Acción tutorial en Segundo de Bachillerato
Propuesta medodológica para el desarrollo de la acción tutorial en Segundo de Bachillerato, por Carlos Javier Garrido García.
UN AÑO «SINGULAR» PARA LA ACCIÓN TUTORIAL
La acción tutorial es un elemento fundamental en Bachillerato. El Segundo de Bachillerato es uno de los años más decisivos para el alumnado al finalizar la etapa preparatoria para el futuro acceso a los estudios superiores, más aún sabiendo que tanto la nota del expediente de Bachillerato como la nota de Selectividad son las que determinarán, de las posibles opciones a las que aspiran, cuáles podrán elegir. Es, por tanto, un curso duro para el alumnado, para algunos, según dicen, incluso más que los de universidad, por dos razones fundamentales:
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Por un lado, la presión constante de la prueba de acceso a la Universidad, la antigua Selectividad, y la incertidumbre ante las distintas alternativas formativas que se abren al alumnado a partir de entonces.
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Por otro lado, el alumnado nota el aumento de contenidos y exigencia con respecto a cursos anteriores, tanto 1º de Bachillerato como 4º de ESO. El origen de este problema está sin duda en el nuevo perfil del alumnado de ESO, marcado por la obligatoriedad del estudio y la existencia de múltiples niveles de conocimientos previos y motivaciones, lo que ha ido acompañado de un cambio metodológico en el que ha quedado en un plano secundario la importancia de estudiar contenidos teóricos amplios. Esto se ha traducido en una falta de dinámica y técnica de estudio en el alumnado que se hace notar cuando, con la Selectividad en perspectiva, los contenidos teóricos aumentan exponencialmente con respecto a cursos anteriores.
Frente a estos condicionantes y problemas la acción tutorial es fundamental, pese a lo cual no se dispone de una hora semanal de tutoría lectiva con el alumnado de Bachillerato por decisión de la administración educativa. Ante esta situación, la acción tutorial se vuelve fundamental, por lo que voy a pasar a exponer la que he venido aplicando en los últimos años con resultados que creo óptimos
PUNTO DE PARTIDA DE LA ACCIÓN TUTORIAL: SER CONSCIENTE DE LOS ASPECTOS POSITIVOS Y NEGATIVOS
Aspectos negativos: influencia en 2º de Bachillerato del hábito de estudio adquirido durante los cursos anteriores
Como ya he indicado, durante la ESO y, en menor medida, pero también, 1º de Bachillerato, los contenidos teóricos en los exámenes son muy limitados, lo que ha provocado que el estudio sea básicamente memorístico, ya que la cantidad de temario lo permitía. Sin embargo, al aumentar los contenidos esta técnica de estudio da unos resultados mediocres o negativos. De ahí la frecuencia de alumnos con magnífico expediente en la ESO y 1º de Bachillerato que al llegar a Segundo parece que, de pronto, no saben estudiar, que no se les queda nada, lo que los desorienta y desmotiva. Por tanto, el hábito de estudio previo influye negativamente en el alumnado en dos factores:
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Descenso de la nota del expediente, por no poder hacer frente a la demanda diaria de las asignaturas.
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Aumento de la desmotivación e implicación en el curso al ver que no obtienen los resultados esperados con el hábito que poseen.
Por otra parte, la tendencia a estudiar sólo en los días (o el día) previo al examen, sin organización ni trabajo diario, hace que los resultados también empeoren. Además, la cercana Selectividad provoca una densidad de exámenes y un exceso de trabajo que provoca nervios, tensión, cansancio y, en el peor de los casos, desmotivación total y abandono prematuro. Por tanto, la inadecuada preparación del alumnado centrada sólo en estudiar los días previos influye negativamente en los siguientes factores:
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Descenso de las calificaciones en los exámenes en los periodos en los que estos se concentran, especialmente a final de trimestre.
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Aumento del estrés, cansancio y tensión en el alumnado, haciendo que su rendimiento no sea el óptimo.
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Aumento de la desmotivación y abandono prematuro al percibir la incapacidad de poder hacer frente al curso y a selectividad.
Aspectos positivos: el perfil del alumnado
En el otro lado de la balanza, los aspectos positivos, no debemos olvidar que normalmente se cuenta con un alumnado de buen nivel de conocimientos previos e interés hacia las materias, puesto que tienen claro desde el principio que quieren seguir estudiando en el futuro, lo que influye positivamente en una mayor implicación y en la práctica ausencia de actitudes disruptivas en el aula. Además, el interés y la implicación de las familias son muy altos, lo que hace que la acción tutorial tenga buena recepción.
CASOS TÍPICOS DE MAYOR GRAVEDAD
El alumno-tipo de Segundo de Bachillerato se caracteriza por una falta de organización y de técnica adecuada de estudio, pero va solventando los problemas progresivamente, con mayor o menor dificultad. Sin embargo, hay dos casos muy frecuentes que son los que llevan consigo más problemas:
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Alumnado con magnífico expediente académico y muy responsable e implicado en los estudios que desarrolla una actividad frenética desde principio de curso, lo que le lleva a agotarse y llegar, literalmente, hecho polvo a final de curso.
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Alumnado que sufre más el cambio de Segundo de Bachillerato por sus peores conocimientos previos, que se empeña en estudiar como siempre y, ante los malos resultados, que no entiende, acaba renunciando a seguir intentándolo totalmente desmotivado.
La solución a todos estos problemas ha de ser el objetivo prioritario de la acción tutorial, a través de un plan que paso a exponer.
PLAN DE ACCIÓN TUTORIAL
Principios básicos
La acción tutorial tendrá como objetivo que el alumnado tenga claros dos principios básicos: el curso académico es una carrera de fondo y la técnica de estudio debe ser comprensiva.
En cuanto a lo primero, el curso académico es una carrera de fondo, por lo que hay que llegar en las mejores condiciones académicas, físicas y mentales a final de curso, cuando se fija la nota final y se realiza la selectividad. Para ello el alumnado debe realizar un trabajo diario y sistemático, organizar el tiempo de estudio (mejor si es por cuadrante), dosificar los esfuerzos planificando también el tiempo de descanso y tener como guía siempre el optimismo sin dejar lugar a la duda sobre sus propias posibilidades.
Por otra parte, se debe abandonar la técnica de estudio simplemente memorística y centrada en los días previos al examen con subidas y bajadas de trabajo que acaban desfondándolos. Para que el alumnado entienda lo inadecuado de este modo de proceder se pueden utilizar símiles deportivos (entrenamiento diario, no con subidas y bajadas). La alternativa es una técnica basada en la comprensión (atención en clase, preguntar dudas, lecturas comprensivas) y a partir de ahí hacer resúmenes y esquemas. Esta técnica permite, memorizando una pequeña parte del temario (el resumen o esquema), explicarlo de manera completa, ya que se comprende.
Para que el alumnado entienda la técnica de estudio yo siempre uso el símil de la película. Supongamos que nos debemos examinar de una película. Hasta el momento se han acostumbrado a coger la película e intentar memorizarla. Si la película es muy larga, no hay manera. Frente a ello, nos sentamos a ver la película en el sillón, con refrescos y palomitas, y la disfrutamos. Ya que la entendemos, la volvemos a ver y hacemos un resumen de la misma. Por último, esquematizamos su contenido y ese esquema es el que nos estudiamos. ¡Ahora la explicación nos saldría redonda!
Con estos principios básicos se alcanzarían unas condiciones óptimas para hacer frente de forma exitosa el curso y con buenos resultados también en selectividad.
Herramientas
Dada la ausencia de una hora semanal de tutoría lectiva, las herramientas para desarrollar la acción tutorial serían básicamente tres: charlas comunes a todo el alumnado, encuestas de pre-evaluación y citas individualizadas.
Las charlas comunes se realizarían a principio de curso para explicar los dos principios esenciales ya citados. Sin embargo, estas charlas comunes tienen el problema de que el alumnado suele “desconectar” en este tipo de sesiones y que, además, se quita tiempo a la asignatura.
Las encuestas de pre-evaluación se deben orientar a conocer la técnica y organización de estudio de cada alumno, por lo que no deben ser anónimas. Esta información será fundamental para que la tercera herramienta, las citas individualizadas, sea más efectiva.
Las citas individualizadas de tutoría se desarrollan una hora semanal por la tarde. Hay que darles un sentido no sólo informativo para los progenitores en cuanto a la marcha de su hijo, sino constructivo de analizar la marcha del curso y encontrar posibles soluciones, además de volver a incidir, de manera individualizada, en los principios ya citados. Como se podrá suponer, para todo ello es básico y fundamental que a las citas acuda el alumnado acompañando a sus padres.
Desarrollo
La temporalización de las actividades de acción tutorial sería la siguiente:
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Primer Trimestre: charlas comunes con el alumnado a principio de curso y realización de la encuesta de pre-evaluación al final del trimestre.
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Segundo Trimestre: con el resultado de las encuestas y de la evaluación, ir citando a los padres y alumnado de manera sistemática (TODOS) para analizar la organización y técnica de estudio, problemas y motivación de manera individualizada. Si se dejan estas citas para el segundo trimestre es porque durante el primero se está todavía en periodo de adaptación y durante el segundo es cuando se definen principalmente los resultados finales dada la corta duración del tercero.
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Tercer trimestre: el poco tiempo disponible (las clases terminan a finales de mayo) hace que ahora vuelvan a ser fundamentales las charlas comunes al grupo, realizándose citas individualizadas sólo en casos de problemas especialmente graves.
Si quiere descargar el artículo completo, con dos modelos de encuestas de pre-evaluación, pulse aquí: TUTORÍA