UN MAPA DE LA SIERRA DE SEGURA EN LA GUERRA DE INDEPENDENCIA (1809)

Análisis de un mapa de la Sierra de Segura en la Guerra de Independencia, por Carlos Javier Garrido García.

Mapa de la Sierra de Segura en 1809.

INTRODUCCIÓN

En la Cartoteca del Archivo General Militar de Madrid se conserva un mapa de la Sierra de Segura, elaborado en junio de 1809, que refleja el sistema defensivo de la zona ante la inminente invasión de las tropas francesas. Aprovecharé su descripción y estudio para realizar una aproximación a la Guerra de Independencia en tierras serranas. Esta modesta contribución sigue la senda de los estudios ya realizados sobre el tema, que indico en la bibliografía, y debe ser entendida como un adelanto de futuras investigaciones. Por último, quiero que esta pequeña contribución sirva de homenaje a Ignacio Martínez, padre y alma máter de la «Segurología».

LA GUERRA DE INDEPENDENCIA (1808-1814)

A partir de 1796 (Tratado de San Ildefonso), la España de Carlos IV quedó sometida a los intereses franceses, especialmente desde el acceso al poder de Napoleón en Francia en 1799. La política expansionista de este y los conflictos internos en la monarquía española son los que explican la Guerra de Independencia.

Napoleón Bonaparte, retrato de Jacques-Louis David. Fuente: Wikipedia.

Para obligar a Portugal a cumplir el bloqueo continental contra Gran Bretaña, Napoleón firmó con España el Tratado de Fontainebleau (1807), que permitía el paso de tropas francesas por el país para invadir Portugal. Napoleón aprovechó para invadir también España, frente a lo cual se produjo el Motín de Aranjuez (marzo de 1808) por el que Fernando VII desplazó a su padre Carlos IV del trono. Napoleón aprovechó el enfrentamiento para llamar a los dos a Bayona para mediar en su enfrentamiento, aunque lo que hizo en realidad fue obligarles a abdicar en su favor, cediendo la corona española a su hermano José I Bonaparte (Abdicaciones de Bayona, mayo de 1808). El desplazamiento de la familia real a Bayona y el descontento por la invasión francesa hizo que se iniciara la sublevación popular en Madrid el 2 de mayo de 1808, dando comienzo la guerra.

Sublevación del 2 de mayo de 1808 en Madrid, por Francisco de Goya (Museo del Prado).

Para organizar la lucha contra los invasores, se formaron Juntas, primero locales, luego provinciales y, finalmente, en septiembre de 1808, la Junta Suprema Central. En Andalucía se formó un ejército, comandado por el General Castaños, que consiguió derrotar a las tropas francesas en la Batalla de Bailén en junio de 1808. Esta derrota obligó a Napoleón a intervenir en persona en España con lo mejor de su ejército, derrotando a las tropas españolas en las batallas de Somosierra (noviembre de 1808) y Ocaña (noviembre de 1809), lo que le permitió ocupar Andalucía a partir de enero de 1810 y acabar dominando todo el país, con la excepción de la ciudad de Cádiz, donde se reunirán las Cortes.

Sin embargo, el dominio efectivo de los franceses sobre el territorio se concentró en las ciudades y poblaciones grandes, siendo muy tenue en las zonas rurales, en las cuales los españoles aplican una nueva táctica de guerra: la guerrilla. Esta desgasta enormemente al ejército francés, lo que unido a  la concentración de efectivos para la campaña de Rusia y a la ofensiva que el general inglés Wellington inicia desde Lisboa con tropas inglesas, portuguesas y españolas, supone su completa derrota en España. Tras las victorias de Wellington en las batallas de Arapiles (julio de 1812), Vitoria (junio de 1813) y San Marcial (agosto de 1813), Napoleón reconoce su derrota y por el Tratado de Valençay (diciembre de 1813) devuelve la corona española de Fernando VII, acabando así la guerra.

CONTEXTO DE LA ELABORACIÓN DEL MAPA: EL CONFLICTO EN LA SIERRA DE SEGURA

Tras los sucesos de mayo de 1808, y dentro del contexto de formación de juntas ya referido, se formó la Junta de Partido con sede en Segura de la Sierra, dependiente de la Junta Provincial de Murcia.

Segura, Orcera y Hornos en el mapa de la Sierra de Segura de 1809.

Las distintas localidades van contribuyendo al esfuerzo bélico. Así, en las cuentas de propios del Ayuntamiento de Siles referidas al año 1808 consta el empleo de 764 reales en «gastos causados en virtud de órdenes de la Junta en los principios de la revolución para la defensa de la Patria»; de 1.269 reales en los «gastos de proclamación del nuestro rey Don Fernando 7º en virtud de orden de la Junta de esta Provincia»; y 343 reales en «rogativas por el feliz éxito de nuestras armas».

La inicial victoria de las tropas españolas en Bailén en junio de 1808 pronto se convierte en derrota en la batalla de Somosierra de noviembre de ese año, que permitió la entrada en Madrid de las tropas francesas y del rey José I Bonarparte.

Esta derrota provocó que el sur peninsular se preparara para la posible ocupación francesa. En este contexto, en marzo de 1809 la Junta de Segura convocó una reunión de todas las villas de su partido para tratar sobre la defensa de la zona, decidiéndose fortificar La Puerta de Segura y el Puerto de Villarrodrigo y reunir armamento y víveres en Segura de la Sierra. Este plan defensivo se completaría con la llegada del Regimiento de Almansa, elaborándose en junio de 1809 el plan defensivo que muestra el mapa que nos ocupa.

Finalmente, en noviembre de 1809 se produce la derrota española en la batalla de Ocaña, tras lo cual se inicia la invasión francesa de Andalucía. Así, el 22 de enero de 1810 las tropas francesa, procedentes de Montizón, ocupan Úbeda y un día después entran en Jaén. Sin embargo, el ejército francés se vio incapaz de ocupar de manera efectiva el medio rural, optando por establecer guarniciones en las localidades principales, cuyos destacamento controlarían el medio rural. Esto dio la oportunidad de formar guerrillas, aumentada en la zona de la Sierra de Segura por el hecho de que el reino de Murcia seguía libre de ocupación.

Riópar en el mapa de la Sierra de Segura de 1809.

 

Por tanto, en la Sierra de Segura siguió gobernando de facto la Junta de Gobierno de Segura de la Sierra. Así, el 5 de agosto de 1810 esta ordenó al ayuntamiento de Siles la entrega de 100 fanegas de trigo, 60 de cebada, 16 arrobas de aceite, 180 cabezas de ganado lanar o cabrío y 400 arrobas de paja para «suministros a las tropas que devan acantonarse y guarnecer estas abenidas, y  a las partidas de Guerrilla si se ofrece una retirada» . Ante la queja del Ayuntamiento de Siles, que en sesión de 7 de agosto afirmaba haber contribuido ya para el esfuerzo bélico con 70.000 reales, la Junta decidió el día 20 disminuir la contribución  de la localidad a 50 fanegas de trigo, 30 de cebada, 6 arrobas de aceite, 100 cabezas de ganado y 200 arrobas de paja. Finalmente, esta contribución fue repartida entre los 320 vecinos y 5 refugiados («emigrados») de la localidad el 16 de septiembre de 1810, aunque «el azeyte, cevada y paja, por si no hay cómoda dibisión va reducido a dinero», aportando la localidad 2.158 reales, 159 fanegas de trigo y 164 reses. 

Siles en el mapa de la Sierra de Segura de 1809.

Frente a todo ello, el ejército francés, establecido en Úbeda, Villacarrillo y Villanueva del Arzobispo realizaba entradas periódicas en la Sierra de Segura para cobrar impuestos, perseguir a las partidas guerrilleras y realizar acciones de castigo contra la población que las apoyaba. Esto provocó los saqueos de Beas de Segura el 26 de agosto de 1810, de Segura de la Sierra el 17 de octubre de ese año y de Orcera el 22 de enero de 1811.

En el caso de Siles, en septiembre de 1810 el alcalde ordinario, Antonio Garrido Ortega, comunicaba a la Sala de la Real Chancillería de Valencia la situación en que se hallaba la localidad, «con cercanía a los puntos en que se han verificado y verifican las frecuentes inbasiones del Enemigo». En diciembre de ese año, se hallaban presos por los franceses Juan Romero Sandoval y Antonio Martínez de Simón, regidores de la localidad, «con motibo de no averles dado la contribuzión que impusieron a este Pueblo el día veinte y cinco del mes de nobienbre anterior que existían aquí».

Esta situación se mantuvo hasta la retirada francesa provocada por la ofensiva hispano-inglesa de 1812. Sin embargo, el fin de presencia francesa no supuso el de la presión fiscal bélica. Así, en febrero de 1813 se repartieron entre los vecinos de Siles 9.260 reales como «socorro de las tropas situadas en el cantón de Lorca», no sin dificultades, debido a «la miseria y exaustos medios en que se allan estos abitantes, y maiormente en el día en que se está realizando la cobranza del reparto que se a echo para la subsistencia de hombres y caballos enfermos, que existen en esta villa de los Escuadrones de Vsares de La Mancha». Ese mismo mes se llevó a cabo el repartimiento de 9.819’33 reales de una contribución extraordinaria de Guerra para ese año.  Estas contribuciones bélicas se sumaban a los impuestos ordinarios. Así,  en junio de 1812 se habían repartido entre los vecinos de Siles 21.077 reales y 32 maravedíes de las reales contribuciones.

DESCRIPCIÓN DEL MAPA

Como indica la leyenda, el «Plano Topográfico» representa la localización de la «vanguardia del Exército del Centro, mandado por Don Pedro de Guimarest, mariscal de Campo de los Reales Exércitos», además «de los puntos que ocupan las tropas y paysanaje al mando del Teniente Coronel del Regimiento de Ynfantería de Almansa, Don Pedro de Soto». El mapa está firmado en Segura de la Sierra el 5 de junio de 1809.

Leyenda del mapa de la Sierra de Segura en 1809.

 

El plano tiene la singularidad de localizar el norte en su parte inferior del plano y el oeste en su parte izquierda, utilizando una escala en leguas doble: de 8.000 y 5.000 varas castellanas cada una.

Escala del mapa de la Sierra de Segura en 1809

En el plano se indica con el número 1 la localización de la «Abanzada de cien hombres que ocupan las tropas del Regimiento de Almansa y Paysanaje de los pueblos de la Sierra», indicando así esa mezcla de tropas regulares y de guerrilleros característica de la guerra. La citada avanzada se localizaba en el Puente sobre el río Guadalmena en el camino que unía Génave con Albaladejo y Terrinches y el camino de Valencia a Andalucía.

Localización de la avanzadilla sobre el Puente del Guadalmena en el mapa de la Sierra de Segura en 1809.

Reforzando la defensa de la zona norte de la Sierra, en el punto nº 5 se indica la localización del «Campamento de la vanguardia del Exército del Centro mandada por el dicho Señor General  Grimarest», localizada junto a Venta Nueva en el citado camino de Valencia a Andalucía, en un término medio entre Terrinches y Montizón.

Localización de la vanguardia del Ejército del Centro en Venta Nueva, en el mapa de la Sierra de Segura en 1809.

Del mismo modo, en el punto nº 6, se indica el «Cuartel general que ocupaba dicha vanguardia el día 6 del corriente mes de junio en la villa de Villamanrrique».

Cuartel general de la vanguardia en Villamanrique en el mapa de la Sierra de Segura en 1809.

Más allá de esta primera línea defensiva o de «avanzada», se situaban tropas del Regimiento de Almansa y paisanos en «los Pueblos de Ynfantes, Almedina, Puebla del Príncipe, Cózar, Villahermosa y Torre de Juan Abad y las guerrillas y Grandes Guardias llegan a Alcubillas dos leguas de Ynfantes».

Tras esta primera linea defensiva o de vanguardia, se establece el cinturón defensivo propiamente serrano, con puesto defensivos en Puente de Génave, La Puerta y Villarrodrigo. En la «Abanzada en la Aldea Puerta» se localizaba, con el número 3, «una compañía del citado Regimiento de Almansa», indicando que este era el «punto principal para la entrada del Reyno de Murcia».

La Puerta de Segura, con su puente defensivo, en el mapa de la Sierra de Segura en 1809.

Con el número 4 se indica la «Abanzada del Puente de Génave en el Río Guadalimar que ocupan las mismas fuerzas», es decir, del Regimiento de Almansa, «con setenta hombres».

Puente de Génave en el mapa de la Sierra de Segura en 1809.

Por último, con el número 2 se indica la «Abanzada del Puerto de Villa Rodrigo que ocupan las mismas tropas» del Regimiento de Almansa «y paysanaje mandados por el teniente coronel graduado don Domingo Vela, bajo las órdenes del mismo señor Soto», que como se recordará era el teniente coronel del Regimiento de Infantería de Almansa.

Villarrodrigo en el mapa de la Sierra de Segura en 1809.

 

FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

  • Archivo General Militar de Madrid, Cartoteca, Colección SH, signatura ESP-2/25. Plano topográfico de la Sierra de Segura en 1809.
  • Archivo Histórico Nacional, Consejos, legajo 12.002, expediente 129. Cuentas de propios de la villa de Siles en el año 1808. Murcia, 23/7/1810.
  • Archivo Municipal de Siles, Documentos Históricos II, legajo B. Repartimiento de maravedíes, granos, ganados y paja entre los vecinos de esta villa para socorro y alimentos de las tropas y partidas según disposición y mandato de la Junta de Gobierno de este Partido de Segura de la Sierra. Año 1810.
  • Archivo Municipal de Siles, Documentos Históricos II, Legajo B. Repartimiento de Reales contribuciones, correspondiente al presente año y sus tres tercios, del de 1812.
  • Archivo Municipal de Siles, Documentos Históricos II, legajo B. Repartimiento de 9.000 reales para raciones de tropas situadas en el punto de la ciudad de Lorca, 1813.
  • Archivo Municipal de Siles, Documentos Históricos II, Legajo B. Contribuzión Extraordinaria de la Guerra del año de 1813.
  • Archivo Municipal de Siles, Caja B/1/1, Libro de Actas Capitulares de los años 1808, 1809 y 1810.
  • Artillo González, Julio: «Hacia una nueva formación social, 1808-1843», en Luis Garrido González (coord.): Nueva historia contemporánea de la provincia de Jaén (1808-1950). Jaén: Instituto de Estudios Giennenses, 1995, pp. 17-57.
  • Díaz Torrejón, Francisco Luis: «El movimiento guerrillero en la Andalucía napoleónica (1810-1812)», en María Amparo López Arandia y José Miguel Delgado Barrado (dir.): Andalucía en Guerra, 1808-1814. Jaén: Universidad de Jaén, 2010, pp. 171-185.
  • López Pérez, Manuel  y Lara Martín-Portugués, Isidro: Entre la guerra la paz. Jaén (1808-1814). Granada: Universidad de Granada y Ayuntamiento de Jaén, 1993.
  • Rodríguez Tauste, Sergio: «La Sierra de Segura en el contexto de la Guerra de Independencia». Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte, 11 (2006), pp. 41-54.
  • Rubiales García del Valle, Ramón: Actuaciones de la Guerrilla y el Ejército en la Comarca de las Villas durante la Guerra de la Independencia (1810-1812). Villanueva del Arzobispo: XII Jornadas Histórico-Artísticas de las Cuatro Villas, 2011.

LA GUERRA DE INDEPENDENCIA Y LOS COMIENZOS DE LA REVOLUCIÓN LIBERAL. LA CONSTITUCIÓN DE 1812.

Resumen del Tema 5 de Selectividad: «La Guerra de Independencia y los comienzos de la  Revolución Liberal. La Constitución de 1812», por Carlos Javier Garrido García.

«Familia de Carlos IV» de Francisco de Goya. Museo del Prado.

Introducción

La guerra de Independencia (1808-1813) supone el comienzo de la revolución liberal en España que liquidará al Antiguo Régimen, aunque en un proceso que será muy conflictivo y alargado en el tiempo, no culminando, tras el reinado de Fernando VII (1814-1833), hasta el de su hija Isabel II (1833-1868).

El reinado de Carlos IV (1788-1808)

Rey carente de talento y voluntad, nada más acceder al trono debe hacer frente a los efectos de la Revolución Francesa (julio de 1789): Floridablanca establece un cordón sanitario (prohibición de entrada de propaganda revolucionaria francesa).

Al ser guillotinado Luis XVI en 1793, España entra en guerra contra Francia, que acaba con la Paz de Basilea de 1795 y la reedición de los pactos de familia con el Tratado de San Ildefonso de 1796. A partir de aquí, el primer ministro Godoy somete a España a los intereses de Francia. Esta alianza fue desastrosa para España: derrotas navales de San Vicente (1797) y Trafalgar (1805), que suponen la pérdida de la flota española y el corte de comunicaciones con las colonias americanas.

Tratado de Fontainebleau (1807): reparto de Portugal por negarse al bloqueo continental de Napoleón. Los franceses aprovechan la ocasión para ir ocupando el país.

Motín de Aranjuez (marzo de 1808): Godoy aconseja a la corte su traslado a Sevilla, ante lo cual el pueblo se amotina en Aranjuez, obligando a abdicar a Carlos IV a favor de su hijo Fernando VII.

Abdicaciones de Bayona (mayo de 1808): Napoleón se aprovecha y llama a ambos a Bayona, donde los obliga a abdicar en su favor, cediendo la corona a su hermano José I Bonaparte.

La Guerra de Independencia

Supone el inicio de la Edad Contemporánea en España.

Grupos ideológicos

Afrancesados: apoyo a José I, parte de la nobleza, del alto clero y sobre todo funcionarios que ven en la nueva monarquía una posibilidad de modernización y reforma, reflejándose la misma en la aprobación en julio de 1808 del Estatuto de Bayona (constitución liberal).

Patriotas: oposición a la invasión francesa y al nuevo rey, dos grupos enfrentados: liberales (burguesía, parte del clero, profesiones liberales: obra revolucionaria en las Cortes de Cádiz) y tradicionalistas (mayor parte del clero, la nobleza y masas populares; defensa de los valores tradicionales y del absolutismo).

Desarrollo del conflicto.

Inicio: ante la ocupación francesa y el traslado de los últimos miembros de la familia real a Bayona, el pueblo de Madrid se levanta el 2 mayo. Aunque la rebelión fue sofocada por las tropas francesas, se extiende por todo el país, formándose juntas locales y provinciales para llenar el vacío de poder y organizar la resistencia. En septiembre se forma una Junta Suprema Central, presidida por Floridablanca que declara la guerra a Francia, jura lealtad a Fernando VII, promete la convocatoria de Cortes y pide ayuda a Gran Bretaña.

Características: guerra nacional (pueblo en armas frente al dominio francés). La inferioridad del ejército regular español hace que se adopte la nueva táctica de guerrillas (pequeños grupos de civiles armados que realizan pequeños, constantes y rápidos ataques contra las fuerzas invasoras) y defensa de las ciudades por el conjunto de la población (sitios como los de Zaragoza, Gerona y Cádiz).

Fases: 1808-1809 (fracaso inicial de la invasión con victoria española en Bailén y desembarco de Wellington en Lisboa), 1809-1812 (predominio francés, intervención en persona de Napoleón, resistencia en Cádiz) y 1812-1813 (ofensiva hispano-inglesa, tras las victorias de Arapiles, Vitoria y San Marcial, se firma en 1813 el Tratado de Valençay: Napoleón reconoce a Fernando VII como rey de España).

Consecuencias.

Pérdidas humanas y materiales muy importantes.

Comienza el proceso de independencia de las colonias americanas aprovechando el vacío de poder.

Comienzo del fin del Antiguo Régimen, largo periodo de transición hasta la revolución de 1868.

Las cortes de Cádiz y la Constitución de 1812.

Convocatoria y composición.

La invasión francesa de Andalucía hace que la Junta Suprema Central ceda los poderes a una Regencia, que mantiene la convocatoria de Cortes. Las mismas se inician en Cádiz en septiembre de 1810 al ser la única zona libre de ocupación.

Composición: se decide la formación de una única cámara, sin división por Estamentos; primacía de representantes del Tercer Estado y algunos clérigos: todo lo anterior supone el predominio liberal.

Grupos políticos: liberales (enemigos del poder absoluto, libertades individuales, soberanía nacional, división de poderes y constitucionalismo; grupo predominante), serviles (absolutistas, divididos en moderados y radicales) y americanos (poca fuerza, partidarios de la independencia de las colonias).Liquidación de los fundamentos del Antiguo Régimen a través de:

Reformas políticas: soberanía nacional, división de poderes y predominio de las Cortes (Constitución de 1812).

Reformas sociales: abolición de los privilegios de la nobleza, igualdad ante la ley, supresión de señoríos jurisdiccionales, abolición de la Inquisición.

Reformas económicas: libre empresa y desamortización eclesiástica.

La Constitución de 1812.

Proclamada el 19 de marzo de 1812 (por ello conocida como “La Pepa”), es el resultado del consenso entre liberales y serviles moderados.

Características: monarquía constitucional, división de poderes relativa (poder ejecutivo al rey, poder legislativo a las Cortes con el rey), Cortes unicamerales elegidas por sufragio universal masculino pero indirecto y con diputados a los que se requiere una renta mínima, reconocimiento de libertades individuales (igualdad jurídica, inviolabilidad del domicilio, libertad de expresión) y se reconoce a la católica como religión oficial.

Consecuencias: comienzo del constitucionalismo español y del estado liberal; desmantelamiento del Antiguo Régimen; pervivencia de elementos tradicionales como la religión y la monarquía (intento de compromiso); influencia exterior (oleada revolucionaria de 1820).

La lucha entre Liberalismo y Absolutismo: el reinado de Fernando VII (1814-1833)

El retorno al absolutismo (1814-1820).

El rey vuelve a Madrid en 1814, trasladándose allí las Cortes. Restauración del absolutismo basándose en el apoyo mostrado por las élites (Manifiesto de los Persas), el marco internacional (Restauración y Santa Alianza) y la falta de apoyo popular a los liberales. De inmediato inicia una fuerte represión que lleva a muchos liberales a la muerte o al exilio.

La ineptitud de los gobiernos, la crisis económica y financiera (destrucciones bélicas y pérdida de las colonias) y la creciente oposición (pronunciamientos fallidos, guerrillas como la del Empecinado y masonería) hacen que el monarca pierda apoyos.

El Trienio Liberal (1820-1823).

Pronunciamiento de Riego en Las Cabezas de San Juan (Sevilla) con el ejército destinado a América: Fernando VII jura la Constitución de 1812, predominio liberal y reformas (desamortización eclesiástica, supresión de la Inquisición, libertades individuales).

Problemas: división de los liberales en moderados (doceañistas) y radicales (veinteañistas) y oposición absolutista (guerrillas como la del Cura Merino, Regencia de Urgel).

Intervención de la Santa Alianza en 1823 (Congreso de Verona y Cien Mil Hijos de San Luis): restauración del absolutismo.

La Década Ominosa (1823-1833).

Represión antiliberal muy fuerte en los primeros años y retorno al absolutismo, contestado con numerosas conspiraciones liberales.

Apertura económica a partir de 1826: recuperación económica y financiera, descontento de los estamentos privilegiados. Pese a todo, progresiva fusión de los intereses de éstos y la burguesía.

Pleito dinástico entre Carlos e Isabel (Ley Sálica y Pragmática Sanción), apoyados por absolutistas y liberales respectivamente.

Consecuencias.

Poca fuerza del liberalismo en España por el escaso desarrollo de la burguesía explica el retorno al Absolutismo en 1814.

Tras la muerte de Fernando VII, en el reinado de Isabel II, se inicia un largo periodo de consolidación del liberalismo en España hasta 1868, marcado por los enfrentamientos con el absolutismo (guerras carlistas) y por la lenta construcción del Estado Liberal.

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