiento, como fueron los casos de Castellón y Ciudad Real.

 LOS NUEVOS SISTEMAS DE TRANSPORTE Y COMUNICACIONES EN ESPAÑA

Nuevos sistemas de transporte

En los últimos años se han establecido en nuestro país nuevos sistemas de transporte, tanto por su técnica, caso del AVE ya citado, como por su organización, caso de las plataformas de alquiler de vehículo con conductor UBER y CABIFY. Del mismo modo, la red se ha ido densificando en los ejes de desarrollo y se ha extendido el modelo de estación intermodal, en la que se combinan distintas formas de transporte como metro, tren, líneas de autobuses y aeropuerto, con el fin de mejorar la accesibilidad y hacer complementarios a los distintos medios de transporte.

Nuevos sistemas de comunicaciones

En las comunicaciones, hay que destacar la auténtica revolución tecnológica gracias al desarrollo de las TIC y, dentro de ellas, a los sistemas digitales de transmisión de información. Gracias a ello se está configurando una sociedad en red en la que predominan las comunicaciones a través de internet, cada vez más unidas a la telefonía móvil. Ello ha provocado que medios tradicionales de comunicación, como el correo postal, los canales de televisión convencionales y la prensa estén en un claro retroceso.

CONCLUSIONES

Como hemos visto, pese a los avances en la red de transporte español de las últimas décadas aún mantiene importantes problemas que perjudican a la integración económica del país: fuertes desequilibrios regionales, mantenimiento en buena parte de la estructura radial y excesiva dependencia para el transporte de mercancía del uso de las carreteras, más caro y ambientalmente menos sostenible que el ferroviario.

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LA INDUSTRIA EN ESPAÑA

Resumen del Tema 14 de Geografía para Selectividad referente a la industria en España, por Carlos Javier Garrido García.

Mapa de las áreas industriales en España. Fuente: Distrito Único Andaluz.

INTRODUCCIÓN

El sector secundario incluye las actividades económicas que se basan en la transformación de los bienes y recursos que se extraen del medio físico en bienes de consumo y en energía, incluyéndose en el sector también la minería por su importancia industrial. Este sector en 2007 suponía en España el 27 % del PIB, del que el 16 % provenía de la industria y el 10’8 % de la construcción, y el 29 % de la población activa.
Pese a que tradicionalmente se consideraba a este sector como el clave para el desarrollo económico, su peso ha ido descendiendo en las sociedades desarrolladas desde la crisis de 1973 por el acusado proceso de terciarización económica, la nueva revolución ligada al desarrollo de la robótica, la informática, las telecomunicaciones y la microelectrónica y el proceso de deslocalización industrial. Además, la reciente crisis iniciada en 2007 ha supuesto en nuestro país una nueva pérdida de peso del sector. Así, en 2014 el sector secundario pasó a suponer el 21’1 % del PIB, del que el 16 % provenía de la industria y el 5’1 % de la construcción, y el 17’6 % de la población activa.

EL PROCESO DE INDUSTRIALIZACIÓN Y SUS HITOS MÁS RECIENTES

Características generales

El proceso de industrialización en España se caracteriza por su retraso con respecto a los países más desarrollados de Europa y por su desigualdad territorial. Esto último creó hasta la década de 1960 una situación dual dentro de la estructura económica española: unas pocas regiones industrializadas y la mayoría del país marcado por el subdesarrollo y el predominio de una economía agraria tradicional.

Etapas del proceso industrializador

El proceso se inicia a mediados del siglo XIX, concentrándose en Cataluña (industria textil) y en Asturias y País Vasco (siderometalurgia). Pese a registrarse un claro crecimiento entre 1900 y 1930, coincidiendo con la neutralidad en la I Guerra Mundial, la política intervencionista de la Dictadura de Primo de Rivera y el contexto internacional favorable de los «Felices Años 20», este volvió a frenarse como consecuencia de la Guerra Civil y el aislamiento y la política económica autárquica del primer franquismo.
La consolidación del proceso industrializador en España coincide con el «Desarrollismo» franquista (1959-1973), gracias a la liberalización económica establecida por el Plan de Estabilización de 1959, a los Planes de Desarrollo y a las inversiones exteriores. Sin embargo, se estableció un modelo de industrialización fordista basado en una amplia y barata mano de obra, un gran consumo energético, el predominio de los contratos indefinidos, un alto intervencionismo estatal y el predominio del mercado interior. Este modelo se vio muy afectado por la crisis del petróleo de 1973 que significó una revolución tecnológica, una reducción del intervencionismo estatal y el inicio del proceso de globalización. En el caso de España las medidas de ajuste ante la crisis se retrasaron para no entorpecer el proceso de Transición a la Democracia iniciado tras la muerte de Franco en 1975, iniciándose el proceso de reconversión con los gobiernos de Felipe González. El proceso de reconversión industrial, la deslocalización industrial y la debilidad de las inversiones en I+D en España explican el descenso continuado del peso del sector y el enorme peso del subsector de la construcción en nuestro país.

FACTORES DE LA ACTIVIDAD INDUSTRIAL

Al analizar los factores de la actividad industrial debemos centrarnos básicamente en dos aspectos: los factores de localización industrial y la estructura empresarial.

Factores de localización industrial

La localización de las actividades industriales depende de la interacción de múltiples factores, cuya importancia ha ido variando con el tiempo.
Factores clásicos como la disponibilidad de materias primas, fuentes de energía y cercanía del mercado de consumo han ido perdiendo importancia gracias al desarrollo de las comunicaciones y a la generalización del uso energético de la electricidad.
Por el contrario, otros factores son cada vez más decisivos como la abundancia, coste y cualificación de la mano de obra, la existencia de una buena red de comunicaciones, la disponibilidad de capital, la existencia de equipamientos e infraestructuras que generen economías externas y la cercanía a los centros de decisión.
Por último, las políticas industriales están perdiendo importancia directa por la disminución de la intervención del Estado en la economía, aunque su influencia indirecta en el establecimiento de equipamientos e infraestructuras sigue siendo decisiva.

La estructura empresarial

La gran mayoría de las empresas industriales españolas son PYMES, es decir, pequeñas y medianas empresas con menos de 250 trabajadores. Estas suponen el 99 % de las empresas industriales españolas, aunque generan sólo el 67 % del empleo industrial y el 40’4 % de la cifra de negocios es manejada por las empresas con más de 500 trabajadores, que suponen sólo el 0’06 % de las empresas industriales. Estas PYMES son muy heterogéneas, abarcando desde las empresas de alta tecnología hasta las pequeñas industrias endógenas locales, de carácter muchas veces familiar.
En cuanto a las grandes empresas, muchas de ellas son multinacionales extranjeras y españolas. En estas últimas destacan antiguas empresas estatales del Instituto Nacional de Industria franquista que fueron privatizadas. Pese a estas privatizaciones, la participación estatal, a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) aún es importante en gran número de empresas.

PRINCIPALES SECTORES INDUSTRIALES EN LA ACTUALIDAD

Clasificación de los sectores industriales

La clasificación de los sectores industriales más extendida es la que distingue entre la industria de base o pesada y la de bienes de uso y consumo o ligera.
La industria de base o pesada elabora los productos necesarios para el desarrollo de otras actividades industriales. Dentro de ella se distingue entre la de primera elaboración (siderurgia, metalurgia, química pesada) y la de equipo (construcción y asimiladas y metalúrgica de transformación o mecánicas).
La industria de bienes de uso y consumo o ligera proporciona productos elaborados destinados a los consumidores, incluyendo la química ligera, textil, calzado, alimentación, imprenta, etc.

Sectores industriales en España

La desindustrialización ligada a la reconversión y deslocalización industriales ha afectado más a los sectores de producción tradicionales o maduros como la siderometalurgia, los electrodomésticos de línea blanca, la construcción naval, la textil y el calzado. Sin embargo, ha afectado menos a sectores dinámicos como la del automóvil, la química y la agroalimentaria y a sectores punta, en auge, como la industria de alta tecnología (microelectrónica, telecomunicaciones, informática, biotecnología y energías renovables).
Dentro de los sectores industriales hay que prestar especial atención al subsector de la construcción. Este estaba sobredimensionado en España, suponiendo en 2007 el 10’8 % del PIB y empleando a 2’6 millones de personas. Además esta importancia era en realidad mayor por su gran efecto multiplicador, con actividades como la fabricación de materiales de construcción y el desarrollo de actividades terciarias relacionadas. Sin embargo, el crecimiento de este subsector estuvo vinculado a una dinámica especuladora que terminó por estallar con la crisis financiera iniciada en 2007, lo que ha reducido su importancia y peso dentro de la economía española.

DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA DE LA INDUSTRIA EN ESPAÑA

Como ya se ha indicado, la distribución de la industria en España ha estado marcada desde su origen por las desigualdades territoriales. En la actualidad podemos distinguir entre áreas industriales desarrolladas, ejes de expansión industrial, áreas industriales en declive y focos industriales dispersos.
Las áreas industriales desarrolladas son Madrid y Barcelona. Ambas son áreas metropolitanas de alta densidad industrial caracterizadas por su diversificación sectorial, la terciarización de su industria, la concentración de proyectos I+D, su amplio mercado de consumo y trabajo y el desarrollo de amplias economías de aglomeración.
Los ejes de expansión industrial se caracterizan por constituir ejes vertebrados gracias a las infraestructuras de comunicación y su desarrollo se retroalimenta por una agricultura y unos servicios muy desarrollados, destacando en estos últimos las zonas turísticas. Los dos principales ejes son el del Mediterráneo, desde Gerona hasta la Región de Murcia, con centros en Barcelona y Valencia, y el del Ebro, desde el País Vasco a Cataluña con centros en Bilbao y Zaragoza.
Las áreas industriales en declive son las zonas que se vieron muy afectadas por los procesos de reconversión y deslocalización industrial destacando Galicia y la Cornisa Cantábrica y otros núcleos aislados como la Bahía de Cádiz.
Por último, los principales focos industriales dispersos son el castellano-leones (Valladolid-Palencia-Burgos-Miranda de Ebro), el andaluz (con dos ramales: el del Guadalquivir con centro en Sevilla y el del Mediterráneo con centro en Málaga) y el extremeño (Badajoz-Don Benito-Zafra), todos ellos con un gran peso de la industria agroalimentaria.

CONCLUSIONES

Como hemos visto a lo largo del tema, el sector industrial español se caracteriza por unas dificultades de desarrollo y unas desigualdades territoriales presentes desde su origen y que se han acentuado con los recientes procesos de reconversión y deslocalización industrial. Uno de sus principales subsectores, el de la construcción, se ha colapsado a partir de la crisis financiera iniciada en 2007, de la que fue precisamente una de sus principales causas.

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LA ACTIVIDAD PESQUERA EN ESPAÑA

Resumen del Tema 13 de Geografía para Selectividad referente a la pesca en España, por Carlos Javier Garrido García.

Actividad pesquera. Fuente: Wikipedia.

INTRODUCCIÓN

La pesca es la actividad depredadora consistente en la captura de especies marina y fluviales. Su vertiente productora es la acuicultura, consistente en la cría de peces, actividad creciente en nuestro país y en todo el mundo debido al agotamiento de los recursos pesqueros debido a la sobrexplotación.

SIGNIFICADO DE LA PESCA EN ESPAÑA

España es uno de las principales potencias pesqueras a nivel mundial. Así, en la actualidad es el primer productor pesquero en la Unión Europea, suponiendo el 14’3 % de las capturas comunitarias en 2007. Pese a ello, su peso global directo en la economía española es muy bajo, suponiendo poco más del 1 % del Producto Interior Bruto del país, aunque este dato esconde su gran efecto multiplicador, ya que la pesca genera mucho riqueza y trabajo indirecto en actividades asociadas como los astilleros, la actividad portuaria, el envase y transformación de las capturas, etc.
La pesca es una actividad muy determinada por factores humanos y físicos. En cuanto a los factores humanos destacan la población activa y la flota pesquera. En ambos casos se caracterizan por su reducción progresiva a partir de los años 1970 debido al establecimiento de las Zonas Económicas Exclusivas en 1974 y de la Política Pesquera Común en nuestro país a partir de 1986, ya que el primero de estos elementos limitó las zonas de captura posibles y el segundo supuso la reconversión de la flota, el establecimiento de cuotas y la incentivación de la reducción de capturas, entre otras cosas a través de la jubilación anticipada de pescadores. Por otra parte, en el caso de la flota destaca por número la de bajura, consistente en pequeños barcos que faenan cerca de la costa, aunque por volumen de capturas predomina la flota de altura, que faena en zonas alejadas de la costa a través de buques dotados de refrigeración y elementos de tratamiento y envase de las capturas.
En cuanto a los factores físicos, España presenta características físicas que favorecen y perjudican la actividad pesquera. En cuanto a las que benefician, la situación de España en una Península con un amplio trazado costero y en dos archipiélagos, Balear y Canario, ha hecho que sea tradicionalmente un país volcado al mar y a su explotación económica. Por otra parte, España se sitúa entre dos mares de características muy distintas (el Mediterráneo cerrado, de aguas tranquilas y cálidas, y el Océano Atlántico, abierto y de aguas agitadas y frías), lo que le ha permitido tener acceso a una gran variedad de especies y el empleo de variadas modalidades de pesca. En cuanto a los elementos negativos destaca la escasa extensión de la plataforma continental, donde se desarrolla principalmente la pesca de bajura, lo que ha provocado que los problemas de sobrepesca afecten mucho a nuestros caladeros y que tradicionalmente la flota española haya optado por actuar en caladeros internacionales.

REGIONES PESQUERAS EN ESPAÑA Y PRINCIPALES CALADEROS

Como ya se ha indicado, la actividad pesquera española ha estado muy condicionada por la falta de caladeros o zonas de pesca propios, por lo que ha actuado de forma prioritaria en caladeros externos. Sin embargo, el establecimiento de las Zonas Económicas Exclusivas en 1974 supuso una importante limitación para esas actividades.

Regiones pesqueras

España se organiza en 8 grandes regiones marítimas:
• Cantábrica: abarca las costas del Principado de Asturias, Cantabria y el País Vasco, destacando puertos como Avilés, Gijón, Santander, Bilbao, Bermeo, Ondarroa, San Sebastián y Pasajes.
• Noroeste: se extiende por las costas gallegas, destacando puertos como Ferrol, La Coruña, Vilagarcía, Marín, Pontevedra y Vigo.
• Suratlántica: agrupa las costas atlánticas andaluzas, destacando puertos como Huelva, Cádiz y Barbate.
• Surmediterránea: abarca las costas entre la Punta de Tarifa y el Cabo de Gata, destacando puertos como Algeciras, Málaga, Motril y Almería, pudiendo incluirse también en esta región Ceuta y Melilla.
• Levantina: se extiende desde el Cabo de Gata al Cabo de la Nao, destacando puertos como Cartagena y Alicante.
• Tramontana: abarca desde el Cabo de la Nao hasta la frontera francesa, destacando puertos como Valencia, Castellón de la Plana, San Carlos de la Rápita, Tarragona, Barcelona y Rosas.
• Balear: abarca las islas Baleares, destacando los puertos de Ibiza, Palma y Ciutadella.
• Canaria: incluye las Islas Canarias, con importantes puertos como San Sebastián de la Gomera, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria, Puerto del Rosario y Arrecife.

Principales caladeros

Los caladeros son las zonas de pesca, pudiendo ser clasificados en nacionales, comunitarios e internacionales.
Los caladeros nacionales son los incluidos en la Zona Económica Exclusiva de nuestro país, que abarca hasta 200 millas de distancia de nuestras costas. Destacan los del Oceánico Atlántico frente a los del Mediterráneo, ya que en el primeros las condiciones para el desarrollo del pescado y de la pesca son mejores (bajas temperaturas, menor salinidad, mayor cantidad de plancton y plataforma continental menos profunda) y en el segundo la sobrepesca ha sido más intensa a lo largo de la historia al tratarse de un mar cerrado de aguas tranquilas.
El uso de los caladeros comunitarios, principalmente los del Atlántico Noreste se ha visto limitado desde 1986 por el establecimiento de las cuotas de pesca asociadas a la Política Pesquera Común, que pone el acento en establecer una pesca sostenible desde el punto de vista biológico, medioambiental y económico.
En cuanto a los internacionales, el establecimiento de las Zonas Económicas Exclusivas ha obligado a la firma de acuerdos pesqueros con terceros países, como el establecido con Marruecos, y al establecimiento de empresas mixtas. Los principales caladeros internacionales en los que faena la flota española son el Atlántico Noreste, en aguas de Noruega e Islandia; el Atlántico Noroccidental, en aguas de Canadá; el Atlántico Centro Oriental, en aguas principalmente de Marruecos, Mauritania y el Golfo de Guinea; y el Oceánico Índico Oriental, en este caso con el problema de los piratas somalíes.

LA IMPORTANCIA CRECIENTE DE LA ACUICULTURA

Debido al agotamiento de los caladeros por la sobrepesca, a las cuotas comunitarias y a las dificultades para negociar acuerdos pesqueros con terceros países, la acuicultura se viene planteando como una alternativa cada vez más necesaria. La acuicultura consiste en la cría en cautividad de peces, crustáceos y moluscos y en el cultivo de plantas acuáticas. El emplazamiento de las zonas de cría es muy diverso (tierra firme, zonas marítimo-terrestres como salinas, marismas, lagos), lo mismo que lo son las técnicas. Aunque esta modalidad ya supone el 30 % de la producción pesquera mundial, en nuestro país su desarrollo ha sido menor, ocupando el decimoprimer lugar a nivel mundial. Los principales problemas para su desarrollo son los elevados costes de producción y las dificultades técnicas para la cría de numerosas especies. La Comunidad Autónoma en la que más se ha desarrollado es Galicia, seguida de Andalucía y Cataluña.

CONCLUSIONES

Como hemos visto, la actividad pesquera, pese a su poco peso relativo en el conjunto de la economía española, no carece de importancia por su efecto multiplicador, por sus implicaciones ecológicas y medioambientales y por peso en la dieta española.

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LOS DOMINIOS Y PAISAJES AGRARIOS

Resumen del Tema 12 de Geografía para Selectividad referente a los dominios y paisajes agrarios de España, por Carlos Javier Garrido García.

Mapa sobre aportación agraria y ganadera a la Producción Final Agraria. Fuente: Distrito Único Andaluz.

INTRODUCCIÓN

El paisaje, desde el punto de vista geográfico, es el objeto de estudio primordial y el documento geográfico básico a partir del cual se hace la Geografía. En general, se entiende por paisaje cualquier área de la superficie terrestre producto de la interacción de los diferentes factores presentes en ella y que tienen un reflejo visual en el espacio. En este tema vamos a analizar los factores que configuran los distintos paisajes agrarios en España y las características principales de los mismos.

CONDICIONANTES DEL PAISAJE AGRARIO

La apariencia visual de los distintos dominios y paisajes agrarios son consecuencia de la interacción de factores tanto ecológicos o físicos como humanos.

Condicionantes ecológicos o físicos

Dentro de los condicionantes ecológicos o físicos destacan dos principalmente: el relieve y el clima, ya que ambos factores, como vimos en el tema anterior, condicionan los usos y aprovechamientos agrarios. En cuanto al relieve, la elevada altitud media de España, y por tanto el predominio de fuertes pendientes en gran parte de su territorio, y la disposición periférica de las unidades montañosas, con la consiguiente continentalidad, condicionan las actividades agrarias. Estas, por otro lado, están muy condicionadas por los distintos climas españoles. De hecho, son estos climas los que más definen a los distintos dominios y paisajes del país.

Condicionantes humanos

Los principales factores humanos son el hábitat rural, que puede ser disperso o concentrado; la estructura de la propiedad, con un predominio del latifundismo o del minifundismo; y los distintos sistemas agrarios, tales como regadío o secano, campos abiertos o cerrados y las distintas técnicas y usos agrarios y ganaderos de cada territorio.

Mapa de la distribución de los paisajes agrarios en España. Fuente: Distrito Único Andaluz.

DOMINIOS Y PAISAJES DE LA ESPAÑA ATLÁNTICA

Estos paisajes se extienden por la llamada «España Húmeda», es decir, Galicia y Cornisa Cantábrica (Asturias, Cantabria, País Vasco). Es una zona de relieve accidentado, ya que coincide con el Macizo Galaico-Leonés y la Cordillera Cantábrica, y en esta zona predomina un clima oceánico, caracterizado por las temperaturas suaves y las abundantes y regulares precipitaciones. Como consecuencia del predominio de las zonas de montaña y de la abundancia de pastos naturales en este paisaje predominan los usos ganaderos. Su elevada productividad determina el predominio del minifundismo y del hábitat disperso. Dados los usos ganaderos predomina el bocage o campos cerrados con vallas artificiales o setos naturales.

DOMINIOS Y PAISAJES DE LA ESPAÑA MEDITERRÁNEA

Dominio mediterráneo de interior o continentalizado

Se extiende por el interior peninsular: Meseta y depresión el Ebro. Domina un clima mediterráneo continentalizado, caracterizado por precipitaciones bajas e irregulares y unas temperaturas muy contrastadas, con una fuerte amplitud térmica. Como consecuencia de ello predomina la agricultura de secano de baja productividad y, como consecuencia, una estructura de la propiedad latifundista, los openfields o campos abiertos, el hábitat concentrado y los cultivos de la trilogía mediterránea (cereales, vid y olivo). En las zonas próximas a los grandes ríos existen regadíos mixtos en los que destacan cultivos industriales como el tabaco y la remolacha azucarera y otros cultivos como la patata.

Dominio mediterráneo litoral o cálido

Ocupa el litoral mediterráneo, las Islas Baleares, la depresión del Guadalquivir, Ceuta y Melilla. Domina un clima mediterráneo litoral, caracterizado por precipitaciones bajas e irregulares y unas temperaturas templadas en invierno y cálidas en verano, con una amplitud térmica moderada. Como consecuencia de ello, en este dominio encontramos dos paisajes agrarios contrastados: en las zonas de secano predomina una agricultura con baja productividad, centrada en el cultivo de cereales y especies adaptadas a la sequedad como los almendros, la vid y el olivo, predominando por tanto una estructura de la propiedad latifundista, los campos abiertos y el hábitat concentrado; y en las zonas de regadío predomina una agricultura de elevada productividad centrada en hortalizas y frutales, destacando los cultivos bajo plástico de las zonas de clima mediterráneo árido y predominando una estructura de la propiedad minifundista, el bocage y un hábitat mixto con grandes núcleos de población pero existiendo en cierta medida un destacado hábitat disperso.

OTROS PAISAJES AGRARIOS

Paisaje de montaña húmeda

Este paisaje se extiende por las zonas de alta montaña de la Península, especialmente en los Pirineos, Sistema Central, Sistema Ibérico y Cordilleras Béticas. Debido a la altitud, se generan en estas zonas unas condiciones de precipitación similares a las del clima oceánico, aunque las temperaturas son más contrastadas. Esta similitud explica que en estas zonas predominen también el hábitat disperso, el minifundismo y el bocage. Sin embargo, en estas zonas se desarrolla principalmente una agricultura de subsistencia que se complementa con usos ganaderos y explotación forestal. Este es un paisaje en la actualidad claramente regresivo por haber sufrido con intensidad el éxodo rural y el desploblamiento a partir de la década de 1960 y haberse abandonado, por tanto, las explotaciones agrarias. Como consecuencia de ello ha aumentado la superficie boscosa, mucha de ella amparada bajo formas de protección medioambiental como los parques nacionales y naturales.

Paisaje canario

En las islas Canarias predomina un clima subtropical caracterizado por unas temperaturas suaves a lo largo de tono el año y unas escasas e irregulares precipitaciones. Esto explica que en las zonas de secano se desarrolle una actividad agraria extensiva de muy baja productividad, basada en el cultivo de cereales y en una ganadería igualmente extensiva de especies como la cabra. Como consecuencia de ello predominan los campos abiertos y el hábitat concentrado. Por el contrario, en las zonas de regadío las condiciones de temperatura permiten una agricultura de alta productividad, centrada en cultivos de exportación tropicales, tales como el plátano, o en cultivos de huerta como el tomate canario. En las zonas de regadío predomina el bocage y el hábitat disperso.

CONCLUSIONES

Como hemos visto, España presenta una gran diversidad de paisajes naturales, como consecuencia no sólo de la variedad de medios físicos sino también de las distintas técnicas de explotación. En cualquier caso, como ocurre con las actividades secundarias y terciarias, los paisajes agrarios más pujantes y desarrollados tienden a concentrarse en el eje del Mediterráneo y los archipiélagos, mientras que los paisajes del norte y del interior están en gran medida estancados. Estas diferencias acentúan los contrastes de desarrollo regional existentes en nuestro país.

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LA MÚSICA DE LOS MORISCOS DEL REINO DE GRANADA

Artículo sobre la música de los moriscos del reino de Granada y la política aculturadora castellana con respecto a ella, por Carlos Javier Garrido García.

Moriscos danzando, por Christoph Weiditz (Siclo XVI).

Acabo de publicar en el Boletín del Centro de Estudios Pedro Suárez (nº 29, 2016) un artículo titulado «La aculturación musical de los moriscos del reino de Granada a través del ejemplo de los de la Diócesis de Guadix».

En esta entrada voy a reproducir sus conclusiones, incluyendo también un enlace para descargarlo completo.

CONCLUSIONES

 Como se ha podido comprobar, la política aculturadora castellana con respecto a la música morisca es un claro ejemplo del proceso por el cual se pasó de perseguir toda muestra de disidencia religiosa a hacerlo con cualquier manifestación cultural diferenciadora, entendiéndola como muestra de la pervivencia del Islam.

En cuanto a su evolución temporal, la política aculturadora en el terreno musical debe hacernos olvidar de una vez por todas el supuesto periodo de suspensión de las medidas entre 1526 y 1565, ya que, siendo tal suspensión aplicable a la Corona, no lo es así para la Iglesia del reino de Granada, que sigue aplicando medidas de control a través de sus tribunales diocesanos. Así, los tres ejemplos que he presentado se corresponden al periodo 1554-1565 en el que las autoridades eclesiásticas toman la iniciativa en la represión sobre los moriscos, en el caso accitano en cumplimiento de lo establecido en el Sínodo diocesano de ese primer año. Además, los tres proceden de localidades de la Tierra de Guadix (Graena) y del cercano Marquesado del Cenete (Alquife y Aldeire), es decir, zonas rurales de la diócesis en las que la población era mayoritariamente morisca, por lo que actuaba con una mayor libertad en sus manifestaciones culturales y además el escaso número de cristianos viejos presentes no dio lugar un proceso de aculturación derivado de la convivencia. De hecho, el proceso es el inverso, como muestran los casos del beneficiado de Alquife y de los propietarios de la venta de los baños de Graena. En cualquier caso, la represión se hace también notar en estas zonas, no sólo por los fiscales de la Audiencia Episcopal, sino también por los alguaciles reales y señoriales.

La acción represiva eclesiástica se centra en la letra árabe de las canciones, por su posible contenido herético; en el uso de instrumentos de origen musulmán, como las chapas, las sonajas y el pandero de una cara frente al castellano de dos; y en la hora de su celebración, ya que prácticamente lo único que diferenciaba a las leilas, terminantemente prohibidas, y a las zambras, en principio toleradas, era que las primeras eran nocturnas y las segundas diurnas. En cualquier caso, en cuanto a su ejecución el pleito de octubre de 1558 muestra un rudimentario acompañamiento de percusión a través de golpes en las mesas.

En cuanto a las ocasiones en que se manifestaban estas prácticas musicales, además de las bodas (caso del pleito de abril de 1558) destacan también otras esporádicas de ámbito familiar (caso del pleito de 1565) o en ventas (caso del pleito de octubre de 1558) que, al estar más o menos alejadas de los núcleos de población y en terreno no doméstico que señalara a tal o cual familia, eran uno de los sitios elegidos por los moriscos como reducto donde practicar sus usos culturales-festivos, ventaja que en el caso de Graena se unía a estar al lado de los baños, otra de las prácticas culturales moriscas limitada por las autoridades eclesiásticas. En este caso, los usos musicales venían acompañados del consumo de alcohol y las consiguientes riñas, en ocasiones con resultado de muerte. En el caso de las bodas, es curioso constatar cómo las celebraciones del enlace se hacían de manera separada en la casa de la novia y del novio, cada uno con su familia y entorno.

Por lo que se refiere a los autores de estas prácticas, aparte de su evidente carácter morisco, destaca el hecho de la importante participación de personas de raza negra, en su mayoría libertos integrados en la sociedad morisca, los gazis, como muestran dos de los tres pleitos expuestos y fue puesto de relieve ya con las prohibiciones sobre música morisca de 1529, 1530, 1532 y 1539.

Por último, queda patente la benevolencia con que actuaba la justicia diocesana frente a la inquisitorial, imponiendo penas leves: en el caso del beneficiado de Alquife sólo los 500 maravedíes que establecía el Sínodo, y en el caso de la ventera de Graena sólo a dos ducados y la amenaza de excomunión en caso de reincidencia. Se podría suponer que la benevolencia de las sentencias se podría deber al carácter cristiano viejo de ambos, pero pleitos de otra temática que he localizado en el archivo me confirman que se aplicó también a los moriscos. En cualquier caso, la benevolencia en las sentencias no implica restar importancia a su labor e incidencia en la aculturación morisca ya que, como he indicado, fue más sostenida en el tiempo y cercana y, por tanto, más profunda que la inquisitorial. Ejemplo de esa dureza es el pleito de abril de 1558, que informa de la prohibición, seguramente establecida por las autoridades diocesanas accitanas, de que se juntaran más de tres personas a cantar y tocar música.

Si desea descargarse al artículo completo, pulse aquí: Música morisca y aculturación

EL ESPACIO RURAL

Resumen del Tema 11 de Geografía para Selectividad referente al espacio rural, por Carlos Javier Garrido García.

Mapa de las zonas de regadío en España. Fuente: Distrito Único Andaluz.

INTRODUCCIÓN

Las actividades agrarias, básicamente agricultura y ganadería, han sido básicas en las sociedades tradicionales. Sin embargo, gracias al desarrollo socioeconómico registrado en nuestro país a partir de la década de 1960 y consolidado con nuestro ingreso en la CEE en 1986, las actividades agrarias se han convertido en un sector productivo que representa menos del 5 % del PIB y de la población activa. Ello no quiere decir que haya perdido importancia económica y social, ya que estas actividades son la base de la industria agroalimentaria, una de las principales exportaciones del país y ocupan la mayor parte de su espacio.
En este tema vamos a analizar los condicionantes, tanto físicos como humanos, de la actividad agraria, los principales usos y aprovechamientos agrarios, la influencia de la Política Agraria Común europea y los nuevos usos y funciones del espacio rural.

LOS CONDICIONANTES DE LA ACTIVIDAD AGRARIA EN ESPAÑA

Factores ecológicos y físicos

Las actividades agrarias han estado tradicionalmente muy condicionadas por factores físico-ecológicos como la altitud, el relieve, los suelos y el clima, aunque el desarrollo tecnológico hace que estos condicionantes hayan perdido en ocasiones importancia.
La elevada altitud media y las fuertes pendientes de gran parte del territorio peninsular son un obstáculo al desarrollo agrario, ya que determinan una baja productividad. Así, las temperaturas son bajas, muy contrastadas y los suelos poco desarrollados.
En cuanto a los suelos, como consecuencia de su escaso desarrollo, suelen ser poco fértiles, con un exceso o defecto de acides e importantes problemas de erosión.
Por último, el predominio en la mayor parte de España del clima Mediterráneo, caracterizado por precipitaciones escasas y muy irregulares, con fuerte sequía estival, es un fuerte impedimento al desarrollo agrario. Además, la forma maciza de la Península y la disposición periférica de las unidades del relieve determina que dentro de las variedades del clima Mediterráneo predomine la continental, con una fuerte amplitud térmica y con heladas y olas de calor frecuentes en invierno y verano respectivamente.

Factores humanos

Dentro de los factores humanos podemos distinguir entre socioeconómicos y políticos.

Factores socioeconómicos

En cuanto a los socioeconómicos, los principales son la población agraria, la estructura de la propiedad y las técnicas y sistemas agrarios.
En cuanto a la población agraria, el medio rural español se caracteriza por su despoblamiento y por el envejecimiento de la población. Además, la diversificación sectoral de la población activa rural, ya no centrada exclusivamente en las actividades agrarias, ha provocado un aumento de la agricultura a tiempo parcial. En cualquier caso, cada vez hay una mayor preparación y protección por parte de los agricultores, al menos en el sector más modernizado, competitivo y dirigido al mercado, mientras que aún se mantiene en algunas zonas una agricultura prácticamente de subsistencia a cargo de población envejecida que tiende a desaparecer.
En lo referente a la estructura de la propiedad, España presenta grandes contrastes, pudiendo diferenciarse entre un norte minifundista y un sur latifundista. Las razones de estos contrastes son históricas y económicas.

En cuanto a las históricas, la lentitud del proceso de Reconquista en el norte de España hizo que se fueran asentando pequeños y medianos campesinos en las tierras arrebatadas a los musulmanes, mientras que la rapidez con que se desarrolló el proceso en el sur peninsular hizo de los reyes concedieran amplios lotes de tierras a Iglesia, nobleza, Órdenes Militares y municipios, como un medio de controlar el territorio ante la falta de campesinos suficientes que asentar.

Junto con esta razón histórica hay una económica. El clima oceánico del norte, con temperaturas suaves y precipitaciones abundantes y regulares, determina una elevada productividad que hace económicamente sostenible a la pequeña y mediana propiedad. Esta es la misma situación que se da en las zonas de regadío del sur de España y costa mediterránea. Sin embargo, la baja productividad de la agricultura de secano mediterránea determina que solo la gran propiedad sea económicamente sostenible. Dentro de la estructura de la propiedad hay que tener en cuenta también el régimen de tenencia. Actualmente predomina el directo, en el que es el mismo propietario el que gestiona la explotación. Sin embargo, aún es bastante frecuente el indirecto, tradicionalmente predominante, en el que el propietario cede la explotación de la tierra a otra persona a cambio de una renta (arrendamiento) o de parte de la cosecha (aparcería).
Por lo que se refiere a las técnicas y sistemas agrarios, se han producido grandes transformaciones en las últimas décadas, aumentando la extensión del regadío, la mecanización, el uso de productos fitosanitarios y fertilizantes y el desarrollo de nuevas técnicas como los cultivos en enarenado, hidropónicos y bajo plástico.

Factores políticos

Dentro de los factores políticos destaca el intervencionismo del Estado en las actividades agrarias, de manera muy intensa durante el franquismo, a través del Servicio Nacional del Trigo, el Instituto Nacional de Colonización y el Servicio Nacional de Concentración Parcelaria. El proceso de Transición a la Democracia hizo desaparecer los restos aún existentes de este intervencionismo, atenuado a partir de 1959. Sin embargo, el acceso a la Comunidad Económica Europea en 1986 hizo que la agricultura española se viera determinada por la Política Agraria Común (PAC), que analizaremos más adelante.

USO Y APROVECHAMIENTOS AGRARIOS

Los principales aprovechamientos agrarios son la agricultura, que supone el 56 % de la Producción Final Agraria (PFA); la ganadería, que aporta el 40 % de la PFA; y la explotación forestal, que sólo aporta el 4 %. Sin embargo, estos porcentajes oculta fuerte contrastes regionales. Así, en las zonas de clima oceánico (Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco) y el entorno de las grandes áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona predomina la ganadería en la PFA debido a la abundancia de pastos naturales en las primeras zonas y a la fuerte demanda de productos cárnicos en las segundas. En las zonas de suelos pobres de las penillanuras occidentales (desde León a Extremadura), en el entorno de Madrid y su unión con Cataluña (Ávila, Soria, Toledo. Guadalajara y Aragón) y en las Islas Baleares se produce un equilibrio entre agricultura y ganadería. En el resto de España hay un predominio claro de los usos agrarios.

Aprovechamientos agrícolas

Los principales sistemas de cultivo son, por un lado, el regadío, consistente en el aporte artificial de agua, que se da en las llanuras y depresiones de las zonas de clima Mediterráneo, especialmente junto a los grandes cursos fluviales, cuya agua es fácil de usar; y por otro, el secano, predominante en las zonas del interior peninsular. Del mismo modo, podemos distinguir entre agricultura de mercado y de subsistencia, monocultivo y policultivo, e intensiva o extensiva. En general, la primera alternativa de estos binomios es la que está predominando sobre la segunda alternativa, que era la tradicionalmente dominante.
Los principales tipos de cultivo son los leñosos y los herbáceos. En cuanto a los leñosos, en las zonas de agricultura de regadío predominan los frutales y en los de secano el olivar, el viñedo y otras especies como el almendro, pudiendo todos ellos cultivarse en regadíos mixtos, es decir, zonas regadas de manera ocasional en función de las condiciones climáticas. Los principales cultivos herbáceos en las zonas de regadío con hortalizas, patatas y cultivos industriales como la remolacha azucarera o el tabaco. En el secano destacan los cereales, las leguminosas y las plantas forrajeras, todas ellas también susceptibles de su cultivo en regadíos mixtos. Junto con estos cultivos destacan, más por su extensión e importancia ecológica que por la económica los terrenos forestales (naturales o de repoblación) y los eriales y pastizales. Todas estas zonas se han extendido de manera destacada en las últimas décadas como consecuencia de la despoblación de zonas rurales marginales y del consiguiente abandono de cultivos.

Aprovechamientos ganaderos

Los aprovechamientos ganaderos pueden ser extensivos, que eran los tradicionalmente dominantes, o intensivos, cuya importancia es cada vez mayor.
En cuanto a la agricultura extensiva, en las zonas de clima oceánico estaba centrada en el ganado bovino, en las penillanuras occidentales en el bovino y porcino criado en dehesas y en las zonas de clima mediterráneo en el ovino y caprino.
Por lo que se refiere a la agricultura intensiva, ha crecido de manera exponencial a partir del Desarrollismo de los años 1960, ya que el desarrollo socioeconómico, unido al proceso de globalización, hizo que el consumo de carne por los españoles se convirtiera en habitual. Las principales explotaciones intensivas se desarrollan cerca de las grandes aglomeraciones urbanas, ya que las granjas de engorde de ganado bovino, porcino y aviar tienden a situarse cerca de los principales mercados para disminuir los costes de transporte.

Aprovechamientos forestales

Los aprovechamientos forestales tradicionales consistían básicamente en la explotación de la madera y la resina y también a actividades relacionadas como la caza y la recolección de frutos silvestres. Su importancia económica es cada vez menor debido a las políticas de protección del medio ambiente, lo que ha hecho que gran parte de la madera o resina producida en España provenga ya de la silvicultura, es decir, de las plantaciones de árboles.

LA INFLUENCIA DE LA POLÍTICA AGRARIA COMÚN

Al ingresar en la Comunidad Económica Europea en 1986, el sector agrario español pasó a estar condicionado por la Política Agraria Común (PAC), creada en 1962. Sus objetivos iniciales eran conseguir el autoabastecimiento europeo en materia alimenticia y garantizar un nivel de vida adecuado para la población agraria. Para ello, se concedían ayudas pra la mejora y modernización de las explotaciones a través del FEOGA (Fondo Europeo de Orientación y Garantía Agraria), se estableció un mercado común de productor agrarios y se garantizaron unos precios mínimos por encima de los existentes en el mercado mundial. Todas estas medidas permitieron un aumento de la producción y de la renta agrarios, pero a costa de unos altos excedentes y de un enorme gasto comunitario.
Estos problemas fueron los que provocaron que en 1985 se iniciara una reforma de la PAC, que culminó en 1992. La nueva PAC establecía una rebaja de los precios garantizados, las subvenciones dejaron de estar ligadas a la producción, se fomentaron las jubilaciones anticipadas y se establecieron cuotas de producción en algunos productos para reducir los excedentes. De manera paralela, se intentó diversificar la economía de las regiones rurales fomentando otras actividades como el turismo rural, la transformación de productos agrarios y el desarrollo de los servicios. Para ello, a partir de 1991 se establecieron los programas LEADER, financiados por el Fondo Europeo de Desarrollo Rural (FEADER).
La incidencia de la PAC en España ha sido notable. Así, el ingreso en un mercado común de más de 400 millones de consumidores ha permitido un fuerte desarrollo de la exportación de productos del sur y levante peninsular como el vino, el aceite, los cítricos y los productos hortofrutícolas. Además, las ayudas del FEOGA y FEDER y los programas LEADER han permitido la modernización de las actividades agrarias y el desarrollo de otras actividades y de inffraestructuras y equipamientos. Sin embargo, el sistema de cuotas ha perjudicado notablemente a las actividades agrarias del norte peninsular, especialmente a la ganadería vacuna, y os programas de desarrollo no han logrado frenar la despoblación del medio rural, como deja patente el actual movimiento social de la «España vacía».

NUEVOS USOS Y FUNCIONES DEL ESPACIO RURAL

Como ya he indicado, la población rural se caracteriza en la actualidad por la despoblación, el envejecimiento y el aumento de la población activa agraria a tiempo parcial. En este sentido, se está produciendo una progresiva desagrarización del medio rural, dada la extensión de nuevas actividades económicas como industrias agroalimentarias y el turismo rural. Asociado a este último, se están extendiendo las segundas residencias en el ámbito rural. Estas nuevas actividades económicas no han eliminado el peso de las actividades agropecuarias en el medio rural, pero son un importante complemento para sus economías y en ellas se han depositado buena parte de las esperanzas para frenar el envejecimiento y despoblación anteriormente citados.

CONCLUSIONES

Como hemos visto, las actividades agrarias en España son muy diversas, contando con unos condicionantes físicos y humanos que determinan sus características. Estos condicionantes han sido en muchas ocasiones negativos, como es el caso de las condiciones climáticas de la mayor parte del país o la deficiente estructura de la propiedad. Esto ha determinado unas condiciones tradicionales de baja productividad y falta de inovación y competitividad. La influencia de la PAC ha sido notable y ha permitido una modernización de las actividades agrarias, especialmente de los sectores más dinámicos ligados a la exportación. Sin embargo, las medidas de desarrollo y diversificación de las economías rurales se pueden decir que han fracasado, lo que ha provocado que el envejecimiento y despoblación de las zonas rurales sean una dramática realidad.

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MORFOLOGÍA Y ESTRUCTURA DE LA CIUDAD EN ESPAÑA

Resumen del Tema 10 de Geografía para Selectividad referente a la morfología y estructura urbana en España, por Carlos Javier Garrido García.

Plano de la ciudad de Barcelona, marcando zonas de centro histórico (1), periferia (2) y ensanche (3). Fuente: Distrito Único Andaluz.

INTRODUCCIÓN

La Morfología Urbana es la parte de la Geografía Urbana dedicada al análisis de la estructura urbana a través de su plano, es decir, de la proyección cartográfica de sus elementos (manzanas edificadas, vías de comunicación, edificios singulares) o de su imagen, el llamado paisaje urbano.

Ambos elementos, plano y paisaje, vienen condicionados por el emplazamiento geográfico de la ciudad y por las características de su plano, dependientes de la forma de crecimiento de la ciudad, ya sea planificado u orgánico. Todas estos elementos, centrándonos en el plano, los analizaremos para el caso de las ciudades españolas.
Por otra parte, en el tema anterior hemos analizado las diferentes funciones urbanas. En este tema analizaremos su distribución en el espacio urbano, que provoca una clara segregación espacial del mismo.

PRINCIPALES RASGOS MORFOLÓGICOS DE LA CIUDAD EN ESPAÑA

La ciudad española presenta algunos rasgos específicos en cuanto a su morfología y estructura urbana. Así, se caracteriza por la existencia de planos mixtos en los que destaca, dado lo temprano de su proceso de urbanización (colonizaciones y romanización), la amplitud de sus cascos históricos.

El retraso, y en buena medida fracaso, del proceso de industrialización en el siglo XIX y primera mitad del XX supone una poca importancia, salvo casos concretos, de los ensanches burgueses.

Finalmente, el fuerte y rápido crecimiento económico y urbano experimentado a partir del “Desarrollismo” de los años 1960 ha provocado que las periferias sean el principal sector de las grandes ciudades españolas. Además, su surgimiento durante la Dictadura de Franco, en la que la regulación y planificación urbanísticas eran muy tenues, ha provocado que esta periferia esté poco articulada y presente zonas muy diferentes en su interior en todos los aspectos (plano, funciones, grupos sociales).

EL PLANO DE LA CIUDAD

En este apartado vamos a analizar uno de los elementos clave de la estructura urbana: los distintos tipos de plano urbano existentes y cual es su localización dentro de las ciudades. Esta localización es consecuencia de la evolución del proceso de urbanización que hemos visto en el tema anterior.
Los principales tipos de plano son el irregular y el regular, denominado también ortogonal, en damero, en cuadrícula o hipodámico. En cualquier caso, en una ciudad no suele predominar un único tipo de plano, sino que se mezclan varios de ellos dando lugar a planos mixtos y complejos.

Plano irregular

En cuanto al plano irregular, se caracteriza por la falta de estructura aparente del entramado urbano, en el que apenas se diferencias las calles principales de las secundarias.

Las calles tienen un trazado irregular, lo que da lugar a manzanas y parcelas con una forma y tamaño muy diferentes.

Este tipo de plano es el característico de los cascos históricos, ya que en época medieval y moderna se daba prioridad al aprovechamiento máximo del espacio dentro del recinto amurallado y no había ningún tipo de planificación urbana.

Este tipo de plano se da también en algunas zonas de la periferia, creadas en las épocas de la industrialización del siglo XIX y en el Desarrollismo de los años 60. Coinciden con los antiguos barrios obreros, nacidos en una situación en la que el planeamiento urbanístico o no existía o era muy tenue.

Plano regular, ortogonal o en damero

El plano regular se caracteriza porque las calles, claramente jerarquizadas, se cortan en ángulo recto, dando lugar a manzanas de tamaño y forma similar. Se trata de un tipo de plano totalmente regulado y planificado.

Es característico de los ensanches del siglo XIX, en los que se asentaron las nuevas clases altas y medias burguesas. Este es el caso de los ensanches de Madrid y Barcelona, de mediados de siglo.

Este tipo de plano también es característico de zonas de la periferia surgidas a finales del Desarrollismo y durante el periodo democrático, cuando la regulación y planificación urbanística acaba por consolidarse.

Otros tipos de plano: lineal y radiocéntrico

Estos tipos de plano vienen condicionados principalmente por el emplazamiento de la ciudad.

Así, el plano lineal se da cuando la ciudad, o parte de la ciudad, surge en torno a una vía de comunicación, junto a la costa o en el valle de un río. Se trata de un plano caracterizado por calles de trazado rectilíneo, que se cortan en ángulo recto, pero que dan lugar a manzanas de diverso tamaño.
El plano radiocéntrico se da cuando el crecimiento urbano se produce a partir de un punto, generalmente elevado, en coronas sucesivas o mancha de aceite.

LA ESTRUCTURA URBANA: LOS USOS DEL ESPACIO EN EL INTERIOR DE LA CIUDAD

Las tres principales funciones de la ciudad (residencial, industrial y de servicios) se concentran en distintos lugares de la ciudad, dando lugar a la llamada estructura urbana funcional.

Los espacios residenciales: la segregación urbana

Las distintas características de condiciones higiénico-sanitarias, de antigüedad, de accesibilidad y de calidad de los barrios y viviendas de cada zona de la ciudad hacen que determinadas clases sociales tiendan a agruparse dando lugar a la segregación urbana.
Así, en los cascos históricos tiende a concentrarse población de avanzada edad y, dado el deterioro de muchas zonas y las dificultades de acceso, acogen a clases bajas o medias bajas. Sin embargo, la rehabilitación reciente de los cascos históricos y el establecimiento en ellos de servicios, tales como los parkings subterráneos, ha hecho de los cascos históricos unos lugares de clases sociales contrastadas, a las que se añade en las grandes ciudades turísticas el uso de muchas de las viviendas rehabilitadas como alojamientos turísticos. Muchos de estos no están regulados y han provocado problemas de convivencia vecinal y un aumento del precio de los alquileres, lo que está desplazando a las clases medias y bajas a otras zonas de la ciudad.
En los ensanches burgueses, dada la buena calidad de las viviendas y su adecuado trazado viario, tienden a concentrarse las clases altas y medias.
En cuanto a la periferia, acoge a grupos sociales muy heterogéneos, dada la heterogeneidad de los barrios que la forman. Así, en las primeras zonas de expansión de los años del “Desarrollismo” tienden a concentrarse clases medias y medias-bajas. Dada su antigüedad, hay barrios de este tipo muy degradados, asentándose en ellos población de clase baja. En las zonas de expansión más recientes se mezclan barriadas en bloque, habitadas por clases medias y, en algunos casos bajas, dando lugar incluso a barrios marginales; urbanizaciones de viviendas adosadas (clases medias y medias-altas) y de chalets independientes (clases altas).

Los espacios industriales

Durante el proceso de industrialización las industrias se localizaron preferentemente en los barrios obreros de la periferia. Muchas de ellas perviven en la actualidad, situándose dentro del caso urbano y generando, por tanto, problemas ambientales. A partir del “Desarrollismo” de los años 1960 tendieron a concentrarse en polígonos industriales situados en la periferia, fuera del casco urbano y junto a las principales vías de comunicación, buscando evitar problemas ambientales, un menor precio del suelo, una mejor accesibilidad y unos servicios e infraestructuras adecuados. La mejora de estos últimos ha dado lugar a los recientes parques empresariales y parques tecnológicos.

Los espacios de servicios

Los espacios de servicios se distribuyen por la ciudad en función de sus características y destinatarios.
Así, los servicios de proximidad, tales como los servicios comerciales y hosteleros no especializados y los servicios básicos de salud y educación primaria-secundaria, se localizan de manera dispersa en las zonas residenciales.
Los servicios comerciales y hosteleros especializados o de centralidad se concentraban tradicionalmente en el centro comercial de la ciudad, situado en el casco histórico y ensanche. Sin embargo, cada vez tienden más a situarse en los centros comerciales de ocio y consumo que se sitúan en la periferia, buscando una buena accesibilidad y bajos precios del suelo.
Los servicios turísticos tienden a concentrarse en torno a la zona de atracción turística. Así, por ejemplo, en las zonas de turismo de sol y playa tenderán a situarse en los paseos marítimos y zonas adyacentes.
Los servicios financieros y de seguros tienen una doble localización. Las sedes sociales se localizan en el centro urbano (casco histórico o ensanche), el llamado Central Business District (CBD), mientras que las sucursales se distribuyen por las zonas residenciales.
Los servicios públicos especializados, tales como sedes del poder político y de la gestión administrativa, educación superior, servicios sanitarios especializados (hospitales), fuerzas de seguridad y comunicaciones, tradicionalmente se han establecido en las zonas centrales de la ciudad (casco histórico o ensanche), aunque recientemente buscan una localización periférica.
Por último, los servicios culturales (museos, galerías de arte, bibliotecas) y de ocio (cines, teatros, plazas de toros, campos de fútbol), han tendido a concentrarse en los centros históricos y ensanches. Sin embargo, recientemente los servicios de ocio han tendido a desplazarse a las periferias.
Como se ha podido observar, la localización de los servicios está tendiendo en general a su dispersión hacia la periferia.

CONCLUSIONES

Las sociedades desarrolladas contemporáneas son básicamente urbanas, concentrando las ciudades la mayor parte de la población, de la actividad económica y del poder decisorio y de articulación sobre el conjunto del territorio.

Las ciudades españolas presentan unas características específicas en cuanto a su morfología y su estructura urbana, herencia de su temprano origen, retraso en su desarrollo y crecimiento exponencial reciente. Este crecimiento fue en sus primeras etapas descontrolado, lo que ha provocado, junto con la masificación que comporta la misma urbanización, problemas importantes como fuertes desequilibrios territoriales y problemas de abastecimiento, tráfico denso, contaminación, residuos, precio de la vivienda, deudas municipales y delincuencia-marginación social.

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EL PROCESO DE URBANIZACIÓN EN ESPAÑA Y EL SISTEMA DE CIUDADES

Resumen del Tema 9 de Geografía para Selectividad, referente al proceso de urbanización y al sistema de ciudades en España, por Carlos Javier Garrido García.

Mapa de laos principales ejes urbanos de España. Fuente: Distrito Único Andaluz.

INTRODUCCIÓN

Para entender el proceso de urbanización y el sistema de ciudades en España debemos partir del concepto de hábitat urbano. El concepto de hábitat se refiere a los espacios habitados. Tradicionalmente se ha distinguido entre hábitat rural y urbano, aunque no es sencilla su diferenciación. Por ello, se han utilizado múltiples criterios para definir lo que es una ciudad y diferenciarla, por tanto, del hábitat rural. Los principales criterios han sido: poblacional (existencia de una población mínima, que en el caso de España se fija en 10.000 habitantes), densidad (espacio amplio totalmente urbanizado con continuidad espacial), morfológico (edificios de mayor porte, presencia de instituciones y grandes espacios públicos) y territorial (centro prestador de servicios y organizador de un amplio territorio que constituye su área de influencia).

En este tema vamos a analizar las principales etapas del proceso de urbanización en España y la organización del sistema jerárquico urbano en nuestro país. Ambos aspectos son de capital importancia ya que, como el resto de los países desarrollados, España es un país esencialmente urbano, concentrándose en las ciudades la mayor parte de la población y de las actividades económicas.

PRINCIPALES ETAPAS DEL PROCESO DE URBANIZACIÓN EN ESPAÑA

De los orígenes al siglo XVIII

Los orígenes de las ciudades españolas se sitúan en la Antigüedad, con las colonizaciones fenicias, griegas y cartaginenses en el primer milenio a.C. y, sobre todo, con la conquista romana y el proceso de romanización a partir del año 218 a.C. Durante esta última, que se extiende hasta el siglo V d.C., se establece la base de la estructura urbana actual y se introduce un modelo de ciudad planificada.

Durante la época medieval (siglos V al XV) conviven en España dos tipos de ciudades: las ciudad islámica y la cristiana, compartiendo ambas características como su carácter amurallado, sus planos irregulares de crecimiento orgánico y su función religiosa, comercial y artesanal, siendo la diferencia más destacada la importancia de los espacios públicos en la ciudad cristiana mientras que en la musulmana hay una total separación entre estos y los espacios privados.

Durante la Edad Moderna (siglos XV-XVIII) las ciudades crecen gracias al desarrollo comercial y artesanal pero lo siguen haciendo sin planificación. Un cambio es su monumentalización a cargo de las autoridades civiles y eclesiásticas, lo que podemos relacionar con la propaganda ideológica ligada al establecimiento de la monarquía absoluta y de la contrarreforma católica.

La ciudad española en el siglo XIX y primera mitad del XX

La industrialización trajo un nuevo modelo de ciudad basado en el crecimiento urbano (gracias al éxodo rural), la planificación y mejora de las condiciones higiénicas (trazados regulares planificados; pavimentación, alcantarillado, iluminación nocturna y ensanchamiento de calles, derribo de murallas, cementerios en la periferia), la creación de nuevos espacios e hitos (edificios públicos, comerciales y bancarios, nuevos centros de ocio como teatros y cines y parques públicos), la segregación urbana (división de la ciudad en casco histórico, ensanches burgueses con plano regular y buenas condiciones higiénicas, y barrios obreros e industriales en la periferia con plano irregular, crecimiento orgánico y grandes deficiencias dotacionales e higiénicas) y la importancia de los nuevos medios de comunicación en su crecimiento y articulación (ferrocarril, bicicleta, tranvía y, ya en el siglo XX, los vehículos con motor de explosión).

En España el proceso de industrialización fracasó, limitándose a determinadas regiones del país, como Cataluña, País Vasco y Madrid. Es en estas zonas donde se desarrolla un proceso de urbanización destacado, mientras que el resto del país sigue siendo rural.

La incidencia del “Desarrollismo” en la evolución urbana

El fuerte desarrollo socioeconómico que registra España entre 1959 y 1973 y el desequilibrio territorial con que se produjo tuvieron el efecto de un destacado éxodo rural y crecimiento de las ciudades. Estas sufrieron problemas de infravivienda y deficiencias dotacionales, frente a lo cual se iniciaron las políticas de planificación urbanística municipal y de subvención estatal a la vivienda.

El crecimiento urbano supuso la consolidación de las áreas metropolitanas y aglomeraciones urbanas, el nacimiento de las ciudades dormitorio y de las ciudades turísticas. Es en esta época cuando se consolidan las principales áreas y ejes urbanos.

El urbanismo democrático y la evolución actual

Con la Transición a la Democracia, consolidada en 1978, se asienta definitivamente el sistema de regulación municipal y se establece un nuevo modelo de ciudad como consecuencia de la modernización social y de la consolidación del desarrollo socioeconómico.

La nueva ciudad se caracteriza por el fortalecimiento de la expansión metropolitana, el surgimiento de conurbaciones y regiones urbanas, por el modelo de ciudad difusa en torno a las vías de comunicación, por el establecimiento en la periferia de centros de ocio y consumo, polígonos industriales y tecnológicos y zonas residenciales, por la creciente verticalización y por los problemas de especulación que dieron lugar, finalmente, al estallido de la crisis en 2008.

 EL SISTEMA INTERURBANO: JERARQUÍA, FUNCIONES Y ZONAS DE INFLUENCIA

Jerarquía urbana en España

Las ciudades se relacionan entre sí y forman redes urbanas y sistemas urbanos de estructuración jerárquica.

En el caso de España la red urbana se estructura en función de factores internos, como la evolución histórica, la consolidación de las Comunidades Autónomas y la mejora de las infraestructuras de transporte, y factores externos, como la importancia en el contexto internacional globalizado de los distintos núcleos y zonas urbanos.

Como consecuencia de todo ello, el sistema urbano español se caracteriza por su distribución periférica (costas mediterráneas y atlánticas, con los ejes urbanos catalán-levantino, andaluz, occidental gallego y cantábrico) pero con tres importantes focos en el interior (Madrid, Zaragoza y Valladolid). En la jerarquía urbana se distinguen seis rangos urbanos: metrópolis altamente globalizadas (Madrid y Barcelona), grandes ciudades nacionales (Valencia, Bilbao, Zaragoza, Sevilla y Málaga), centros urbanos regionales (como Granada), ciudades medias (como Jaén), ciudades pequeñas (como Úbeda) y cabeceras comarcales (como Villacarrillo). Para diferenciar los distintos rangos se tienen en cuenta las funciones urbanas y el ámbito de influencia de cada núcleo urbano, aspectos que analizamos en el siguiente epígrafe.

En cualquier caso, el crecimiento de las ciudades ha hecho que la cúspide de la jerarquía urbana la ocupen, más que ciudades en sentido estricto, áreas metropolitanas. Estas se consolidan a partir de la segunda mitad del siglo XX y con el conjunto urbano compuesto por una ciudad central y los núcleos, también rurales, dependientes de ella, superando el conjunto más de 300.000 habitantes y funcionando como una unidad de mercado y de gestión.

Las funciones urbanas y las zonas de influencia

Como se ha indicado antes, la jerarquía urbana se establece teniendo en cuenta las funciones y áreas de influencia de cada núcleo urbano. En cuanto a las funciones, son básicamente tres: residencial, de servicios e industrial, tendiendo a concentrarse cada una de estas funciones en un sector determinado de la ciudad. Esto es lo que se denomina estructura funcional de la ciudad. Esta será analizada pormenorizadamente en el siguiente tema.

Tradicionalmente, se han establecido distintas tipologías funcionales de ciudades, teniendo en cuenta la función que se consideraba como la más importante o fundamental de cada núcleo urbano. Así, se ha hablado de ciudades administrativas, industriales, turísticas, comerciales, universitarias, etc. Sin negar la importancia de una determinada función en los núcleos urbanos, hay que tener en cuenta que todos los núcleos urbanos son, en esencia, multifuncionales.

Si algo caracteriza a los núcleos urbanos es que realizan diversas funciones destinadas tanto a su consumo interno como al de su área de influencia, en las que ejercen también un papel director en cuanto a su conformación geográfica y organización económica, administrativa y de infraestructuras. Como ya se ha indicado, este es uno de los elementos definidores de la ciudad y, teniendo en cuenta la amplitud de las distintas áreas de influencia, el elemento determinante a la hora de fijar la jerarquía urbana.

PRINCIPALES ÁREAS Y EJES URBANOS

Como ya se ha indicado antes, podemos distinguir en España cuatro grandes áreas o ejes urbanos, situados en la periferia peninsular, y tres núcleos aislados en el interior.

El primero de los ejes es el catalán-levantino, que se extiende desde Gerona a Murcia. Está articulado en torno a las áreas metropolitanas de Barcelona y Valencia y cuenta con otros centros urbanos regionales como Tarragona, Alicante y Murcia. Es el principal eje urbano español y coincide con uno de los principales ejes de desarrollo económico del país, el Mediterráneo.

El eje urbano andaluz se articula en dos ramas: una que coincide con el Valle del Guadalquivir, con centro en Sevilla, y otro con el litoral mediterráneo, con centro en Málaga, gracias al desarrollo agrario, a las fáciles comunicaciones y al peso del turismo.

El eje urbano gallego occidental, ocupa el litoral atlántico gallego y tiene como núcleos principales La Coruña y Vigo, aunque es un eje estancado desde la crisis de reconversión iniciada tras la crisis del petróleo de 1973.

Igual estancamiento afecta al eje cantábrico, que se extiende desde Asturias (donde destaca el área urbana en torno a Gijón, Avilés y Oviedo) hasta Cantabria (Santander-Torrelavega) y el País Vasco (Bilbao, San Sebastián y Vitoria). En este último caso, se ha logrado superar el estancamiento al entrar a formar parte del eje de expansión económica del Ebro.

En cuanto a los núcleos dispersos del interior, el principal es Madrid, beneficiado por su capitalidad administrativa y por ser el centro de la red radial de transportes, constituyendo en la actualidad la principal área metropolitana de España. Le sigue en importancia Zaragoza, beneficiada por su posición intermedia entre las dos grandes áreas metropolitanas españolas (Madrid y Barcelona) y por su situación en el eje de expansión económica del Ebro. Por último, Valladolid se beneficia de su situación central y capitalidad administrativa dentro de la Submeseta Norte.

 CONCLUSIONES

España es en la actualidad un país esencialmente urbano, en el que el 77 % de su población vive en núcleos urbanos. Este rasgo, propio de cualquier país desarrollado y que tiende a acentuarse cada vez más, tiene el rasgo propio de presentar una estructura jerárquica en la que el peso de las grandes metrópolis es muy alto y en una distribución espacial con grandes contrastes entre los grandes ejes urbanos y unas zonas interiores escasamente urbanizadas, con redes urbanas poco estructuradas y con un despoblamiento del medio rural cada vez más acusado.

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RUTA HISTÓRICA POR LA VILLA DE RIÓPAR (ALBACETE)

Guía de una ruta histórica por la villa de Riópar (Albacete), por Carlos Javier Garrido García.

Vistas desde Riópar VIejo.

PRESENTACIÓN

La villa de Riópar se sitúa en la provincia de Albacete, en la región natural e histórica de la Sierra de Segura, en las Cordilleras Béticas. Es, por tanto, una zona de montaña caracterizada por el relieve accidentado y un clima de montaña con temperaturas contrastadas y altas precipitaciones, y situada en la cuenca del río Mundo, afluente del Segura.

El término Riópar deriva del término latino “Rivus Oppae”, es decir, “Río de la Zorra”. La villa cuenta, según datos de 2017, con 1.391 habitantes, vive en gran parte del turismo rural, asociado a su patrimonio histórico-artístico y natural (con especial mención al Nacimiento del Río Mundo) y a la existencia de servicios hosteleros de calidad. El desarrollo turístico ha permitido frenar en cierto modo el éxodo rural masivo que sufrió la localidad, que contaba con 3.063 habitantes en 1940.

Vamos a centrar nuestra visita en los dos grandes atractivos históricos del municipio: por un lado, Riópar Viejo, primitivo núcleo urbano abandonado y que actualmente acoge una villa turística, y, por otro, la Reales Fábricas de San Juan de Alcaraz, en torno a las cuales surgió la actual localidad.

RIÓPAR VIEJO

Orígenes

Como se ha indicado, es el núcleo originario de la localidad. Está situado en una meseta de acceso escarpado, de fácil defensa. A sus pies se sitúa el yacimiento neolítico de La Marija, perteneciente al Bronce Final.

La presencia romana queda atestiguada por el hallazgo del denominado “Tesorillo romano de Riópar”, consistente en 364 monedas que se conservan en el Museo Arqueológico de Albacete.

La «Reconquista»

El dominio musulmán acaba en 1213, cuando Alfonso VIII, tras haber ocupado Alcaraz, hizo lo propio con Riópar, estableciendo en el mismo un concejo independiente hasta que en 1256 la localidad fue entregada al Concejo de Alcaraz como aldea dependiente del mismo.

El señorío de los condes de Paredes de Nava

En 1477, y tras enfrentamiento entre el marqués de Villena y Rodrigo Manrique, comendador de Segura y primer conde de Paredes de Nava, en el marco de los cuales la localidad de Riópar llegó a sufrir un asedio de varios meses, esta fue entregada, junto con Cotillas, al Conde de Paredes.

El señorío de la localidad pasó al conde de Navas de Amores en 1746.

La sujeción al señorío hizo que la villa sufriera un acusado proceso de crisis socioeconómica y despoblación. Así lo muestran los datos que aporta el Catastro de Ensenada, realizado en esta localidad en febrero de 1753.

El Catastro de Ensenada (1753)

Según los datos de Ensenada, la localidad contaba con unos 60 vecinos o familias, es decir, aproximadamente 240 habitantes. De ellos, la mayoría se concentraban en la localidad, mientras que 4 familias lo hacían en casas de campo.

Había 68 casas, “las treinta de ellas habitables, veinte derrotadas y maltratadas y las diez y ocho destruidas y con necesidad para su subsistencia de muchos reparos”, situación que muestra la crisis ya citada.

La economía local descansaba en la agricultura. En el término municipal había 3.300 cuerdas o fanegas sembradas, de las que 1.000 eran de regadío, 1.700 de secano, 200 de matorral, 100 de viña y 300 eran dehesas pertenecientes a los propios concejiles. Predominaba una agricultura de subsistencia, siendo los principales cultivos el trigo, la cebada, el centeno, las legumbres, el cáñamo y algunos frutales.

El sector secundario se centraba en la transformación de cereales, existiendo un molino harinero en el río de la Vega, propiedad del Concejo, y 5 hornos de cocer pan. La artesanía se limitaba a la existencia de un sastre.

El sector servicios estaba poco desarrollado, como no podía ser de otro modo en una economía subdesarrollada de subsistencia. Así, el comercio se limitaba a la existencia de 5 arrieros, indicando que no había tiendas, panaderías ni mesones, no existiendo ni comerciantes ni tenderos. En cuanto a los servicios, no había Hospital, siendo el único servicio sanitario un cirujano (Francisco Beltrán Toro), al que el Concejo daba una ayuda anual de 100 reales para el desempeño de su oficio. En cuanto a la educación, había un maestro de primeras letras (Ignacio Morcillo) que compatibilizaba su empleo con el de sacristán de la Iglesia.

La polarización social era destacada, aunque estaba atenuada por la emigración. Así, había en la localidad 9 familias de jornaleros y 8 de pobres de solemnidad, suponiendo el conjunto de ambos grupos el 28’3 % de la población total.

Tras el establecimiento de las Reales Fábricas en 1773, que veremos en el siguiente apartado, la población se empezó a desplazar hacia lo que actualmente se conoce como Riópar o Riópar Nuevo.

Riópar en el «Diccionario» de Madoz (1849)

A mediados del siglo XIX, el Diccionario de Pascual Madoz, de 1849, indica que la localidad, dotada de ayuntamiento, pertenecía al partido judicial de Alcaraz. Estaba situada “en la cúspide de un elevado cerro cortado de difícil y áspero acceso, su clima es frío y poco sano”.

La población ascendía a 196 vecinos o familias, unos 784 habitantes, mostrando estos datos el crecimiento registrado desde 1753 gracias a las fábricas. Había en la localidad 190 casas, incluidas la casa consistorial, la cárcel, la Iglesia Parroquial del Espíritu Santo (servida por un cura y un sacristán) y una escuela de instrucción primaria, que era frecuentada sólo por 30 alumnos, además de “las célebres mina y fábricas de cobre y zinc”.

En cuanto a las características del terreno municipal, el Diccionario indica que “fertilizado por el río Mundo y otro riachuelo que viniendo de Alcaraz desagua en él, es de buena calidad; participa de quebrado y llano; comprende buenos montes poblados de encina, roble, marojo, tejos, pinos, acebos y avellanos, con diferentes arbustos”.

Uno de los principales problemas de la localidad era la incomunicación, calificando a los caminos, tanto locales como los que se dirigían a La Mancha, Valencia y Murcia como “en mediano estado”. Además, no había servicio de correos, ya que “se recibe y despacha en la cabeza de partido”, es decir, Alcaraz.

La economía se basaba en el sector primario, destacando la producción de “trigo, cebada, centeno, avena, maíz, patatas, frutas, legumbres, seda, leñas de combustible, maderas de construcción y buenos pastos con los que se mantiene ganado lanar, cabrío, vacuno y asnal; hay caza de perdices, conejos, jabalíes y corzos”.

El sector industrial se limitaba a “3 molinos harineros, un batán, el laboreo de las minas y el trabajo en las fábricas”.

El comercio era muy escaso, exportándose de la localidad el “sobrante de frutas y ganados y producción de las fábricas”, e importándose “los artículos que faltan”. La descripción que el Diccionario hace de las fábricas la veremos más adelante.

El plano de Riópar Viejo en 1885

En el plano de la localidad realizado en 1885 y que se conserva en el Instituto Geográfico Nacional, se puede apreciar la Iglesia (manzana 1) y el caserío, que coincide básicamente con el actual.

Plano de Riópar Viejo en 1885. Instituto Geográfico Nacional.

Llama poderosamente la atención su extensión, muy limitada para los casi 200 vecinos existentes. Hay que tener en cuenta que buena parte de los mismos se asentaba en Fábricas, en las cortijadas dispersas por el término y en aldeas como la de Casa de la Noguera, de la cual tenemos también un plano de 1887 en el Instituto Geográfico Nacional.

Plano de la aldea de Casa de la Noguera en 1887. Instituto Geográfico Nacional.

Riópar en el siglo XX

La crisis de las Fábricas desde finales del siglo XIX, por el progresivo agotamiento de las minas, hizo que la localidad sufriera una regresión demográfica, que invierte su tendencia en las décadas de 1930 y 1930, como podemos ver en la gráfica adjunta, procedente de Wikipedia.

Evolución demográfica de Riópar, 1900-2005. Fuente: Wikipedia.

La Guerra Civil española (1936-1939), como no podía ser de otro modo, afectó a la localidad.

Tras el estallido del golpe de Estado en julio de 1936, se inicia en el bando republicano un proceso revolucionario, que empezó a afectar a la localidad en octubre de 1936, tal y como informa la Causa General. Ese mes “profanaron la Capilla de San Juan Bautista”, situada dentro del complejo de las fábricas, “rompieron las imágenes, quemando objetos de madera y destruyendo otros de metal destinados al culto”. Del mismo modo, se iniciaron los actos de represión contra personas de derechas, aunque no se llegaron a cometer asesinatos. Así, a 10 personas de ideología conservadora “les obligaron a cavar” y a “tres Guardias de oficio… les bañaron la cabeza en un pilar y les obligaron a decir por las calles cosas en contra de su honor”. Por otra parte, en el terreno económico, “se hicieron saqueos en casas de individuos de derechas, de cereales y otros efectos”; “se impusieron multas de 100 a 5.000 pesetas” a 33 personas y a la “Industrial Metalúrgica de San Juan de Alcaraz”; y se incautaron 8 coches, cuatro de ellos a la citada “Industrial”.

El 10 de enero de 1937 fue profanada y saqueada la Iglesia Parroquial del Espíritu Santo, en Riópar Viejo, y el 2 de julio de ese año se produjo la única muerte violenta ligada al conflicto en la localidad. La víctima fue Amadeo González Marset, obrero metalúrgico de 24 años, que apareció muerto con heridas de arma de fuego en la Plaza del Conde de Velle. Era militante del sindicato CNT, por lo que su muerte quizás se debió a los enfrentamientos internos entre anarquistas y marxistas, tan frecuentes en la retaguardia republicana.

Una vez acabada la Guerra, la localidad alcanza su máxima población en 1940, sufriendo a partir de entonces un agudo descenso demográfico, como podemos ver en la gráfica ya citada. El descenso demográfico se debió al éxodo rural, especialmente intenso en los años 1950-1970 junto con la crisis y cierre definitivo de las fábricas en 1996. En este periodo se completa el traspaso de la población desde Riópar Viejo a l entorno de las Fábricas. De hecho, Riópar Viejo quedó totalmente despoblado, muriendo su último habitante en 1999.

A partir de entonces, los restos de la localidad son restaurados, convirtiéndose en una villa turística ya en el siglo XXI. Precisamente, el desarrollo de las actividades turísticas permitió frenar la sangría demográfica, pasando la población a estabilizarse, tal y como se puede apreciar en la gráfica. Sin embargo, en los últimos años la población ha vuelto a bajar, debido al envejecimiento demográfico. Esto deja claro, en mi opinión, que el desarrollo turístico no es capaz, por sí solo, de frenar el despoblamiento rural.

Puntos de interés histórico-artístico en Riópar Viejo

Los principales puntos de interés en Riópar Viejo, aparte de su situación topográfica y magníficas vistas son los restos del recinto amurallado, los restos del antiguo cementerio (situado dentro del recinto amurallado y con algunos enterramientos recientes) y extramuros la Iglesia Parroquial del Espíritu Santo, de estilo gótico y datable en el siglo XV.

Restos de las murallas medievales de Riópar Viejo.

“FÁBRICAS” O RIÓPAR NUEVO

Orígenes

La actual localidad de Riópar tiene su origen en el establecimiento de las fábricas en el siglo XVIII. De hecho, la denominación tradicional de este núcleo de población, que se mantiene a nivel popular incluso en la actualidad, es la de “Fábricas”.

El establecimiento de las fábricas de zinc y latón tiene su origen en el reformismo económico llevado a cabo por la nueva dinastía borbónica en el siglo XVIII, especialmente intenso durante el reinado de Carlos III (1759-1788). Uno de sus objetivos fue el fomento de la artesanía a través del establecimiento de manufacturas reales.

En este marco es en el que se produce en 1771 la visita a la localidad del ingeniero austríaco Juan Jorge Graubner, atraído por la noticia de la existencia en la localidad de una mina de calamina, mineral del que se extrae el zinc, que en aleación con el cobre da lugar al latón.

Con estas noticias, el rey Carlos III decidió fundar, mediante Real Cédula de 19 de febrero de 1773, las Reales Fábricas de San Juan de Alcaraz, en la actual población de Riópar, y la de San Jorge, situada junto al río Mundo y las minas, en lo que ahora se conoce como El Laminador. Precisamente, en 1781 se creó la Presa del Laminador, cuyas aguas se empleaban en mover la maquinaria, aumentando la producción.

Las fábricas quedaron bajo administración real hasta el 31 de diciembre de 1821, en que fueron cedidas a Josefa Fernández de Figueras. En 1846 se formó la Sociedad “Compañía Metalúrgica de San Juan de Alcaraz”.

Las Fábricas en el «Diccionario» de Madoz (1849)

Tres años después de la creación de la Compañía contamos con la descripción que de las instalaciones hace el Diccionario de Pascual Madoz en una entrada dedicada a la “mina y fábricas de zinc y latón denominadas de San Juan y San Jorge y conocidas generalmente con el nombre de Fábricas de San Juan de Alcaraz”.

Indica Madoz que se situaban “al Sureste de la villa de Riópar, y a la distancia de ¼ de legua”. Seguidamente ofrece una descripción de las instalaciones fabriles, que podemos cotejar con el plano de las mismas de 1886 que se conserva en el Instituto Geográfico Nacional.

En cuanto a las fábricas de San Juan, indica que “luego que se baja de la población [de Riópar] se encuentra una ferrería abandonada, que fue del ex infante Don Sebastián… Como a un tiro de fusil se halla el primer establecimiento de las fábricas, en el que se elaboran cazos y toda suerte de casquería, como braseros, chocolateras, etcétera, conteniendo además habitaciones para los operarios; a la izquierda de este establecimiento, hay otro donde se hacen calderas y casquería de cobre; sigue luego una acera de edificios en línea como de 200 varas, que sirven para almacén de carbón y casas de operarios, hasta llegar al que ocupan la Dirección y sus empleados con buenos almacenes y varios establecimientos, entre ellos fraguas, tornos y otros; es magnífico edificio casi cuadrado, con un gran patio en el centro, y en medio de él una fuente de aguas potables, su fachada principal que está al Sur, tendrá unas 50 varas de longitud; desde la puerta del edificio hasta la que conduce al patio, hay un cobertizo en el que se colocan las tiendas todos los domingos en cuyo día se celebra mercado; a la derecha se encuentran la entrada a las oficinas y parte alta del edificio ocupada por la Dirección, hallándose también las habitaciones de los empleados, formando el todo un corredor hasta llegar al costado del Norte que lo forma la iglesia (dedicada a San Juan Bautista) y una oficina para fundir casquería y piezas de pequeño calibre; al fin de la galería hay una bajada para el patio, y entre la iglesia y la indicada pieza, una puerta que conduce a un molino harinero, al martinete de hacer calderas, y a otras habitaciones destinadas a almacenes de madera; hállase también dentro de este edificio un horno de pan cocer; delante de la puerta principal se ve una explanada, y al otro lado diez pequeñas casas, una posada de escasas comodidades, y un poco más retiradas otras tres o cuatro casas también reducidas, una gran huerta arbolada y una fuente cuyas aguas solo se aprovechan apara abrevar los ganados; desde este punto principia un camino, al principio áspero, y luego llano y delicioso, formado por una alameda de olmos, plátanos y otros árboles, que conduce al departamento llamado el Laminador”.

El plano de las Fábricas en 1886

En el plano de las Fábricas de San Juan de Alcaraz de 1886 que se conserva en el Instituto Geográfico Nacional, se puede observar cómo estas se dividían en tres complejos: San Rafael, con talleres de fundición, almacén de maderas y viviendas de operarios; San Juan en sentido estricto, con las oficinas, Iglesia de San Juan Bautista, habitaciones del Director, escuelas y casa-comercio; y San Carlos, con el taller de quincalla y almacenes, la balsa de la quincalla y el taller de cartuchos.

Plano de las Fábricas de Riópar en 1886. Instituto Geográfico Nacional.

El Laminador

Describe también Madoz el Laminador, del que contamos también con un plano del Instituto Geográfico Nacional para cotejar la descripción. Indica Madoz que el Laminador contaba con “un edificio suntuoso en el que se elaboran planchas de zinc, cobre rojo y amarillo, se tira el alambre, se blanquea y devana, todo por medio de una máquina que impulsa una sierra para maderas; se refina el zinc, y se fabrica latón; frente a la puerta principal de este edificio, en la cerca que forma su gran plaza, se ve otra puerta que conduce al establecimiento donde se extrae el zinc, a la fábrica de crisoles, a los almacenes de metales y depósito de combustibles; esta oficina se halla al pie de la montaña en que está la mina de zinc, origen de los demás establecimientos”. Además, indica que “para las operaciones de la fundición, hay dos pares de hornos, el uno contiene 50 crisoles y el otro 60”.

En El Laminador, el mapa de 1885 del Instituto Geográfico Nacional indica la existencia de talleres de fundición, talleres de laminería, oficinas y viviendas de operarios, almacenes y taller de carpintería.

Plano de El Laminador en 1885. Instituto Geográfico Nacional.

Las minas de calamina

En cuanto a la mina, Madoz indica que “el mineral más abundante es la calamina o carbonato de cal”. Estaba formada por un conjunto enmarañado de galerías subterráneas, pero un derrumbe de las mismas hizo que la Compañía abriera “una zanja de grandes dimensiones, en cuyas paredes se ven algunas galerías a diferentes alturas”. Describe también Madoz las condiciones laborales de los mineros: “los obreros están a jornal, unos a 4 y otros a 5 reales; por la conducción de 100 arrobas de mineral desde la mina al punto en que se sortea la mena, se pagan 6 reales y por rebuscar una arroba y conducirla al mismo punto, 10 maravedíes”.

De Fábricas a Museo

Como ya se ha indicado, las Fábricas cerraron definitivamente en 1996. El 6 de julio de 2010 las Fábricas de Sam Juan de Alcaraz fueron declaradas Bien de Interés Cultural y en el antiguo complejo de San Carlos se estableció un museo, que es en la actualidad el principal foco de interés histórico-artístico de la localidad.

Las Fábricas de Riópar en 1889 según un grabado publicado en la revista «La Ilustración Española y Americana».

FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

  • Archivo General de Simancas, Catastro de Ensenada, Respuestas Generales, Libro 471, fols. 374-399.
  • Archivo Histórico Nacional, Fiscalía del Tribunal Supremo, Causa General, caja 1015, expediente 68.
  • Archivo de Instituto Geográfico Nacional, Cartoteca, mapas de población.
  • Fuster Ruiz, Francisco: “Las Fábricas de Riópar: pioneras de la industria metalúrgica española”. Al-Basit, 2 (1976), pp. 51-88.
  • Madoz, Pascual: Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar. Tomo XIII. Madrid: Imprenta del Diccionario, 1849, pp. 490-491.
  • Vera Prieto, Marta: Patrimonio Industrial y Musealización: Fábricas de San Juan de Alcaraz (Riópar, Albacete). Tesis Doctoral. Cuenca: Universidad de Castilla La Mancha, 2015.
  • Wikipedia.

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DINÁMICA Y ESTRUCTURA DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA

Resumen del Tema 8 de Geografía para selectividad, referente a la dinámica y estructura de la población española, por Carlos Javier Garrido García.

Pirámides de población de España en 1960 y 2011. Fuente: Distrito Único Andaluz.

INTRODUCCIÓN

En este tema vamos a abordar tres de los principales elementos de estudio demográfico: la dinámica natural, los movimientos migratorios y la estructura de la población española. Sin duda, los tres son elementos complejos y que están en el centro de los debates político-económicos de actualidad relacionados con el control de los movimientos migratorios dentro de un mundo globalizado y con la sostenibilidad del Estado de Bienestar.

Por tanto, estos elementos son muy importantes para la planificación de las administraciones de distinto ámbito y las empresas, lo que explica su estudio sistemático a partir de los registros oficiales: registro civil para el movimiento natural y censos y padrones para la estructura de la población y los movimientos migratorios.

LA DINÁMICA NATURAL

La Transición Demográfica española

La Transición Demográfica consiste en el paso de un modelo demográfico de corte antiguo (caracterizado por unas altas tasas de natalidad y mortalidad y un crecimiento vegetativo bajo, que además era neutralizado periódicamente por crisis de sobremortalidad debidas a malas cosechas, guerras y epidemias) a un modelo demográfico de corte moderno (caracterizado por unas tasas de natalidad y mortalidad bajas, con un crecimiento vegetativo bajo y tendente a convertirse en negativo por el progresivo envejecimiento de la población), situándose entre ambos modelos una fase de transición. El cambio de un modelo a otro se inició con el proceso de industrialización, iniciado en Gran Bretaña en el siglo XVIII.

En España, el fracaso del proceso de industrialización hizo que el proceso fuera más tardío que en los países desarrollados de Europa Occidental. Así, la transición entre un modelo y otro no se inicia en España hasta mediados del siglo XIX, cuando se inicia el descenso de las tasas de mortalidad, gracias al desarrollo de los transportes y de las medidas higiénico-sanitarias. Como consecuencia de ello, el crecimiento vegetativo aumenta considerablemente. Desde principios del siglo XX se inicia un progresivo descenso de la natalidad, pero de manera muy progresiva, por lo que se mantienen altas tasas de crecimiento vegetativo hasta que ya en la década de 1970 podemos decir que España entra definitivamente en el modelo demográfico moderno. En cualquier caso, la inmigración desde 1996 supuso un cierto rejuvenecimiento de la población, aumentando la natalidad, proceso que ha sido cortado por la crisis iniciada en 2008, que ha supuesto que en la actualidad España se encuentre en tasas de crecimiento vegetativo negativas.

La Natalidad

Como ya se ha indicado, España ha ido registrando a lo largo del siglo XX tasas progresivamente más bajas de natalidad, llegando la Tasa Bruta de Natalidad al 8’41 ‰ en 2017, debido a los cambios que ha ido experimentando el país, tanto sociales-culturales (percepción de los hijos como una carga económica, incorporación de la mujer a los ámbitos educativo y laboral, legalización de métodos anticonceptivos tras el final de la dictadura en 1975 y pérdida de la asociación matrimonio-maternidad) y económicos (inestabilidad laboral y altas tasas de paro juvenil que retrasan, y limitan, el acceso a la maternidad).

Como consecuencia de ello, el Índice Sintético de Fecundidad (ISF: número de hijos por mujer) ha ido descendiendo hasta llegar a 1’32 en 2014, muy lejos de la tasa de reposición de la población situada en 2’1. Pese a que a partir de 1996 el ISF se recuperó gracias a la llegada de población inmigrante, la crisis económica iniciada en 2008 ha frenado y revertido esa recuperación como consecuencia del deterioro de las condiciones socio-laborales y del freno de las inmigración.

Estas características generales esconden fuertes diferencias entre las distintas comunidades autónomas, pese a que en todas ellas se ha producido el citado descenso. Así, el descenso ha sido más fuerte en las comunidades autónomas del norte peninsular debido a dos factores: un desarrollo socioeconómico mayor que en el resto de España, lo que ha hecho que hayan accedido antes al modelo demográfico moderno y hayan sufrido un fuerte proceso de envejecimiento de la población; y en el caso de Galicia, Cornisa Cantábrica y Submeseta Norte haber sufrido a partir de 1973 un fuerte crisis de reconversión que provocó la pérdida de población joven, que emigró a zonas más dinámicas, lo que ha acentuado el envejecimiento.

La Mortalidad

Como ya se ha indicado, la mortalidad registra en España un descenso continuado desde mediados del siglo XIX debido a las mejoras alimentarias, sanitarias e higiénicas. Sin embargo, ha repuntado ligeramente a finales del siglo XX por el envejecimiento de la población, con un paréntesis entre 1996 y 2008 por el rejuvenecimiento ligado a la inmigración. Las principales causas de muerte son las características de los países desarrollados, destacando las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. La tasa de mortalidad infantil está por debajo del 4 ‰ y la esperanza de vida ha pasado del entorno de los 40 años a principios del siglo XX a los 83 años en 2014 (85’7 para las mujeres y 80’2 para los hombres). La Tasa Bruta de Mortalidad en 2017 fue del 9’07 ‰, aunque hay grandes diferencias regionales en función de la estructura por edad de la población: es mejor en las comunidades más jóvenes del Sur y Madrid y más alta en las envejecidas del Noroeste.

La Nupcialidad

La nupcialidad en España ha sufrido cambios importantes en los últimos años, debido a una reducción progresiva de la Tasa de Nupcialidad, el acceso más tardío al matrimonio y a un aumento en su diversidad (civil, múltiples confesiones religiosas, uniones de hecho, matrimonio homosexual).

LOS MOVIMIENTOS MIGRATORIOS

Los movimientos internos de la población española

Las diferencias de desarrollo entre las distintas regiones españolas han generado fuertes movimientos migratorios internos. Así, a partir del siglo XVIII se detecta un proceso de emigración desde el centro peninsular a la periferia y en el siglo XIX se inicia un intenso éxodo rural hacia las zonas urbanas e industriales de Cataluña, País Vasco, Madrid y Asturias. Con el desarrollismo de la década de 1960 el éxodo rural se intensifica, ampliándose las zonas de llegada a las áreas turísticas del litoral mediterráneo y los archipiélagos. La crisis de 1973 atenuó el proceso y a partir de la década de 1980 hay una mayor complejidad de movimientos migratorios: movimientos de retorno, interurbanos, traslados por trabajo, estudios o jubilación, etcétera.

Las consecuencias de estos movimientos migratorios han sido: una desigual distribución espacial de la población española (analizada en el tema anterior) , el despoblamiento y envejecimiento de las zonas de salida y el rejuvenecimiento, desarrollo socioeconómico y surgimiento de problemas urbanísticos y dotacionales en las zonas de llegada.

Los movimientos internacionales

Los movimientos de población a escala internacional surgen de manera masiva en el siglo XIX gracias al desarrollo de los transportes y el aumento del nivel de vida favorecidos por la industrialización. El fracaso de este proceso en España determinó que tradicionalmente fuera un país de emigrantes, que se dirigieron hasta la década de 1950 a Iberoamérica y el Magreb y entre 1950 y 1973 a los países industrializados de Europa Occidental. A partir de 1973, con la crisis del petróleo y, posteriormente, con la Transición a la Democracia, que permitió volver a los exiliados republicanos, predominan los movimientos de retorno.

A partir de 1996, gracias al desarrollo económico del país consolidado tras el ingreso en la CEE en 1986, se produce una fuerte inmigración procedentes de países subdesarrollados, especialmente africanos e iberoamericanos, que encuentran trabajos no cualificados en la hostelería, construcción y agricultura y se asientan preferentemente en el litoral mediterráneo y Madrid. A partir de 2004, con las sucesivas ampliaciones de la Unión Europea, se añaden inmigrantes de Europa del Este. Otro importante contingente de inmigrantes es el de jubilados procedentes de países desarrollados de Europa Occidental, atraídos por las condiciones climáticas y un menor novel precios que en sus países de origen.

La crisis iniciada en 2008 ha frenado el proceso de inmigración extranjera en España y ha provocado una salida creciente de españoles hacia Europa Occidental, especialmente jóvenes con alta cualificación, que huyen del elevado paro juvenil y la inestabilidad laboral de nuestro país. Ambos procesos han provocado saldos migratorios en nuestro país desde 2010 a la actualidad.

ESTRUCTURA Y COMPOSICIÓN DE LA POBLACIÓN

Estructura por sexo y edad

La estructura por sexo es analizada a través de la Sex Ratio, que muestra el número de hombres por cada 100 mujeres. En España la Sex Ratio es de 98, predominio que se explica porque, a pesar de nacer más hombres que mujeres, los primeros sufren una mayor mortalidad y tienen menor esperanza de vida. Los valores de Sex Ratio se invierten en las zonas de fuerte inmigración, al ser esta mayoritariamente masculina.

En cuanto a la estructura por edad, España sufre un fuerte proceso de envejecimiento. Así, la población joven (menor de 16 años), suponía en 2008 el 14’35 % de la población total en 2008 y la población vieja o anciana (mayor de 64 años) el 16’57 %. Este envejecimiento se debe al descenso acusado de la natalidad y presenta diferencias regionales ya que las comunidades más jóvenes son las comunidades mediterráneas, los archipiélagos y Madrid, zonas favorecidas por la inmigración, mientras que el interior y noroeste peninsular son las más envejecidas.

La estructura por sexo y edad se representa gráficamente en las pirámides de población, doble gráfica de barras en la que se representan los contingentes por cada sexo en grupos de edad de 5 años. En cuanto a su evolución en España, en 1900 tiene forma triangular, característica de una población joven, con una alta natalidad y mortalidad; en 1950 tiene forma de campana, ya que se ensancha la cúspide por el descenso de la mortalidad y se estrecha la base por el descenso de la natalidad; en 2008 presenta una forma bulbosa debido al fuerte recorte de la base por la caída continuada de la natalidad, aunque atenuada por la inmigración y a que sigue aumentando la esperanza de vida; y la previsión para 2025 en la que habría un nuevo retroceso de la natalidad y un mayor envejecimiento.

Estructura socioeconómica: niveles de instrucción y mercado de trabajo.

En la estructura socioeconómica de la población se pueden tener en cuenta múltiples variables. Vamos a centrarnos en dos de ellas.

En cuanto a los niveles de instrucción, el analfabetismo está en niveles muy bajos, teniendo la mayor parte de la población el título de ESO o titulación superior (universitaria o ciclos formativos de grado superior), como es característico en los países desarrollados. Hay diferencias regionales, que se explican precisamente por sus diferentes grados de desarrollo.

En cuanto al mercado de trabajo, la población activa es la que, situada entre 16 y 65 años de edad, está trabajando (activos) o desea hacerlo (parados). La Tasa de Paro, que había llegado a ser del 7’95 % en 2007, creció de manera exponencial a partir de ese año por la crisis económica, de la que aún no ha salido el país. Así, en 2014 la tasa de paro se elevaba al 23’7 %. En cuanto a la distribución sectorial de la población activa, el proceso de terciarización económica es cada vez más intenso, gracias a la pérdida de peso del sector agrario y al descenso de sector secundario por los procesos de reconversión y deslocalización industrial. Así, en 2014 el sector primario acogía el 4’2 % de la población activa, el secundario el 19’4 % y el terciario el 76’3 %.

CONCLUSIONES

Como hemos visto, la dinámica natural, movimientos migratorios y estructura de la población española han sufrido una evolución intensa en los últimos 60 años, marcados por el paso de una situación de subdesarrollo a otra de desarrollo y de una dictadura a una democracia. Esto ha permitido que España haya entrado en el modelo demográfico moderno, con el consiguiente envejecimiento de la población, que haya pasado a ser foco de atracción de inmigrantes y que su economía se haya terciarizado. En cualquier caso, la crisis económica iniciada en 2008, y de la España aún no ha salido, ha condicionado la evolución reciente de los indicadores demográficos.

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EVOLUCIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA

Resumen del Tema 7 de Geografía para Selectividad, referente a la evolución y distribución de la población española, por Carlos Javier Garrido García.

Mapa de densidad de población en España por provincias en 2008. Fuente: Distrito Único Andaluz.

INTRODUCCIÓN

La Geografía de la Población se dedica al estudio de la población en sus aspectos demográficos y sociales, utilizando fuentes como los censos estatales, los padrones municipales y los datos del registro civil.
En este tema vamos a estudiar la evolución de la población española y su distribución espacial. En cuanto a la primera, la vamos a relacionar con la teoría de la Transición Demográfica, que explica la evolución del crecimiento real de la población, dependiente del crecimiento natural o vegetativo, resultado de la diferencia entre nacimientos y defunciones, y del saldo migratorio, dependiente de la diferencia entre inmigrantes y emigrantes.
En cuanto a la distribución espacial, se analizan sus factores condicionantes y sus características, estas últimas a través del concepto de densidad de población (h/km2).

LOS EFECTIVOS DEMOGRÁFICOS Y SU EVOLUCIÓN

La evolución de la población española

La población española, tras permanecer prácticamente estancada hasta entonces, empieza a registrar un destacado crecimiento en el siglo XVIII, en el cual pasa de 7’5 a 9’4 millones de habitantes.
A lo largo del siglo XIX el crecimiento se acelera, pasando a finales de dicha centuria a 18’6 millones de habitantes. En cualquier caso, el crecimiento registrado es inferior al de los países industrializados de Europa Occidental.
A lo largo del siglo XX podemos distinguir dos grandes etapas: hasta 1960 se registra un fuerte crecimiento, llegando a los 30 millones de habitantes, y hasta el año 2000 el crecimiento se frena, llegando ese último año a los 41 millones de habitantes.
En el siglo XXI el crecimiento se vuelve a acelerar hasta 2008, llegando a los 46’1 millones. A partir de ese año de nuevo de frena: en 2018 la población era de 46’7 millones.
Esta evolución está condicionada por la evolución sociodemográfica, que ha determinado la transición demográfica española.

La Transición Demográfica en España

La Transición Demográfica consiste en el paso de un modelo demográfico de corte antiguo (caracterizado por unas altas tasas de natalidad y mortalidad y un crecimiento vegetativo bajo, que además era neutralizado periódicamente por crisis de sobremortalidad debidas a malas cosechas, guerras y epidemias) a un modelo demográfico de corte moderno (caracterizado por unas tasas de natalidad y mortalidad bajas, con un crecimiento vegetativo bajo y tendente a convertirse en negativo por el progresivo envejecimiento de la población), situándose entre ambos modelos una fase de transición. El cambio de un modelo a otro se inició con el proceso de industrialización, iniciado en Gran Bretaña en el siglo XVIII.
En España, el fracaso del proceso de industrialización hizo que el proceso fuera más tardío que en los países desarrollados de Europa Occidental.
Así, la transición entre un modelo y otro no se inicia en España hasta mediados del siglo XIX, cuando se inicia el descenso de las tasas de mortalidad, gracias al desarrollo de los transportes y de las medidas higiénico-sanitarias. Como consecuencia de ello, el crecimiento vegetativo aumenta considerablemente.
Desde principios del siglo XX se inicia un progresivo descenso de la natalidad, pero de manera muy progresiva, por lo que se mantienen altas tasas de crecimiento vegetativo hasta que ya en la década de 1970 podemos decir que España entra definitivamente en el modelo demográfico moderno.
En cualquier caso, la inmigración desde 1996 supuso un cierto rejuvenecimiento de la población, aumentando la natalidad, proceso que ha sido cortado por la crisis iniciada en 2008, que ha supuesto que en la actualidad España se encuentre en tasas de crecimiento vegetativo negativas.

CARACTERÍSTICAS Y FACTORES DE LA DENSIDAD Y LA DISTRIBUCIÓN ESPACIAL

Orígenes y factores de la actual distribución de la población española

Hasta el siglo XVII las zonas más pobladas de España habían sido el Norte y Levante, coincidiendo con las zonas que fueron recuperadas en los primeros procesos de Reconquista.
Sin embargo, a partir del siglo XVIII la población española sufre un proceso de “centrifugación”, asentándose en las zonas costeras, favorecidas por climas adecuados para la agricultura (baja amplitud térmica, temperaturas suaves) y por una situación costera que favorecía las comunicaciones y, con ello, el desarrollo de las actividades secundarias y terciarias.
Estas condiciones son las que favorecen que, a lo largo de los siglos XIX y XX, sean las regiones costeras las que registren un proceso de industrialización (caso de Cataluña, Asturias y País Vasco), acentuándose el proceso de vaciamiento del interior, sobre todo con el éxodo rural masivo de los años del “Desarrollismo” franquista. A este éxodo rural masivo contribuyó también el desarrollo del turismo, que se concentró en el litoral mediterráneo y los archipiélagos balear y canario.
A partir de los años 1970, la costa noroeste entra en una crisis de reconversión, concentrándose el desarrollo económico en el litoral mediterráneo y el Eje del Ebro, concentrándose allí la mayor parte de la población.
Madrid ha constituido la principal excepción del vaciamiento del interior peninsular, favorecida por su capitalidad y por constituir el centro de la red radial de transportes.

La actual distribución de la población española

La distribución de la población española está marcada por la desigualdad. La densidad media es de 91 h/km2, oscilando los valores provinciales entre los cerca de 800 de Madrid y los 10 de Soria. A nivel general, las regiones metropolitanas superan los 500 h/km2, las zonas costeras superan los 100 y en las provincias interiores están por debajo de 20.
Estas fuertes desigualdades provocan problemas de masificación en las zonas más pobladas y de despoblación en el interior.

CONCLUSIONES

La evolución de la población española ha estado muy condicionada, como no podía ser de otra manera, por las variantes condiciones socioeconómicas que ha sufrido nuestro país: fracaso del proceso de industrialización y subdesarrollo, desarrollismo franquista y consolidación del desarrollo en la época democrática. En cualquier caso, estas condiciones socioeconómicas han presentado fuertes contrastes regionales, lo que explica las diferencias de densidad de población entre las distintas regiones españolas.

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PRESENTACIÓN DEL LIBRO «SILES DURANTE LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA (1920-1931)»

Presentación del libro «Siles durante la crisis del sistema de la Restauración y la dictadura de Primo de Rivera», de Carlos Javier Garrido García.

Cartel de presentación del libro.

El jueves, 21 de marzo de 2019, a las 18’30 horas y en el salón de actos del IES «Doctor Francisco Marín» de Siles, se llevará a cabo la presentación del nuevo libro de Carlos Javier Garrido García, que analiza los últimos 11 años del reinado de Alfonso XIII en Siles y, en general, en la Sierra de Segura.

Este periodo está marcado por la crisis del sistema político de la Restauración, que se había establecido en 1874 tras el Sexenio Revolucionario. La crisis llevó al monarca y a los grupos dominantes a establecer un régimen dictatorial que frenara el crecimiento de la oposición, comandado por el general Primo de Rivera. La dictadura terminó fracasando, lo que llevó en el corto plazo al hundimiento de la monarquía, proclamándose la II República en 1931.

El libro, publicado en la Editorial «Leones del Agua», consta de 140 páginas. Analiza el periodo anterior a la II República, el cual, junto a la Guerra Civil y la Posguerra, ya fue analizado por el autor en otro libro publicado el año pasado en esa misma editorial: «Siles y el partido judicial de Orcera durante la II República, la Guerra Civil y la Posguerra (1931-1950)».

Libros de Actas municipales de Siles, principal fuente documental del libro.

ÍNDICE DEL LIBRO:

INTRODUCCIÓN

LA CRISIS DEL SISTEMA POLÍTICO DE LA RESTAURACIÓN

La España de la Restauración

Turnismo político y caciquismo en la provincia de Jaén y la Sierra de Segura

Situación demográfica y socioeconómica

EL AYUNTAMIENTO DE SILES DURANTE LA CRISIS FINAL DE LA RESTAURACIÓN (1920-1923)

La alcaldía de Ramón Blanco Aguilar (abril-junio de 1920)

La alcaldía de Genaro López Quijano (julio de 1920-abril de 1922)

La alcaldía de Isaías González Serrano (abril-junio de 1922)

La segunda etapa de Genaro López Quijano (junio de 1922-septiembre de 1923)

LA DICTADURA DE MIGUEL PRIMO DE RIVERA (1923-1930)

España bajo la dictadura de Primo de Rivera

La incidencia de la dictadura de Primo de Rivera en la provincia de Jaén

Los cambios en el poder local: la fracasada lucha contra el caciquismo

Siles y la Sierra de Segura durante la dictadura

EL AYUNTAMIENTO DE SILES DURANTE LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA

La nueva corporación de Casildo Garrido Gallego (septiembre de 1923- marzo de 1924)

La alcaldía de Manuel Vélez Garrido (marzo de 1924-febrero de 1930)

DE LA DICTADURA A LA II REPÚBLICA (1930-1931)

EL AYUNTAMIENTO DE SILES ENTRE LA DICTADURA Y LA II REPÚBLICA

La nueva alcaldía de Genaro López Quijano (febrero-marzo de 1930)

La alcaldía de Juan José Serrano Muñoz (marzo de 1930-abril de 1931)

CONCLUSIONES

FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

LAS REGIONES BIOGEOGRÁFICAS DE ESPAÑA

Resumen del Tema 6 de Geografía para selectividad referente a las regiones biogeográficas de España, por Carlos Javier Garrido García.

Mapa de las regiones biogeográficas de España, usado varias veces en Selectividad. Fuente: Distrito Único Andaluz.

INTRODUCCIÓN

En este tema vamos a analizar las regiones biogeográficas españolas. La Biogeografía es la ciencia que estudia la distribución de los seres vivos, animales y plantas, en el espacio. Esta distribución viene determinada por una gran diversidad de factores, tanto físicos como humanos, que dan lugar a distintas formaciones biogeográficas. Dentro de ellas, la Biogeografía se centra especialmente en la vegetación , como lo hace el tema que pasamos a desarrollar.

FACTORES DE LA DIVERSIDAD BIOGEOGRÁFICA

Las formaciones biogeográficas, y especialmente la vegetación, vienen condicionadas por diversos factores:

Clima: adaptación de las especies a unos determinados umbrales de temperatura y precipitación.

Posición: la situación de España como encrucijada entre Europa y África favorece el encuentro y desarrollo de especies originarias de ambos continentes. Junto con ello hay que tener en cuenta los cambios climáticos, especialmente las glaciaciones, que dieron origen a las especies relictas, es decir, que perviven de situaciones climáticas anteriores. Por último, el aislamiento y la situación subtropical de Canarias favorece la importancia de endemismos.

Relieve: la altitud y la vertientes (barlovento-sotavento y solana-umbría) introducen variaciones en las condiciones climáticas que favorecen el escalonamiento de la vegetación en altura.

Suelos: hay determinadas especies vegetales que requieren un tipo de suelo específico, dando lugar a especies adaptadas a suelos silíceos (silicícolas) y calizos (calcófilas).

Acción antrópica: las actividades humanas han provocado la modificación y deterioro de los paisajes, llevando a cabo agresiones como la desforestación.

CARACTERÍSTICAS DE LAS REGIONES BIOGEOGRÁFICAS

La Biogeografía establece una organización de las formaciones biogeográficas de carácter jerárquico, diferenciando entre reinos y regiones. En el caso de España, pertenece al Reino Holártico y presenta las regiones biogeográficas Eurosiberiana, Mediterránea y Macaronésica,  a las que se añaden las formaciones vegetales de montaña y de ribera.

En general, todas las formaciones vegetales son formaciones regresivas. Es decir, que han sido muy alteradas por la acción humana. Así, dentro de estas formaciones podemos diferenciar entre especies primarias, que son las autóctonas o locales adaptadas al medio, y especies secundarias, que son especies introducidas por el ser humano.

FORMACIONES VEGETALES DE LA ESPAÑA PENINSULAR E INSULAR

Dentro de las regiones biogeográficas españolas podemos distinguir las siguientes:

Región Eurosiberiana

Esta región coincide con las zonas de clima oceánico o atlántico, caracterizado por las altas y regulares precipitaciones y las temperaturas templadas. Se extiende, por tanto, por el norte peninsular: Galicia, Cornisa Cantábrica y zonas de los Pirineos.

Las formaciones vegetales características son el bosque templado oceánico o bosque caducifolio, el matorral atlántico o landa y el bosque marcescente.

El bosque templado oceánico es un bosque denso, umbrófilo y formado por especies caducifolias como el roble y la haya, aunque el ser humano ha introducido otras como el castaño, el pino y el eucalipto. Dada su densidad, el sotobosque se caracteriza por su pobreza.

El matorral atlántico o landa se desarrolla en las zonas en las que la vegetación original ha sido destruida por la acción humana o donde la pobreza de los suelos no permite el desarrollo del bosque. Está formado por arbustos leñosos como el tojo, el brezo, la retama y el piorno. Cuando esta formación es destruida por el ser humano da lugar a la formación de prados.

El bosque marcescente se desarrolla en las zonas de clima oceánico de interior, donde las temperaturas son más extremas y las precipitaciones menores. Esto da lugar a un bosque formado por especies adaptadas a la aridez (xerófilas) y al frío como quejigos y rebollos. El término marcescente procede del carácter caedizo de sus hojas, que pierde parcialmente.

Región Mediterránea

Esta región se extiende por las zonas de clima mediterráneo, caracterizado por unas precipitaciones escasas e irregulares, con fuerte sequía estival, y unas temperaturas templado-cálidas. Esta región ocupa la mayor parte de la Península, con la excepción de las zonas de clima oceánico y de montaña.

Las formaciones vegetales características son el bosque esclerófilo mediterráneo y el matorral mediterráneo.

El bosque esclerófilo mediterráneo se caracteriza por la existencia de especies perennifolias y que presentan adaptaciones xerófilas como la gruesa corteza, las copas globulares y hojas coriáceas (duras y espinosas). Las especies primarias son la encina, el alcornoque, el algorrobo y el acebuque y el ser humano ha introducido los pinares.

El matorral mediterráneo se desarrolla en las zonas desforestadas por el ser humano o donde los suelos pobres y la aridez no permiten el desarrollo del bosque. Esta formado por matorrales xerófilos y en función de su densidad y altura podemos distinguir, de mayor a menor, la maquia, la garriga y la estepa.

Región Macaronésica

Esta región coincide con las Islas Canarias en las que predomina un clima subtropical con temperaturas cálidas a lo largo del año y con unas bajas precipitaciones, aunque muy variado por las condiciones del relieve (altitud y vertientes). Debido a sus características climáticas y a su aislamiento son frecuentes los endemismos.

Debido a los condicionantes del relieve la vegetación se organiza en pisos:

Piso Basal: hasta 400 metros de altitud, predominan matorrales xerófilos como el cardón y la tabaiba, habiendo introducido el ser humano chumberas y pitas.

Piso Intermedio o de Transición: hasta 600-800 metros de altitud, presencia de especies endémicas como el drago y la palmera canaria.

Piso Montano Termocanario: hasta 1.200-1.400 metros de altitud, el aumento de precipitaciones permite el desarrollo del bosque laurisilva y del fayal-brezal.

Piso Montano Mesocanario: hasta 2.000 metros de altitud, predomina el pino canario.

Piso de Altas Cumbres: por encima de 2.000 metros de altura, predominio de matorrales de alta montaña y especie herbáceas con numerosos endemismos como la violeta del Teide.

Vegetación de montaña

Como en la Región Macaronésica, la altitud y las vertientes varían las condiciones climáticas, por lo que la vegetación se estructura en pisos. En general, hasta los 800-1.000 metros (Piso Basal) de altitud se mantiene la misma vegetación de las zonas limítrofes; hasta los 2.200 metros de altura (Pisos Montanos) se desarrollan formaciones características de la región eurosiberiana como los bosques caducifolios de robles y hayas y las landas, teniendo gran extensión los pinares, ya sean originarios o de repoblación; hasta los 3.000 metros de altitud (Piso Alpino) predominan formaciones herbáceas como los prados; y por encima de los 3.000 metros de altura (Piso Nival) predominan especies rupícolas como musgos y líquenes.

Vegetación de ribera

En las riberas de los ríos existen unas condiciones de humedad constante que favorecen la formación del bosque de ribera, formado por especies caducifolias e hidrófilas como los alisos, sauces, chopos, álamos, fresnos y olmos.

LA INTERVENCIÓN HUMANA Y SUS CONSECUENCIAS GEOGRÁFICAS

La principal agresión humana contra la vegetación natural es la deforestación, es decir su eliminación o modificación intensa, debido a usos agrarios, urbanos, industriales, de construcción de infraestructuras, etc, a lo que se añade el problema de los incendios forestales. La pérdida de cubierta forestal destruye los suelos, generándose un proceso de desertificación, que en el caso de España afecta principalmente al sur peninsular. Frente a ello, se han aplicado políticas como normas de protección del suelo, la preservación y mejora de los sistemas forestales y programas de repoblación forestal. En cuanto a estos últimos, han presentado el problema de realizarse con especies no autóctonas de rápido crecimiento (pino, eucalipto) y con una sola especie en amplias zonas, lo que ha favorecido los incendios y la extensión de plagas entre los árboles. Por tanto, la repoblación ha veces ha supuesto una auténtica agresión medioambiental, aunque, eso sí, han permitido el aumento constante de la superficie arbolada en las últimas décadas, a lo que también ha colaborado el abandono de cultivos en zonas marginales del medio rural desde el “Desarrollismo” de los años 1960 y el consiguiendo éxodo rural masivo.

CONCLUSIONES

Como hemos visto a lo largo del tema, en España hay una gran diversidad de formaciones vegetales, adaptadas a unas determinadas condiciones climáticas, de suelos, de relieve y de posición. Estas formaciones vegetales tienen un carácter claramente regresivo debido a la acción humana, concretamente la deforestación y unas repoblaciones que han constituido en realidad unas auténticas agresiones medioambientales.

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SANTIAGO DE LA ESPADA EN EL SIGLO XVI

Estudio sobre la villa de Santiago de la Espada en el siglo XVI, por Carlos Javier Garrido García y Francisco Bravo Palomares.

Vista aérea de Santiago de la Espada. Fuente: Wikipedia.

Acaba de publicarse en el número 218 de la revista «Boletín del Instituto de Estudios Giennenses», páginas 89-166, el artículo «Estudio sociodemográfico de una población de la Sierra de Segura en el siglo XVI: el Hornillo o Puebla de Santiago (Santiago de la Espada)», obra de Francisco Bravo Palomares y Carlos Javier Garrido García.

El artículo analiza la población, la economía y la sociedad del Hornillo o Puebla de Santiago, actual Santiago de la Espada, localidad creada en 1525 y en la que, como en el resto de la Sierra de Segura, se produce un proceso de creciente polarización social a lo largo de la Edad Moderna. Para ello, utilizamos fuentes documentales inéditas, aparte de las famosas Relaciones de Felipe II de 1575: las series parroquiales de bautismo, que para el siglo XVI se limitan al periodo 1589-1596, aunque con el problema de su carácter incompleto, y la averiguación de las rentas y vecindario del lugar de Hornillo o Puebla de Santiago, dependiente de Segura de la Sierra, en 1586. Todo ello nos permite acercarnos a las características de la localidad y la comarca en el siglo XVI y adelantar datos sobre su evolución posterior hasta principios del siglo XIX.

Para ver el artículo completo en PDF, pulse aquí: El Hornillo o Puebla de Santiago en el siglo XVI

LAS AGUAS Y LA RED HIDROGRÁFICA

Resumen del Tema 5 de Geografía para Selectividad referente a las aguas y la red hidrográfica, por Carlos Javier Garrido García.

Los regímenes fluviales en España en un examen de Selectividad. Fuente: Distrito Único Andaluz

INTRODUCCIÓN

El agua es un elemento imprescindible para la vida y, por tanto, para el desarrollo de las actividades humanas. Es un elemento con una cantidad constante en nuestro planeta, pero en movimiento y cambio continuos en sus condiciones físicas en el llamado ciclo hidrológico. Pese a ello, de la cantidad de agua disponible sólo el 3 % es dulce y, además, se halla desigualmente repartida por la superficie terrestre.

En este tema vamos a estudiar las aguas superficiales terrestres, objeto de estudio de la Hidrografía. Así, vamos a estudiar la red hidrográfica peninsular,  centrándonos tanto en su organización espacial en vertientes y cuencas como en sus características, los regímenes fluviales. Por último, analizaremos el uso y aprovechamiento humano del agua, elemento clave en un país como el nuestro en el que predomina el clima mediterráneo caracterizado por unas precipitaciones escasas e irregulares, con fuerte sequía estival.

LAS VERTIENTES HIDROGRÁFICAS Y LA RED FLUVIAL DE ESPAÑA

Las vertientes hidrográficas españolas

En la red hidrográfica de España podemos distinguir dos grandes vertientes, la Atlántica y la Mediterránea, que presentan unas características muy diferentes, pero muy variables dentro de cada una, y una diferente extensión. En cuanto a esto último, la vertiente Atlántica ocupa el 69 % del territorio peninsular, mientras que la Mediterránea sólo el 31 %. Esto se explica por la basculación hacia el Oeste del zócalo herciniano durante la Orogenia Alpina.

En cuanto a los archipiélagos, Ceuta y Melilla, como veremos, no se puede hablar de auténticos ríos por razones climáticas y litológicas.

Los ríos y las cuencas hidrográficas

Vertiente Atlántica

En la Vertiente Atlántica podemos distinguir entre la Cuenca Norte o Cantábrica y las grandes Cuencas Atlánticas.

En cuanto a la Cuenca Norte o Cantábrica, se caracteriza por ríos cortos, dada la cercanía de la Cordillera Cantábrica y del Macizo Galaico-Leonés a la costa, lo que explica también su gran fuerza erosiva por la pendiente que han de salvar en su curso, y son caudalosos y regulares debido al predominio del clima oceánico, caracterizado por precipitaciones abundantes y regulares. Los principales ríos, de Este a Oeste, son: Bidasoa, Nervión, Nalón, Narcea, Tambre, Ulla y Miño.

Por lo que se refiere a las grandes cuencas atlánticas, son ríos largos y con amplias cuencas, al extenderse por las submesetas y la depresión del Guadalquivir. Su caudal es muy irregular, con fuertes estiajes veraniegos, dado el clima Mediterráneo caracterizado por precipitaciones escasas e irregulares, con marcada sequía estival. De Norte a Sur destacan las del Duero, Tajo, Guadiana y Guadalquivir.

Vertiente Mediterránea

Los ríos mediterráneos son cortos o de mediana longitud, debido a la cercanía al mar de cordilleras como las Béticas, el Sistema Ibérico y la Cordillera Costero-Catalana. Debido al clima Mediterráneo estos ríos se caracterizan por un caudal muy escaso e irregular, con fuertes crecidas y estiajes, siendo frecuentes las ramblas. Las ramblas disponen de agua en su cauce sólo cuando hay abundantes precipitaciones, permaneciendo la mayor parte del año su caudal seco. Los principales ríos son, de norte a sur, el Llobregat, Turia, Júcar, Segura, Almanzora, Guadalfeo y Guadalhorce.

En esta vertiente tenemos como excepción al Ebro, que es un río largo, cuya cuenca ocupa la depresión alpina que lleva su nombre, y muy caudaloso, debido a la amplitud de su cuenca, a que nace en la zona de clima Oceánico y a que recibe importantes afluentes procedentes del Sistema Ibérico y, sobre todo, los Pirineos, zonas de montaña con altas precipitaciones orográficas. En cualquier caso, su caudal es más irregular que el de los ríos cantábricos, al discurrir mayoritariamente por zonas de clima Mediterráneo.

Red fluvial insular, Ceuta y Melilla

En los archipiélagos Balear y Canario y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla no se puede hablar de auténticos ríos, existiendo únicamente ramblas. Ello se debe a diversas razones. En primer lugar, en estos cuatro casos se trata de islas o enclaves pequeños, por lo que las cuencas drenan poco terreno. En segundo lugar, en Baleares, Ceuta y Melilla predomina un clima Mediterráneo y en las Canarias uno subtropical, caracterizados ambos por las escasas e irregulares precipitaciones. En tercer lugar, en Baleares predomina la litología caliza y en Canarias la volcánica, siendo ambos tipos de rocas muy porosas y permeables, por lo que las aguas de las precipitaciones tienden a filtrarse, predominando la escorrentía subterránea sobre la superficial.

LOS REGÍMENES FLUVIALES

El régimen fluvial es la evolución del caudal, ya sea absoluto (m3/s) o relativo (l/s/km2), de un determinado río, teniendo en cuenta sus variaciones estacionales, crecidas y estiajes.

El régimen fluvial depende principalmente de la aportación de agua al caudal, tanto en su cantidad (que depende de la amplitud de la cuenca y de la cantidad de precipitaciones) como en su forma (lluvia, nieve). En líneas generales, se pueden distinguir tres grandes regímenes en función de la forma de alimentación (pluvial, nival y mixto), que se dividen en subtipos en función de los condicionantes climáticos.

Régimen pluvial

En este régimen, la alimentación de los ríos depende casi en exclusiva de precipitaciones en estado líquido. Dentro de este régimen se pueden distinguir los siguientes subtipos:

El régimen pluvial oceánico se corresponde a zonas de clima oceánico o atlántico, caracterizado por precipitaciones abundantes y regulares. Como consecuencia, el caudal de estos ríos es muy regular, con un mínimo poco pronunciado en verano y un máximo en invierno al coincidir con unas temperaturas más bajas, por lo que la evaporación también lo es.

El régimen pluvial mediterráneo corresponde a zonas con clima mediterráneo, con lluvias escasas y muy irregulares, con fuerte sequía estival. Como consecuencia de ello, el caudal de estos ríos es muy irregular, con fuertes estiajes en verano. En cuanto a los máximos, se distinguen dos tipos: el levantino, en el que las crecidas se producen en otoño ligadas al fenómeno de gota fría, y el subtropical, que presenta máximos en primavera coincidiendo con las precipitaciones asociadas al frente polar.

Régimen nival

En este régimen, la alimentación de los ríos depende de precipitaciones en forma de nieve, correspondiendo a zonas de alta montaña. Su caudal es muy irregular. Las aguas bajas corresponden al invierno, ya que las precipitaciones permanecen retenidas en forma de nieve. Las aguas altas se dan a finales de primavera y principios de verano, ya que el aumento de las temperaturas provoca el deshielo de las precipitaciones acumuladas con anterioridad.

Régimen mixto

Dentro de los regímenes mixtos distinguimos entre nivo-pluvial, pluvio-nival y complejo.

En el régimen nivo-pluvial, las precipitaciones que alimentan a los ríos se dan en forma de nieve o líquida, con predominio de la primera, presentando las aguas altas en primavera y las bajas en invierno. Se extiende por zonas de montaña menos altas que las de régimen nival.

En el régimen pluvio-nival, las precipitaciones son tanto líquida como de nieve, aunque con predominio de la primera. Presentan un claro estiaje en verano y el máximo caudal se produce en primavera.

Por último, los regímenes complejos son los más extendidos y son los característicos de los grandes ríos españoles. En ellos se combinan diferentes tipos de alimentación debido a sus extensas cuencas y a sus numerosos afluentes.

USO Y APROVECHAMIENTO DE LAS AGUAS

El agua dulce es uno de los elementos imprescindibles para el desarrollo humano. Su cantidad disponible es limitada, desigualmente repartida a lo largo del tiempo y del espacio.

El consumo de agua, tanto doméstico como industrial, agrario y en los servicios es muy alto. La principal actividad consumidora de agua en España es la agricultura, llegando al 75 % del total. La actividad agraria de regadío se concentra en la zona mediterránea y subtropical, precisamente las zonas que cuentan con menores y más irregulares precipitaciones. Esto genera un problema en la gestión del agua, provocando que las cuencas mediterráneas presenten balances hídricos negativos, agravados en verano en las zonas costeras por las actividades turísticas de sol y playa. Frente a ello, las autoridades han llevado a cabo la construcción de infraestructuras, tales como embalses, canales y desaladoras, para asegurar el suministro en épocas de escasez. Del mismo modo, se han intentado implementar políticas hidráulicas cuyo objetivo principal era desviar caudales de las zonas con balance hídrico positivo a las que lo tienen negativo a través de canales de trasvase, aunque en general dichas políticas no han sido totalmente implementadas al generar problemas entre las distintas comunidades autónomas. Este ha sido el caso del Plan Hidrológico Nacional aprobado en 2001 y revisado en 2005.

Aparte de su consumo, al agua se le dan usos recreativos (pesca, navegación) y energéticos (producción eléctrica en presas y saltos de agua). En cuanto a estos últimos, no están muy desarrollados debido a que la mayor parte del país presenta unas precipitaciones escasas e irregulares, no disponiendo los ríos de un curso que permita este aprovechamiento, con la excepción de los grandes ríos.

Dado todo lo expuesto, los problemas de sobrexplotación de las aguas son muy frecuentes, provocando la salinización de acuíferos y agravando los problemas de contaminación provocados por los vertidos agrarios, ganaderos, industriales y urbanos.

CONCLUSIONES

Como hemos visto, la red hidrográfica peninsular está muy condicionada por el relieve y por las condiciones climáticas, dando lugar a vertientes y cuencas con unas características muy diferenciadas y a unos regímenes fluviales muy diversos. En nuestro país el clima mediterráneo predominante ha determinado que se disponga de un suministro de agua escaso y desigualmente repartido, lo que ha provocado problemas políticos, de sobrexplotación y contaminación.

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LOS DOMINIOS CLIMÁTICOS EN ESPAÑA

Resumen del Tema 4 de Geografía para Selectividad, referente a los dominios climáticos en de España, por Carlos Javier Garrido García.

Mapa sobre las variedades climáticas españolas usado en varias ocasiones para el examen de selectividad. Fuente: Distrito Único Andaluz.

INTRODUCCIÓN

En este tema vamos a estudiar Los principales dominios climáticos existentes en España, sus características y distribución geográfica. Así, para cada tipo y subtipo climático indicaremos por dónde se extiende y cuáles son sus características en cuanto a los principales elementos del clima: las Temperaturas (medias anuales y mensuales, amplitud térmica) y las Precipitaciones (total anual, evolución mensual y existencia o no de meses según según el criterio de Gaussen).

CLIMA OCEÁNICO O ATLÁNTICO

El primero de los dominios climáticos es el Oceánico o Atlántico. Es un clima templado, caracterizado por unas temperaturas moderadas, una baja amplitud térmica, una elevada nubosidad y humedad, y unas precipitaciones abundantes y regulares.

En la Península Ibérica ocupa una franja continua desde Galicia hasta el Prepirineo catalán. Esta localización se relaciona con su posición septentrional, lo que hace que se vea afectada durante casi todo el año por el paso de las borrascas asociadas al frente polar. Además, su posición a barlovento de los flujos de viento procedentes del Atlántico hace que la influencia termorreguladora del mar sea importante, lo mismo que las precipitaciones orográficas.

Dentro de este clima se pueden distinguir dos subtipos: el oceánico puro y el de transición.

Clima oceánico puro o marítimo

Se extiende por las áreas más próximas al litoral desde Pontevedra a la parte occidental de Navarra.

Se caracteriza por unas temperaturas suaves a lo largo del todo el año, con una temperatura media anual (TMA) entre 11 y 15ºC, con veranos frescos y cortos (con temperatura media mensual no superior a 22ºC) e inviernos suaves y templados (con medias mensuales entre 6 y 10ºC). Por tanto, la amplitud térmica (AT) es reducida, de en torno a 10-12ºC.

En cuanto a las precipitaciones son elevadas, normalmente superiores a 1.000 mm anuales, y muy regulares, no presentando ningún mes seco según el criterio de Gaussen, aunque en los meses de verano es cuando se registran las precipitaciones mínimas.

Clima oceánico de transición o de interior

Se localiza en las zonas de interior alejadas del litoral, desde el interior de Orense hasta el Prepirineo catalán.

Por tanto, la influencia del mar es menor, por lo que las temperaturas son más extremas (con veranos más cálidos e inviernos más fríos) y la amplitud térmica mayor, llegando a valores entre 12 y 15ºC.

Su situación a sotavento de los flujos de viento predominantes hace que las precipitaciones sean menores, situándose entre 700 y 1.000 mm, existiendo incluso uno o dos meses secos.

CLIMA MEDITERRÁNEO

El segundo de los dominios climáticos españoles es el Mediterráneo. Es un clima templado que en España ocupa la mayor parte del territorio, ocupando toda la Península con excepción de las zonas de clima oceánico y de montaña, las Islas Baleares, Ceuta y Melilla.

Su principal rasgo es la escasez e irregularidad de las precipitaciones, cuyos valores anuales se sitúan entre 300 y 750 mm y existiendo una fuerte aridez estival.

Este clima está condicionado por la circulación general atmosférica, ya que en verano la zona queda bajo el dominio de los anticiclones subtropicales, mientas que en invierno, otoño y primavera queda bajo la influencia de las bajas presiones y frente polares.

En cuanto a las temperaturas, son muy variables en función de la influencia marítima y la posición latitudinal, factores que influyen también en las precipitaciones, lo que permite diferencias varios subtipos: marítimo, continentalizado y árido.

Clima mediterráneo marítimo

Se localiza en las costas orientales y meridionales de la Península Ibérica, Islas Baleares, Ceuta y Melilla, extendiendo su influencia también a la parte baja de la depresión del Guadalquivir.

Se caracteriza por unas temperaturas suaves en invierno y calurosas en verano, con una AT moderada de entre 12 y 15ºC. La TMA, situada en valores por encima de 15ºC asciende de norte a sur.

Las precipitaciones son muy irregulares, con varios meses áridos según el criterio de Gaussen, y presentan valores de entre 750 y 300 mm anuales, con valores descendentes de norte a sur y de oeste a este. Destacan también por su torrencialidad, sobre todo en otoño ligadas al fenómeno de gota fría, generando riadas e inundaciones, sobre todo en el área levantina.

Clima mediterráneo continentalizado o de interior

Ocupa todo el interior peninsular (Meseta, depresión del Ebro y zona alta de la del Guadalquivir), con excepción de las zonas de montaña.

El carácter macizo de la Península y la disposición periférica de las unidades montañosas explica que esta zona esté aislada de la influencia marítima y a sotavento de los flujos de viento. Por tanto, este clima se caracteriza por una AT elevada, superior a 16ºC e incluso 20ºC.

Las precipitaciones son similares al mediterráneo marítimo, con una clara aridez estival, aunque los máximos pluviométricos se concentran más en primavera y otoño, cuando las borrascas de procedencia atlántica atraviesan el interior peninsular

Clima mediterráneo árido

Se localiza en la región sureste de la Península, desde el sur de Alicante hasta Almería y parte de la costa granadina.

Su situación a sotavento de las masas de aire atlánticas, por lo que la aridez es muy acusada, con 9 o más meses secos según el criterio de Gaussen, y las precipitaciones muy bajas, por debajo de los 300 mm anuales, y además muy torrenciales, asociadas frecuentemente al fenómeno de gota fría.

Las temperaturas son similares al mediterráneo marítimo, con unos inviernos suaves, unos veranos largos y calurosos y una AT baja.

CLIMA CANARIO

El tercero de los grandes dominios climáticos españoles es el Canario. Este clima se localiza en las islas Canarias y sus características vienen condicionadas por la latitud subtropical (predominio de los anticiclones subtropicales, por lo que predomina la estabilidad atmosférica y los vientos de componente norte o alisios), su localización en el océano atlántico (mar abierto y frío, más aún por la corriente fría de canarias, lo que aumenta la estabilidad atmosférica), la proximidad al continente africano (por lo que son frecuentes las llegadas de masas de aire sahariano que provocan olas de calor y calima) y su relieve (en las islas más montañosas la altura disminuye las temperaturas y aumenta las precipitaciones en las fachadas de barlovento).

Como consecuencia de todo ello, el clima canario se caracteriza por unas temperaturas altas durante todo el año (TMA entre19-21ºC) y una baja AT (entre 7 y 8ºC).

Las precipitaciones son muy escasas e irregulares, oscilando entre los 100 mm de las islas orientales a los poco más de 300 mm de las occidentales. En todo caso, en las islas más altas en las fachadas de barlovento las precipitaciones son más elevadas, muchas veces ligadas al fenómeno del mar de nubes.

CLIMA DE MONTAÑA

Dentro de los dominios climáticos españoles están los de Montaña. La altura baja las temperaturas y, por ello, aumenta las precipitaciones en las fachadas de barlovento y las baja en las de sotavento por el efecto foehn.

En las zonas de montaña, como los Pirineos, Cordillera Cantábrica, Sistema Central y Cordilleras Béticas se desarrolla el mismo clima de las zonas circundantes, sea este oceánico o mediterráneo, pero con unas temperaturas y precipitaciones variadas por la altitud.

CLIMAS LOCALES

Por último, dentro de los dominios climáticos españoles hay que tener en cuenta los climas locales. Las condiciones generales de un clima pueden ser variadas por factores geográficos o humanos de una manera muy sustancial, dando lugar a los climas locales.

Como ejemplo de la incidencia de los factores geográficos, en las zonas de umbría y barlovento de las Cordilleras Subbéticas, como la Sierra de Segura, se puede producir una reducción de temperaturas y un aumento de las precipitaciones generando unas características climáticas similares a las del clima oceánico, lo que permite que haya especies como el roble y el acebo.

En cuanto a los factores humanos, el clima urbano se caracteriza por un aumento de las temperaturas debido al asfalto, las construcciones, las calefacciones y el tráfico, mientras que el aumento de las temperaturas favorece los movimientos ascendentes del aire y la contaminación favorece la condensación del agua al utilizar esta como anclaje las partículas contaminantes, lo que hace que precipitaciones y nieblas sean más frecuentes.

CONCLUSIONES

Como hemos visto, los factores geográficos determinan una enorme variedad en los dominios climáticos en España, lo que tiene como consecuencia una vegetación y unos usos agrarios también muy variados, como veremos en los temas siguientes.

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CARACTERIZACIÓN GENERAL DEL CLIMA EN ESPAÑA

Resumen del Tema 3 de Geografía para Selectividad, referente a la caracterización general del clima en España, por Carlos Javier Garrido García.

Mapa de Isoyetas de España. Fuente: www.agrega.juntadeandalucia.es

INTRODUCCIÓN

En este tema vamos a estudiar las causas de las diversas variedades climáticas de España. El clima depende de la interacción entre los factores y elementos climáticos. Hay que recordar que el clima es la sucesión habitual de tipos de tiempo en una determinada zona, mientras que el tiempo son las condiciones particulares que presenta la atmósfera en un lugar y momento determinados.

España está situada en la zona templada del planeta, estando afectada por las bajas presiones de las latitudes medias y las altas presiones subtropicales. Por otra parte, el relieve peninsular, visto en los temas anteriores, condiciona mucho las condiciones climáticas españolas.

En este tema vamos a analizar los factores condicionantes del clima en España, distinguiendo entre geográficos y termodinámicos, para pasar después a analizar la incidencia de estos factores en los distintos elementos climáticos.

LOS FACTORES CLIMÁTICOS

Factores geográficos

Entre los factores geográficos destacan la latitud, el relieve, la influencia del mar y la posición.
En cuanto a la latitud, España se encuentra en la zona templada del planeta, recibiendo influencias de la zona polar (al norte) y subtropical (al sur). Esto hace que en Península y Baleares haya estaciones climáticas diferenciadas, cosa que no ocurre en Canarias por su posición meridional, y que las temperaturas y precipitaciones varíen de norte a sur.
El relieve español es muy accidentado, influyendo mucho en las características climáticas españolas. De término medio, por cada 100 metros de ascenso en altitud la temperatura desciende 0’6 ºC y las precipitaciones aumentan por el efecto foehn. El relieve influye también en función de las vertientes con respecto al viento (barlovento y sotavento) y el sol (solanas y umbrías).
La influencia marítima es importante ya que suaviza las temperaturas, disminuyendo la amplitud térmica. La forma maciza de la Península Ibérica y la disposición periférica de gran parte de sus cordilleras limita mucho la influencia marítima, presentando el interior peninsular una gran continentalidad.
Por último, en cuanto a la posición, la situación de España entre el continente europeo y africano y entre el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo explica que reciba influencias muy diversas de todos ellos.

Factores termodinámicos

Dentro de los factores termodinámicos destacan los centros de acción, las masas de aire, los frentes y la circulación en altura.
En cuanto a los